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Série: Semeando Socioeconomia - nº 7 Economía Solidaria en el Fórun Social 2002

Economía Solidaria en el Fórun Social 2002centroderecursos.alboan.org/ebooks/0000/0962/7_PAC_ECO.pdf · 2013-07-11 · ción Latinoamericana de Cooperativas y Mutuales de Trabajadores

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7

Economía Solidariaen el Fórun Social 2002

Rio de Janeiro, julio de 2003

Economía So l idar ia en e l Fórun Soc ia l 2002

Semeando Socioeconomia nº7

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Ficha Ténica:

PACS - Instituto Políticas Alternativas para el Cono SurCNPJ.: 31.888.076/0001-29Av. Rio Branco, 277 / 1609 Centro CEP 20.040-009 Rio de Janeiro/ RJTelefax: (0xx21) 2210-2124Correo Eletrónico: [email protected] del PACS: www.pacs.org.brSítio del Pólo de Socioeconomía Solidaria: www.socioeco.org

Serie: Semeando SocioeconomiaNº 7 - Economía Solidaria en el Fórun Social 2002

Equipo Ténico:Marcos Arruda, Sandra Quintela, Ruth Espínola Soriano, Robson Patrocínio, Alain Simon, Terezinha Pimenta y Pedro Quaresma

Traducciones:Mauro Delgado, Gianinna Greco y Ruth Espínola Soriano

Revisión:Lycia Ribeiro

Proyecto Gráfico: Gabriela Caspary Corrêa

Ilustraciones: Kita Telles

Economia solidaria en el Fórun Social Mundial 2002 /organizado por el PACS – Instituto Políticas Alternativaspara el Cono Sur. Río de Janeiro: PACS,

2003. (Semeando Socioeconomia, 7).

p. 80

2. Socioeconomía Solidaria. 2. Fórun Social Mundial II. I. s.

N° 85-89366-04-9

Fotos: Marti Olivella

Fotolito: Pigmento

Impresión: Grafithaly

Apoyo:Ação QuaresmalChristian AidE-ChangerFPHFundação FordInstituto Marista de SolidariedadeSCIAFTrócaire

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Sumário

Presentación 4

Economía Solidaria, fundamento de una globalización humanizadora 6

Iniciando ... continuando ... reflexiones, debates, sueños, utopias y estrategias coletivas 20

El Género en los Derechos Económicos 38

Economía Solidaria: un abordaje europeo 50

La propuesta de Economía Solidaria frente a la Economía Neoliberal 58

Síntese 70

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Presentac ión¿La Economía Solidaria está orienta-

da tan solo a mitigar los problemassociales generados por la globaliza-ción neoliberal, o tiene la vocaciónde constituir el fundamento de unaglobalización humanizadora, de un

desarrollo sustentable, socialmentejusto y abocado a la satisfacción racional de lasnecesidades materiales de cada uno/una y detodos/todas los/las ciudadanos/nas de la Tierra?

Esta fue la principal interrogante debatida en laConferencia sobre Economía Solidaria en el Eje I:Producción de riquezas y reproducción social del ForoSocial Mundial 2002.

El contenido de los debates se presenta aquí através de seis textos. El primer texto “Economía Soli-daria, fundamento de una globalización humanizado-ra” fue el que dio comienzo a las discusiones. Fueelaborado por el PACS y validado por el Grupo de Tra-bajo de Economía Solidaria formado por las organiza-ciones: Caritas Nacional, Pacs, Red Brasileña de Socio-economía Solidaria, Fase Nacional, Anteag, Ibase, Red

Unitrabajo, Red de Incubadoras Tecnológicas, Secre-taría de Desarrollo, Trabajo y Solidaridad del Gobier-no de Río Grande del Sur; Municipalidad de San Pabloy la Agencia de Desarrollo Solidario de la CUT.

Este texto sirvió de base para el segundo documen-to que aquí se presenta, también con el mismo título“Economía Solidaria, fundamento de una globaliza-ción humanizadora” elaborado por la REAS – Red deEconomía Alternativa y Solidaria/España que presentauna combinación de propuestas de diversas redesnacionales e internacionales sobre el tema. Estas son:Coalición Rural/México y EUA, COLACOT - Confedera-ción Latinoamericana de Cooperativas y Mutuales deTrabajadores da América Latina, FAMES/Senegal,FINANSOL/Francia, GESQ - Grupo de Economía Solida-ria de Québec y P.Q/Canadá, GRESP – Grupo de Econo-mía Solidaria del Perú, IRES – Inter-redes de EconomíaSolidaria/Francia, MAG2 Finanza/Italia, PSES – Polo deSocioeconomía Solidaria/Global, RBSES – Red Brasi-leña de Socioeconomía Solidaria/Brasil, REAS - Red deEconomía Alternativa y Solidaria/España, Red de True-que Solidario/Argentina. Se trata, por lo tanto, de unaprimera propuesta.

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Los demás textos presentados por los conferencistasabordan, a partir de la concepción europea – JeanLouis Laville; de la concepción de las mujeres – RosaGuillen, y de un analisis desde el punto de vista ma-cropolítico y económico, perspectivas diversas, anali-sis y abordajes sobre el tema de la economía solidaria– José Luis Coraggio. El último texto “Economía Solida-ria: camino para construir diariamente otra globa-lización” es una síntesis de la conferencia preparada apartir de una guía propuesta por el Comité Organi-zador del FSM. Todos los textos indican la necesidad deprofundizar la discusión que ya comenzó y avanzar enla construcción de plataformas de acciones concretas.

El proceso de organización de esta conferenciaprocuró seguir los principios de la Economía Solidaria.

Los Guías fueron los del diálogo, la construccióncolectiva, la complementariedad y no la competenciade los argumentos y visiones de cada conferencista. In-tercambiamos decenas de correos electrónicos bus-cando comentarios, críticas, sugerencias de cómoconducir de la mejor manera este debate que por pri-mera vez ocuparía una conferencia en el FSM. Busca-mos articular todas las redes internacionales de Eco-nomía Solidaria en la perspectiva de ese intercambioy construcción colectiva.

Más de dos mil personas se hicieron presentes en elSalón de Actos de la PUC – RS (Pontificia UniversidadeCatólica de Río Grande del Sur) el día 1º de febrero de2002. Tal vez haya sido la mayor actividad sobre eco-nomía solidaria realizada en el ámbito internacional.Las conferencias fueron seguidas por un magníficodebate. Nos llegaban interrogantes que buscaban res-puestas inmediatas para el problema del desempleocrónico. Otras sobre la construcción radical de plata-formas mundiales de transformación social. Algunasllenas de esperanza, otras escépticas. El debate fuedinámico y enriquecedor. Contribuyeron en la organi-zación y sistematización de las decenas de preguntasque nos llegaron los compañeros de la Red Brasileñade Socioeconomía Solidaria, João Joaquim de MeloNeto Segundo (Banco Palmas-Ceará) y Ruth EspínolaSoriano (Pacs). Además de Euclides Mance (IFIL) yMarcos Arruda (Pacs) que colaboraron en la elabo-ración de la síntesis del evento. Finalmente, fue paramí un gran honor y motivo de alegría coordinar estaconferencia. Requirió un gran esfuerzo, es cierto, perotambién fue muy bueno para comprobar que la coope-ración, el diálogo y el trabajo colectivo de hecho pro-ducen excelentes resultados.

¡Buena lectura!Sandra Quintela, julio de 2003

dad ha sido acompañada por una constante concen-tración de la riqueza y de la renta, generando cre-cientes desigualdades sociales, miseria y exclusión. Laeconomía de mercado capitalista se funda en lacreencia de que el mercado es capaz de autoregularsepara el bien de todos, y que la competencia es lamejor forma de relacionarse entre los actoressociales. Ocurre que la lógica del mercado capitalistaúnicamente reconoce las necesidades humanas que sepueden satisfacer bajo la forma de mercaderías y sonoportunidades de lucro privado y de acumulación decapital. El capital sólo reconoce la demanda efectiva,es decir, el poder de compra. A quien tiene necesi-dades pero no poder de compra no se lo reconocecomo sujeto de derecho por el capital. En un mundo6

Economía So l idar ia ,

El tema clave a ser debatido en la Conferencia ySeminario sobre Economía Solidaria consiste en si laeconomía solidaria está orientada solamente a mitigarlos problemas sociales generados por la globalizaciónneoliberal, o tiene la vocación de constituir el funda-mento de una globalización humanizadora, de undesarrollo sustentable, socialmente justo y enfocadoa la satisfacción racional de las necesidades de cadauno y de todos los ciudadanos de la Tierra siguiendoun camino intergeneracional de desarrollo sustentableen la calidad de su vida.

A lo largo de la historia, el capitalismo se hacaracterizado por su capacidad de desarrollar lascapacidades productivas. Sin embargo, su productivi-

Versión revisada a la luz de las sugerencias de José Luis Coraggio, Joan Lluis Jornet y de REAS/España.

fundamento de una g loba l izac ión humanizadoraContribución del GT de Economía Solidaria en la presentación del debate sobre

Economia Solidaria, que constituye uno de los cinco del Eje “Producción de las riquezas y reproducción social” en el Fórun Sicial Mundial 2002.

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de desempleo creciente, en que la gran mayoría delos trabajadores no controla ni participa de la gestiónde los medios y recursos para producir riquezas, unnúmero siempre mayor de trabajadores y familiaspierde el acceso a la remuneración y queda excluí-do del mercado capitalista. En este marco,por otro lado, la competencia lanza trabajadorcontra trabajador, empresa contra empresa,país contra país, en una guerra sin tregua enque todos son enemigos de todos y ganaquien sea más fuerte, más rico y, con fre-cuencia, más tramposo y corruptor o cor-rupto. La historia ha mostrado que elnúmero de los que obtienen acceso a lariqueza material es cada vez más reducido,mientras aumenta rápidamente el númerode los que sólo logran compartir la miseria yla desesperanza. Aaparte de esto, tanto elconcepto de riqueza como los indicadores de suevaluación parecen reducirse al valor productivoy mercantil, sin tomar en cuenta valores como elambiental y el social de una actividad económica.

En este escenario, con diversos nombres –Economía Solidaria, economía social, socioeconomíasolidaria, humano-economía, economía popular,

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economía de proximidad, etc., han emergido prácti-cas de relaciones económicas y sociales que, deinmediato, propician la sobrevivencia y la mejora dela calidad de vida de millones de personas en dife-rentes partes del mundo. Sin embargo, su horizonteva más allá. Son prácticas fundadas en relaciones decolaboración solidaria, inspiradas por valores cultu-rales que colocan al ser humano como sujeto yfinalidad de la actividad económica, en vez de laacumulación privada de riqueza en general y decapital en particular. Las experiencias, que se ali-mentan de fuentes tan diversas como las prácticasde reciprocidad de los pueblos indígenas de diversoscontinentes y los principios del cooperativismogenerado en Rochdale, Inglaterra, a mediados delsiglo XIX, perfeccionados y recreados en los dife-rentes contextos socioculturales, ganaron múltiplesformas y maneras de expresarse. A pesar de estadiversidad de origen y de dinámica cultural, la va-lorización social del trabajo humano, la satisfacciónplena de las necesidades de todos como eje de lacreatividad tecnológica y de la actividad económica,el reconocimiento del lugar fundamental de lamujer y del femenino en una economía fundada enla solidaridad, la búsqueda de una relación de inter-cambio respetuoso con la Naturaleza y los valores de

la cooperación y de la solidaridad parecen ser pun-tos de convergencia.

Alcance de la Economía Solidaria

Usando este término para abarcar todas las prác-ticas y propuestas que comparten estos principios,podemos decir que la Economía Solidaria no quierelimitarse a la organización de la producción. LaEconomía Solidaria busca la unidad entre produccióny reproducción, evitando la contradicción funda-mental del sistema capitalista, que desarrolla laproductividad pero excluye a crecientes sectores detrabajadores del acceso a sus beneficios, generandocrisis recesivas, hoy de alcance mundial. La ES tam-bién busca otra calidad de vida y de consumo, y estorequiere la solidaridad entre los ciudadanos del cen-tro y los de la periferia del sistema mundial.Propone la actividad económica y social enraizadaen su contexto más inmediato, y tiene la territoriali-dad y el desarrollo local como marco de referencia.Redes de consumidores se han desperdigado pordiversos países, definiendo concientemente susniveles de consumo con base en principios éticos,solidarios y sustentables. La ES rechaza la propues-ta de mercantilización de las personas y de la

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Naturaleza a cuestas de la espoliación del medioambiente terrestre, contaminando y agotando losrecursos naturales en el Norte a cambio de zonas dereserva en el Sur. La ES promueve el desarrollo deredes de comercio a precios justos, intentando quelos beneficios del desarrollo productivo sean repar-tidos más equitativamente entre grupos y países. Elconsumo organizado y conciente tiene la capacidadde ejercer presión en favor de la mayor calidad delos productos, de regulaciones más efectivas de estacalidad, y también es capaz de ejercer el papel deconsolidar y reactivar los modos de produccióntradicionales basados en relaciones de proximidad,de reciprocidad y de equilibrio ecológico, desenca-denar nuevas actividades productivas de alta efi-ciencia social, ampliando la organización de la pro-ducción y reproducción a través de redes de com-plementariedad responsable y comercio justo.

El financiamiento de la economía es otro desafíoimportante que la Economía Solidaria buscaenfrentar. La redefinición del papel del dinero; ladescentralización responsable de las monedas circu-lantes nacionales y el estímulo al comercio justo ysolidario utilizando monedas comunitarias; el conse-cuente empowerment financiero de las comu-

nidades; el control y la regulación de los flujosfinancieros para que cumplan su papel de medio yno de finalidad de la actividad económica; laimposición de límites a las tasas de interés y a loslucros extraordinarios de base monopólica, el con-trol público de la tasa de cambio y la emisiónresponsable de moneda nacional para evitar todaactividad especulativa y defender la soberanía delpueblo sobre su propio mercado, son algunos de loselementos que fomentan una política autogestiona-ria de financiamiento de la inversión del ámbitolocal al nacional. El valor central aquí es el derechode comunidades y naciones a la soberanía sobre suspropias finanzas. Así también, los bancos coopera-tivos, los bancos éticos, las cooperativas de crédito,las instituciones de microcrédito solidario y losemprendimientos mutuos, todos con el objetivo definanciar a sus miembros y no concentrar lucros através de los altos intereses, son componentes delsistema socioeconómico solidario, brindándole alpueblo acceso al crédito basados en sus propiosahorros.

Articulando el consumo solidario con la produc-ción, la comercialización y las finanzas, de modoorgánico y dinámico y del ámbito local hasta el glob-

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al, la Economía Solidaria amplía las oportunidadesde trabajo e intercambio para cada agente sin ale-jar la actividad económica de su fin primero, que esresponder a las necesidades productivas y reproduc-tivas de la sociedad y de los propios agenteseconómicos. Esta permite articular solidariamentelos diversos eslabones de cada cadena productiva,en redes de agentes que se apoyan y se comple-mentan. Conceptos como ventajas cooperativas yeficiencia sistémica sustituyen a las viejas prácticasde la competencia y de la maximización del lucroindividual. Conciente de que forma parte de un sis-tema orgánico y abarcador, cada agente económicobusca contribuir al progreso pro-pio y del conjunto,

obteniendo como resultado mejor calidad de vida ytrabajo para cada uno y para todos. Compartir latoma de decisiones con representantes de la comu-nidad sobre la eficiencia social y los usos de losexcedentes, permite que se hagan inversiones encondiciones generales de vida de todos y en lacreación de otras empresas solidarias, otorgando uncaracter dinámico a la reproducción social.

La Economía Solidaria, en sus diversas formas, esun proyecto de desarrollo destinado a promover alas personas y colectividades sociales como sujetode los medios, recursos y herramientas de producir

y distribuir las riquezas,buscando la su-

ficiencia

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en respuesta a las necesidades de todos y el desar-rollo genuinamente sustentable. El valor central dela Economía Solidaria es el trabajo, el saber y lacreatividad humanos y no el capital –el dinero y supropiedad bajo cualquiera de sus formas. Al acojer eintegrar de una sola vez a cada persona y a toda lacolectividad, la Economía Solidaria rescata la dimen-sión femenina que está ausente de la economía cen-trada en el capital y en el Estado. La referencia de laEconomía Solidaria es cada sujeto y, al mismo tiempo,toda la sociedad, concebida también como sujeto, laeficiencia no se puede limitar a los beneficios mate-riales de un emprendimiento, sino que se define tam-bién como eficiencia social, en función de la calidadde vida y de la felicidad de sus miembros y, al mismotiempo, de todo el ecosistema.

La Economía Solidaria es un poderoso instrumentode combate a la exclusión social, ya que representauna alternativa viable para la generación de trabajoy renta y para la satisfacción directa de las necesi-dades de todos, probando que es posible organizarla producción y la reproducción de la sociedad demodo de eliminar las desigualdades materiales ydifundir los valores de la solidaridad humana. LaEconomía Solidaria es también un proyecto de

desarrollo integral que busca la sustentabilidad, lajusticia económica y social y la democracia partici-pativa. Asentada en redes de colaboración solidariaentre los diferentes sectores de la sociedad organi-zada, esta exige el compromiso de los poderespúblicos con la democratización del poder, de lariqueza y del saber, y estimula la formación dealianzas estratégicas entre organizaciones popularespara el ejercicio pleno y activo de los derechos yresponsabilidades de la ciudadanía, ejerciendo susoberanía por medio de la democracia y de lagestión participativa.

La organización socioeconómica de la EconomíaSolidaria exige el respeto a la autonomía de losemprendimientos y organizaciones de los traba-jadores, sin la tutela de Estados centralizadores ylejos de las prácticas cooperativas burocratizadas,que suprimen la participación directa de los ciu-dadanos trabajadores. La Economía Solidaria, enprimer lugar, exige la responsabilidad de los Estadosnacionales de defender los derechos universales delos trabajadores, que las políticas neoliberales pre-tenden eliminar. Además, preconiza un Estadodemocráticamente fuerte, con empowerment a par-tir de la propia Sociedad y puesto al servicio de esta,

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transparente y fidedigno, capaz de ordenar la diversi-dad que la constituye y de velar por la justicia socialy por la realización de los derechos y de las respon-sabilidades ciudadanas de cada uno y de todos. UnEstado así precisa actuar en dos níveles. Por un lado,garantiza, protege y promueve un proyecto propio ydemocrático de desarrollo socioeconómico y humano,construido a partir de y con la participación de lasociedad civil del ámbito local y hasta del nacional; y,por otro, se relaciona de forma cooperativa y solidariacon otras naciones, promoviendo la complemen-tariedad de recursos e intereses, y buscando instituiruna comunidad internacional centrada en los valoresde la cooperación, de la complementariedad, de lareciprocidad y de la solidaridad. El valor central aquíes la soberanía nacional en un contexto de interacciónrespetuosa con la soberanía de otras naciones. ElEstado democráticamente fuerte es capaz de pro-mover, mediante el diálogo con la sociedad, políticaspúblicas que fortalezcan la democracia participativa,la democratización de los fondos públicos y de losbeneficios del desarrollo.

Finalmente, nacida sobre todo entre los excluídosde los Estados de bienestar material, sin acceso alos bienes productivos, a los mercados, a la tec-

nología y al crédito, la ES revela el potencial de serun paradigma de otra globalización, que demuestraque Otro Mundo es posible. Al mismo tiempo quereconocemos todas estas capacidades propositivasde la Economia Solidaria, entendemos que es nece-sario unificar esfuerzos y articular acciones conjun-tas para hacer avanzar este proyecto.

Algunos aspectos tienden a diferenciar las experien-cias, que se refieren a la propia relación de estas conel modo de producción dominante. Examinemos losmás relevantes, colocándolos como temas para la dis-cusión antes y durante el Foro Social Mundial 2002.

1. De la propriedad social y la apropriación de loslucros

El primer punto es la superación de la explotacióncapitalista del trabajo humano a través de laapropiación privada de los medios de producción y delos beneficios generados por la producción, comer-cialización y actividades financieras. La participaciónsocial no solo en los lucros del emprendimiento, sinotambién en la propiedad y en el control del mismo,puesto que el trabajador está vinculado a este pormedio de su trabajo, es un factor distintivo de los

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emprendimientos que componen un modo alternativode propiedad al modo privatista dominante. Enalgunos países, como Colombia, Ecuador y Nicaragua(durante el gobierno sandinista), estos llegan a cons-tituir un sector reconocido de la economía nacional,Sector de la Economía Solidaria o Sector de laPropiedad Social. La historia demostró que el proble-ma no es solo la propiedad de los medios de produc-ción, sino también los mecanismos de apropiación devalor en la esfera de la circulación.

En las diversas culturas existen diferentes formas deorganización de la producción y de la reproducciónbasadas en relaciones de reciprocidad que tienen o noreconocimiento formal del Estado y que se contrapo-nen igualmente a la organización capitalista en lo quese refiere a la forma de combinar propiedad y dis-tribución de los bienes materiales. También hay for-mas de producción comunitaria de bienes públicos(trabajos solidarios colectivos para construir casas dela comunidad o insfraesctructuras, alfabetizar, etc.)

2. De la autogestión

El segundo punto es el modo de gestión. Lagestión cooperativa, o autogestión, o gestión colec-

tiva y democrática del emprendimiento por todossus socios, por el sistema de cada persona un voto.Surgió en Europa, en el inicio de la industrialización,como forma de superar la oligocracia empresarialdominante. Se ha difundido más intensamente amedida que el modelo empresarial predominante enel capitalismo globalizado pasó a generar un desem-pleo masivo, precarización del trabajo asalariado ydebilitamiento de las organizaciones de los traba-jadores. Pero es necesario cuidar la coherenciaentre el discurso y la práctica. Muchas cooperativashan surgido a partir del despido en masa de traba-jadores por las empresas para inmeditamentedespués reemplearlos como autónomos o socios deuna cooperativa, sin formación alguna o concienciay en condiciones precarias. Tales emprendimientostraicionan los principios cooperativos y contribuyena facilitar el corte de costos sociales por las empre-sas privadas. Pero coptar estos emprendimientospara la Economía Solidaria es posible, si el sistemacooperativo ofrece solidariamente a aquellos traba-jadores educación cooperativa y profesional asícomo los servicios que antes eran brindados a partirde los encargos sociales. Un desafío relacionado conla construcción de redes y cadenas productivas soli-darias.

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3. De la apropiación del tiempo libre de trabajo creado por el aumento de productividad

El tercer punto se refiere a la competencia exacer-bada que la globalización neoliberal ha promovido, lacual obliga a todo agente económico a preocuparsecon la competitividad al punto de privatizar el tiempode trabajo social que el aumento de la productividadlibera, generando así más explotación y más desem-pleo. Se hace imprescindible la práctica de raciona-lización del tiempo de trabajo necesario, para quetodos puedan acceder a trabajos dignos reconocidossocialmente para ganar su sustento, y todos puedanparticipar activamente de las otras tareas del desar-rollo humano. Esto solo puede ser viable si se trans-forma en una política nacional de gobierno y, final-mente, del sistema interestatal mundial, de modo quelas condiciones sociales del mercado sean iguales paratodos los agentes económicos.

4. De la Socioconomía Solidaria como alternativa post-capitalista de organizar la Sociedad

El cuarto punto se refiere a la interrogante queabre nuestra contribución: ¿la Economía Solidaria

está orientada únicamente a mitigar los problemassociales generados por la globalización neoliberal, otiene la vocación de constituir el fundamento de unaglobalización humanizadora, de un desarrollo sus-tentable, socialmente justo y enfocado a la satis-facción plena de las necesidades legítimas de cadauno y de todos los ciudadanos de la Tierra?

Existen los que defienden la primera posición.Consideran que la Economía Solidaria es un proyec-to restringido a los sin trabajo, a los que fueronexcluídos del mercado de trabajo capitalista. O quela práctica de la cooperación se debe limitar al inte-rior de las empresas. “El cooperativismo tiene comoobjetivo mitigar los efectos negativos de laeconomía dominante y no contraponerse a esta”,fueron palabras de un lider del cooperativismo ofi-cialista internacional. Otros, sin embargo, estánconvencidos de que la propuesta de una socio-economía solidaria, o humano-economía, tiene elpotencial de constituirse en alternativa post-capi-talista de organización del consumo, de la produc-ción, del comercio y de las finanzas a nivel local,nacional y mundial, substrato de un nuevo paradig-ma de valores, de relaciones y de praxis educativa,cultural e interpersonal. En este paradigma es fun-

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damental la producción de bienes públicos, particu-larmente la educación, la producción y la socializa-ción de los conocimientos en sus múltiples formas.

Este nuevo paradigma aflora, relacionando laeconomía con su función original, la gestión de la ca-sa, refiriendonos aqui a todas las casas en que habita-mos en esta existencia, desde nuestro cuerpo hasta elplaneta Tierra, pasando por las comunidades que nosdeterminan, el municipio, el Estado, el país, la macro-región, el continente. El desarrollo humano es vistocomo el objetivo mayor de la actividad productiva ycreativa. El nuevo paradigma propone que la prioridady la gestión de los bienes productivos se atribuyan alos que los trabajan. La dimensión políticamente inno-vadora de este paradigma está en concebir a cadapersona, a cada ciudadano o grupo de ciudadanoscomo el sujeto potencialmente activo y creativo de supropio desarrollo. Su empowerment economico,politico y cultural pasa a ser el objetivo principal delos sistemas de decisión y de la actividad educativa,desde la educación básica hasta la universidad.

Las cadenas productivas y redes reproductivas sereconstruyen, entonces, fundamentalmente de abajohacia arriba y de adentro hacia afuera. Los valores de

la cooperación, del respeto a la diversidad, de la com-plementariedad y de la solidaridad pasan a prevalecersobre el de la competencia y el del egocentrismo. Unmundo del trabajo emancipado, de las necesidades decada uno y de todos siendo continuamente satisfechaspor cada uno y por todos, pasa a ser posible. Larelación con la Naturaleza deja de ser marcada por laespoliación irracional y por la distribución, sustituidaspor el conocimiento y respeto de los equilibriosecológicos y por la responsabilidad intergeneracional.El Estado y el sistema mundial interestatal pasan aestar subordinados a sociedades organizadas y con-cientes de sus derechos y deberes – se transforman,finalmente, en Estado y sistema político mundialdemocráticos, dedicados a la sublime tarea deordenar la diversidad y velar por el bienestar y felici-dad de toda la colectividad. En tal orden de cosas, esposible visualizar la paz, no ya como una abstracción,y si como fruto de la justicia y de la fraternidad entrelos ciudadanos y entre los pueblos.

Propuestas para debatir

• Elaborar el concepto de eficiencia social, con-solidando indicadores no monetarios complementa-rios al PBI, a fin de tomar en cuenta la diversidad de

empresas de la economía social y solidaria, relevan-do las finalidades sociales y ambientales de suactividad, su aptitud para utilizar recursos con pru-dencia y sabiduría, su cuidado con los riesgos, sufuncionamiento democrático y participativo, ladimensión no monetaria de la participación de vo-luntarios y usuarios en sus actividades, su concien-cia ciudadana en relación al uso de fondos públicosy al seguimiento activo de las instituciones guberna-mentales.

• Consumo ético, finanzas solidarias, comerciojusto de bienes y servicios, agricultura sustentable,producción asociativa, comercio equitativo y soli-dario, gestión participativa del hábitat urbano, diá-logos interculturales, sistemas de trueque solidario,son algunos de los intentos concretos de respondercolectiva y creativamente a las necesidades creadaspor la globalización neoliberal. Analizar, sistemati-zar y divulgar las lecciones de estas prácticas deEconomía Solidaria y promover su interacción yarticulación en redes, con vistas a construir unaalternativa al actual modelo de desarrollo.

• Reconsiderar la cooperación internacional a par-tir del paradigma de la solidaridad Sur-Sur, Norte-16

las formas de actividades económicas y de riquezaproducida, así como de los efectos sociales y am-bientales de la actividad económica.

• Elaborar el concepto y los indicadores opera-tivos de necesidad y satisfacción de las necesidades,del sistema de necesidades y de criterios y mecanis-mos de legitimación de las pretensiones de satisfac-ción de las necesidades particulares.

• Elaborar los conceptos de público y privado enla transición que estamos viviendo.

• Por razones políticas, en lugar de buscar un con-senso nominalista, tratando como sinónmos difer-entes denominaciones, explicitar y diferenciar enprofundidad las diversas denominaciones y pro-puestas de acción que coexisten en un amplio espec-tro de iniciativas con sentido popular y democráti-co, y que sólo pueden converger en una estrategiacompartida, se reconocen en sus diferencias y seacuerdan prácticamente “modelos”, códigos o prin-cipios básicos de acción conjunta.

• Construir instrumentos metodológicos paramedir, evaluar y valorar las especificidades de las

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Sur, Oriente-Occidente, consumidores-productores,trabajadores-emprendedores, en lugar de la meraayuda financiera o técnica.

• Introducir criterios éticos en la actividadeconómica, relacionados a los derechos económicos,sociales, culturales y ambientales de los ciudadanosy de la nación. Adoptar códigos de conducta quegaranticen la justa implementación de aquellos cri-terios en la práctica de los emprendimientos, seanestos sociales, privados o públicos. Estudiar y com-parar las diversas formas de expresión y de efec-tivización de esos criterios en las diversas culturas ymarco jurídico-normativo.

• Consolidar y difundir las prácticas exitosas,sustituyendo los intentos de modelización y trans-plante por procesos de aprendizaje colectivo de lec-ciones adecuadas a cada cultura y situación históri-ca concreta, útiles para construir sistemas orgánicosde consumo, producción y distribución sustentablesentre los diferentes componentes de la EconomíaSolidaria en el plano local, nacional e internacional.

• Desarrollar espacios e instrumentos para laarticulación territorial entre los diversos compo-

nentes de la Economía Solidaria, de modo que lasacciones sean complementarias y fortalezcan lasunidades económics autogestionarias.

• Articular las diferentes formas y sectores de laEconomía Popular, del ámbito local al global, cons-truyendo y reforzando las redes de colaboraciónsolidaria que facilitan la interacción de los diversosactores a fin de que se vean unos a otros comoactores colectivos, que participan del desarrollosocioeconómico de territorios específicos, y comoactores de la transformación social.

• Desarrollar una visión del sistema socio-económico compuesta por la Economía Capitalista,la Economía Pública y la Economía del Trabajo – estaúltima con un fuerte núcleo-guía de EconomíaSolidaria – analizando las contraindicaciones y rela-ciones dialécticas entre ellas, a partir de la pers-pectiva de un largo proceso de transición tendientea otro sistema social post-capitalista.

• Crear nuevas formas de contrato y de finan-ciamiento entre la Economía Solidaria y los poderespúblicos, incluyendo mecanismos innovadores pararecompensar el trabajo hoy no remunerado.

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• Ejercer presión sobre las instituciones multilat-erales y continentales (ONU, FMI, Banco Mundial,OMC, OIT, etc.) para que integren la EconomíaSolidaria como un componente indispensable de undesarrollo social y humano sustentable y multidi-mensional. Establecer un grupo de presión sobreesas instituciones, en particular el PNUD, para quesu metodología y sus indicadores de desarrollohumano incorporen el grado de asociación y de soli-

daridad de los emprendimientos y de las relacionessociales de producción.

• Promover el desarrollo de programas públicos ori-entados a la economía familiar, que incluyan lasdimensiones de la solidaridad, del género y de la clasey su integración en sistemas de producción y repro-ducción autónoma del asistencialismo clientelista.

• Promover la defensa, extensión y transforma-ción del sistema público de educación, investigacióny generación de tecnología, que debe desarrollarefectivamente las capacidades y disposiciones para laeconomía solidaria y la participación democrática.

• Utilizar estrategias de comunicación e informa-ción capaces de hacer conecer y valorar la EconomiaSolidaria.

• Recuperar la historia de los lugares, regiones ynaciones, fortaleciendo sus raíces de identidadencubiertas por la colonización y por el capitalismo,sobre todo en relación a valores y formas de vidacomunitaria y social preexistentes, superiores a lamercantilización capitalista y al individualismoextremo.

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La Economía Solidaria es un movimiento de alcanceglobal que nació entre los oprimidos y los viejos ynuevos excluídos, aquellos cuyo trabajo no es valo-rado por el mercado capitalista, sin acceso al capital,a las tecnologías o al crédito. Es de estos y de losactivistas y promotores de la economía solidaria queemergen la aspiración y el deseo de un nuevo para-digma de organización de la economía y de lasociedad. Reconociendo el potencial transformador dela Economía Solidaria, invitamos a todas las traba-jadoras y trabajadores del mundo a debatir esteproyecto estratégico en el Foro Social Mundial 2002 ya aliarse con el fin de hacerlo avanzar en la práctica.

Este texto aprovecha las contribuciones de lossiguientes documentos:

• “Texto Base para la Economía Solidaria – ForoSocial Mundial 2002”.

• “Construyendo la Socioeconomía Solidaria delEspacio Local al Global”, PACS, Serie SemenadoSocioeconomia, n. 1, Rio de Janeiro, 1998.

• “Construyendo la Red Brasileña deSocioeconomia Solidaria”, PACS, Serie SembrandoSocioeconomia, n. 4, Rio de Janeiro, 2000.

• “La Nueva Economía: Transformaciones en el

Mundo del Trabajo y su Futuro”, Marcos Arruda,2001, PACS, Rio de Janeiro

• Cantera Economia Solidaria del PSES – Polo deSocioeconomía Solidaria, “Cuaderno dePropuestas”, Alianza por um Mundo Responsable,Plural y Solidario, Asamblea Mundial de Lille,diciembre 2001.

• “Problematizando la economía solidaria y la glo-balización alternativa”, José Luis Coraggio, 2001, pre-sentación en el II Encuentro Internacional sobreGlobalización de la Solidaridad, Québec, 9-12 octubre2001 (http://www.fronesis.org/jlc/QuebecJLC.doc)

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¿Por qué tenemos este espacio – tan generoso –de la Economía Solidaria en el FSM 2002?

La Carta de Principios del Foro Social Mundial nosdice en el punto 14:

“Como espacio de articulación, el Foro SocialMundial busca fortalecer y crear nuevas articula-ciones nacionales e internacionales entre entidadesy movimientos de la sociedad civil, que aumenten,tanto en la esfera de la vida pública como de la vidaprivada, la capacidad de resistencia social al proce-so de deshumanización que el mundo está viviendo

y refuercen las iniciativas humanizadoras en cursopor la acción de esos movimientos y entidades.

¿En qué consiste la Economía Solidaria?

Consiste en producir con criterios medioambien-tales y sociales, organizar a las iniciativas sociales yempresariales, y a sus trabajadores en entes auto-gestionados, producir, gestionar, comercializar yconsumir con criterios éticos, depositar el ahorro ensistemas financieros basados en solidaridad, con-sumir productos ecológicos o de Comercio Justo,

in ic iando . . . cont inuando . . .ref lex iones , debates , sueños , utop ias

y estrateg ias co lect ivas . . .

Economía So l idar ia , fundamento de una g loba l izac ión humanizadora

Carola Reintjes

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usar dinero social o moneda local, o tejer redes detrueque solidario, de desarrollo local, o de serviciosde proximidad, educativos o culturales.

Todas estas manifestaciones, estas humildes ges-tiones y pequeños gestos diarios, pero grandes com-promisos, contribuyen en el día a día a construirotra globalización. Esta implicación diaria y com-prometida es tan importante como las múltiples for-mas de manifestarse contra la globalizacióneconómica.

Postulados:

• La Economía Solidaria no es un sueño, sino son ini-ciativas tangibles, en el Sur y en el Norte.

• La Economía Solidaria puede empoderar al pro-ductor y al consumidor.

• La Economía Solidaria se diferencia y distanciaclaramente de la Economía de Mercado o Economíacentralizada, en su grado de participación y reciproci-dad entre las personas, y entre la producción y el con-sumo de bienes y servicios.

• La Economía Solidaria no es un (tercer) sectorpara luchar contra pobreza y exclusión social

• La Economía Solidaria puede ser una alternativa a

la ampliación de mercados y servicios.• La Economía Solidaria – en su dimensión interna-

cional - puede fomentar nuevas regulaciones interna-cionales, mejorar los servicios públicos y democrati-zar los estados.

• La Economía Solidaria puede contribuir a reforzarlazos sociales y económicos, y democratizar la esferaeconómica, y a través de ella, la sociedad en general.

Para definir los elementos diferenciales, obje-tivos y estrategias de la Economía Solidaria debemosdisponer de un análisis nítido del contexto socioe-conómico, la globalización económica con su fondomercantilista, y de una visión colectiva de estautopía vivida llamada Economía Solidaria.

Si hiciéramos una ronda de preguntas en estemomento, nos daríamos cuenta que estamos lejosde disponer de esta visión y misión colectiva, esta-mos lejos de una conceptualización consensuada,lejos de estrategias conjuntas y de líneas de accióncoordinadas. Ello es lógico, teniendo en cuenta queestamos en unos inicios incipientes de construcciónde alternativas dentro del campo de EconomíaSolidaria. Y quizás nunca lleguemos a un consensode conceptos, ideas, estrategias y acciones.

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Pero ¿es importante? ¿Es imprescindible? ¿Es posible?

Este hecho no es síntoma de una debilidad. Es sín-toma de nuestra “juventud” como movimiento, nues-tra adolescencia como “construcción de redes”, yespecialmente de nuestra escasa experiencia en coor-dinación internacional. Ello conlleva falta de procesosde consenso, inexperiencia sobre metodología de tra-bajo “en red y desde abajo”, cuestionamientos, con-troversias y contradicciones. En fin: un panoramadiverso y complejo. Es justamente esta facetadestacable, y un buen inicio para este espacio com-partido entre personas, iniciativas, redes,....

La diversidad y complejidad son riqueza. Nuestrariqueza. Es fácil de decir, pero difícil de asumir.

Pero la diversidad y complejidad une tanto comosepara. ¿Podemos asumirlo? ¿Sin miedo?

La complejidad, la diversidad, es nuestra forta-leza. Es lo que realmente nos diferencia siempre ycuando la aceptemos no solamente como elementoinseparable de nuestra “utopía colectiva”, sinocomo su principal riqueza. Una riqueza que – a suvez – presenta mucha mayor dificultad al andar que

lo homogéneo, uniforme, el pensamiento único, y laacción que va en dirección de la corriente. Dentrode esta complejidad se ubica justamente el FSM, yel espacio – la gran oportunidad – que nos brinda anosotras y nosotros, sujetos y actores de laEconomía Solidaria. Asumiendo este desafío, múlti-ples redes internacionales llevan un proceso dedebate colectivo que ha culminado en este espacio,y en sus documentos y reuniones preparatorios.Desde nuestra diversidad y complejidad, logramosun acercamiento consensuado sobre fundamenta-ciones y análisis de la Economía Solidaria. El retodurante el FSM es poder profundizar en este inter-cambio de análisis, con más voces implicadas, nopara lograr una visión única, sino para conocer y“tocar” la diversidad de formas de acercarse – enconceptos y prácticas – a la Economía Solidaria en eldía a día.. Un segundo desafío será avanzar en elintento de consensuar líneas de trabajo y acción.

El dilema de la Economía Solidaria

¿ Opción para paliar los problemas generados porla globalización neoliberal o Movimiento convocación transformadora del modelo de sociedad ymodelo económico?

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Mucho camino tenemos recorrido ya en nuestroanálisis que confronta las principales característicasde la globalización económica y los elementos dife-renciales con la Economía Solidaria. A lo largo deeste espacio de Economía Solidaria analizaremoscon pinceladas la capacidad y calidad de respuestasde la Economía Solidaria, y nos atreveremos enestos dos días a diseñar posibles propuestasestratégicas en el marco internacional.

Argumento de la globalización económica:

La economía tradicional es el único modelo posible.La globalización económica es inevitable, y el únicocamino posible. La economía libre de mercado es elúnico modelo generador de riqueza y bienestar social.

La globalización económica es un hechoinevitable, tan inevitable como sus graves conse-cuencias negativas, afectando a miles de personaspor todo el planeta. Como consecuencia de la glo-balización económica, tenemos un modelo económi-co globalizado que ha propiciado exclusión social yeconómica, degradación del tejido social, pre-cariedad de empleo, degradación medioambiental ypérdida de calidad de vida y de valores éticos.

A lo largo de la historia, el capitalismo se ha ca-racterizado por su capacidad de producir riquezas,hecho siempre acompañado de una constante con-centración de la riqueza y de la renta, provocandodesigualdades sociales crecientes y exclusión socialy económica. Su dimensión global, y el afán globa-lizador, contribuyen a aumentar la concentracióneconómica/financiera y la exclusión social/cultural/económica. La supuesta riqueza que genera es unconcepto de riqueza meramente cuantitativa/numérico que no tiene en cuenta parámetrossociales, medioambientales e individuales. Ello noslleva a un análisis de la realidad social y económicadesvirtuado. Al igual que el capitalismo no parte dela premisa de una solidaridad intergeneracional, elquerer y deber de ser solidarios con las generacionesque vienen, entregándoles como herencia unariqueza social, cultural y medioambiental.

La economía de mercado capitalista parte de lacapacidad de auto-regulación del mercado, paragarantizar el bienestar social. Pero el capital tiendea concentrarse, para maximizar el lucro. El capitalni parte de las necesidades básicas, ni entiende dederechos humanos básicos, sino reconoce solamentela demanda efectiva, el poder adquisitivo. Este

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hecho desvirtúa a la economía profundamente, y lapone ya no al servicio del hombre – para facilitar elintercambio de bienes y servicios, sino pone laeconomía al servicio del capital.

La economía de mercado capitalista es unaeconomía que también pretende sostener las dinámi-cas de las estructuras políticas poniendo estas al ser-vicio de sus intereses mercantilistas vaciándolos suce-sivamente de su capacidad de decisión y autonomía yconfundiéndose una con la otra.

En este escenario han surgido teorías y prácticasde relaciones económicas y sociales – bajo diversasdenominaciones: Economía Solidaria, Socioecono-mía Solidaria, Economía Popular, EconomíaEcológica, etc. La denominación es importante,pero secundaria. Lo esencial es asumir el desafío.Haciendo memoria histórica, hay eventos y lugaresclaves que han contribuido sobremanera a que laEconomía Solidaria se haya abierto espacio en elForo Social Mundial, y en otros foros. En esta “con-quista colectiva” – bajo el peligro de omisión porolvido – queremos mencionar eventos y lugares tanclaves como Porto Alegre en varias ocasiones, Lima,Santa María, Córdoba, Escocia, México, Paris,

Québec, Lille, Ghantes, y un largo etcétera, hastaque lleguemos a Dakar. Escenarios muy importantespara nuestra memoria colectiva, pero ... tambiénsecundario. Lo importante es el HOY, EL AHORA, ELMAÑANA.

Lo que sí importa, y es prioridad, es que hemosdebatido, hemos trabajado, y mucho, día por día,practicando esta utopía, convirtiéndola en utopía vivi-da. Hoy mostramos “con orgullo” cientos de iniciati-vas y prácticas, que se expresan de múltiples formas.Tantas formas, como actores. Pero todas tienen encomún que el eje de todas ellas es el ser humano,sujeto y finalidad de la actividad económica.

Desafío para la Economía Solidaria: Repensar el modelo de sociedad, repensar la economía

Nuestro acercamiento a la economía intenta recu-perar las raíces de la economía, al servicio de lasnecesidades de todas las personas, evitando quedichas necesidades sean configuradas exclusiva-mente como demandas de mercancías por la propa-ganda consumista del capital o barriendo con la ricavariación cultural que debe caracterizar un mundosolidario. El desafío para la Economía Solidaria es

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repensar y reorientar, reconstruir la economía, reo-rientándola para ponerla al servicio del ser humano yde la naturaleza.

Las prácticas de la Economía Solidaria deben de sermedidas por su capacidad de propiciar la sobrevivien-cia y la mejoría de la calidad de vida de las personas.En este desafío coincidimos.

Nos queda pendiente la pregunta si estas prácticastienen como fondo el afán de transformación del mod-elo de sociedad y modelo económico, una globa-lización humanizadora, de valores, bienes y servicioseconómicas al servicio de la persona.

Argumento de la globalización económica:riqueza y bienestar social, empleo y trabajo

En el modelo económico neoliberal, tanto el con-cepto de riqueza como los indicadores de su evalu-

ación parecen reducirse al valor productivo y mercan-til, sin tener en cuenta otros valores como son el valorsocial y medioambiental de una actividad económica.

Ello contribuye indudablemente a una escala de va-lores que remite a la competencia entre los actores so-ciales y económicos, y someten los valores medioam-bientales al servicio de la producción económica y deparámetros meramente utilitaristas y mercantilistas.

Desafío para la Economía Solidaria repensar y reconstruir conceptos: riqueza, bienestar, trabajo, empleo

La Economía Solidaria coloca a la persona - indivi-dual y social - en el centro de la economía, como pro-tagonistas y beneficiarios de la misma. Ello nos obligaa repensar conceptos: La riqueza y el supuesto bien-estar social son conceptos a repensar, con un análisispormenorizado e individualizado sobre la capacidad o

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incapacidad de un modelo de sociedad y modeloeconómico de generar riqueza y bienestar social eindividual. También tenemos que enfrentar el desafíode crear un equilibrio entre la actividad económica/social y su dimensión medioambiental, asumiendo ladualidad de los valores - medioambientales y sociales/individuales - como elementos que aportan la dimen-sión integral de la Economía Solidaria.

El medio ambiente y la persona no son recursos sinovalores supremos con derechos. Especial importanciatiene la diversidad de las personas, en su dimensióncultural, de raza, religión, o género y el derecho al res-peto de esta diversidad. La lectura de la diversidad co-mo valor, y no como obstáculo en el afán globalizador.

Otro mundo es posible – Otro mundo está

construyéndose La Economía Solidaria contribuye

a la construcción de otro mundo

Economía Solidaria: actividades económicas con utilidad social

El abanico de sectores en los que actúa habitual-mente la Economía Solidaria es extenso. El elementoen común es la búsqueda y realización de actividades

económicas de alto componente social, medioambien-tal y solidario. La lista de las actividades es diversa, yamplia. Diferentes realidades y redes sectoriales cons-tituyen una parte importante de su volumen, y repre-sentan a su vez su cara más conocida: consumo ético,finanzas solidarias, comercio justo de bienes y servi-cios, agricultura sustentable, producción asociada,comercio equitativo y solidario, desarrollo local,desarrollo rural, gestión participante en el hábitaturbano, diálogos interculturales, sistemas de truequessolidarios y de moneda local, son algunas de las ten-tativas concretas de respuesta colectiva y creativa ala búsqueda de un mundo viable por respetar equili-brios fundamentales de la vida y más solidario y deformas socialmente eficientes de superar las caren-cias acentuadas por la globalización neoliberal.

Aspectos diferenciales de la Economía Solidaria

Varios aspectos tienden a diferenciar las experi-encias, en lo que se refiere a su propia relación conel modelo y modo de producción dominante. A con-tinuación se mencionan los aspectos más relevantes.Esta selección deja, sin lugar a duda, un interesantemarco para un debate colectivo a lo largo del FSM.

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La autonomíaLa organización de la Economía Solidaria exige

que se respete la autonomía de los emprendimien-tos, sin la tutela de estados centralizadores y lejosde las practicas cooperativas burocratizadas.

La auto-gestiónConcepto referente a la forma de organización y el

modo de gestión. Estamos ante modelos organizativoscaracterizados por la auto-gestión o / y la gestión co-lectiva, desde la independencia, autonomía y co-res-ponsabilidad, y desde el respeto cultural e individual.

La utilidad social, cultural, medioambiental El servicio o producto generado contribuye en

mayor o menos medida a la riqueza (o: en su defec-to: reconstrucción/recuperación) social/individual omedioambiental.

Ver las actividades sectoriales, y el alcance de laEconomía Solidaria.

La propiedad socialLa negación de la explotación del trabajo humano

por medio de la apropiación privada de los mediosde producción y de los beneficios generados. La par-ticipación en la propiedad. Control social del proceso

de producción. Control social del proceso comercial yfinanciero.

La propiedad social conlleva como otra cara de lamisma moneda la participación social, y esta se mani-fiesta en la participación de la sociedad civil en losprocesos y en las dinámicas económicas, dentro de sumarco preferencial de referencia, el territorio.

La territorialidad, el arraigo en el territorioPara recuperar el control sobre los procesos

económicos y garantizar un bienestar social e indivi-dual generalizado es preciso reordenar la economíadesde la dimensión local y territorial, reforzando laeconomía local el intercambio económico/social deproximidad/cercanía. La economía local – contrario ala economía globalizadora – es integradora, y actúaarraigada en su entorno más inmediato, teniendo laterritorialidad y el desarrollo local como marco pre-ferente de actuación. El enfoque local y territorial esgarante imprescindible de mejora real de nivel devida, y de respeto a la idiosincrasia y diversidad cul-tural, social e individual.

La democraciaLos procesos se construyen desde abajo para arri-

ba. Desde lo local hacia la dimensión nacional, con-

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tinental e internacional. El principio básico de voz yvoto es básico. Aunque pueden darse múltiples for-mas, el principio democrático básico – una personaun voto – tiene a respetarse.

La participaciónCriterio referente al modelo organizativo, y proce-

so de canalización y toma de decisiones. La gestióncolectiva o/y democrática del emprendimiento impli-ca a todos los trabajadores / socios. La participación

no está vinculada al capital. La información y el pro-ceso de toma de decisiones tienen cauces y mecan-ismos fluidos y transparentes, al alcance de todoslos actores y beneficiarios.

El lucroEl afán de lucro no debe de confundirse con el

afán de beneficio. La Economía Solidaria pretende yprecisa viabilidad económica mediante la auto sus-tentación por sus propios rendimientos y la generación

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de excedentes para reinvertirlos en su consolidación yampliación en la iniciativa empresarial o para producirbienes públicos para su comunidad. Hecho muy distin-to de “entidades lucrativas”, donde lucro es equiva-lente al reparto de dividendos. La Economía Solidariaes actividad económica sin ánimo de lucro, en el sen-tido legal: sin reparto de dividendos.

La cooperación y solidaridadLa Economía Solidaria se compromete a una activi-

dad económica no basada en la competitividad entrelos propios agentes de la misma. Se buscan vínculos ymecanismos de cooperación y solidaridad, dentro delcampo propio, y con otros sectores sociales. Elloimplica el compromiso a la coordinación local,nacional, continental e internacional por el bien de laEconomía Solidaria.

Por último, pero de suma importancia...

La Economía Solidaria como modelo alternativo post-capitalista:modelo innovador de sociedad y modelo económico

Volvemos a la pregunta del principio: ¿la EconomíaSolidaria está orientada a paliar los efectos de laglobalización neoliberal y mitigar los problemas

sociales causados, o tiene vocación de transformacióndel modelo de sociedad? ¿Asumimos el desafío deconstituir el fundamento de una globalización huma-nizadora preocupada por una organización social yeconómica justa y por la satisfacción de las necesi-dades básicas de todos los ciudadanos de la Tierra?

Los defensores de la primera posición consideranque la Economía Solidaria, la Economía Social, el Ter-cer Sector, la economía cooperativa, o popular solida-ria, es un proyecto que se restringe a las personas ex-cluídas del mercado de trabajo capitalista. "El coope-rativismo tiene el objetivo de mitigar los efectos neg-ativos de la economía dominante y no se contraponea ella", estas fueron las palabras de un líder del coop-erativismo oficial internacional.

Los defensores de la segunda opción están conven-cidos de que la propuesta de la Economía Solidariatiene un enorme potencial transformador, capaz derepensar y reconstruir un modelo de sociedad y deeconomía, un model innovador en el ámbito local, na-cional y global –substrato de un nuevo paradigma devalores, de relaciones y de praxis educativa, culturale interpersonal que está dirigido a todas y todos,incluidos o excluidos en el sistema capitalista.

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En este modelo se repiensa y reconstruye la organi-zación de las cadenas productivas, comerciales yfinancieras, al servicio de las necesidades básicas delas personas, especialmente de los más desfavoreci-dos, y de la naturaleza. Una reconstrucción de abajopara arriba y de dentro para fuera. El capital pasará asubordinarse a intereses de índole social, medio-ambiental y solidario. El poder político se verá subor-dinado a una reorganización social, que garantiza elempoderamiento de ciudadanas y ciudadanos, y elbienestar social y personal. La economía estará subor-dinada al supremo interés social y personal, con unarevalorización del trabajo, con nuevos parámetros deautonomía, emancipación y auto-gestión.

Una reconstrucción basada en un horizonte utópi-co, en metas pragmáticas, y en metodologías senci-llas. Basada en valores: la diversidad, la compleji-dad, la cooperación y la solidaridad.

Propuestas para el debate

Entendemos que el desafío es grande, es gigante.Entendemos que para su realización necesitaremosreflexión, pensamiento estratégico, planes de traba-jo, compromisos, metodología, y – lamentablemente

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– mucho, mucho tiempo y recursos. Iremos “sin prisa,pero sin pausa, hasta lograr un marco de actuaciónconsensuado con una metodología adaptada a nues-tras necesidades y posibilidades.

Las preguntas se pueden resumir en un desafíogrande:

Conocer la Economía Solidaria, conocer a sus prin-cipales actores y beneficiarios, disponer de datos yrespuestas frente a la economía tradicional, a admi-nistraciones públicas y movimientos sociales, y pensarfórmulas y estrategias para articular el movimiento deEconomía Solidaria. En esta línea nos atrevemos a lan-zar posibles propuestas, para su debate colectivo.

Propuesta de líneas y herramientas de trabajo

• Herramientas que faciliten la consolidación ycoordinación de/entre los actores:

a. Memoria cronológica de la última década laEconomía Solidaria, calendario de eventos claves, sinpretender ninguna “memoria universal o histórica”,ya que la Economía Solidaria data de siglos.

b. Mapa de Economía Solidaria.c. Base de datos colectiva.d. Consolidar prácticas exitosas, e incorporar

nuevas, en el campo de intercambio de servicios ybienes solidarios ordenado en el ámbito interna-cional (portal, comercialización).

e. Estrategias bi/o multilateral entre los agentesy sectores, con especial atención a la financiaciónsolidaria.

f. Acuerdos bilaterales o multilaterales con lospoderes públicos/políticos.

• Herramientas que faciliten un proceso de con-sensuación de conceptos y marco ético:

a. Debates internacionales sobre criterios éticos, yelementos diferenciales de la Economía Solidaria.

b. Profundización del debate y consensuación inter-nacional sobre criterios éticos y códigos de conductaempresariales.

c. Debates internacionales sobre conceptos(empleo, trabajo).

d. Debates y metodología internacional sobre indi-cadores innovadores de evaluación (indicadores rique-za, trabajo, calidad y cantidad de trabajo/empleo).

• Herramientas y alianzas que faciliten la articu-lación, proyección externa y la implantación social/económica, como agente de transformación:

a. Recopilación y publicación de datos y estudios

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nacionales (redes) o sectoriales (financiación soli-daria, comercio justo, moneda local, etc.): datos,realidades, impacto.

b. Repensar la cooperación internacional, a partirdel paradigma de la solidaridad Sur-Sur, Norte-Sur,consumidores-productores, trabajadores-emprende-dores, substituyendo a la lógica de mera transferen-cia financiera o técnica.

c. Alianzas estratégicas con movimientos sociales(para reconstrucción de cooperación internacional,anti-globalización, lobbying político (p.e., Tasa Tobin)a instituciones multilaterales (ONU, FMI, BM, OMC,OIT, etc.) para que se integren a la Economía Solidariacomo un componente indispensable para un desarro-llo social y humano sustentable y multidimensional.

d. Alianzas estratégicas con el sector académico yotras entes de investigación, para profundizar en lainvestigación sobre las temáticas expuestas (p.e.,PSES - Polo de Socioeconomía Solidaria).

e. Experiencias compartidas con el poder político(p.e., presupuestos participativos, etc.), y Acuerdosbi/o multilaterales con los poderes públicos/políti-cos, fomentando vías de legislaciones específicassobre Economía Solidaria, o colaboraciones estruc-turales/puntuales.

f. Propiciar alianzas estratégicas entre las diversas

formas de organizar la economía que ponen a la reali-zación plena de las personas y no al lucro en el centrode su interés.

g. Diálogos y colaboración mutua con la EconomíaSocial, el cooperativismo, el Tercer Sector, para con-verger en el marco ético o la línea de trabajo especí-ficos de la Economía Solidaria.

• Herramientas y alianzas que faciliten la articu-lación nacional / continental e internacional:

a. Buscar fórmulas para profundizar el trabajo enred, y entre redes, e iniciar una coordinación interna-cional horizontal y operativa (retomando los debatesde Québec). Hacer confluir experiencias valiosas.

b. Articular las diferentes formas y sectores de laEconomía Solidaria, desde el nivel local al global,construyendo y reforzando las redes de colaboraciónsolidarias, que facilitan la interacción de los diversosactores, y fomenten un espíritu de “actores ” de laconstrucción colectiva.

Asumiendo estos “menudos” desafíos, surgen varias preguntas:

• ¿Qué modelo de sociedad y modelo económicaqueremos repensar y reconstruir?

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• ¿Cuáles son los elementos diferenciales de laEconomía Solidaria?

• ¿Cuáles son sus principales campos de actuación?• ¿Qué alcance tiene la Economía Solidaria?• ¿Entendemos lo mismo bajo conceptos como

“modelo de sociedad, trabajo, empleo, lucro?• ¿Cómo podemos reforzar las prácticas, y prestar

apoyo mutuo de forma ordenada? • ¿Cómo podemos interrelacionar los sectores y

las prácticas?• ¿Cómo podemos evaluar nuestras prácticas, qué

códigos, qué criterios, qué indicadores?• ¿Cómo podemos proyectar la riqueza de nuestras

experiencias hacia la sociedad?• ¿Cómo coordinar las experiencias y redes, en el

ámbito local, nacional, continental e internacional?

En toda nuestra acción y construcción colectiva debe-mos cuidar aspectos fundamentales y transversales:

... paciencia, saber esperar, grandes utopías nece-sitan “grandes tiempos”, el ritmo debe ser pausado,los pasos firmes.

... desde abajo para arriba, desde la persona haciala entidad, desde lo local hacia lo internacional.

... desde estructuras horizontales, transparentes

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y, más que participativas, colectivas.... lo local es la base, la dimensión internacional

es la visión complementaria, pero imprescindible.... importa más, y tanto más, el contenido que la

forma, pequeñas realidades más que grandes estruc-turas/ aparatos.

... hechos son más importantes que palabras,lentos procesos de consenso más que manifiestos

... pensamiento estratégico es imprescindible,debemos guardar momentos, y encuentros y asam-bleas para esta labor.

...grandes metas requieren grandes esfuerzos,seguro que vamos a tener que currar y sudar muchoantes de lograr “La Internacional de la EconomíaSolidaria”, pero…

Asumiendo este desafío, surgen, o nos siguen acompañando, GRANDES preguntas:

• ¿Qué modelo de sociedad y modelo económicaqueremos repensar y reconstruir?

• ¿Cuáles son los elementos diferenciales de laEconomía Solidaria?

• ¿Cuáles son sus principales campos de actuación?• ¿Qué alcance tiene la Economía Solidaria?• ¿ Somos “parche”, entes instrumentalizadas, y

útiles para intereses políticos, económicos osociales no confesados, o somos los verdaderos pro-tagonistas de un modelo alternativo?

• ¿Qué relación queremos establecer con el Estadoy con la política?

• ¿Qué relación de cooperación, intercambio, com-petencia o confrontación establecemos con (a) lasdemás formas de sobrevivencia o de actividadeconómica de los trabajadores que no asumen los mis-mos valores, (b) la economía capitalista y (c) laeconomía pública?

• ¿Entendemos lo mismo bajo conceptos como“modelo de sociedad, trabajo, empleo, lucro?

• ¿Con que criterios éticos nos movemos, y con quéindicadores nos medimos?

• ¿Qué mecanismos de control de prácticas tenemospara actores que utilizan el discurso de la solidaridadpara legitimar intereses particulares no confesables

• ¿Cómo podemos reforzar las prácticas, y prestarapoyo mutuo de forma ordenada?

• ¿Cómo podemos interrelacionar los sectores y lasprácticas?

• ¿Cómo podemos evaluar nuestras prácticas, quécódigos, qué criterios, qué indicadores?

• ¿Cómo podemos proyectar la riqueza de nuestrasexperiencias hacia la sociedad?

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• ¿Cómo coordinar las experiencias y redes, en elámbito local, nacional, continental e internacional?

Las preguntas están allí. Pero aquí y hoyquisiéramos compartir – y, por que no - celebrar convosotras y vosotros los logros alcanzados en estecampo. Y quisiéramos invitaros a participar en estaaventura de la Economía Solidaria.

La Economía Solidaria es un movimiento dealcance global que nació entre los oprimidos y losviejos y nuevos excluidos, aquellos cuyo trabajo noes valorizado por el mercado capitalista, sin accesoal capital, a las tecnologías y al crédito. Lainspiración y el deseo de un nuevo paradigma deorganización de la economía y de la sociedademanan de ellos. Reconociendo el potencial trans-formador de la Economía Solidaria, convidamos atodas las trabajadoras y todos los trabajadores delmundo para debatir este proyecto estratégico en elForum Social Mundial 2002 y para aliarse con el finde hacerlo avanzar en la propia práctica.

Queremos – como horizonte inmediato – CONSOLI-DAR LAS REDES DE LA ECONOMÍA SOLIDARIA Y FORTA-LECER LAS ALIANZAS Sur-Norte

La capacidad de la Economía Solidaria para hacerfuerza como modelo de desarrollo alternativo almodelo neoliberal depende mucho del fortaleci-miento de sus redes y de las alianzas estratégicascon el mundo político y económico que nos rodea, ycon los movimientos de la sociedad civil que defien-den la ideas de que otra globalización es posible.

Ello se basa en:a. La estructuración de redes locales, nacionales y

continentales que debe continuar para fortalecer lavisibilidad, la legitimidad y la cooperación de losprotagonistas de la Economía Solidaria.

b. La estructuración de alianzas bien definidascon el entorno político y económico inmediato, y -más importante – con los movimientos sociales y lasociedad civil emergente, la coyuntura se presta aun diálogo y a alianzas estratégicas.

c. Una cooperación económica y solidaria Sur-Norte, sin cargas “interesadas” de eurocentrismo ode centro-periferia. Las vías posibles son la finan-ciación solidaria, el comercio justo, trueque y mo-neda local, y un largo etcétera para demostrar quese pueden solidarizar los intercambios de servicios ybienes, y la cooperación económica y social, Sur-Norte, Este-Oeste.

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Otro mundo es posible. Y tanto, si este foro es elmejor ejemplo de ello. Y la construcción de nues-tras pequeñas y grandes realidades debe llenarnosde orgullo. Es nuestra manera de contribuir- deforma constructiva – a otro modelo transformadorde sociedad y economía.

Naciendo entre los excluidos de los Estados debienestar material, sin acceso a tecnologías y for-mas de financiación, la Economía Solidaria revelapotencial para ser un paradigma de otra globali-zación, que demuestra que “Otro mundo es posi-ble”. A la vez que reconocemos toda esta capacidadde proposición de la Economía Solidaria, enten-demos que es necesario aunar esfuerzos y líneas deactuación conjuntas para hacer avanzar esteproyecto en el marco del Foro Social Mundial 2002.

En el nombre y por encargo de las redes de puxai-dores/animadores del espacio de Economía Solidariaen el FSM Coalición Rural, (Colacot), GESQ, GRESP,IRES, PSES, RBSES, REAS, Red de Trueque Solidario.

Este texto aprovecha contribuciones de dife-rentes documentos:

“Texto Base para a Economia Solidária – FórumSocial Mundial 2002”, publicaciones de PACS y PSES,y comentarios de J.L.Corragio, IRES, PACS, REAS.

Carola Reintjes - Licenciada en Ciencias Políticas yFilología inglesa e hispana. Trabajo en cooperacióninternacional y comercio justo desde 1987.Coordinadora de IDEAS, organización de ComercioJusto. Responsable de las relaciones internacionales.

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La actual organización social perjudica a las mujeres

La organización social y económica imperantereposa en la separación de hombres y mujeres, acada uno de los cuales les asigna roles y funciones;deberes y derechos diferenciados y jerarquizados,en perjuicio de las mujeres. Por esta organizaciónsocial, las mujeres son oprimidas, excluidas y dis-criminadas. Existe una relación directa entre elordenamiento económico y la situación subordinadade la mujer en la sociedad.

La economía política, en su desarrollo, ha separa-do dos esferas económicas, que coexisten en la vidareal. Por un lado, la producción de bienes y servi-cios, a los que les asigna valor de uso y de cambio,que producen ganancias, etc. Esta esfera está, gen-eralmente, reservada a los hombres. De otro lado,la producción, desarrollo, cuidado y sostenimientode las capacidades humanas, incluida la fuerza detrabajo, a las que se les asigna valor intrínseco.Esta esfera se le ha asignado, generalmente, a lasmujeres.

E l Género en los derechos económicosRosa Guillén

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El sistema económico imperante se encuentra ses-gado a la producción de bienes y servicios proveídosa través del mercado o el Estado. Sólo reconoce laproducción de bienes y el trabajo es visto sólo comoun factor productivo. Su lógica reduce la esfera dela reproducción al servicio de la producción debienes, es decir, la hace sólo funcional a la producti-vidad. No entiende que la organización social y losavances o atrasos en este ámbito influyen directa-mente en la producción de bienes y es afectadadirectamente por la forma cómo se organiza lasociedad para la producción de bienes.

Las políticas macroeconómicas que se basan en ladivisión de las dos esferas, asumen implícitamenteque las tareas de reproducción y mantenimiento delos recursos humanos deben continuar realizándosede manera no remunerada a fin de compensar lasdeficiencias de recursos materiales y financierosnecesarios para el desarrollo del proceso económicoproductivo.

Consecuencias de esta División

1. Desvalorización del trabajo reproductivo

Como consecuencia de esta organización social,desde hace varios siglos se le asigna a las mujeres laresponsabilidad del desarrollo, cuidado y sosteni-miento de las capacidades humanas, relegándolas alámbito doméstico y privado. Privado en el sentidode responsabilidad individual o familiar.

Para la economía de la mercancía, el desarrollo delas capacidades humanas, socialmente asignado aescala familiar y, más precisamente a las mujeres,no forma parte del razonamiento de desarrolloeconómico. Esta visión, que excluye del análisis laimportancia del factor trabajo para la reproduccióndel recurso humano, revela un prejuicio conceptualcontra las mujeres.

Con esta lógica, las actividades realizadas por lasmujeres, en el ámbito doméstico y en el comuni-tario, no son reconocidas como importantes y senaturalizan.

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2. Mujeres responsables de los servicios sociales

El Estado de bienestar, conquistado por las luchassociales de los y las trabajadores/as y las fuerzasdemocráticas, avanza al reconocimiento de su respon-sabilidad respecto a la provisión de servicios socialesbásicos para la población en general y, particularmen-te, para los niños: cuidado, educación, salud, pro-visión social, y, en algunos casos alimentación, vivien-da e ingresos mínimos (aun cuando estos funcionaronespecialmente en los países del Norte y muy deficien-tes en el Sur). En este período, tanto el Estado comola sociedad, reconocen una responsabilidad social consu población, a la que tienen que responder.

Con el neoliberalismo, se busca organizar la socie-dad, reconociendo al mercado como principal asigna-dor y distribuidor de recursos. Se propugnan reformasdesde el Estado, con la finalidad principal de repri-vatizar1 los servicios sociales y públicos, convirtiéndo-los en mercancías rentables al servicio de los grandescapitales. Como complemento, se reducen los gastossociales y presupuestos públicos.

Estos procesos de reforma del Estado diseñadoscomo programas de ajuste estructural por el FondoMonetario Internacional – FMI y el Banco Mundial –BM, desresponsabilizan al Estado de las que eran susobligaciones y dificultan o imposibilitan el acceso degran parte de la población, sobretodo de los máspobres, a estos servicios básicos.

Estos procesos, llamados de liberalizacióneconómica, tienen como consecuencia directa, elvolver a responsabilizar al ámbito privado, indivi-dual, familiar, del desarrollo, provisión y soste-nimiento de las capacidades humanas: cuidado yatención de niños y ancianos, alimentación de lasfamilias, recuperación de los enfermos. Esta vez,en condiciones más desfavorables y penosas, debidoa la pérdida de derechos conquistados, al incremen-to de la pobreza y a las mayores dificultades paraconseguir ingresos. ...

Al volver a la esfera privada la responsabilidad delsostenimiento de las capacidades humanas, y debidoa que la sociedad no superó la división sexual del

1 Se acompañan estas reformas con privatizaciones de las actividades económicas productivas empresariales que

reportaban ingresos al Estado.

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trabajo productivo y reproductivo son, nuevamente,las mujeres las más afectadas por estas políticas. Altornarse más difícil la satisfacción de las necesi-dades humanas, el trabajo de cuidado se amplía ylas personas encargadas de hacerlo se empobrecenmás, lo que explica la feminización de la pobreza,evidenciada en la mayor participación de lasmujeres en el estrato de pobres.

Como no es posible ocultar la existencia de mayorpobreza generada por el neoliberalismo, se diseñanprogramas de alivio a la pobreza, focalizados en laatención a los extremadamente pobres, de carácterasistencial y clientelista. Para reducir los costos delos programas gubernamentales, se instrumentalizael valor y las prácticas de la solidaridad al interiorde los sectores populares. Nuevamente, las mujeresvan a ser llamadas a “participar” de estos programasde salud comunitaria, nutrición básica, alimentaciónpopular, educación, estimulación temprana, guarde-rías comunales, albergues, etc. Esta convocatoriase realiza invocando a sus “cualidades naturales demadres proveedoras”. En estos casos, esta uti-lización del trabajo voluntario en beneficio de lacomunidad no es extendido a los sectores más desar-rollados de la población con respecto a los sectores

menos favorecidos, sino un subsidio de pobres aotros pobres.

La funcionalidad y, en algunos casos, relativoéxito de muchas de estas políticas de focalizaciónde alivio a la pobreza, se sustenta en una ampliacióndel trabajo de las mujeres a escala familiar o comu-nal, costo que resulta invisible para los diseñadoresy ejecutores de políticas, por ser un trabajo noremunerado. El proclamado incremento de la efi-ciencia en la economía neoliberal se traduce, en lapráctica, en un desplazamiento de los costos de laeconomía remunerada a la economía no remunera-da. Se instrumentaliza la capacidad de las mujerespara construir redes familiares y sociales con otrasmujeres, para satisfacer necesidades comunes desus familias y de las otras familias.

A pesar de su importancia para la cobertura de losprogramas sociales focalizados desde el Estado, eltrabajo de la mujer en la esfera comunal no ha sidoobjeto de compensación económica ni social, cons-tituyendo un subsidio funcional a la reducción delgasto público. Si este aporte no fuera asumido porlas mujeres se incrementarían los costos económicosde la producción y los riesgos de conflictos sociales,

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inestabilidad. En algunos casos, el Estado intentójustificar este hecho confiriéndole a sus programasun carácter participativo, orientado a incluir a losagentes comunitarios en la ejecución, más no en ladecisión de las políticas de intervención.

3. Discriminación de la mujer en la actividad productiva

En la lógica social imperante desarrollada por elcapitalismo, asigna a los hombres roles vinculados ala capacidad de uso de sus potencialidades, produc-tor de bienes y servicios. En tanto estos bienes y ser-vicios aparecen más tangibles, el desarrollo socialha permitido su reconocimiento y valoración en laesfera económica y social, la conquista de suremuneración asociada a la negociación por condi-ciones de trabajo y otros derechos. A pesar de quelos procesos neoliberales han recortado y pugnanpor seguir recortando estos derechos, los hombres

continúan instalados como productores con dere-chos, en tanto trabajadores, emprendedores einversionistas.

Por el contrario, las mujeres han sido y son con-sideradas como advenedizas, invitadas, recién lle-gadas al espacio productivo, y su trabajo utilizadosólo, y en tanto, para reportar mayores beneficios ymenores costos. En la comprensión (errada) de queel hombre es el proveedor del sustento familiar, sejustifican salarios más bajos para las mujeres, porconsiderarlos complementarios para la economíafamiliar2. Al ingresar al mercado de trabajo, las cali-ficaciones y aportes de las mujeres son consideradoscualidades innatas de poco o ningún costo y, porello, tienen menor valor en el mercado de trabajo,más allá del bien que produzcan3. En el conocimien-to de que las mujeres asalariadas realizan doblesjornadas de trabajo debido a sus responsabilidadesfamiliares, se presume que el tiempo y la dedicaciónal trabajo asalariado es menor que el de sus pares

2 Existen numerosos estudios que demuestran que: a) este rol proveedor nunca fue exclusivo de los hombres; b) elabastecimiento familiar no depende sólo del ingreso monetario; y, c) en todas las sociedades existe un alto porcentajede jefatura familiar femenina y, por ello, únicas responsables del sustento familiar.3 Existen numerosos estudios que demuestran que, a pesar de la alta productividad de algunas ocupaciones realizadasparticularmente por mujeres, éstas son remuneradas por debajo de su valor.

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masculinos; por ello, las actividades que ellas reali-zan son sometidas a estrictos controles y programa-ciones, que deterioran su salud física y mental, y mal-tratan su dignidad y autoestima4.

Con los procesos de liberalización han sido lasmujeres asalariadas las primeras en perder derechoslaborales y sindicales. A pesar de que en las últimasdécadas las mujeres han logrado mayor escolaridad ycalificación profesional, sus ingresos relativos no hanaumentado. Cada vez más mujeres ingresan al merca-do de trabajo, pero no logran empleo, o consiguentrabajos precarios, y son la mayoría entre los subem-pleados. En el caso de las mujeres jóvenes, en edadreproductiva son conminadas a firmar compromisos deno embarazarse mientras dure su contrato de trabajo.

Este no reconocimiento del rol productivo de lasmujeres se expresa también, en las dificultades queencuentran las mujeres para acceder y controlar losrecursos productivos, como propiedad de los bienes,principalmente la tierra; capital de trabajo: finan-

ciamiento y crédito; tecnología, capacitación técnicay mercados. Ello después de haber demostrado sereficientes administradoras, buenas pagadoras yresponsables emprendedoras.

La Economía Solidaria y las mujeres

Históricamente, las mujeres han tenido una partici-pación decisiva tanto en la integración y desarrollo desus comunidades y sociedades, como en la resistenciaa los procesos excluyentes desarrollando iniciativascreativas, eficientes y viables a bajo costo.

Son numerosas las experiencias que dan cuenta deesta iniciativas. Muchas de ellas basadas en susconocimientos tradicionalmente femeninos, tradi-cionales y experiencias comunitarias, se organizanpara enfrentar “modernas crisis o nuevas pobrezas”.

En unos casos, organizan los comedores populares,las cocinas comunitarias, comités de salud, guarde-

4 Estudios de la participación de mujeres en la industria electrónica, laboratorios, confecciones y las maquilas, engeneral, dan cuenta de las penosas condiciones de la mujeres en la actividad productiva. Además de los tradi-cionales estudios sobre las condiciones de trabajo de las clásicas ocupaciones femeninas: enfermeras, maestras,obstetrices, parvularias, etc.

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rías, comprar juntas, organizan juntas, organizan po-lladas/botanas, se asocian para conseguir terrenos,construir viviendas, dotar a su comunidad de serviciosbásicos (agua potable, desagüe, electricidad). Ellopara sobrevivir en la pobreza y también, para aprovi-sionarse mutuamente de servicios que faciliten suparticipación laboral o consecución de ingresos.

En otros casos, organizan cooperativas de ahorro ypréstamo, mutuales, microempresas y asociacionesproductivas, asociaciones comerciales para sus pro-ductos. Ello, para enfrentar el desempleo y subem-pleo, generar sus propios empleos, conseguir ingre-sos, mejores oportunidades de comercialización desus productos, bajar sus costos productivos. Estosingresos son destinados en su totalidad a cubrir losgastos familiares.

En el desarrollo de todas estas experiencias, lasmujeres han aprendido a organizarse y a desarrollarsu ciudadanía - reconociendo sus derechos en elespacio público y espacio privado; a enfrentar laviolencia familiar y social; a reconocer sus derechos

económicos5. Asimismo, las organizaciones de muje-res han logrado reconocimiento en el espacio de losmovimientos sociales y al derecho de integrar losespacios de concertación en el desarrollo de laspolíticas sociales para el alivio a la pobreza.

Alternativas

La reorganización de las relaciones económicas enla sociedad pasa por el reconocimiento social de la im-portancia de la producción de capacidades humanas,y la relativización de la esfera económica de la pro-ducción de mercancías, a fin de propender a una dis-tribución más equilibrada entre hombres y mujeres delas labores productivas y las de atención a los reque-rimientos de la expansión de las capacidades de laspersonas. Es necesario romper la lógica de dejar la es-fera de la reproducción al servicio de la producción debienes o de hacerla sólo funcional a la productividad.

Es importante introducir la perspectiva de géneroen la economía, creando indicadores que hagan

5 Los derechos económicos de las mujeres están referidos a su capacidad de acceder en condiciones de igualdad a unempleo digno, al control de los recursos económicos, a la propiedad de bienes; así como a una distribución armónicade responsabilidades familiares y laborales entre mujeres y hombres.

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viible el aporte de las mujeres en el ámbito repro-ductivo a escala familiar y comunal; así como suaporte en el ámbito productivo. Determinar el nivelde participación de las mujeres en el funcionamien-to de los servicios sociales recortados por el Estado,y su significado monetario, a fin de hacer propues-tas dentro del presupuesto público; lo que requiereel construir indicadores de medición de dichoaporte, para hacer visibles esos costos encubiertos,y motivar su reconocimiento social. Se debe pugnarporque el Estado provea servicios que alivien lacarga de trabajo no remunerado, y permitan que lasmujeres puedan adquirir las habilidades necesariaspara su incursión en el mercado. Asimismo, debenalentarse cambios en la distribución social de lasresponsabilidades domésticas.

Debemos destacar la validez de la solidaridad –expresada en la asociación y ayuda mutua - como unfactor capaz de incrementar la productividad y la efi-ciencia en las actividades económicas. En tal sentido,cabe asumir a la cooperación y la competitividadcomo variables congruentes. A diferencia del carácterexclusivamente instrumental para el crecimientoeconómico y la acumulación que se expresa en lanoción de capital social asumido por las multilat-

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erales, tenemos que resaltar el valor intrínseco de lasolidaridad, así como su potencial para la construciónde una economía capaz de satisfacer necesidades ygenerar los excedentes requeridos para mejorar lacalidad y las oportunidades de vida de todos.

Es necesario demandar la intervención del Estadocon políticas dirigidas a promover el acceso y controlde las mujeres a recursos productivos, como tierra,bienes de capital, financiamiento y crédito, tec-nología, capacitación técnica y mercado.

Necesario fortalecer el movimiento social demujeres para su participación en la esfera política,con capacidad de argumentación crítica, de propues-ta, y de vigilancia social, respecto a las políticas dedesarrollo de los países, y a la defensa de sus derechoseconómicos.

La Economía Solidaria debe incluir propuestaspara que las actividades consagradas al desarrollode las capacidades humanas y sociales entre per-sonas y grupos se conviertan en ejes de inversiónprioritaria para la sociedad, y objeto del estableci-miento de mecanismos de compensación social, nosólo por su carácter instrumental, como el recogido

en las nociones de capital humano e inversiónsocial, sino por el carácter finalista, de objetivo ensí mismo, que dichas actividades tienen.

Es necesario precisar mejor en el enfoque deEconomía Solidaria la interrelación que existe entreel trabajo reproductivo y el trabajo mercantil, a finde contribuir en mayor medida a la humanización dela economía, incorporando la importancia de la pro-ducción, desarrollo, cuidado de las capacidadeshumanas al razonamiento económico. Resulta opor-tuno también revisar el concepto de comercio justo,incidiendo más en su sostenibilidad económica alargo plazo.

La Economía Solidaria demanda avanzar en laconstrucción de un proyecto alternativo de con-vivencia humana, basado en el reconocimiento delos derechos individuales y colectivos, y en los va-lores de justicia, participación y equidad social y degénero, que integre armónicamente a los sectorestradicionales y modernos de nuestra sociedad. Ental sentido, debemos establecer indicadores paracomprobar si avanzamos en ese propósito. Es nece-sario pensar nuestra propuesta en el marco de unaeconomía plural, en la que coexisten los sectores

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públicos, privado y social; y a partir de reconocer-nos como un países multiétnicos y pluriculturales, loque demanda atender la diversidad de situacionessegún regiones y localidades, y el respeto a la dife-rencia y la autodeterminación, las aspiraciones delas mujeres y los hombres.

Este movimiento debe sustentarse en la acción deciudadanos y organizaciones sociales en los espaciospúblicos, a la base de un proyecto político dialo-gante, que pueda servir de referente a quienesaspiren a un ordenamiento económico justo paratodos; por tanto, un proyecto capaz de ser suscritopor diversos sectores sociales y políticos, orientadoa transformar el sistema existente.

Es importante promover espacios de concertaciónentre el Estado, la sociedad civil y el sector privadopara la creación de políticas públicas y marcoslegales a favor de una socioeconomía solidaria. Setrata de fomentar no sólo una economía solidaria,sino la solidaridad al interior de la economía. Coneste criterio, debemos privilegiar la acción de nues-tro movimiento en los espacios locales pues consti-tuyen un nivel de intervención que facilita eleslabonamiento de las redes de organización

económica y social, así como la confluencia entreactores sociales y políticos.

Influir en la elaboración del presupuesto nacional,de forma que aumente sustantivamente la inversiónsocial en educación y salud, a costa de la recu-peración de dineros que se derivan hacia el pago dela deuda externa. En esa perspectiva, resulta vitalimpulsar la elaboración de presupuestos descentra-lizados por regiones y localidades, con perspectivade género. Es necesario vigilar la recaudación deimpuestos, la distribución de lo recaudado y los gas-tos del Estado, particularmente en funcionariospúblicos.

En materia de trabajo y derechos laborales, esimperativo pugnar por el cumplimiento de los con-venios de la Organización Internacional del Trabajo(OIT), suscritos por los países. Asimismo, debe pro-moverse el reconocimiento social al trabajo de lamujer en la esfera doméstica y comunitaria; asícomo su acceso equitativo a un empleo digno, alcontrol de los recursos productivos, y a la propiedadde bienes; a la par que una distribución armónica deresponsabilidades familiares y laborales entremujeres y hombres.

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Impulsar el desarrollo tecnológico, propugnandoalternativas ligadas a las ventajas comparativas decada región y localidad. De otra parte, constituyeuna prioridad impulsar experiencias de consumoético, que den prioridad a los proveedores locales;así como explorar posibilidades de comercio interre-gionales y de exportación de productos con mayorvalor agregado.

Rosa Guillen - Sociologa y miembro de la RedLatinoamericana de Mujeres Transformando laEconomía y del Grupo Genero Economía - Perú.

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Entender la realidad de la economía solidaria enEuropa supone la reapropiación de una historia,durante mucho tiempo encubierta, con el fin derecolocar en perspectiva las prácticas actuales. Supertinencia, así como su importancia simbólica soninnegables. Partiendo de estas prácticas, es posibleentonces cuestionar las condiciones susceptibles deque en un futuro se afirme el proyecto político que lassustenta.

1. Historia

En Europa, la economía solidaria no data de hoy sinoque tiene una larga historia. En la primera mitad delsiglo XIX, se constituyeron múltiples asociaciones,basadas en la ayuda. Estas asociaciones desempeña-

ban, simultáneamente, los siguientes papeles: pro-ducción en común, ayuda mutua, defensa colectiva yreivindicación.

Fue a partir de éstas que en Francia, por ejemplo,se elaboraron proyectos de reagrupamiento en unaeconomía solidaria. Desde esa época, entonces, paraenfrentar los problemas sociales provocados por elmercado, acciones colectivas mostraron que otroprincipio económico podía ponerse en movimiento, alservicio de la sociedad: la solidaridad, es decir, unaacción recíproca entre ciudadanos libres e iguales. Setrataba de una apuesta a la capacidad de auto-orga-nización obrera y campesina, en oposición a la con-cepción liberal que reconoce únicamente el interésmaterial como justificativo de una acción.

Ecomomía So l idar ia : un abordaje europeo

Jean-Louis Laville

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Esas experiencias basadas en la solidaridad fueronreprimidas fuertemente en la segunda mitad delsiglo XIX pero, a pesar de todo, dejaron marcascomo la obtención de ciertos estatutos jurídicos(asociaciones, sindicatos, seguros, cooperativas).También contribuyeron sobremanera en la construc-ción de un Estado social que garantizó derechos yorganizó la distribución de recursos retirados de laeconomía de mercado para reducir las desigual-dades. Corolario: la solidaridad se volvió, cada vezmás, sinónimo de redistribución por parte del Estadosocial y el proyecto de economía solidaria fue pro-gresivamente olvidado. Con la ofensiva neoliberalasistimos a un retorno de éste. La ruptura del com-promiso socialdemócrata entre mercado y Estado, apartir de los años 60, provocó el renacimiento deuna perspectiva de economía solidaria sustentadapor prácticas que denunciaron las implicancias con-cretas del neoliberalismo.

2. Prácticas

Estas prácticas se desarrollaron en varios niveles.

• En primer lugar, fueron iniciativas locales que semultiplicaron en Europa con el fin de evitar que

campos tradicionales de los servicios sociales (aten-ción, salud, servicios...), así como nuevas activi-dades en servicios emergentes (deporte, cultura...),fuesen dominados por los grandes grupos privados.Se busca, a partir de la cooperación entre las partesinvolucradas en el servicio (profesionales, usuarios yvoluntarios), mejorar la calidad de vida cotidiana yde contribuir a un debate sobre la disminución delas desigualdades sexuales y sociales. Esta dinámicase amplió a través de fuertes tendencias socio-demográficas como el envejecimiento de lapoblación y la profesionalización de las mujeres.

• Junto a estas conductas centradas en “serviciosde proximidad”, iniciativas complementarias tam-bién beneficiaron a personas excluídas del sistemaeconómico para que éstas pudieran reintegrarse almismo, ofreciéndoles no un trabajo informal sinoempleos permanentes y de derecho común. De estamanera, iniciativas de mujeres o de asociacionesbarriales que crean empleo intentan consolidar ellazo civil en los barrios apoyándose en la partici-pación de los vecinos.

• Las iniciativas de finanzas solidarias pretendenpromover otra relación con el dinero. Éstas intentan

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orientar la economía hacia actividades que tengan unafinalidad social y una implantación local, criticando laevolución del sistema financiero que transforma alcrédito en selectivo e inaccesible para innumerablesempresarios. En este punto, éstas convergen haciadiferentes redes de intercambios no monetarios queevidencian amenazas ligadas a un exceso de mone-tarización de la vida social y rehabilitan los sistemasde trueque locales y la autoproducción colectiva.

• En cuanto al comercio equitativo, éste significauna protesta contra un comercio internacional en quea productores y consumidores se les priva de cualquiercontacto directo, lo que favorece nuevas formas deexplotación y donde los primeros perjudicados son losproductores del Sur. Mejorar su suerte y sensibilizar ala opinión pública del Norte de las injusticias de queson víctimas es el doble objetivo que se fijan losactores del comercio equitativo que, al mismo tiem-po, promueven acciones de sensibilización y organizancircuitos de distribución.

3. El proyecto

Mientras tanto, el proyecto de economía solidariasólo puede ser constituido situando estas prácticas

en un contexto general de globalización. En verdad,existe un riesgo, el de instrumentalizar las prácticasde la Economía Solidaria en un contexto neoliberal.El desvío de la Economía Solidaria que de éste resul-taría, consistiría en limitarla al papel de unaeconomía de parche, que actuaría solamente sobrelos efectos de la pobreza sin combatir sus causas.

Para los neoliberales, la Economía Solidaria seaceptaría sólo bajo la forma de una economía asis-tencialista que provocaría el desmantelamiento delEstado social, organizando servicios menos caros,con base en un voluntariado consentido y masivosrecursos a empleos precarios. La fuerza de esta con-cepción queda ilustrada, por ejemplo, en algunospaíses anglosajones, por la noción del sector tercia-rio cuando éste es visto como un sector residual,filantrópico, sin ninguna dimensión de conquista dederechos y de transformación social.

Las redes europeas de economía solidaria puedentener diferentes abordajes, pero todas son unáni-mes en negar la instrumentalización de estas prácti-cas que las privaría de sentido ya que su razón deser reside justamente en el combate al crecimientosin fin del mercado y a la globalización neoliberal.

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En suma, lo que hace original la perspectiva de laeconomía solidaria es el deseo de que se articulenpermanentemente las dimensiones política yeconómica. Se trata, al mismo tiempo, de resistir yde construir, de contestar y proponer, en otras pala-bras, de relacionar la contestación política de laactual globalización a las prácticas de ciudadaníaeconómica.

El proyecto político de la economía solidaria con-siste en construir otra mundialización a través de uncomportamiento solidario en los actos económicoscotidianos (creación de nuevos servicios, nuevosintercambios, producción, consumo, ahorro...)

Es lo que sucede:

• Cuando los creadores de servicios de proximidaddenuncian la selección de las clientelas en los nego-cios y exigen igualdad de acceso a los serviciossociales, - cuando los habitantes proponen una inte-gración con los poderes públicos locales paraparticipar de la organización de servicios urbanosadaptados a sus beneficiarios, - cuando las mujeresse comprometen en la lucha contra las discrimina-ciones y por la instauración del derecho a la inicia-

tiva, - cuando los promotores de finanzas solidariasdenuncian la moda del micro-crédito en el seno de lasgrandes instituciones internacionales lo que se tornaun elogio al “capitalismo de los pies descalzos”.

• Cuando los actores de redes de trueque local seesfuerzan por fijar nuevas fronteras para el capitaly para preservar las relaciones de proximidad que noestén basadas en la búsqueda del lucro, - cuando elmovimiento del comercio equitativo es activo en lascampañas internacionales por la defensa de losderechos sociales y del medio ambiente.

4. Las condiciones de desarrollo

El aumento de la fuerza del proyecto de economíasolidaria presupone, sin embargo, la ruptura con lavisión de la economía que hace del mercado el únicoproductor de riquezas.

Es fundamental desarticular esta idea tan difundi-da. Por un lado, la economía no podría limitarse almercado; por otro, la economía no funcionaría si nohubiera infraestructuras públicas; si no hubiera untrabajo cuidadoso de educación, realizado diaria-mente, posibilitando la reproducción social, trabajo

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asumido por las mujeres sin reconocimiento en elámbito de la división sexual laboral.

La solidaridad es creadora de riquezas tantomateriales como culturales, relacionales. Esteaporte de la solidaridad a la economía fue ocultadopor una ciencia económica que, en su ortodoxia,está centrada en el mercado. El pensamiento únicode éste debe ser sustituido por la percepción de larealidad de la economía que es plural.

Poner en evidencia esta diversidad presuponetambién que el crecimiento del mercado no sealimitado apenas por el Estado. El mayor contactoentre el movimiento de economía solidaria y losmilitantes antiglobalización debe permitir que estosse den cuenta de que la iniciativa ciudadana puedeser complementaria a la acción pública.

Contrariamente a ideas preconcebidas, la econo-mía solidaria no es el caballo de Troya para que elEstado no se comprometa. De hecho, ésta puede in-cluso ampliar el espacio público cuando sus promo-tores formulan interrogantes que no tendrían lugarsin su posicionamiento. Por esto, en vez de oponereconomía solidaria y servicio público, conviene

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mostrar las interdependencias contínuas entre accióncolectiva y acción pública, tales como éstas trans-curren hace casi dos siglos de historia europea.Mensajera del compromiso ciudadano, la economíasolidaria puede ser tanto una pieza para la cons-trución del Estado social donde éste aun no existe,como también puede contribuir a la relegitimación dela intervención pública.

5. ¿Qué futuro?

Una alianza más evidente entre las partes involu-cradas en la economía solidaria y los miembros delas organizaciones que se responzabilizaron por la

resistencia al neoliberalismo sólo tiende a facilitarla instauración de nuevas relaciones entre lospoderes públicos y la sociedad civil, con la perspec-tiva de una democratización recíproca de la acciónpública y de la sociedad civil.

Además, la participación en servicios de proximi-dad, el consumo equitativo y el ahorro solidario sonalgunos de los medios concretos de enfrentar a laeconomía dominante. Para darles más fuerza, losactores de la economía solidaria insisten en laimportancia de la estructuración de las redes en elámbito local, nacional e internacional, como laimplementación de cooperaciones económicas per-durables que involucren redes del Norte y del Sur.

Estas son las prioridades que se manifiestan parael futuro. Mientras tanto, sin negar la extensión delcamino que resta por recorrer, no se deben menos-preciar las etapas ya superadas. La economía soli-daria existe. Ésta reveló problemas que habían sidodisimulados por la naturalización del mercado. Susprácticas, ciertamente, aun permanecen poco cono-cidas, pero, a pesar de su heterogeneidad, éstas seagrupan en torno al rechazo de esta mercan-tilización del mundo que nos era, hasta hace poco

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tiempo, presentado como el único futuro posible. Elneoliberalismo no reina más con la claridad deantes. El Foro Social Mundial atestigua su pérdida decredibilidad. En el despertar de los ciudadanos, quemarca el inicio del siglo XXI, están presentes losactores de la economía solidaria. Poco a poco, estosse agrupan para llamar “globalización de la solidari-dad” a una y mundialización a la otra. Su aporteespecífico resulta de su lucha por comenzar a cons-truirla a través de sus esfuerzos cotidianos.

Jean-Louis Laville - Sociólogo y economista delCentro Nacional de Investigación Científica - Crida -LSCI - París y miembro de la Inter-Redes deEconomía Solidaria. Autor de "Economía Solidaria,una perspectiva internacional", 2ª edición 2001 y"Una tercera vía para el trabajo", 1999; entre otros.

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El fín de la hegemonía neoliberal

Durante tres décadas las teorías económicasneoliberales, al servicio del conservadurismo y delos monopolios, han pretendido validar el principiodel mercado total, sosteniendo que todas las activi-dades humanas pueden realizarse mejor si se orga-nizan como mercados libres donde cada individuoprocure egoístamente lo mejor para sí, compitiendosin límites con todos los demás. Han afirmado que laeconomía es una esfera independiente, cuya lógicaobjetiva pretendidamente universal debe cumplirsecomo ley de la naturaleza so pena de generar elcaos, y que la política, la resistencia social y cultu-ral, los valores más profundos de lo humano y el

mismo sentido común debían ser desplazados por eleconomicismo como sentido final. Han dispuestoque el mercado debe indicar quién tiene capaci-dades y quién no, quién merece ser sujeto de dere-chos humanos y quién no.

Esta ideología, vendida –mas bien untada- comopomada mágica a los gobiernos tecnocráticos, diceque lo importante no es la calidad de los procesos,sino los resultados. Apliquémosle entonces su propiaregla de oro: los resultados de esta ideología vienensiendo el empobrecimiento, la concentración de lariqueza en aquellas sociedades que siguen su dicta-do y en el mundo en su conjunto, la exclusión, la cri-sis del modelo mismo (como demuestra dramática-

La propuesta de Economía So l idar iafrente a la economía neo l iberal

José Luis Coraggio

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mente la Argentina), la desesperanza y la guerra...Entre cero y diez ¿qué calificación merecen los gurúsde la economía, por el experimento irresponsable,disfrazado de ciencia, al que han sometido a lahumanidad? ¡¡¡CERO!!!

Por su parte, el sistema interestatal y sus organi-zaciones multilaterales - Fondo MonetarioInternacional, Banco Mundial, Organización Mundialdel Comercio - han mostrado su incapacidad paragobernar al mundo con justicia y objetividad, y parapromover el respeto mutuo de los pueblos. Por elcontrario, ha quedado al desnudo que representan eimponen los intereses del capital financiero y deciertos gobiernos. La revolución del conocimientopuesta al servicio del capital ha desatado un ritmoacelerado de innovaciones, muchas de las cualesavasallan los derechos del trabajo y resultandestructivas de las sociedades y de los equilibriosecológicos. Las tendencias empíricas indican contotal certidumbre que no podemos esperar a que eldinamismo del propio capital nos vuelva a integrar:bajo su predominio no volverá a haber plenoempleo, ni volverá a plantearse siquiera la promesadel liberalismo de que – aunque con desigualdad cre-ciente - todos podríamos experimentar una mejoría

en nuestra calidad de vida, a lo largo de nuestrasvidas e intergeneracionalmente. Eso erosiona lalegitimidad del sistema y explica que los mecanis-mos de la hegemonía comiencen a dar lugar a los dela dominación abierta, crecientemente con un com-ponente militar.

Un sentido alternativo para la economía

Tenemos que plantear alternativas a las políticasmacroeconómicas que propugnan el FMI, el BM o elTesoro Norteamericano, a las reglas asimétricas delcomercio internacional que viene generando laOMC, todo ello celebrado o diseñado en el ForoEconómico de Davos. Debemos oponer, a la prioridaddel derecho a la propiedad privada de unos miles decapitalistas, y luchar por el derecho a la vida demiles de millones de seres humanos y hasta de con-tinentes enteros. Pero no es suficiente tratar demodificar las políticas que vienen desde arriba. Entodo caso, hacerlo efectivamente requeriríademocratizar los estados y los sistemas políticosnacionales, lo que no puede lograrse sin un podersocial construido de abajo hacia arriba, con firmesbases materiales que le den autonomía para dis-putar palmo a palmo el terreno al gran capital y a

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sus élites gobernantes asociadas, mucho más allá dereivindicar simplemente un trato menos salvaje.

Esas bases materiales puede proveerlas otraeconomía, centrada en el trabajo y no en el capital.Esto significa otros arreglos sociales para promoverla valoración y el desarrollo pleno de las capaci-dades humanas, organizando de manera cada vezmás adecuada y justa el uso de los recursos mate-riales y la aplicación de conocimientos y sabiduríaspara satisfacer las necesidades de todos de acuerdoa modos de consumo racionales en armonía con lanaturaleza.

Claves de la economía solidaria

Una clave de la propuesta de la economía solidariaes institucionalizar -mediante la práctica y mediantenormas expresas- reglas morales que sobre conformenel funcionamiento de toda la economía. Para elloplantea consolidar, desarrollar o construir un fuertesubsistema de la economía de alcance global pero conramificaciones en todas las regiones y localidades delmundo- que sea conscientemente regido por esas nor-mas, estableciendo alianzas entre diversas formas deorganización de la producción, la distribución y el con-

sumo, que aseguren la reproducción ampliada de lavida de todos, avanzando sobre la economía orienta-da por el lucro sin límites.

No se trata de una propuesta anti-mercado,porque la escala de los intercambios que serequieren para hacerla sostenible sólo puede alcan-zarse mediante mercados regulados y liberados delmonopolio capitalista. Tampoco se trata de buscarrefugio en comunidades aisladas, sino de vincularrespetuosa y dinámicamente la fuerza de las inicia-tivas locales con el amplio espacio de solidaridadglobal al que hoy es posible acceder con las nuevastecnologías, si son adecuadamente controladas porlas sociedades.

No se trata de una propuesta anti-Estado.Requiere que la economía pública sea imbuida de losvalores de la economía moral, cambiando de signosus procesos de reforma, fortaleciéndose al demo-cratizarse junto con los sistemas de representaciónpolítica y social y poniéndose al servicio de lasmayorías a las que pretende representar. Mientras elsector capitalista recorre su transición terminal -que presumiblemente no será corta, como advierteI. Wallerstein- debemos confrontarlo limitando su

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voracidad de acumulación, mediante el poder políticodemocrático basado en los nuevos movimientos ypoderes sociales, así como compitiendo por las volun-tades y los recursos desde esta nueva economía orien-tada por principios morales basados en la solidaridad.

Aunque es ambiciosa, esta propuesta debe tenerla modestia necesaria para abrirse, enriquecerse yrectificarse en los procesos de aprendizaje y diálogocontinuo, mientras participamos activamente en latransformación de la realidad, mientras atendemoslas gravísimas emergencias en que nos ha sumido elneoliberalismo, superando la mera acción reactiva yfragmentaria para pasar a actuar dentro un marcoestratégico que oriente las decisiones colectivas.Para contribuir a ello, sin perder la autonomía delpensamiento crítico y propositivo, los intelectualesdeben fortalecer su vinculación y compromiso conlas decisiones y luchas de las trabajadoras y traba-jadores en cada cultura.

Ya estamos en marcha

No estamos hablando de ideas utópicas, sino deOTRO MUNDO POSIBLE, basado en la consolidación,promoción, potenciamiento y enriquecimiento

humano de realidades ya existentes: • Miles de redes nacionales y globales de

productores y consumidores vinculados por rela-ciones económicas más justas.

• Miles de sindicatos que mantienen su lucha porun salario justo y condiciones humanas de trabajo.

• Miles de nuevos movimientos sociales queluchan contra la discriminación, la explotación y endefensa de los derechos humanos que viola el sis-tema capitalista globalizado.

• Decenas de miles de iniciativas colectivas, ges-tionando desde la sociedad recursos privados ypúblicos, formas asociativas, comunitarias, de pro-ducción conjunta, de banca ética, de resolución denecesidades que el mercado capitalista no consideraporque no son fuente de ganancias.

• Centenas de miles de organizaciones de créditosolidario, de ayuda mutua, de servicios públicosautogestionados, de trabajo voluntario, producciónque sostiene identidades étnicas, que produce rela-ciones sociales más igualitarias, que elimina laexplotación entre mujeres y hombres, que ataca elpatriarcalismo y el clientelismo, que valoriza a losjóvenes y a la tercera edad, que valora los equili-brios ecológicos de los que depende la vida en elplaneta.

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• Miles de millones de iniciativas de reproduccióny trabajo autónomo en unidades domésticas delcampo y la ciudad y sus microemprendimientosasumidos principalmente por mujeres.

Esas formas de producción y de reproducción de lavida ya existen, ya encaran de otra manera sus con-tradicciones internas -como la doble explotación delas mujeres a la que se refirió Rosa Guillén- y pug-nan por afianzarse en un mundo hasta ahora domi-nado por el patriarcalismo, por el mercado capita-lista y por gobiernos asistencialistas que están máspreocupados por la gobernabilidad, por ser acepta-dos por las cúpulas de poder financiero, por darprioridad a su “responsabilidad” de reducir la cargafiscal al capital, por ser buenos pagadores de deu-das ilegítimas y por seguir la recetas del neolibera-lismo, antes que por su responsabilidad como repre-sentantes de la sociedad

El desafío de articular y globalizar

¿Qué proponemos? Proponemos superar la frag-mentación mediante la articulación, el aislamientomediante la asociación y el encuentro dialógico, laacción reactiva y defensiva mediante una acción

programática que dé inmediata respuesta a la emer-gencia en que nos sume el programa neoliberal perovinculándola con la creación de las condiciones paraacelerar la transición final del sistema actual haciaotro sistema-mundo más igualitario, sosteniblesocial, política, ecológica y económicamente, en elque los valores de la convivencia humana gobiernenpor sobre los valores del lucro sin límites.

Estamos proponiendo a este Fórun Social Mundial,y a las organizaciones sociales, políticas y culturalesparticipantes, que adopten una estrategia queunifique esas iniciativas, que admita la diversidadde sus orígenes –laicos o de diversas religiones, deOriente y de Occidente, del Norte o del Sur, de susculturas, de sus intereses particulares, y ponga enmarcha la tan mentada sinergia, tan difícil de lograrcuando el mismo campo popular está atravesado porconflictos y competencias por la sobrevivencia.

Proponemos construir conscientemente unSistema Global de Economía Solidaria, una economíaque no represente la autojustificación del enrique-cimiento a costa de los demás sino que representela moral de las clases trabajadoras en un amplioespectro, donde sociedad, política y cultura se revi-

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talicen, encarnándose en formas económicas cen-tradas en el trabajo y en la lógica de la reproducciónen condiciones siempre mejores de la vida humanade todas las personas, comunidades y sociedades,cada una en sus propios términos. Implica articularlas nuevas formas socioeconómicas y políticas conlas reivindicaciones históricas dentro de cada sis-tema cultural y en particular dentro del sistemacapitalista: salario digno, seguridad social, condi-ciones del trabajo asalariado de mujeres y hombres,igualdad política, etc.

Las raíces morales e históricas de la propuesta

La moral de l@s trabajador@s representa unaracionalidad substantiva de orden societal: todoslos seres humanos deben tener sus necesidadesvitales cubiertas a lo largo de su vida, tod@s l@strabajador@s deben tener trabajo y ello debe per-mitirles una vida acorde con las posibilidades de latecnología y la naturaleza, y en ningún caso labúsqueda del bienestar individual, comunitario onacional puede amenazar las bases mismas de lavida en el planeta.

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Como nos recordó Jean Luis Laville, el movimientoobrero impulsó a principios del siglo XIX formas soli-darias en Europa y hoy vuelve a impulsarlas como noslo muestra la iniciativa de la CUT brasileña, enestrecha vinculación con los nuevos movimientossociales, en su empeño por impulsar cooperativas deltrabajo asumiendo la representación del conjunto del@s trabajador@as. Y este arco de dos siglos seinscribe en el más amplio arco histórico de las culturasmilenarias que el colonialismo pretendió subordinar yque hoy renacen y se extienden en varios continentescon sus formas de reciprocidad, respeto a la natu-raleza y preocupación por el orden cósmico.

Los desafíos

Esta propuesta significa que ya no vamos a espe-rar que la inversión capitalista-productiva o especu-lativa- nos reintegre como asalariados y consumi-dores a su antojo, barriendo con las culturas en suafán de mercantilizar y homogeneizar para contro-lar, y que vamos a dedicarnos a organizar directa-mente la producción y el intercambio, a canalizarnuestros propios ahorros, a gestionar las mejoresformas de resolver nuestras necesidades, respetan-to y aprovechando la riqueza de nuestra diversidad

cultural, étnica y geográfica, integrando lasacciones productivas desde lo local en ámbitosregionales, nacionales y globales.

La tarea propuesta no es fácil. Exige de nosotroscombinar la predicción de otro mundo posible -acom-pañada de un programa de acción para planificar yregular los nuevos mercados-, con el pragmatismoacuciado por las penurias acumuladas en estasdécadas, que han traído hambrunas en un mundocapaz de alimentar a varias humanidades. Estoplantea a los movimientos una lucha cultural, unalucha por desarrollar la capacidad de comprensión yde acción racional de los ciudadanos, pues el sentidocomún ha sido penetrado por los valores neoliberalesy del consumismo inmediatista, y debe ser liberado deesas cadenas que impiden pensar las posibilidades queencierra este momento de transición epocal. En estoes fundamental advertir que el poder de los grandesmonopolios y gobiernos puede ser contrarrestado porla acción coordinada de masas, hoy manipulada por laideología individualista. Así, el poder de compra deconsumidores y usuarios puede ser una fuerza extra-ordinaria, orientado por otra conciencia acerca de losefectos del consumo individualista sobre los equili-brios fundamentales del planeta y sus regiones.

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La Economía Solidaria es un concepto que abarcaun amplio espectro de propuestas y expectativas, ydebe permanecer plural, permitiendo la experi-mentación responsable en la búsqueda de nuevasformas de organización de la producción y la repro-ducción. Esas propuestas deben poder manifestarsus pretensiones de legitimidad y tendrán variadasrespuestas por parte de las sociedades en las diver-sas culturas y situaciones históricas. El conflictoestará inevitablemente presente en esas búsquedas,pero eso no es malo ni es un obstáculo, si logramosregular esos conflictos de manera de volverlosmotor del desarrollo de formas siempre mejores degestión del sistema de necesidades, de modo quetodos los seres humanos puedan desarrollar suscapacidades. Sabemos que las necesidades, entendi-das como tensiones por la carencia de determinadosbienes o servicios, son una construcción social, en laque el interés del capital ha predominado gestandodemandas que realimentan su circuito de acumu-lación sin fin. Parte fundamental del proyecto de laeconomía solidaria es tomar conciencia de lasopciones que tenemos en cuanto al modo de con-sumo y sus interrelaciones con los modos de desar-rollo de la producción. El Desarrollo HumanoSustentable es una propuesta cuyas pretensiones

paradigmáticas deben ser consideradas por laeconomía solidaria en su búsqueda de una economíano capitalista, no patriarcal, culturalmente plural yno colonizadora.

Elementos para una estrategia / programa de trabajo

Para lograr toda la fuerza de este movimiento noserán suficientes palabras y propuestas de futuro.(Hoy hasta el Banco Mundial dice que quiere paranosotros una vida mejor, aunque sus acciones parecenindicar mas bien que de lo que se trata es de que el40% de la población pase a mejor vida!). Es precisomostrar empíricamente, con prácticas exitosas, que laeconomía solidaria es una alternativa infinitamentesuperior a la lucha darwiniana por la sobrevivencia.Hay que mostrar prácticamente, como lo han hechoPorto Alegre y tantas otras sociedades locales en elmundo, que es posible la democracia participativa,que además es eficiente, pues no sólo permite el con-trol de los funcionarios sino que provee una racionali-dad superior que resulta de combinar el conocimientotécnico-científico con el conocimiento práctico de losciudadanos y usuarios. Hay que confirmar que las pre-tensiones de legitimidad de los intereses particularespueden dirimirse mejor en un espacio democrático

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abierto que mediante lobbies e influencias que seejercen detrás de las cortinas del poder administradory que siempre benefician a los más poderosos o a lasredes de poder mafioso y corrupto.

Esta estrategia sólo puede consolidarse mediante lareforma profunda de las instituciones (como los sis-temas jurítico-normativos, que condenan “ilegal” a lamitad del legítimo trabajo de reproducción), lacreación de otras nuevas y la acción cotidiana de cen-tenas de miles de promotores que difundan el cono-cimiento y la información, que interconecten los em-prendimientos solidarios locales, que medien entre loscentros de formación y de investigación científica y

tecnológica y los productores y consumidores, ponien-do a su disposición el conocimiento más avanzado,asegurando la capacidad de innovación, de eficienciasocial y de calidad de los procesos y los resultados.

Vamos a continuar identificando las múltiplesexperiencias de la economía solidaria, sistematizan-do y aprendiendo de sus experimentaciones, de surica variedad, afirmando valores humanos y tejien-do redes de intercambio que les permitan potenciarsus capacidades de satisfacer las necesidades detodos. Ya comienzan a multiplicarse los programasde investigación científica y de formación superioren economías alternativas. Debemos penetrar en las

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estructuras curriculares de los sistemas escolares,comenzando desde los niveles iniciales, para que seabran a la sociedad y faciliten el desarrollo de lascapacidades emprendedoras, de comprensión, decomunicación, de creación, de participación y coo-peración que requiere una economía de solidaridad.

Las propuestas no pueden resultar de individuos,grupos u organizaciones iluminados. Para encarnarseen las prácticas de los millones de trabajadores delmundo deben resultar de procesos colectivos deaprendizaje, ser comunicables a los diversos códigos ymatrices culturales, poder conectarse con el mundode las necesidades percibidas por las personas y sercreíbles, mostrando su viabilidad o la posibilidad deconstruir las condiciones para su efectivización. Ellorequiere superar las declaraciones de tono filosóficogeneral, elaborando participativamente programas deacción concretos, demostrando la legitimidad de laspropuestas mediante sus resultados experimentados yvalorados positivamente por la gente.

Política democrática y Economía Solidaria

No tenemos verdades absolutas, pero tenemosuna base empírica innegable de experimentación

socioeconómica y la disposición para aprender denuestras prácticas y las de otros. Por supuesto, no setrata sólo de saberes correctos. Esta propuesta impli-ca confrontar intereses poderosos, ideologías conser-vadoras y la fuerza del dinero y del poder políticoalienador de la ciudadanía. Pero ya hemos demostra-do a través de las redes de trueque que tenemos elpoder de crear nuestra propia moneda social, quepodemos resolver necesidades mediante el trabajocomunitario y también que podemos competir en losmercados globales por la voluntad de los consumi-dores dispuestos a comprar productos en redes decomercio justo y solidario, que buscan la calidadmaterial, social y ecológica de aquellos bienes y ser-vicios que pueden asegurar una producción y un co-mercio responsables. No se trata entonces de buscar“nichos” de mercado para la producción popular, sinode construir nuevos mercados globales, nuevas rela-ciones, nuevas relaciones socioeconómicas a escala,proponiendo otra vinculación entre lo local y lo glo-bal, entre el interés particular y el interés generalintercultural.

Esta propuesta es concreta y compleja. Llevarátiempo conformar ese sistema global, consolidar yconstituir nuevos sujetos socioeconómicos, imbuir de

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los valores de la economía solidaria a las administra-ciones públicas, limitar la furia de acumulación delcapital e incluso superar el sentido común legitimadorde una economía excluyente que ha pretendido natu-ralizarse a través de la acción ideológica y del miedoa la exclusión y la represión.

Como indicaron Sandra Quintela y Carola Reintjies,estamos ante un desafío histórico: ser parte de laconstrucción de otra economía centrada en el traba-jo, luego de haber experimentado el fracaso de laeconomía construida por el capital; volver a asumir laresponsabilidad social y política por el futuro de lahumanidad desde la misma base socioeconómica,revirtiendo las relaciones de poder político y deapropiación de los bienes y recursos del planeta.Como movimiento global vamos a tener que explorary valorizar nuestras heterogéneas raíces culturales, enel Norte y en el Sur, en Occidente y en Oriente,superando la dependencia Norte-Sur y el eurocentris-mo, abriéndonos realmente al descubrimiento y alaprendizaje conjunto de nuestras capacidades deorganización del trabajo, de un trabajo de calidadhumana que, por sí mismo, sea un camino para larealización de todas las personas.

No basta ya con aguantar, con sobrevivir o mera-mente resistir o golpear cacerolas. Se trata de crearotra economía, una economía solidaria, y confrontaren su propio terreno al capital - que pretendió, peroque ya no puede ser la única forma legítima de orga-nizar la producción, la distribución y el consumo- ya sus aliados estatales.

Este es pues un proyecto profundamente político:NO PUEDE HABER OTRA ECONOMIA SIN DEMOCRACIA YNO PUEDE HABER DEMOCRACIA SIN OTRA ECONOMIA.

Cada uno de nosotros, cada idea, cada iniciativa,cada interpelación y cada diálogo cuentan. Que estaconferencia y este seminario de economía solidariabrinden nuevo impulso al movimiento hacia otraeconomía, hacia otra globalización.

José Luis Coraggio - Economista con trabajos en lostemas de la economía popular en Nicaragua (1985),Ecuador y en la Universidad General de Sarmiento,Argentina. Autor de numerosas publicaciones sobreeconomía popular y sobre la posibilidad de desarrol-lar un sistema de economía centrada en el trabajo.Es co-cordinador de URBARED, red de política socialurbana en América Latina.

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Eje I: Producción de riquezas y la reproducción social

Composición de la mesa:

Animadora y autora de esta síntesis:Sandra Quintela/Brasil - PACS - Instituto de PolíticasAlternativas para el Cono Sur y RBSES - RedBrasileña de Socioeconomía Solidaria.Presentadora de la Conferencia por las Redes Impulsoras:Carola Reintjes, REAS - Red de Redes de EconomíaAlternativa y Solidaria, Estado Español.Debatidor: Jean Louis Laville/Francia - CRIDA - Centro deInvestigación e Información sobre la Democracia yla Autonomía e IRES; José Luis Coraggio/Argentina -

Síntese

Universidad General Sarmiento; Rosa Guillén/Perú -Red Latinoamericana Mujeres Transformando laEconomía.

Redes Impulsoras de la Conferencia y del Seminario:

Coalición Rural, México y USA. COLACOT,Confederación Latinoamericana de Cooperativas yMutuales de Trabajadores (L. América); FAMES -Fórun de Mujeres Africanas para el Mundo deEconomía Solidaria, Senegal; FINANSOL - FinanzasSolidarias, Francia; GESQ - Grupo de EconomíaSolidaria de Quebec, P.Q. Canadá; GRESP - Grupo deEconomía Solidaria de Perú; IRES - Inter-redes deEconomía Solidaria, Francia; MAG2 Finanzas- Italia;PSES - Polo de Socioeconomía Solidaria, Global;

Economía Solidaria: Camino para construir día-a-día una otra globalización

Sandra Quintela

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RBSES - Red Brasileña de Socioeconomía Solidaria,Brasil; REAS - Red de Redes de Economía Alternativay Solidaria, Estado Español; Red de TruequesSolidarios, Argentina.

1. Calificación de la conferencia:

Página de preguntas:Las preguntas cuestionan si la Economía Solidaria,

en sus diferentes formas, es una práctica puntual yde dimensión apenas micro económica o un proyec-to de desarrollo destinado a promover - de formasostenida - las personas y colectividades socialespara que sean los sujetos de los medios, recursos yherramientas de producir y distribuir las riquezas,preservar la naturaleza y el medio ambiente, paralograr la suficiencia en respuesta a las necesidadesde todos.

A. ¿La Economía Solidaria tiene apenas comoúnico objetivo, mitigar los problemas sociales gen-erados por la globalización neoliberal, o tiene tam-bién la vocación de constituirse en el fundamentode una globalización humanitaria, de un desarrollohumano plural y sostenible, socialmente justo y ori-entado para lograr - en forma racional - la satisfac-

ción de las necesidades y, también, para permitir elflorecimiento de los potenciales de cada persona,de todas las ciudadanas y ciudadanos de la Tierra,promoviendo la calidad de vida de ésta y también lade las futuras generaciones?

B. ¿Los valores centrales de la Economía Solidariason el trabajo, la satisfacción sostenible de lasnecesidades, el saber y la creatividad humana?¿Cómo superar la opresiva división del trabajo cen-tralizado en la discriminación sexual, étnica, cultu-ral, etc. y también la injusta distribución de losmedios de consumo?

La Economía Solidaria ha nacido especialmenteentre los excluidos de los estados de bienestarmaterial, entre los que no tienen acceso a los bienesproductivos, a los mercados, a la tecnología y alcrédito; se revela como un potencial paradigma deotra globalización que demuestra, en la práctica,que Otro Mundo es Posible.

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En este sentido:

A. ¿Se trata de una propuesta de economía para-lela a otros sistemas económicos? ¿Apenas seríacomplementaria a otras formas económicas? ¿O seexpande en conflicto con ellas, conviviendo y con-frontándose en un largo proceso transformador,capaz de llegar a superarlas? ¿Existen contradic-ciones y conflictos en su interior o se pretende quesea pura solidaridad? ¿Si hubiera conflictos, sonintrínsecos a la economía solidaria? ¿Cómo se puedeconvivir con el capitalismo, sin ser integrado oabsorbido por él?

¿Cómo tratar la cuestión de la solidaridad en unasociedad que es regida por valores imbuidos de con-sumismo y mercantilismo y cómo es posible difundirla propuesta de vivir en redes de economía de soli-daridad? ¿Qué desafíos hay que enfrentar para tra-bajar la sensibilidad para la cultura de la solidari-dad, en relación a la estrategia imprescindible paralas prácticas de la economía solidaria?

¿Cómo compatibilizar la riqueza con los conceptospresentes en las nociones de Economía Social,Economía Solidaria, Economía Popular y Solidaria,

Socioeconomía Solidaria, consolidando un sentidoemancipador al conjunto de las acciones, respetan-do la diversidad regional, cultural y también laspeculiaridades Sur-Norte y Este-Oeste?

¿Cómo reforzar, en forma ordenada, las prácticasy estimular el apoyo mutuo entre las iniciativas,interrelacionando los sectores y las acciones? ¿Cómoevaluarlas, mediante qué códigos, criterios e indi-cadores? ¿Cómo proyectar la riqueza de esasacciones para el conjunto de la sociedad? ¿Cómocoordinar y expandir las experiencias y redes, en unnivel local, nacional, continental e internacional?¿Cómo integrar las escalas local y global de lasempresas y redes solidarias?

Los grupos sociales a que se refiere: el público deestas redes incluye a los que ya no pueden vivir en elsistema dominante y, también, a los que ya no quierenhacerlo. Los primeros porque son excluidos, desposeí-dos, explotados de ambos hemisferios; se incluyenaquí a los trabajadores urbanos y rurales, a los desem-pleados, a las mujeres trabajadoras, a los sin tierra ya los sin techo. Los otros, porque buscan combatirtoda forma de exclusión y deshumanización, integrán-dose solidariamente a este proyecto.2. Análisis:

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y distribuir las riquezas, tiene que enfrentar riesgosy obstáculos objetivos y subjetivos que convierteneste proceso lento y complejo. Paciencia y persee-rancia son cualidades exigidas de todos los que seempeñan en su construcción, también implica unatransformación personal y cotidiana, con la incorpo-ración de nuevos valores, actitudes y formas derelacionarse.

No vamos a conseguir progresar en el sentido de laconstrucción de otra economía si no hacemos unarevisión profunda de lo que fue, y de lo que aún estápresente y queremos cambiar en la relación degénero, esto es, la división sexual del trabajo y lacultura patriarcal.

Las redes de economía solidaria recusan la instru-mentación de sus prácticas por la economía de mer-cado, refutando el mito de que todas las relacioneshumanas y la propia economía se reducen al merca-do. La economía solidaria no se define por una pos-tura antimercado ni anti-Estado, sino por la de cons-truir nuevas prácticas económicas y relaciones depoder en que el mundo del trabajo sea el principalprotagonista.

Es una propuesta abierta, que se enriquece por las

En los últimos 30 años surgieron diversas accionesde la economía solidaria que rescataron experien-cias de más de un siglo, en las luchas y organizaciónde los trabajadores, siempre con innovaciones crea-tivas. Para enfrentar a los problemas sociales crea-dos por el mercado, esas acciones colectivas delpasado y del presente muestran que puede ser movi-lizado otro principio económico, a servicio de lasociedad. La solidaridad viene de la acción recípro-ca entre ciudadanos libres y puede ser un principioeconómico en oposición al principio liberal, quesolamente reconoce al mercado y a la competición.Entre las innovaciones, se incluye a las múltiplesdimensiones y potenciales humano y se basa en elconcepto de que la economía solidaria integra solu-ciones que van desde el nivel local hasta el global.Es intrínseca a la economía solidaria la capacidad dearticular constantemente la dimensión política ysocial y la dimensión económica con una preocu-pación ambiental

La economía solidaria está centrada en la valo-rización del trabajo, el saber y la creatividad humana,y no en el capital. Al dar poder a los trabajadores,como sujetos de los medios y recursos para producir

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transformaciones de la realidad. Propone que elEstado sea democratizado y colocado a servicio dela sociedad.

Sin la construcción de una economía solidaria seráimposible una globalización solidaria.

3. Propuestas identificadas

Propuestas estratégicas • Integración y consolidación, articulación de las

redes de economía solidaria en ámbitos local,nacional, continental e internacional.

• Alianzas entre las organizaciones y redes en losdiversos segmentos de la economía.

• Conexión entre economía solidaria y una nuevaeducación: aprender a aprender, aprender con lasexperiencias, alterar los currículos y métodos de laeducación formal introduciendo prácticas cooperati-vas y solidarias, etc.

• Disputar el uso de los recursos que las agenciascolocan a disposición en nombre de la solidaridad

• Adquirir consciencia de la forma de consumoque tenemos y de cómo ellos se conectan con losprocesos productivos, con el fin de transformarlocon la perspectiva de la ética de la solidaridad y de

la sostenibilidad.• Políticas públicas que promuevan la tomada del

poder de la sociedad y de las acciones de laeconomía solidaria.

• Acuerdos bilaterales o multilaterales con lospoderes públicos

• Un Banco Mundial ético.• Una Organización Mundial del Comercio justo• Planes de pensión solidarios.

Propuestas integradoras• Hacer la memoria histórica de la Economía

Solidaria.• Mapa de la Economía Solidaria y base de datos

colectiva.• Consolidar prácticas exitosas en el intercambio

de bienes y servicios solidarios organizado en unnivel internacional (portal, comercialización).

• Articular las diferentes formas y sectores de laEconomía Solidaria desde el nivel local al global, cons-truyendo y reforzando las redes de colaboración soli-daria, que facilitan la interacción de los diversos acto-res y fomentan un espíritu de sujetos de la cons-trucción.

Propuestas que faciliten un proceso de cons-

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trucción de consensos sobre conceptos y marcoético:

Promover debates internacionales sobre: • criterios éticos y elementos diferenciales de la

Economía Solidaria.• criterios éticos y códigos de conducta empresa-

rial,• conceptos de empleo, trabajo, valor, riqueza,

escasez, necesidad, mercado, Estado, democracia,etc.,

• metodología internacional sobre indicadoresinnovadores de evaluación (indicadores de riqueza,trabajo, calidad y cantidad de la ocupación).

Propuestas de alianzas que faciliten la articu-lación, la proyección externa y la implantaciónsocioeconómica como agente de transformación:

• Recopilación y publicación de datos y estudiosnacionales (redes) o sectoriales (financiamientosolidario, comercio justo, moneda local, etc.):datos, realidades, impacto.

• Repensar la cooperación internacional a partirdel paradigma de la solidaridad entre Sur-Sur, Sur-Norte, consumidor-productor, trabajador-empren-dedor, sustituyendo así la lógica dominante de la

mera transferencia financiera o técnica. Alianzasestratégicas con movimientos sociales para lacooperación internacional, pro- globalización soli-daria, presión sobre actores de poder (p. ejemplo,impuesto sobre las transacciones financieras) ysobre las instituciones multilaterales (ONU, FNI, BM.OMC, OIT, etc.) para que se integren en la EconomíaSolidaria como un componente indispensable para eldesarrollo social y humano sostenible y multidimen-sional.

• Alianzas estratégicas con el sector académico yotros agentes de la investigación, para ahondar elestudio de las temáticas expuestas.

• Experiencias compartidas con el poder político(por ejemplo, presupuesto participativo, etc.), yacuerdos bilaterales o multilaterales con lospoderes públicos/políticos, fomentando legisla-ciones específicas sobre la Economía Solidaria, ocolaboraciones puntuales.

En toda acción y construcción colectiva debemos

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cuidar de aspectos fundamentales y transversales:• Tener paciencia, saber esperar: grandes proyec-

tos políticos, culturales y sociales precisan demucho tiempo, ritmo pausado, pasos firmes.

• Actuar de abajo para arriba, de la persona parala entidad, de lo local para lo global.

• Establecer relaciones horizontales, transpa-rentes y participativas.

4. Consensos y divergencias

Puntos de Consenso: • Organizar proactivamente otra economía y

estructuras de producción; resolver el desafío de lagestión empresarial y del conjunto de la economía;promover una economía integradora de las iniciati-vas ya existentes; fortalecer una estrategia compar-tida y sinérgica que realimente al conjunto de laEconomía Solidaria; colocar como uno de los princi-pales objetivos de la economía solidaria el atender alas necesidades materiales básicas de todas las per-sonas, respetando el medio ambiente, promover elempoderamiento del productor y del consumidor, des-construir la ciencia económica como tal; considerar larica experiencia que tienen las mujeres en la prác-tica cotidiana solidaria; construir prácticas econó-

micas y educativas orientadas hacia la promoción delos nuevos sujetos, empoderados y autogestionados;La economía solidaria no es solamente un proyectoeconómico sino también social y político: para suaplicación es esencial democratizar al Estado y alconjunto de las relaciones en la sociedad civil. Laconstrucción de una globalización centrada en el serhumano y en el trabajo es una construcción coti-diana. Posee el potencial de integrar todos los seg-mentos sociales, para lograr condiciones de vidadignas, la aplicación de todos los derechos humanosy sociales y, también, la construcción de la equidadrespetando a las diversidades.

Puntos de divergencia:• No hubo divergencias mayores, que generasen

polémicas.• Se levantaron cuestiones en torno del alcance

de la economía solidaria y del peligro que ella correde ser apropiada por el sistema capitalista5. Sujetos Impulsores

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Asociaciones autogestionadas de trabajadores,movimientos de agricultura orgánica, movimientossindicales y populares, pastorales y movimientosecuménicos, organizaciones de comercio justo, deconsumo ético y solidario, redes de trueques con osin moneda social, bancos éticos, bancos delpueblo, microcrédito solidario, redes de finanzassolidarias, grupos de compras, movimientos deboicot, cooperativismo y asociativismo popular,cocinas comunitarias, radios comunitarias, organi-zaciones productoras de software libre, asocia-ciones de barrios, restaurantes multiculturales, jar-dines colectivos, espacios artísticos, redes localesde pequeñas y medianas empresas, guarderíascomunitarias, movimientos de juventud y ecológi-cos, turismo solidario y otros sujetos que comparteneste proyecto.

Sandra Maria Quintela Lopes - Socioeconomista.Coordinadora de Programas en el Instituto dePolíticas Alternativas para el Cono Sur - PACS.Miembro de la Red Brasileña de SocioeconomíaSolidaria; de la Coordinación Nacional de laCampaña Jubileo Sur y de la Campaña Nacional con-tra el ALCA.

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E l PACS es una organización sin fines de lucro, consede en Río de Janeiro, dedicada al DesarrolloSolidario (Organización de Desarrollo Solidario -

ODS) que trabaja en investigaciones socioeconómi-cas y educación. La propuesta del PACS es poner eltrabajo y la creatividad de su equipo al servicio delos movimientos sociales, de las entidades eclesiás-ticas, de los gobiernos populares, de los grupos deproducción asociada (cooperativas, empresas auto-gestionadas, asociaciones, grupos informales yescuela de trabajadores), de las escuelas públicas yde otras organizaciones de desarrollo solidario, en elintento de pensar la economía de una forma difer-ente y de darle otro rumbo a nuestro sistema socioe-conómico.

El PACS fue fundado en 1986 como representantebrasileño del PRIES – Programa Regional deInvestigaciones Económicas y Sociales para el ConoSur de América Latina -, iniciativa de un grupo deeconomistas comprometidos con procesos de trans-formación social, que retornaban del exilio a sus

países de origen: Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.El objetivo de este grupo era poner su experienciaprofesional y político-social al servicio de losmovimientos sociales en sus respectivos países y enel Cono Sur. Esta alianza, sin embargo, se disolvió en1995, luego de nueve años de colaboración y pro-ducción colectivas.

El PACS realiza investigaciones, análisis y reflexióncrítica, mediante publicaciones, programas radia-les, políticas alternativas y proyectos de desarrollo;asesoramientoy actividades educativas.

¿La Economía Solidaria está orientada tan solo a mitigar los problemas sociales generados por la globalizaciónneoliberal, o tiene la vocación de constituir el fundamento de una globalización humanizadora, de un desarrollosustentable, socialmente justo y abocado a la satisfacción racional de las necesidades materiales de cadauno/una y de todos/todas los/las ciudadanos/nas de la Tierra?

Partiendo de esta interrogante, más de dos mil personas participaron de la Conferencia sobre EconomíaSolidaria en el Eje 1: Producción de riquezas y reproducción social, del Foro Social Mundial 2002. Fue la primeravez que el tema ocupó una conferencia del FSM y tal vez haya sido la mayor actividad realizada sobre EconomíaSolidaria en el ámbito internacional.

El resultado del encuentro está reunido en los seis textos que forman parte de esta publicación. Estos apun-tan a avanzar en la construcción de plataformas de acciones concretas sobre Economía Solidaria. Un ejemplo deque, con diálogo, cooperación y construcción colectiva de ideales y acciones se puede pensar en un mundo mejory más solidario.

Para saber más sobre esta serie:

Serie Sembrando Socioeconomía: Librillos dedicados a las prácticas y reflexiones sobre el desarrollo local, elcooperativismo autogestionado y popular, redes de economía solidaria y ejes transversales.

Nº 1 - Construyendo la Socioeconomía Solidaria del Espacio Local al Global (bilingue)Nº 2 - Socioeconomía Solidaria: Construyendo la Democracia EconómicaNº 3 - Historias de Socioeconomía SolidariaNº 4 - Construyendo la Red Brasileña de Socioeconomía SolidariaNº 5 - Agenda Libertaria (bilingue)Nº 6 - Desafíos al Desarrollo Local: Tierra y Habitación