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DEPÓSITOS CUATERNARIOS DE LAS BAHÍAS BUSTAMANTE Y CAMARONES Alberto Ardolino 1 , Alicia Busteros 1 , Luis Fauqué 1-2 , Mario Franchi 1 y Hebe Lema 1 Un caso singular en la costa patagónica

Un caso singular en la costa patagónica

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Page 1: Un caso singular en la costa patagónica

DEPÓSITOS CUATERNARIOSDE LAS BAHÍAS BUSTAMANTE

Y CAMARONES

Alberto Ardolino1, Alicia Busteros1, Luis Fauqué1-2, Mario Franchi1 y Hebe Lema1

Un caso singular enla costa patagónica

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Sitios de InterésGeológico

de la República Argentina

EDITORComisión Sitios de Interés Geológico de la República Argentina (CSIGA):

Gabriela Anselmi, Alberto Ardolino, Alicia Echevarría, Mariela Etcheverría, Mario Franchi,Silvia Lagorio, Hebe Lema, Fernando Miranda y Claudia Negro

COORDINACIÓNAlberto Ardolino y Hebe Lema

DISEÑO EDITORIALDaniel Rastelli

Referencia bibliográfica

Sitios de Interés Geológico de la República Argentina. CSIGA (Ed.) Institutode Geología y Recursos Minerales. Servicio Geológico Minero Argentino,

Anales 46, II, 461 págs., Buenos Aires. 2008.

ISSN 0328-2325Es propiedad del SEGEMAR • Prohibida su reproducción

Publicado con la colaboración de la Fundación Empremin

www.segemar.gov.ar | [email protected] | [email protected]

BUENOS AIRES - 2008

Av. General Paz 5445 (Colectora provincia)Edificio 25 - 1650 - San Martín - Buenos Aires

República Argentina

Av. General Paz 5445 (Colectora provincia)Edif icio 14 - 1650 - San Martín - Buenos Aires

República Argentina

Page 3: Un caso singular en la costa patagónica

INTRODUCCIÓN

Las características actuales de las costasestán determinadas por la acción que el mar haejercido desde épocas pasadas. Las olas, las co-rrientes de marea y los cambios relativos del ni-vel del mar –este último un fenómeno casi im-perceptible y muy preocupante en la actuali-dad– son los principales agentes que actúan enla modificación de la línea de ribera. En esteproceso también intervienen los fenómenos at-mosféricos (tormentas, tifones), los tsunamis, ladesembocadura de los ríos y la acción de los se-res vivos, entre ellos el hombre.

Las costas no han tenido siempre la mismaforma a lo largo de la historia de la tierra, y sus

RESUMEN

En el sector costanero de la provincia del Chubut comprendido entre la meseta de Montemayor y el mar, se encuentran al menossiete sistemas de cordones litorales y cuatro niveles de pedimentos litorales. En ningún otro lugar de la costa patagónica se

conservan tan bien y tan completos los registros de los cambios relativos del nivel del mar ocurridos durante el Cuaternario.

Los cordones litorales se remontan desde la actual línea de ribera hasta una altitud de más de 150 metros en el cabo Dos Bahías.Representan acumulaciones de playa ubicadas a alturas cada vez más elevadas, preservadas de la erosión marina como conse-

cuencia de una costa en casi continua emersión.

Los pedimentos litorales descienden escalonadamente hacia el mar, desde las proximidades de la barranca que limita por elsudeste a la meseta de Montemayor hasta conectarse con algunos de los sistemas de cordones litorales que bordean el litoral

oceánico. Son el testimonio de sucesivos planos de erosión relacionados con cambios en el nivel del mar.

ABSTRACT

In the Chubut Province, between the Montemayor plateau and the sea, at least seven systems of littoral bars and four levels of

littoral pediments are recognized. In no other place of Patagonia is posible to find such a well preserved record of the relative sea

level changes occurred during the Quaternary.The litoral bars are developed from present seashore to an altitude of more than 150 meters at Dos Bahías cape. Each one

corresponds to beach deposits located at different altitudes and were preserved from marine erosion as a consequence of almost

continuous emergence of the coast.The littoral pediments descend from the backing escarpments of the plateau of Montemayor, wich are receding as the result of

long continued degradation. The littoral pediments connecting with some of the littoral bars parallel to the present seashore;

they are the result of successive levels of erosion related to sea- level changes.

DEPÓSITOS CUATERNARIOSDE LAS BAHÍAS BUSTAMANTE

Y CAMARONES

Alberto Ardolino1, Alicia Busteros1, Luis Fauqué1-2, Mario Franchi1 y Hebe Lema1

Un caso singular enla costa patagónica

1. Servicio Geológico Minero Argentino, Instituto de Geología y Recursos Minerales.2. Departamento de Ciencias Geológicas, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires.

constantes cambios pueden ser inferidos a tra-vés de los datos que nos ofrecen los estudiosgeológicos. También el análisis de datos arqueo-lógicos e históricos y la comparación de mapas yescritos antiguos, nos brindan información so-bre los cambios ocurridos desde la aparición delhombre. Más aún, una persona que a lo largo desu vida haya frecuentado una playa puede ad-vertir sus modificaciones.

El modelado y transformación de la costa seproduce fundamentalmente por el incesante im-pacto del oleaje que rompe sobre las rocas queforman su frente. Por el flujo y reflujo de las ma-reas, los fragmentos que las olas van arrancando alas rocas son removidos una y otra vez, junto conel avance y retroceso de la rompiente. Los mate-

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riales se van pulverizando y redondeando y se trans-forman en arenas y/o gravas que quedan expues-tos a la acción de las corrientes, que los puedentransportar hacia zonas más profundas o arrastrar-los a lo largo de la línea de ribera.

Cuando estos materiales más finos se depo-sitan y acumulan en las costas se forman las lla-madas playas. La playa presenta varias zonascuyos límites y morfología cambian muy rápida-mente (Figura 1). Las grandes tormentas, hura-canes y tsunamis pueden producir un movimien-to pronunciado del material de la playa haciatierra firme, recibiendo las acumulaciones máselevadas el nombre de playa de tormenta o tem-pestad (berma).

En las costas bajas y arenosas, de aguas pocoprofundas, no sólo se forman playas adosadas atierra firme y abiertas al mar sino que las arenasy gravas, cuando encuentran un obstáculo en elfondo marino cercano, se acumulan dentro delagua contruyéndose las barras u otras formas,como bancos de arena, espigas y tómbolos. Losmateriales que se concentran inicialmente es-tán cubiertos por el agua, pero conforme pasael tiempo aumentan su altura hasta salir a lasuperficie y dar origen a una barrera o barraemergida. Si llegan a cerrar una bahía, dejandotan sólo una estrecha comunicación entre lasaguas del interior y las del mar abierto, las ba-rras de arena originan lagunas litorales,albuferas o marismas (Figura 2).

La playa es un depósito transitorio en la evo-lución de una costa, y sus características sonefímeras, sujetas a un continuo cambio. Normal-mente las barras son desplazadas paulatinamentehacia el continente, adosándose a las elevacio-nes denominadas playas de tormenta (bermas),

eliminando de este modo a las albuferas y ma-rismas (Figura 3).

A lo largo de una línea de ribera que emerge,estas características pueden ser de caráctersemipermanente. Un descenso del nivel del mar ouna elevación de las tierras exponen al aire partesdel suelo marino. Cuando esto ocurre, las carac-terísticas de las playas se conservan, apareciendouna sucesión más o menos paralela de ellas queaumentan en altura y antigüedad tierra adentro,pudiendo presentar las más antiguas una configu-ración cada vez más diferente de la línea de costaactual. Estos depósitos marinos quedan entoncesexpuestos a la erosión y desgaste subaéreo. Lasondulaciones poco erosionadas, constituidas pordepósitos marinos y que se encuentran en tierrafirme pero cercanas a la costa, son buenosindicadores de una costa en emersión.

Si existe un tramo en la costa patagónica enel cual muchos de los depósitos de playas desa-rrollados durante el Cuaternario están bien con-servados, mostrando sucesiones casi continuasdesde la playa actual hasta 150 metros de alti-tud, es el sector comprendido entre bahía Busta-mante y el norte de bahía Camarones (Feruglio,1949). A esos depósitos se unen, a diferentes al-turas, varios niveles de erosión (pedimentación),cubiertos por rodados que en el pasado se encon-traban en tránsito hacia las zonas bajas.

UBICACIÓN DEL ÁREA

La región se encuentra en el sector de la cos-ta atlántica ubicada al norte del golfo San Jorgeen la provincia del Chubut, abarcando la totali-dad del cabo Aristizábal y la península Gravina enel sur, hasta la totalidad de la bahía Camarones

Figura 1. Terminología de las partes de una playa (según Shepard, 1937).

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Figura 3. Etapas en el desarrollo de una línea de ribera deemersión del tipo de planicie costanera, que

comprende la formación, la migración y la destrucción deuna barra libre. C, costa; BS, barra submarina; A, albufera;BL, barra libre; B, boca; M, marisma de marea. (Tomado de

A.N. Strahler, Physical Geography, John Wiley and Sons).

Figura 2. A) Características de una línea de costa de emersión, formación de barras y marismas o albuferas. B) Dos tómbolosconectando una isla con tierra firme. Formación de marismas o albuferas (A.N. Strahler , Physical Geography, New Cork, John

Wiley & Sons, 1960).

A B

en el norte. Hacia el interior del continente llegahasta las proximidades de pampa de Malaspina,origen del cañadón homónimo, y de la meseta deMontemayor, cuyas digitaciones más orientales lle-gan hasta el cerro Bonete, al oeste de Camaro-nes. La zona está atravesada por la ruta provin-cial 1 y se accede desde la ruta nacional 3 por dosvías importantes: el camino de ripio hasta la lo-calidad de Bahía Bustamante y por la ruta provin-cial 30 hasta el pueblo de Camarones (Figura 4 –Ubicación del área y accesos).

ANTECEDENTES

El levantamiento de varias hojas geológicasa fines de la década del ’70 y principios del ’80en una amplia zona costanera de la provinciadel Chubut (Franchi, 1976; Ardolino 1980; Fauqué1983), y su actualización a escala 1:250.000 rea-lizada por el Instituto de Geología y RecursosMinerales (Lema y otros autores, 2001) ha per-mitido la cartografía geológica de diferentes uni-dades de edad cuaternaria dispuestas en una an-cha franja situada entre la meseta de Monte-mayor y la costa atlántica. En 1987 Cionchi es-tudió los depósitos marinos de la zona de bahíaBustamante y en 1988 trató las superficies depedimentación en un trabajo geomorfológico. Lostrabajos más recientes son los de Ardolino y otros(1998) y Schellmann y Radtke (2000).

GEOLOGÍA REGIONAL

Las rocas aflorantes más antiguas de la co-marca son de origen volcánico y de edad jurásicamedia y constituyen el Complejo Marifil. La for-

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Figura 4. Mapa geológico de la región (sector Bahía Bustamante, ver mapa de Ubicación del área y accesos).

subsuelo y que aparece en superficie solamenteen algunos pequeños sectores.

Los afloramientos del Complejo Marifil songeneralmente rojizos y también grises y mora-dos; por lo común están circunscriptos a la zonacostera, formando también extremos de cabose islas (Figuras 4 y 5).

No hay registros de rocas del Jurásico tardíoy de la mayor parte del Cretácico, lapso queabarca unos 93 millones de años. Si las hubo fue-ron erosionadas junto a las rocas volcánicas yhoy sus materiales forman parte de los estratos

mación de estas rocas constituyó un importanteacontecimiento en la historia geológica de laPatagonia. En esa época ocurrieron grandes es-fuerzos extensionales que dieron por resultadola fracturación del primitivo supercontinenteGondwana, dando lugar a la separación de Áfri-ca de Sudamérica y a la apertura del OcéanoAtlántico Sur. Esta fracturación estuvo acompa-ñada por efusiones volcánicas de gran magnitud,cuyos productos cubrieron prácticamente todala región formando una masa continua sobre unbasamento más antiguo que se encuentra en el

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Figura 4 bis. Mapa geológico de la región (sector Bahía Camarones, ver mapa de Ubicación del área y accesos).

que rellenan la cuenca del golfo San Jorge. Afines del Mesozoico, durante el Cretácico tar-dío, el Océano Atlántico produjo su primer avan-ce sobre el nuevo continente, inundándolo ex-tensamente y depositando en la zona espesosmantos calcáreos que se identifican con el nom-bre de Formación Bustamante. Los depósitosse habrían acumulado en un ambiente marinocostanero, con aguas muy agitadas, cálidas y lim-pias, en el cual proliferaba la vida.

Durante el Daniano, edad inaugural de la eraCenozoica, el mar aún continuaba en la región,

pero las condiciones ambientales habían cam-biado. Este mar tuvo poca profundidad, con zo-nas de pantanos y marismas, y en algunos secto-res el medio era netamente continental, con bos-ques de palmeras. Las capas de rocas o estratosdepositados durante el Daniano son conocidosen la región como Formación Salamanca.

El retiro de este mar inauguró en la zona unamplio período durante el cual se acumularondepósitos de ambiente continental que se su-perpusieron a los sedimentos marinos. Dos uni-dades geológicas, la Formación Río Chico y el

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es más correcto denominarlas cordones litora-les.

Los cordones más destacados y continuos sonlos ubicados a 10 metros de altitud (Figura 6).Otros, que repiten parcialmente la figura de lacosta actual, están ubicados tierra adentro, al-gunos a varios kilómetros del mar y a cotas máselevadas, llegando hasta los 150 metros en elcabo Dos Bahías. La línea de ribera se caracteri-za por su gran irregularidad y está labrada fun-damentalmente por la erosión del mar; sus va-riaciones dependen principalmente de la dure-za de las rocas contra las cuales golpea el mar.

Desde el cabo Aristizábal la ribera se extien-de en dirección oeste sudoeste hasta el cerroLlera, ubicado muy poco al sur del área mapeada.En este tramo la costa es bastante rectilínea,muestra cordones litorales y, junto al mar, unaestrecha faja de depósitos de playa. El sectorcomprendido entre el cabo Aristizábal y la pe-nínsula del cabo Dos Bahías presenta la línea deribera más irregular. Dominan los afloramientosde vulcanitas jurásicas sobre la costa, entre loscuales se extienden cordones litorales moder-nos. La irregularidad de la costa probablementeesté reflejando el relieve ondulado del basamen-to jurásico, en cuyas depresiones se habrían de-positado las rocas sedimentarias más modernas.Éstas últimas, más friables, fueron posteriormen-te eliminadas por la acción erosiva del oleaje yde este modo quedaron asomos aislados devulcanitas conectados por cordones litorales.

En la península del cabo Dos Bahías los aflo-ramientos de rocas volcánicas son continuos. Lacosta es irregular porque el paisaje fue previa-mente labrado sobre las rocas volcánicas por laacción de los ríos. Posteriormente, los valles oquebradas fueron inundados por el mar, formán-dose pequeñas bahías y caletas, mientras losinterfluvios sobresalen en la costa como cabos opromontorios. En caleta Sara se ha establecidouna importante pingüinera (Fotografía 1), y en

Grupo Sarmiento representan este lapso que vadel Paleoceno al Oligoceno tardío. Su rico con-tenido paleontológico ha permitido desentrañarla evolución de la variada fauna de mamíferossudamericanos que se produjo durante ese in-tervalo (Ver «Ubicándose en el tiempo», al fi-nal del capítulo).

Con un nuevo y progresivo hundimiento delcontinente que comenzó a fines del Oligocenose volvió a instalar un ambiente marino de aguaspoco profundas. Cuando este mar se retiró, aprincipios del Mioceno, dejó depósitos que hoyse denominan Formación Patagonia, represen-tada por rocas sedimentarias con abundantesrestos fósiles de invertebrados marinos comobivalvos, gasterópodos y grandes ostras (ostreas).A partir de ese momento y hasta la actualidad,el área permaneció emergida.

A fines del Plioceno la comarca fue cubier-ta por un espeso manto de rodados provenien-tes de la erosión de las áreas cordilleranas ydemás regiones interiores de la zona patagónica,los que fueron transportados y depositados enesta región por grandes sistemas fluviales quecorrían en dirección noreste. Estos rodados, queforman los bancos ubicados en la actualidad amayor altura topográfica, en las pampas deSalamanca y Malaspina y en la meseta deMontemayor, reciben el nombre de FormaciónMontemayor.

DESCRIPCIÓN DEL SITIO

Rasgos morfológicos principales

En la zona costanera se hallan muy bien con-servadas formas de acumulación marina corres-pondientes a playas, que están situadas a distin-tas alturas por encima de la actual línea de cos-ta. Estas formas fueron inicialmente denomina-das terrazas, pero por su diseño cordoniforme

Figura 5. Corte esquemático entre la meseta de Montemayor y el mar. Superficies de erosión de los pedimentos litorales: M, delcerro Meseta; s, superior; it, intermedia; i, inferior. (150 – 155 m): Expresión numérica de la altitud de cordones litorales sobre el

nivel del mar actual; (———): antigua superficie del terreno. En contornos y colores esfumados, elevaciones en segundo plano.

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Figura 6. Block diagrama de la región. Al fondo la meseta de Montemayor, en primer plano y bordeando el mar pueden obser-varse las series de cordones litorales. Entre la meseta de Montemayor y los cordones litorales descienden los diferentes nive-les de pedimentos litorales. B y C: tómbolos A: Tómbolo del Pleistoceno superior ubicado aproximadamente a 26 metros de

altura, correspondiente a una paleocosta de esa edad.

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Fotografía 1. Pingüinera de caleta Sara, cabo Dos Bahías. En primer plano, cordones litorales. En un plano medio se observaun islote compuesto por vulcanitas del Complejo Marifil, unido a tierra firme por un par de barras o cordones con forma de

medialuna. Esta morfología recibe el nombre de tómbolo. Ejemplos de mucho mayor tamaño están representados en la figura6: A, B y C.

rodados sueltos a muy poco consolidados, sedenominan pedimentos litorales (Figuras 5 y 6).Estas zonas planas fueron formadas por los ríoscuando éstos, en su camino hacia el mar, fueronerosionando a las unidades cenozoicas poco re-sistentes. Se han identificado cuatro planos opedimentos litorales, vinculados a otros tantosdescensos relativos del nivel del mar (Figura 5).Se hallan generalmente desarrollados entre labarda que limita la meseta de Montemayor y losafloramientos de vulcanitas jurásicas o los cor-dones litorales de la costa (véase recuadro De-sarrollo de las superficies de pedimentación).

DESCRIPCIÓN DE LASFORMACIONES CUATERNARIAS

Se describirán brevemente sólo las unida-des geológicas formadas durante el Cuaternario(Figuras 4 y 4 bis), constituidas por los depósitosmarinos que forman los cordones litorales y porlos depósitos de rodados que hoy cubren comodelgados mantos a los diferentes pedimentos li-torales.

Los depósitos marinos

Los depósitos marinos se emplazaron a dife-rentes alturas entre el nivel del mar y los 150 –155 metros. Se han diferenciado como mínimo

otras bahías y caletas se han construido refu-gios para pescadores, actividad deportiva muypopular en la zona de Camarones.

Al norte, en el sector de la bahía Camaro-nes, las rocas duras del basamento volcánicojurásico se encuentran a mayor profundidad, loque permitió que el mar golpeara y desgastaralas rocas más blandas de las formaciones ceno-zoicas suprayacentes. De esta forma la línea deribera fue retrocediendo rápidamente, generán-dose la bahía. En ella la costa actual está siendolabrada sobre cordones litorales, que no sóloestán siendo erosionados por el mar, sino tam-bién por ríos y arroyos.

La obstrucción de la desembocadura de losríos y su consiguiente desviación hacia el norte porefectos de la acumulación de sedimentos marinos(barras) en su desembocadura, permite a estoscursos, en su búsqueda de salida al mar, divagarentre los cordones litorales más antiguos, elimi-nando parte de ellos por erosión lateral. Por estemotivo no se conservan en la bahía todos los con-juntos de cordones litorales observados más al sur.

Otro rasgo morfológico que se destaca en elpaisaje adyacente al litoral marítimo es un con-junto de superficies o planos suavemente incli-nados y ubicados a diferentes alturas, los cualesdescienden en forma escalonada desde la mese-ta de Montemayor hacia zonas más bajas o haciael mar (Figura 6). Estas superficies, que normal-mente se encuentran cubiertas por una capa de

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Los depósitos más altos sobre el nivel delmar actual se encuentran en el cabo Dos Bahías,en el faldeo oriental del cerro Unión (150 a155 metros). Siguen, ordenados por su altituddescendente, los depósitos ubicados entre 95 y110 metros, también en el cabo Dos Bahías. Al-rededor de los 70 metros existe otro sistema decordones, algunos de los cuales pueden llegar

siete agrupamientos que representan playas an-tiguas sucesivamente elevadas, preservadas gra-cias al ascenso del continente.

Algunos de estos depósitos de playa tienendenominaciones especiales y se supone una ma-yor antigüedad para aquellos emplazados a ma-yor altitud, aunque en algunos casos ello no esasí (Schellman y Radtke, 2000).

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redepositados que pertenecían a la FormaciónMontemayor, y por arena fina y limo provenien-tes de las formaciones cenozoicas, principalmen-te de las formaciones Patagonia y Río Chico ydel Grupo Sarmiento. Se apoyan sobre la super-ficie de pedimentación que corta al Grupo Sar-miento y en parte a la Formación Río Chico.Sus alturas oscilan entre los 250 y los 75 me-tros, descendiendo hacia la costa atlántica. Enla barranca que constituye el borde oriental dela pampa de Salamanca, Fauqué (1983) pudoapreciar cómo la destrucción de la FormaciónMontemayor y de las formaciones terciariasaporta los materiales que componen los depó-sitos que cubren a los pedimentos superiores.Los cantos rodados caen a lo largo de la barda,mezclándose con ostreas de la Formación Pata-gonia, trozos de madera silicificada de la For-mación Río Chico y material fino arenoso limosode ambas formaciones, constituyendo haciaabajo depósitos de estos materiales sin bancosni estratificación definida.

En un nivel inferior se ubican los depósitosque cubren a los pedimentos intermedios, quetienen una amplia distribución en la comarca ycubren como un manto a una superficie depedimentación labrada fundamentalmente en laFormación Río Chico. El sistema fluvial que mo-deló esta nueva superficie de pedimentacióntambién erosionó parcialmente al conjunto decordones litorales de 75 metros depositados pre-viamente. La altura de estos depósitos va desdelos 250 a los 50 metros.

Le siguen, a un nivel inferior, los depósitosque cubren a los pedimentos inferiores, loscuales se han desarrollado por remoción de ma-teriales deleznables de los pedimentos más an-tiguos y están constituidos por rodados con abun-dante material intersticial fino.

Los cuatro niveles de depósitos continenta-les diferenciados deberían conectarse en el ex-tremo distal con alguna de las series de cordo-nes litorales, pero la escala de trabajo y la ero-sión no han permitido una adecuada correlación,para la cual es necesario realizar estudios másdetallados.

EDAD

La ubicación en el tiempo de los aconteci-mientos geológicos ocurridos después de ladepositación de la Formación Montemayor tienecierto grado de incertidumbre, ya que la edadde esta última también lo tiene. Aceptando que

hasta los 90 metros de altitud. El grupo que si-gue hacia abajo es un sistema de cordones lito-rales de aproximadamente 50 metros de altitud.Este nivel es el denominado por Feruglio (1949)Terraza Alta de Camarones.

Alrededor de los 37 metros se halla un siste-ma de cordones litorales conocido como CordónLitoral Interno o Terraza IV o cordón con Mactraisabelleana (Feruglio, 1949), y a los 26 metrosse encuentran los cordones litorales conocidoscomo Cordón Litoral Intermedio o Cordón de LaIbérica o Terraza V (Feruglio 1949).

Por último, a los 10 metros se encuentranlos cordones litorales conocidos como CordónLitoral Reciente (de Bahía Bustamante) o Terra-za VI (Feruglio 1949).

Estos depósitos marinos, formados a expen-sas de la destrucción y transporte del materialque constituye la Formación Montemayor, estánintegrados por rodados de grava de diferentestamaños (entre 8.0 y 1.6 centímetros de diáme-tro) y material intersticial arenoso. Todos losdepósitos contienen una fauna de invertebradosfósiles y en las intercalaciones finas se puedenhallar foraminíferos y ostrácodos. Se encuentranasentados en su mayoría sobre las rocas volcáni-cas jurásicas del Complejo Marifil y otros apo-yan sobre niveles de erosión más antiguos (Figu-ra 5).

Los depósitos continentales

Los procesos geológicos que dieron lugar ala formación de cordones y pedimentos litoralesestán estrechamente relacionados. Cada vez quese producía un ascenso relativo del continente,los ríos y sus afluentes reanudaban su acciónerosiva y biselaban el paisaje formando a dife-rentes alturas las superficies planas de los pedi-mentos litorales. En el pasado, los pedimentoscumplían eficazmente funciones similares a cin-tas transportadoras que llevaban el materialerosionado hacia las zonas bajas, desde la ba-rranca que limita la meseta de Montemayor (Fi-gura 6). Actualmente estas superficies no fun-cionan como en el pasado, pero conservan aúnsobre ellas su tapiz de rodados.

Los más antiguos son los depósitos que cu-bren el pedimento del cerro Meseta, que seencuentran entre los 140 y 145 metros de alti-tud. En un nivel inferior se ubican los depósitosque cubren a los pedimentos superiores, queson los que siguen en orden de altura descen-dente a los del cerro Meseta. Están constitui-dos, igual que los de otros niveles, por rodados

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cies de pedimentación superior e interme-dia se conectan respectivamente en su par-te distal con la serie de cordones litoralesde 75 y 50 metros, tal como puede verse alsur de la estancia La Ernesta y al noreste deCIDASA (Figura 4).

• Pleistoceno medioCordones litorales de 50 metrosDe acuerdo a Feruglio (1949), durante el Pe-núltimo Intervalo Interglacial, el ascenso delmar habría originado los cordones litoralesde 50 metros (Terraza de Camarones).Desarrollo de los pedimentos inferioresLa superficie de pedimentación inferior y losdepósitos que la cubren se habrían formadodurante la Penúltima Glaciación, puesto queserían posteriores a los cordones litorales de

la Formación Montemayor se formó aproxima-damente en un lapso ubicado alrededor del lí-mite entre el Plioceno y el Pleistoceno, los pro-cesos subsiguientes serían todos de edadcuaternaria.

Los episodios habrían transcurrido en el si-guiente orden (véase el Cuadro 1):

• Plioceno superior–Pleistoceno inferiorFormación Montemayor

• Pleistoceno inferiorComienza una etapa durante la cual, mien-tras el continente presenta una tendenciade ascenso general, el nivel del mar oscila acausa de sucesivos períodos glaciales.Depósitos del Cerro Unión

• Desarrollo del pedimento del cerro MesetaPor ascenso del continente o por un descen-so del nivel del mar - conectado con las pri-meras glaciaciones - los ríos desarrollan unprimer plano de erosión. De esta superficiesólo queda actualmente un pequeño relictoen el cerro Meseta, cubierto por depósitosque Lema y otros (2001) han asignadotentativamente al Pleistoceno inferior. Dadolo exiguo de los afloramientos y su separa-ción geográfica (ver figura 4) resulta muyarriesgado conectarlo con los restos del cor-dón litoral más elevado - ubicados en el ce-rro Unión - pero podría destacarse la seme-janza de altura de ambos, lo que sugiereuna cercana correspondencia en el tiempo.Depósitos marinos del cabo Dos Bahías(entre los 95 y 110 metros)Desarrollo de los pedimentos superioresPor un marcado descenso relativo del niveldel mar, se labró la superficie de pedimen-tación superior y los depósitos que la cu-bren.Cordones litorales de 75 metrosCuando sobrevino un ascenso del mar y serestablecieron las condiciones de equilibriose habría formado la hilera de cordones li-torales ubicada ahora a 75 metros de altu-ra.Desarrollo de los pedimentos intermediosA fines del Pleistoceno inferior, un nuevo des-censo del nivel del mar dio lugar a la forma-ción de la superficie de pedimentación in-termedia, también cubierta por una capa derodados, la cual corta a la superficie depedimentación superior y a la serie de cor-dones litorales de 75 metros. Las superfi-

UNIDAD GLACIACIÓN EDAD

Cordones litoralesde 10 metros Posglacial Holoceno

Cordones litoralesde 26 metros Última glaciación Pleistoceno

superiorCordones litoralesde 37 metros Interglacial Sangamon

Depósitos que cubrena los pedimentosinferiores Penúltima glaciación

Pleistocenomedio

Cordones litoralesde 50 metros Penúltimo Interglacial

Depósitos que cubrena los pedimentos Antepenúltimaintermedios glaciación

Cordones litoralesde 75 metros

Depósitos que cubrena los pedimentossuperiores

Pleistocenoinferior

Depósitos entre95 y 110 metros Primeras glaciaciones

Depósitos que cubrenal cerro Meseta

Depósitos delcerro Unión(150 a 155 metros)

FormaciónMontemayor Plioceno superior

Cuadro 1. Ordenamiento estratigráfico de los depósitoscuaternarios de la región de las bahías Bustamante y Cama-

rones.

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Alberto Ardolino, Alicia Busteros, Luis Fauqué, Mario Franchi y Hebe Lema

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UBICÁNDOSE EN EL TIEMPO

ra están indicando, en el presente, un nue-vo período de avance del mar sobre el con-tinente.

COMENTARIOS FINALES

El paisaje próximo al litoral marítimo delas bahías Bustamante y Camarones pone de ma-nifiesto la notable influencia que tuvieron loscambios relativos del nivel del mar en la diná-mica fluvial de las zonas continentales adya-centes y en la configuración del sector costa-nero.

En los últimos tiempos se ha incrementadola afluencia de turistas nativos y extranjeros allugar, con el propósito principal de visitar lascolonias de pingüinos de la zona. Sería conve-niente seleccionar algunos puntos para iniciarun plan de instalación de carteles alusivos a te-mas geológicos como el de esta contribución,con el fin de ilustrar a los visitantes.

Recientemente Parques Nacionales y la pro-vincia del Chubut han firmado un tratado deconformación para la creación del primer Par-que Marítimo Costero del país, el cual compren-dería la mayor parte del área aquí tratada.

50 metros y previos a los cordones litoralesde 37 y 26 metros.

• Pleistoceno superiorCordones litorales de 37 y 26 metrosDurante el Último Interglacial se habrían for-mado dos series de cordones litorales. Enestos depósitos se efectuaron dataciones ab-solutas en caparazones de moluscos bivalvos.En los cordones de 37 metros se obtuvo unaedad comprendida entre los 37.300 y 36.000años A.P. (antes del presente) y para los cor-dones de 26 metros entre 30.900 y 31.800(Codignotto, 1983 y 1984).

• HolocenoCordones litorales de 10 metrosLa serie de cordones de 10 metros está co-nectada a las superficies de pedimentaciónactuales. Dataciones de valvas recolecta-das en los cordones litorales ubicados enlas inmediaciones de la estancia La Ibérica(zona de playa), dieron un valor de 2880años A.P. (Codignotto, 1983 y 1984), lo queindica que los movimientos de ascenso con-tinuaron en el Holoceno. Sin embargo, al-gunos rasgos geomórficos de la zona coste-

Page 15: Un caso singular en la costa patagónica

Depósitos cuaternarios de las bahías Bustamante y Camarones

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TRABAJOS CITADOS

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Ardolino, A., Busteros, A., Fauqué, L., Franchi,M. y Lema, H. , 1998. Estratigrafía delCuaternario del litoral patagónico entre caboAristizábal y Bahía Camarones, provincia delChubut, Argentina. X Congreso Latinoameri-cano de Geología y VI Congreso Nacional deGeología Económica, Actas I : 107 – 113. Bue-nos Aires.

Cionchi, J. L., 1987. Depósitos marinoscuaternarios de Bahía Bustamante, provinciadel Chubut. Revista de la Asociación GeológicaArgentina, 42 (1-2): 61- 72.

Cionchi, J. L., 1988. Geomorfología de BahíaBustamante y zonas adyacentes, Chubut. Re-vista de la Asociación Geológica Argentina,43(1):51-62.

Codignotto, J. O., 1983. Depósitos elevados y/ode acreción Pleistoceno-Holoceno en la costafueguina patagónica. Simposio Oscilaciones delnivel del mar durante el último hemiciclodeglacial en la Argentina, CONICET. Actas:12-26, Mar del Plata.

Codignotto, J. O., 1984. Estratigrafía y geomorfo-logía del Pleistoceno-Holoceno costanero en-tre los paralelos 53º30’ sur y 42º00’ sur. Actas9º Congreso Geológico Argentino, 3: 513- 519,Buenos Aires.

Fauqué, L., 1983. Descripción geológica de laHoja 48f, Bahía Bustamante, provincia del Chu-but. Dirección Nacional del Servicio Geológico,40 pp. Inédito

Feruglio, E.,1949. Descripción geológica de laPatagonia. Publicaciones Especiales YPF, 1:334pp. y 2: 349 pp. Buenos Aires.

Franchi, M., 1976. Descripción geológica de laHoja 46g, Cabo Raso, provincia del Chubut.Servicio Geológico Nacional , 47 pp. Inédito.

Lema, H., Busteros, A. y Franchi, M., 2001. Hojageológica 4566 II y IV, Camarones, provinciadel Chubut. Servicio Geológico Minero Argen-tino, Boletín 261:1-65.

Schellmann, G. and Radtke, U., 2000. ESR datingstratiraphically web-constraines marineterraces along the Patagonian atlantic coast(Argentina). Quaternary International 68 –71(2000): 261-273).

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