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RECURSOS NATURALES

� SUELO

� ATMÓSFERA

� FLORA

� FAUNA

� PAISAJE

RECURSOS NATURALES: Flora

Paeonia broteri Boiss. & Reut., Diagn. Pl. Nov. Hisp. 4 (1842). El Puntal, La Carolina. A Payer

1. INTRODUCCIÓN

2. ECOSISTEMAS

3. HABITATS NATURALES EN LA CAROLINA

4. ESPECIES DE FLORA MAS SIGNIFICATIVAS DE LA CAROLINA

5. TAXONES INCLUIDOS EN EL CATALOGO ANDALUZ DE ESPECIES DE LA FLORA SILVESTRE AMENAZADA PRESENTES EN LA CAROLINA

6. TAXONES INCLUIDOS EN EL CATALOGO NACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS (CNEA) PRESENTES EN LA CAROLINA

7. TAXONES INCLUIDOS EN LOS ANEXOS II Y IV DE LA DIRECTIVA DE HABITATS PRESENTES EN LA CAROLINA

8. TAXONES PRESENTES EN LA CAROLINA INCLUIDOS EN LA LISTA UICN 2002 DE LA FLORA VASCULAR ESPAÑOLA Y CATALOGACIÓN

9. TAXONES ENDEMICOS PRESENTES EN LA CAROLINA

10. ÁRBOLES Y ARBOLEDAS SINGULARES PRESENTES EN LA CAROLINA

11. VEGETACIÓN DE LA CAROLINA. DISTRIBUCIÓN DE USOS Y COBERTURAS VEGETALES. VEGETACIÓN POTENCIAL Y VEGETACIÓN ACTUAL

12. POTENCIALIDADES Y DEBILIDADES

RECURSOS NATURALES FLORA

Diagnosis Técnica Agenda 21 de La Carolina


1. INTRODUCCIÓN El término biodiversidad viene a significar la variabilidad que es posible encontrar en un

territorio dado, en cuanto al número de organismos vivos y la frecuencia con que se distribuyen en su medio natural, y puede ser aplicado tanto a comunidades como a especies o genes.

En cuanto a la importancia de su conservación se pueden aducir numerosas razones de distinto tipo (científicas, sociales, morales, culturales, etc.) por el beneficio directo para el hombre.

La flora de un territorio lo constituye el conjunto de especies y variedades de plantas que

habitan en él. La flora de una región se caracteriza por elementos típicos que forman agrupaciones vegetales.

Estas agrupaciones vegetales varían dependiendo de las características físicas y climáticas del territorio donde se asientan. La altitud, la exposición de los terrenos, la naturaleza química de los suelos... son algunos de los factores que influyen en la cantidad y cualidad de estas agrupaciones y es necesario tener un conocimiento básico de estas características para que ayuden a comprender el porqué de la flora y la vegetación de un territorio, y en este caso del municipio de La Carolina.

El término municipal de La Carolina presenta una superficie de 201 km², una distancia a la capital de provincia de 66 km y una altura sobre el nivel del mar de 595 metros.

Se encuentran geológicamente entre dos de las tres grandes unidades geomorfológicas de

la provincia, concretamente entre Sierra Morena y la depresión del Guadalquivir. Esta formado principalmente por afloramientos paleozoicos de la zona centroibérica del Macizo Ibérico o Hespérico. Sólo en la parte meridional hay una pequeña depresión limitada al oeste por la falla de Baños de la Encina-La Carolina, donde afloran, con muy poca extensión retazos de rocas sedimentarias de edad triásica pertenecientes a la cobertera tubular de la Meseta y otras del Mioceno superior correspondientes a la Depresión del Guadalquivir.

Se puede diferenciar una zona, topográficamente más elevada, en la parte septentrional, con cotas por encima de los 800 metros, siendo la cota más alta los vértices de la Estrella (1.300 metros). La parte meridional y oriental se encuentra en su totalidad por debajo de los 600 metros, con la cota inferior a unos 400 metros en el cauce del río Guarrizas, al sur del término municipal.

2. ECOSISTEMAS

Un ecosistema es el sistema formado por elementos biológicos (seres vivos y materia orgánica) y elementos inertes (energía, materia inorgánica) que interactúan en el tiempo, de forma que se ven afectados unos por otros.

Su amplitud depende del objetivo que se persiga, por lo tanto suele estar definido por la investigación que se esté realizando sobre ellos, así su extensión puede abarcar desde un átomo hasta el universo entero, sólo hay que tener en cuenta que los límites del ecosistema definido son abiertos, o sea que en los límites elegidos se producen interacciones con otros ecosistemas similares fronterizos.


Teniendo en cuenta esta definición se ha realizado una selección de grandes ecosistemas a partir de los datos de usos del suelo de la Consejería de Medio Ambiente para conocer su extensión y estado actual.

Se han distinguido cuatro grandes ecosistemas: bosques y terrenos forestales, ecosistemas agrarios, ríos y zonas húmedas y ecosistemas modificados.

Bosques y terrenos forestales.

El bosque es la estructura biocenótica terrestre más completa y organizada que existe. En él, la biomasa y el transporte de materia y energía alcanzan su máximo para el funcionamiento del sistema, de forma que el control que los seres vivos ejercen sobre el medio es el más eficaz.

En La Carolina hay una superficie forestal de 86,28 km2, lo que supone el 42,92% del total de la superficie municipal. La cubierta vegetal actual, su distribución, composición y formas son, en gran parte, obra del hombre.

Superficies ocupadas en La Carolina por los ecosistemas forestales (km2)

Superficies forestales Porcentaje Superficie

Formaciones de arbolado denso 7,35 3.65

Quercíneas 1,74 0,86

Coníferas 5,62 2,79

Formaciones de matorral con arbolado 43,40 21,59


Coníferas 22,65 11,26

Formaciones herbáceas con arbolado 19,46 9,68


Otro arbolado 1,67 0,83

Formaciones arbustivas y herbacéas sin arbolado 15,66 7,79

Matorral denso 4,07 2,02

Matorral disperso 1,70 0,845

Pastizales 9,89 4,92

Espacios abiertos con escasa cobertura vegetal 0,42 0,20

Espacios abiertos con escasa cobertura vegetal 0,42 0,20

Tabla 1 Fuente: Junta de Andalucía, 2005


Distribución porcentual de los ecosistemas forestales

50,30%

0,49%18,15%

22,55%

8,52%

Formación de arbolado denso

Formación de matorral con arbolado

Formaciones herbáceas con arbolado

Formaciones arbustivas y herbáceas sin arbolado

Espacios abiertos con escasa cobertura vegetal

Gráfico 1 Fuente: Junta de Andalucía, 2005

Ecosistemas agrarios

En este apartado están incluidas todas las superficies agrícolas independientemente del tipo de cultivo, sistema de riego, sistema de laboreo, etc. en total la superficie agrícola ocupa una superficie de 11,45 km2, lo que supone el 5,69% del total de la superficie municipal.

Superficies ocupadas en La Carolina por los ecosistemas agrarios (km2)

Superficies agrícolas Porcentaje Superficie

Superficies en secano 11,45 5,69

Cultivos herbáceos 0,90 0,44

Olivares 10,55 5,24



Distribución de superficies ocupadas en La Carolina

8%

92%

Cultivos herbáceos Olivares

Gráfico 2 Fuente: Junta de Andalucía, 2005

Ríos y zonas húmedas

El municipio de La Carolina pertenece en su práctica totalidad a la cuenca del Gualdalquivir desde el punto de vista hidrográfico. En total estas áreas ocupan una superficie de 0,323 km2 y su distribución queda así:

Superficies ocupadas en La Carolina por los ríos y zonas húmedas

Zonas húmedas y superficies de agua Porcentaje Superficie (Km2)

Superficies de aguas y zonas húmedas 0,68 0,323

Embalses 0,68 0,323

Tabla 3 Fuente: Junta de Andalucía, 2003.

Ecosistemas modificados

Se incluyen en este apartado las superficies construidas y alteradas para la instalación de infraestructuras humanas, zonas de explotación y esparcimiento de la población, etc., las superficies alteradas y construidas ocupan en La Carolina una superficie de 2,89 km2, lo que supone el 1,44% del total de la superficie municipal.


Superficies ocupadas en La Carolina por ecosistemas modificados

Superficies construidas y alteradas Porcentaje Superficie (Km2)

Zonas edificadas, infraestructuras y equipos 1,03 2,07

Zonas mineras, vertederos y áreas en construc. 0,40 0,804


La distribución en porcentaje de los grandes ecosistemas quedaría así:

Distribución porcentual de los grandes ecosistemas en La Carolina

Superficie Agrícola11%

Superficie forestal87%

Zonas húmedas y superficies de agua

1%

Zonas construidas y alteradas

1%

Superficie forestal Superficie Agrícola

Zonas húmedas y superficies de aguaZonas construidas y alteradas

Gráfico 3 Fuente: Junta de Andalucía, 2003.

3. HABITATS NATURALES EN LA CAROLINA

La Directiva 92/43/CEE del Consejo, relativa a la conservación de los hábitat naturales y de la fauna y flora silvestres, en su Anexo I (tipos de hábitat naturales de interés comunitario cuya conservación requiere la designación de zonas de especial conservación), recoge 226


tipos de hábitat de interés comunitario para cuya conservación es necesario designar zonas de protección en toda la Unión Europea.

Estos hábitat se caracterizan por estar amenazados de desaparecer en su área de distribución natural, bien porque sea reducida, lo esté debido a alguna causa que provoque su regresión o por constituir un ejemplo representativo de las características típicas de alguna de las 5 regiones biogeográficas europeas.

Igualmente, la directiva establece dentro de estos hábitat naturales de interés comunitario algunos “prioritarios”, que son definidos como aquellos amenazados de desaparición cuya conservación supone una especial responsabilidad.

En La Carolina, contamos con 10 hábitat de interés comunitario, dos de los cuales tienen carácter prioritario.

A continuación se detalla un listado con los tipos de hábitats de interés comunitario presentes en La Carolina, señalándose en rojo los de carácter prioritario.

Hábitats naturales en La Carolina1

Cod Subgrupo Hábitat Repr EC

4090 Brezales y matorrales de zona templada

Brezales oromediterráneos endémicos con aliaga B B

5333 Matorrales termomediterráneos y pre-estépicos

Fruticedas, retamares y matorrales mediterráneos termófilos: fruticedas termófilas

B B

5335 Matorrales termomediterráneos y pre-estépicos

Fruticedas, retamares y matorrales mediterráneos termófilos: retamares y matorrales de genisteas

C C

6220 Formaciones herbosas secas seminaturales y facies de matorral

Zonas subestépicas de gramíneas y anuales del Thero-Brachypodietea

B B

8220 Pendientes rocosas con vegetación casmofítica

Pendientes rocosas silíceas con vegetación casmofítica A A

91E0 Bosques de la Europa templada Bosques aluviales de Alnus glutinosa y Fraxinus excelsior (Alno-Padion, Alnion incanae, Salicion albae)

A A

9230 Bosques mediterráneos caducifolios

Robledales galaico-portugueses con Quercus robur y Quercus pyrenaica

A A

1 NOTAS: EC: Estado de conservación Repr: Representatividad (Valores posibles, de mayor a menor importancia del hábitat según cada criterio: A, B, C) Sup: Superficie (ha) en el municipio


9330 Bosques esclerófilos mediterráneos Alcornocales de Quercus suber B B

92D0 Bosques mediterráneos caducifolios Arbustedas, tarayales y espinales ribereños (Nerio-Tamaricetea, Securinegion tinctoriae)

A A

9340 Bosques esclerófilos mediterráneos Encinares de Quercus ilex y Quercus rotundifolia B B


Muchos de estos hábitat están incluidos en la propuesta de Lugares de Interés Comunitario (LIC´s) que la Comunidad Autónoma Andaluza ha realizado para ser llevada a la Comisión Europea y así conformar la futura red de Zonas de Especial Conservación (ZEC´s) que viene establecida en la Directiva 92/43/CEE del Consejo relativa a la conservación de hábitat naturales y de la fauna y flora silvestres, conocida como Directiva Hábitat. Esta red, denominada red Natura 2000, tiene el objetivo de contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitat naturales y de la fauna y flora silvestres calificados de interés comunitario, en el territorio europeo de los Estados miembros, mediante el mantenimiento o restablecimiento de los mismos en un estado de conservación favorable.


Hábitats y Lugares de Interés Comunitario en La Carolina

Mapa 1 Fuente: Diputación Provincial de Jaén, 2008


En La Carolina, hay algunos Lic representados. En el mapa siguiente se representa la distribución de los Lic en el municipio.

Distribución de los Lic en La Carolina



4. ESPECIES DE FLORA MÁS SIGNIFICATIVAS DE LA CAROLINA

Debido a la falta de datos sobre las especies presentes en La Carolina y debido a la dificultad para obtenerlos no realizaremos una cuantificación del número total de especies del municipio. No obstante, con los datos que tenemos podemos indicar qué especies son las más significativas dentro del municipio de La Carolina. Así, según la base de datos de flora de la Universidad de Jaén, la del Proyecto Anthos (Real Jardín Botánico – CSIC), y la revisión bibliográfica de distintas publicaciones científicas que han presentado trabajos relacionados con la flora del municipio o de zonas cercanas, se ha podido elaborar un catálogo básico de las especies más significativas presentes en el municipio de La Carolina, citadas en distintas fuentes hasta la actualidad. Las especies recogidas hasta ahora son las siguientes:

Especies de flora presentes en La Carolina

Acer monspessulanum Allium sphaerocephalon subsp. sphaerocephalon Anthemis arvensis

Acer monspessulanum subsp. monspessulanum Allium ampeloprasum

Anthoxanthum aristatum subsp aristatum

Adenocarpus telonensis Allium pallens Anthoxanthum aristatum

Aegilops lorentii Allium pallens subsp pallens Anthriscus caucalis

Aegilops neglecta Allium stearnii Aphanes maroccana

Aegilops lorentii Allium moschatum Arbutus unedo

Aegilops geniculata Alnus glutinosa Arenaria montana subsp. montana

Aegilops triuncialis Alyssum alyssoides Armeria pauana

Agave americana Alyssum simplex Arrhenatherum elatius subsp. elatius

Agrostema githago Alyssum granatense Asparagus acutifolius

Agrostis castellana var olivetorum Amaranthus albus Asperula arvensis

Agrostis pourreti Amaranthus cruentus Asphodelus cerasiferus

Ailanthus altissima Amaranthus deflexus Asphodelus fistulosus

Aira caryophyllea Amaranthus hybridus subsp. hybridus Asphodelus aestivus

Aira cupaniana Anacyclus clavatus Asphodelus aestivus

Aira elegantissima Anagallis arvensis Asphodelus macrocarpus subsp rubescens

Ajuga chamaepitys Anagallis tenella Astragalus epiglotis


Allium polyanthum Anarrhinum bellidifolium Astragalus pelecinus

Allium guttatum subsp. sardoum Anchusa azurea Atriplex patula

Allium roseum Andryala integrifolia Avena barbata subsp barbata

Allium sphaerocephalon Anemone palmata Avena sterilis subsp sterilis

Avena sterilis subsp. Sterilis Campanula lusitanica subsp. lusitanica Cerastium glomeratum

Bartsia trixaco Campanula rapunculus Cerastium pumilum

Bassia scoparia Capsella bursa-pastoris Ceterach officinarum

Bellis annua Cardamine hirsuta Ceterach officinarum subsp. officinarum

Bellis annua subsp. annua Cardaria draba Chamaemelum fuscatum

Bellis perennis Cardaria draba subsp. draba Chamaesyce canescens subsp canescens

Beta macrocarpa Carduus tenuiflorus Cheilanthes tinaei

Bifora testiculata Carex muricata Cheilanthes guanchica

Biscutella auriculata Carex divisa Cheilanthes hispanica

Bituminaria bituminosa Carex halleriana Cheilanthes maderensis

Brachypodium distachyon Carex divulsa subsp. leersii Chenopodium album

Brassica barrelieri Carex flacca Chenopodium murale

Brassica oxyrrhima Carex acuta Chenopodium opulifolium

Brassica barrelieri Carex distachya Chenopodium album var album

Briza maxima Carex elata subsp. tartessiana Chondrilla juncea

Briza minor Carex pendula Cichorium intybus

Bromus scoparius Catapodium rigidum subsp. rigidum Circaea lutetiana

Bromus diandrus Catapodium rigidum subsp. rigidum Cirsium arvense

Bromus hordeaceus subsp. hordeaceus Celtica gigantea

Cirsium pyrenaicum var longespinosum

Bromus sterilis Celtica gigantea subsp gigantea Cistus albidus

Bromus tectorum Centaurea collina subsp.

Cistus crispus


serratulifolia

Bupleurum rotundifolium Centaurea benedicta Cistus ladanifer subsp. ladanifer

Bryonia dioica Centaurium quadrifolium Cistus populifolius

Calendula arvensis Centaurium majus Cistus salviifolius

Calepina irregularis Centranthus calcitrapae subsp/var trichocarpus Cistus laurifolius

Calluna vulgaris Cerastium brachypetalum Cistus populifolius subsp. populifolius

Campanula rapunculus Cerastium dichotomum Cladanthus mixtus

Cnicus benedictus Daphne gnidium Erodium cicutarium

Coincya longirrostra Datura ferox Erodium aethiopicum subsp pilosum

Coleostephus myconis Datura stramonium Erophaca baetica subsp baetica

Conium maculatun Daucus carota Erophaca baetica

Convolvulus arvensis Daucus durieua Erophila verna

Coronilla scorpioides Dianthus lusitanus Eruca vesicaria

Coronilla repanda Dianthus crassipes Eryngium campestre

Coronilla repanda subsp dura Digitalis mariana Euphorbia exigua

Corrigiola telephiifolia Digitalis mariana Euphorbia helioscopia

Corynephorus canescens Digitaria sanguinalis Euphorbia peplus

Crassula tillaea Dipcadi serotinum Euphorbia falcata falcata

Crataegus monogyna var. granatensis Diplotaxis muralis Evax asterisciflora

Crataegus monogyna Diplotaxis catholica Ficus carica

Crepis vesicaria subsp. taraxacifolia Diplotaxis virgata subsp. virgata Filago pyramidata

Crucianella angustifolia Echinaria capitata Foeniculum vulgare

Cuscuta epithymum Subsp. kotschyi Echinops strigosus

Foeniculum vulgare subsp piperitum

Cynara humilis Echium lycopsis Fraxinus angustifolia subsp. angustifolia

Cynodon dactylon Echium vulgare Fumaria agraria


Cynoglossum creticum Echium plantagineum Fumaria capreolata

Cynosurus cristatus Echium tuberculatum Fumaria densiflora

Cynosurus effusus Elaeagnus angustifolia Fumaria parviflora

Cynosurus echinatus Eleocharis palustris Gagea foliosa angustifolia

Cyperus longus Epilobium brachycarpum Galactites tomentosa

Cyperus rotundus Epipactis helleborine Galium parisiense

Cyperus longus Erica arborea Galium murale

Cytinus hypocistis Erica australis Galium parisiense subsp parisiense

Cytissus scoparius subsp scoparius Erica scoparia Subsp. scoparia Gaudinia fragilis

Cytisus multiflorus Erica arborea x E. Umbellata Genista polyanthos

Dactylis glomerata subsp. glomerata Erodium cicutarium cicutarium Genista florida

Geranium lucidum Hypochaeris radicata Lemna minor

Geranium robertianum Iberis pectinata Leontodon taraxacoides subsp. longirostris

Geranium molle Iberis ciliata subsp. contracta Lepidium heterophyllum

Geranium dissectum Jasione blepharodon Linaria amethystea

Geranium purpureum Jasione montana Linaria intricata

Gladiolus italicus Jasione montana subsp. montana Linaria saxatilis

Glebionis segetum Jasione crispa subsp. tomentosa Linaria hirta

Gleditsia triacanthos Juglans regia Linaria spartea

Glossopappus macrotus subsp. macrotus Juncus tenageia Linaria saxatilis

Halimium umbellatum Juncus tenageia subcp tenageia Linum trigynum

Halimium umbellatum subsp. viscosum Juncus sphaerocarpus Linum strictum

Hedera helix Juncus acutiflorus subsp acutiflorus Linum strictum laxiflorum

Hedypnois rhagaliodioides= H. cretica Juncus effusus subsp effusus Linum strictum cimosum

Helianthemum aegyptiacum Juncus subnodulosus var

Lolium perenne


subnodulosus

Helianthemum apenninum subsp. apenninum Juncus pygmaeus Lolium rigidum

Helianthemum apenninum subsp. stoechadifolium Juncus bufonius Lomelosia simplex subsp dentata

Helianthus tuberosus Juniperus oxycedrus Lonicera implexa

Helichrysum stoechas stoechas Lactuca serriola Lonicera etrusca

Heliotropium europaeum Lagurus ovatus Lotus conimbricensis

Holcus annuus subsp setiglumis Lamarckia aurea Lotus angustissimus

Hordeum murinum subsp. murinum Lamiun amplexicaule Ludwigia palustris

Hymenocarpos cornicina Lathyrus chymenum Lupinus angustifolius subsp angustifolius

Hymenocarpos lotoides Lavandula stoechas Lythrum hyssopifolia

Hymenocarpos cornicina Lavandula pedunculata Lythrum salicaria

Hypecoum procumbens Lavandula stoechas subsp luisieri Lythrum junceum

Hypericum androsaemum Lavandula pedunculata Malva cretica subsp althaeoides

Hypericum perforatum Subsp. perforatum Lavatera cretica Malva hispanica

Hypochaeris glabra Legousia scabra Malva sylvestris

Malva nicaensis Narcisus jonquilla Parietaria erecta

Marrubium vulgare Narcisus juncifolius Paronychia argentea

Matricaria chamomilla Narcisus triandrius subsp. pallidulus Paspalum dilatatum

Medicago sativa Neatostema apulum Periballia involucrata

Medicago italica Neoschischkinia pourretii Petrorhagia prolifera

Medicago doliata Nerium oleander Petrorhagia nanteuilii

Melilotus sulcatus Neslia paniculata Phagnalon saxatile

Melilotus indicus Nigella damascena Phillyrea angustifolia

Mentha pulegium Omphalodes linifolia Phillyrea latifolia

Mentha suaveolens Ononis viscosa subsp viscosa Phlomis lychnitis


Mentha suaveolens subsp. suaveolens Ononis pendula Pinus pinea

Mentha x gentilis Ononis pubescens Piptatherum milliaceum

Micropus supinus Opuntia ficus-indica Pistacia lentiscus

Micropyrum tenellum Orchis lactea var albiflora Pistacia terebinthus

Milium effusum Orchis morio Pisum sativum subsp. sativum

Minuarta hybrida subsp. hybrida Orchis morio x O papilionacea Plantago coronopus

Moenchia erecta Ornitholagum algeriense Plantago arenaria

Molineriella laevis Ornithopus compressus Plantago lagopus

Morus alba Orobanche nana Plantago coronopus subsp coronopus

Muscari atlanticum Orobanche ramosa Subsp. ramosa Plantago lanceolata

Muscari comosum Orobanche minor Plantago sempervirens

Muscari neglectum Oxalis corniculata Poa annua

Myosotis discolor Paeonia broteri Poa bulbosa

Myosotis ramosissima subsp. ramosissima Pallenis spinosa

Polycarpon tetraphyllum subsp. diphyllum

Myosotis discolor subsp. discolor Pallenis spinosa var. aurea Polycarpon tetraphyllum subsp. tetraphyllum

Myriophyllum spicatum Papaver dubium Polygonum aviculare

Myrtus communis Papaver rhoeas Polygonum hydropiper

Narcissus triandrus subsp pallidulus Parentucellia latifolia Polygonum arenastrum

Narcissus x susannae montielanus Parentucellia viscosa Polypodium vulgare

Populus nigra Ranunculus ficaria subsp ficaria Salix atrocinerea x Salix salviifolia

Portulaca oleracea Ranunculus bulbosus subsp aleae Salsola kali subsp. kali

Portulaca oleracea subsp granulatostellulata Ranunculus parviflorus Salvia argentea

Potamogeton fluitans Raphanus raphanistrum Salvia verbenaca

Potamogeton nodosus Reseda lutea subsp lutea Sanguisorba lateriflora

Prolongoa hispanica Reseda luteola Sanguisorba verrucosa


Prunus dulcis Retama sphaerocarpa Sanguisorba minor subsp balearica

Psilurus incurvus Rhagadiolus edulis Saxifraga granulata

Pulicaria odora Robinia pseudoacacia Scabiosa columbaria

Punica granatum Romulea ramiflora subsp gaditana Scabiosa atropurpurea

Pyrus bourgaeana Rorippa nasturtium-aquaticum Scandix pecten-veneris

Quercus cancariensis Rorippa microphylla Schoenoplectus lacustris subsp. lacustris

Quercus coccifera Rosa canina Scirpoides holoschoenus

Quercus rotundifolia Rosa pouzinii Scirpus holoschoenus

Quercus faginea Rosa canina canina Scolymus hispanicus

Quercus pyrenaica Rosmarinus officinalis Scolymus maculatus

Quercus suber Rubus ulmifolius Scorzonera angustifolia var. angustifolia

Quercus x morisii Rumex bucephalophorus Scorzonera hispanica var. crispatula

Ranunculus arvensis Rumex scutatus Scorzonera hispanica var. pinnatifida

Ranunculus aquatilis subsp peltatus Rumex induratus Scrophularia alpestris

Ranunculus gregarius var gregarius Rumex angiocarpus Scrophularia auriculata

Ranunculus muricatus Rumex sanguineus Scrophularia lyrata

Ranunculus paludosus Rumex bucephalophorus subsp hispanicus

Scrophularia scorodomia var. scorodonia

Ranunculus sardous subsp trilobus Ruta chalepensis Securinega buxifolia

Ranunculus bulbosus Sagina apetala Sedum anglicum/melanantherum subsp.melanantherum

Ranunculus ollissiponensis subsp. ollissiponensis Salix alba Sedum andegavense

Ranunculus peltatus subsp saniculifolius Salix salviifolia Sedum amplexicaule

Sedum brevifolium Sorbus torminalis Trifolium gemellum

Senecio minutus Spergula pentandra Trifolium glomeratum


Senecio vulgaris Spergularia rubra Trifolium hirtum

Serapias lingua Spergularia purpurea Trifolium retusum

Serratula pinnatifida Stachys arvensis Trifolium phleoides subsp. willkommii

Setaria verticillata Stellaria media Trifolium resupinatum

Sherardia arvensis Stipa capensis Trifolium silvaticum

Silene colorata Stipa capensis Trifolium stellatum

Silene scabriflora subsp. scabriflora Taeniatherum caput medusae Trifolium striatum subsp. striatum

Silene latifolia Tanacetum microphyllum Trifolium retusum

Silene rubella subsp. segetalis Taraxacum vulgare Trifolium bocconei

Silene psammitis subsp. psammitis Taraxacum laevigatum Trifolium tomentosum

Silene psammitis subsp. lasiostyla Teesdalia coronopifolia Trifolium campestre

Silene gallica Teucrium pseudochamaepitys Trifolium arvense

Silene rubella subsp. rubella Teucrium fruticans Trifolium pratense subsp. baeticum

Silybum marianum Thlaspi perfoliatum perfoliatum Trifolium lappaceum

Sisymbrium officinale Thymus mastichina subsp. mastichina Trifolium pratense subsp pratense

Sisymbrium runcinatum Thymus vulgaris Trisetaria panicea

Sisymbrium irio Tolpis umbellata Tuberaria guttata

Smilax aspera Tolpis barbata Typha dominguensis

Smyrnium perfoliatum Tordylium maximum Typha latifolia

Solanum dulcamara Torilis nodosa Ulmus minor

Solanum nigrum Tragopogon porrifolius Urginea maritima

Sonchus oleraceus Tragopogon porrifolius subsp. australis Urospermum picroides

Sonchus tenerrimus Tribulus terrestris Urtica dioica

Sonchus asper Trifolium angustifolium Urtica membranacea

Sophora japonica Trifolium cherleri Urtica urens


Valerianella locusta Vicia benghalensis Vitis vinifera subsp sylvestris

Valerianella microcarpa Vicia sativa Vulpia myuros

Verbascum virgatum Vicia peregrina Vulpia bromoides

Verbascum boerhavii Vicia sativa subsp sativa Vulpia ciliata

Veronica anagailis-aquatica Vincetoxicun nigrum Vulpia myuros

Veronica arvensis Viola kitaibeliana Xanthium strumarium subsp. cavanillesii

Veronica praecox Viola tricolor Xanthium spinosum

Veronica agrestis Viola odorata Xolantha guttata

Veronica triloba Viscum album Xolantha plantaginea

Veronica beccabunga Vitis vinifera

Tabla 6 Fuente: Andrés Payer Martos. SECOB 2009

5. TAXONES INCLUIDOS EN EL CATALOGO ANDALUZ DE ESPECIES AMENAZADAS (LEY 8/2003) PRESENTES EN LA CAROLINA.

La Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, crea en su artículo 30.1 el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Asimismo el artículo 30.2, faculta a las Comunidades Autónomas al establecimiento de Catálogos de Especies Amenazadas en sus respectivos ámbitos territoriales.

La Comunidad Autónoma Andaluza cuenta con una rica flora, en muchos casos formada por especies endémicas o de distribución restringida a zonas geográficas muy localizadas y que en muchos casos se encuentran en estado crítico desde el punto de vista de su supervivencia y conservación.

Teniendo en cuenta este hecho y con el objetivo de preservar la diversidad genética en nuestra comunidad, el gobierno andaluz decide crear el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas (CAEA) al amparo del artículo 25 de la Ley 8/2003 de Flora y Fauna Silvestres de Andalucía. Este catálogo incluye y amplía el anterior Catálogo Andaluz de Especies de la Flora Silvestre Amenazada, creado por el decreto 104/1994.

Las categorías de Amenaza a las que se refiere el CAEA son las siguientes:

• Extinto: existe la seguridad de que ha desaparecido el último individuo en el territorio de Andalucía.

• Extinto en estado silvestre: solo sobreviven ejemplares en cautividad, cultivados o fuera de su hábitat natural de distribución.


• En peligro de extinción: existen pocas probabilidades de supervivencia si persisten los factores de su actual situación

• Sensible a la alteración de su hábitat: el hábitat característico de la especie está especialmente amenazado por estar fraccionado o muy limitado.

• Vulnerable: cuando existe riesgo de pasar a una de las categorías anteriores si los factores adversos que actúan sobre la especie no son corregidos.

• De interés especial: sin estar en ninguna categoría anterior la especie merece una atención especial por su valor científico, ecológico, cultural, o por su singularidad.

Plantas de la flora de La Carolina incluidas en el Catálogo Andaluz de Especies

Amenazadas (CAEA)

NOMBRE CIENTÍFICO CAEA

Acer monspessulanum DIE

Juniperus oxycedrus sbsp. Macrocarpa EN

Quercus cancariensis DIE

Quercus pyrenaica DIE

Sorbus torminalis VU

Tabla 7 Fuente: Diputación Provincial de Jaén. 2009

6. TAXONES INCLUIDOS EN EL CATALOGO NACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS (CNEA) PRESENTES EN LA CAROLINA.

La Ley 4/1989 de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y fauna Silvestres, aporta por primera vez la idea de conservación activa de la biodiversidad en España, dando un tratamiento específico a las especies amenazadas.

La Ley crea en su artículo 30.1 el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (CNEA), en el que han de incluirse, según establece el artículo 29 de la misma Ley, las especies, subespecies o poblaciones cuya protección efectiva exija medidas específicas por parte de las Administraciones Públicas.

Este catálogo, regulado de forma autónoma por el Real Decreto 439/1990, pretende establecer para el conjunto de especies que forman nuestra biodiversidad, aquellas que requieren medidas de actuación específicas para corregir las situaciones que han llevado a su catalogación con especies amenazadas.

Las categorías establecidas en el CNEA son:


• En peligro de extinción: Una especie, subespecie o población debe incluirse en esta categoría cuando los factores negativos que inciden sobre ella hacen que su supervivencia sea poco probable a corto plazo.

• Sensibles a la alteración de su hábitat: Un taxón deberá ser incluido en esta categoría cuando no estando en peligro de extinción se enfrenta a un riesgo de desaparición en la naturaleza a medio plazo debido principalmente a que ocupa un hábitat amenazado, en grave regresión, fraccionado o muy limitado.

• Vulnerables: Un taxón será considerado como tal cuando sin estar en peligro de extinción se enfrenta a un riesgo de desaparición en la naturaleza a medio plazo.

• De interés especial: Taxones que no cumpliendo los criterios para ser incluidos en las Categorías anteriores, presentan un valor particular en función a su interés científico, ecológico, cultural o por su singularidad.

Tras realizar el correspondiente estudio percibimos la ausencia de taxones presentes en La Carolina incluidos en el CNEA.

7. TAXONES INCLUIDOS EN LOS ANEXOS II Y IV DE LA DIRECTIVA HÁBITAT (DH) PRESENTES EN LA CAROLINA.

La Directiva de Hábitats (Directiva del Consejo 92/43/CEE) establece en su Anexo II las especies animales y vegetales de interés comunitario para cuya conservación es necesario designar zonas especiales de conservación. Este anexo se establece como complemento al Anexo I que designa hábitats de interés comunitario.

A su vez, el Anexo IV establece especies animales y vegetales de interés comunitario que requieren una protección estricta.

Tras haber realizado un listado de las especies de flora del municipio de La Carolina, observamos la ausencia de taxones incluidos en los anexos II y solamente un taxón incluido en el anexo IV de la DH.

Especies de la flora de La Carolina incluidas en la Directiva de Hábitats

Nombre científico D. H. II D. H. IV

Narcissus triandrus subsp. pallidulus No Si

Tabla 8 Fuente: Diputación de Jaén, 2009


8. TAXONES PRESENTES EN LA CAROLINA INCLUIDOS EN LA LISTA ROJA DE LA FLORA VASCULAR ESPAÑOLA Y CATALOGACIÓN (UICN)

La Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) fue fundada en 1948 y agrupa a 79 Estados, 112 agencias gubernamentales, 760 ONGS, 37 afiliados y más de 10.000 científicos y expertos procedentes de 141 países. Es el principal referente medioambiental del mundo y se caracteriza por la búsqueda de fórmulas para hacer efectivo el desarrollo sostenible.

La Lista Roja de la UICN del 2002 es el inventario más completo del estado de

conservación de las especies de animales y plantas a escala mundial. Utiliza un conjunto de criterios para evaluar el riesgo de extinción de miles de especies y subespecies. Estos criterios son relevantes para todas las especies y todas las regiones del mundo. Con su fuerte base científica, la Lista Roja de la UICN es reconocida como la guía de mayor autoridad sobre el estado de la diversidad biológica.

El objetivo general de la Lista Roja es transmitir la urgencia y magnitud de los problemas

de conservación al público y a los encargados de tomar decisiones, y motivar a la comunidad mundial a tratar de reducir la extinción de las especies.

Las distintas categorías en las que pueden estar clasificadas las especies dentro de esta lista se especifican en el Anexo I del presente documento.

Tras haber realizado un listado de las especies de flora de la provincia de Jaén, estudiamos las especies del municipio de La Carolina y su catalogación correspondiente, obteniéndose como resultado la presencia de seis especies que tienen la siguiente catalogación:

Plantas de la flora de La Carolina incluidas la lista roja de la flora vascular española

TAXONES CATEGORÍA UICN 2002

Acer monspessulanum NT

Digitalis mariana VU

Linaria intricata VU

Quercus pyrenaica NT

Sorbus torminalis EN

Tanacetum microphyllum DD

Tabla 9 Fuente: VV.AA. (2000). Lista Roja de la Flora Vascular Española (valoración según categorías UICN). Conservación Vegetal 6 (extra): 11-38

9. TAXONES ENDÉMICOS PRESENTES EN LA CAROLINA


Se dice que una especie es endémica cuando vive exclusivamente en un determinado país, o un determinado territorio, generalmente coincidente con una región natural homogénea, no siempre coincidente con la división administrativa.

El concepto de endemismo es variable y puede ir desde lugares muy concretos hasta abarcar continentes enteros, se define pues, en función del área de distribución de la especie que se trate.

Especies endémicas presentes en La Carolina

Allium stearnii Endemismo ibérico

Alyssum granatense Endemismo ibero-magrebí

Armeria pauana Endemismo mariánico monchiquense

Asphodelus aestivus Endemismo mediterráneo iberoatlántico

Asphodelus macrocarpus subsp rubescens Endemismo ibero-magrebí

Biscutella auriculata Endemismo ibero-magrebí

Brassica barrelieri Endemismo ibero magrebí

Campanula lusitanica subsp. lusitanica Endemismo ibero magrebí

Centaurium quadrifolium Endemismo mediterráneo iberolevantino

Cirsium pyrenaicum var longespinosum Endemismo ibero magrebí

Coincya longirrostra Endemismo mariánico-mochiquense

Coronilla repanda subsp dura Endemismo mediterráneo iberoatlántico magrebí

Crataegus granatensis Endemismo bético magrebí

Cynara humilis Endemismo ibero magrebí

Daucus durieua Endemismo ibero magrebí

Dianthus lusitanus Endemismo mediterráneo

Dianthus crassipes Endemismo mariánico-mochiquense

Digitalis mariana Endemismo mariánico-mochiquense

Diplotaxis catholica Endemismo mediterráneo iberoatlántico magrebí

Diplotaxis virgata subsp. virgata Endemismo ibérico

Echinops strigosus Endemismo ibero magrebí

Echium tuberculatum Endemismo mediterráneo iberoatlántico magrebí


Erica australis Endemismo mediterráneo iberoatlántico magrebí

Erica arborea x E. Umbellata Endemismo mediterráneo iberoatlántico magrebí

Erophaca baetica subsp baetica Endemismo ibero magrebí

Genista polyanthos Endemismo mariánico monchiquense

Genista florida Endemismo ibero magrebí

Glossopappus macrotus subsp. macrotus Endemismo mediterráneo

Halimium umbellatum subsp. viscosum Endemismo ibero magrebí

Hymenocarpos cornicina Endemismo ibero magrebí

Iberis pectinata Endemismo ibérico

Iberis ciliata subsp. contracta Endemismo ibero magrebí

Juniperus oxycedrus subsp. badia Endemismo ibero magrebí

Lavandula stoechas subsp. luisieri Endemismo ibérico

Linaria amethystea Endemismo ibérico

Linaria saxatilis Endemismo ibero magrebí

Linaria hirta Endemismo ibérico

Lomelosia simplex subsp dentata Endemismo ibero magrebí

Malva cretica subsp althaeoides Endemismo ibero magrebí

Malva hispanica Endemismo ibero magrebí

Molineriella laevis Endemismo mediterráneo iberoatlántico

Muscari atlanticum Endemismo ibero magrebí

Narcissus triandrus subsp. pallidulus Endemismo mediterráneo iberoatlántico

Narcisus jonquilla Endemismo mediterráneo iberoatlántico

Orchis conica Endemismo mediterráneo iberoatlántico

Paeonia broteri Endemismo mediterráneo iberoatlántico

Periballia involucrata Endemismo mediterráneo iberoatlántico

Pyrus bourgaeana Endemismo mediterráneo iberoatlántico magrebí

Quercus cancariensis Endemismo ibero magrebí


Quercus faginea Endemismo ibero magrebí

Ranunculus ollissiponensis subsp. ollissiponensis Endemismo ibérico

Ranunculus gregarius var gregarius Endemismo mediterráneo iberoatlántico

Retama sphaerocarpa Endemismo ibero magrebí

Rumex induratus Endemismo ibero magrebí

Salix salviifolia Endemismo mediterráneo iberoatlántico

Sanguisorba lateriflora Endemismo ibérico

Scorzonera angustifolia var. angustifolia Endemismo ibérico

Scorzonera hispanica var. crispatula Endemismo ibero magrebí

Scorzonera hispanica var. pinnatifida Endemismo ibero magrebí

Sedum anglicum/melanantherum subsp.melanantherum Endemismo ibero magrebí

Senecio minutus Endemismo ibero magrebí

Silene scabriflora subsp. scabriflora Endemismo ibero magrebí

Silene psammitis subsp. psammitis Endemismo mediterráneo

Silene psammitis subsp lasiostyla Endemismo bético magrebí

Silene rubella subsp. rubella Endemismo mediterráneo

Spergularia purpurea Endemismo ibero magrebí

Trifolium gemellum Endemismo ibero magrebí

Trifolium phleoides subsp. willkommii Endemismo ibero magrebí

Tabla 10 Fuente: Fernández López, C. Herbario Jaén. Universidad de Jaén, 2002

10. ÁRBOLES Y ARBOLEDAS SINGULARES PRESENTES EN LA CAROLINA

La Consejería de Medio Ambiente, a través de la Dirección General de Gestión del Medio Natural, ha emprendido la realización del primer Inventario de Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía con un objetivo claramente conservacionista, donde se reúnen los árboles y arboledas más destacados.


Un árbol se considera singular cuando destaca del resto de los ejemplares de su misma especie, bien sea por adoptar una forma poco habitual, tener una avanzada edad, poseer dimensiones excepcionales, adquirir un alto valor paisajístico, localizarse en lugares poco frecuentes para su especie, por su historia o tradiciones populares, o sencillamente por su rareza.

A veces, la singularidad se presenta en un grupo de árboles por albergar un elevado número de individuos singulares. En otras ocasiones, es el conjunto armonioso de árboles el que ofrece el carácter de singularidad, pudiendo ocurrir que los ejemplares que lo integran pierdan cierto valor al separarlos del mismo. En todos los casos, tanto la presencia individual de estos árboles como sus agrupaciones aportan una extraordinaria riqueza al territorio.

La idea es dar a conocer estos magníficos ejemplares arbóreos y sus principales características e intentar acrecentar el cuidado y respeto hacia ellos.

No hay árboles y arboledas singulares actualmente catalogados en el término municipal de La Carolina.

11. VEGETACIÓN DE LA CAROLINA. DISTRIBUCIÓN DE USOS Y COBERTURAS VEGETALES. VEGETACIÓN POTENCIAL Y VEGETACIÓN ACTUAL

Vegetación potencial de La Carolina

La vegetación como estructura viva está sujeta a procesos dinámicos que se engloban dentro de la teoría ecológica de la sucesión. El proceso de sucesión ecológica supone la colonización de un biotopo por comunidades de seres vivos que progresivamente van incrementando su biomasa, adquiriendo mecanismos de autorregulación y control de recursos mas eficaces y complicando y diversificando su estructura, redes tróficas, flujos de materia y energía, etc. La culminación del proceso llega con el establecimiento de una biocenosis capaz de explotar, con rendimiento biológico óptimo las condiciones ecológicas del biotopo, los recursos disponibles y además lo hace en equilibrio estable con las condiciones ecológicas del biotopo.

Esta biocenosis terminal se denomina clímax en ecología, y en definitiva sufre constantemente alteraciones debido a la modificación de los factores ecológicos, bien por causas naturales o artificiales, dando como resultado su sustitución por otras biocenosis no climácicas denominadas seriales.

De esta forma se ha definido la vegetación potencial como aquella que designa la componente potencial de la clímax de un determinado biotopo.

La destrucción de la vegetación potencial conduce a la instalación de diversas etapas seriales, cuya interpretación pretende dar a conocer el complejo de comunidades interrelacionadas sucesionalmente que pueden hallarse en un territorio determinado y que incluyen tanto los tipos de vegetación representativos de la etapa madura del ecosistema vegetal, como las comunidades iniciales o subseriales que las reemplazan.


Puesto que la vegetación de un territorio responde a la conjugación de unos factores determinados (climatología, afinidades edáficas, temperatura, etc), la denominación de las series de vegetación se ha establecido con criterios explicativos de estos factores, de forma que se expresa con una frase diagnóstica que recoge sus peculiaridades ecológicas, corológicas y fisonómicas, así como el nombre científico de la asociación que constituye la cabeza de serie.

En definitiva la vegetación potencial de una zona representaría el tipo de asociaciones y comunidades vegetales que habría en ese territorio determinado si su cubierta vegetal no hubiera sido alterada por factores artificiales o de excesiva presión sobre el medio.

Series de Vegetación del territorio de La Carolina

Las series de vegetación potencial se han establecido a partir del Mapa de Series de Vegetación de España (Rivas – Martínez, 1987), ya que a pesar de que los subsectores corológicos y las series de vegetación han sido revisadas y ampliadas para la provincia de Jaén, sigue siendo la única obra de referencia de carácter general más completa al nivel de conjunto.

En La Carolina hay representadas las siguientes series de vegetación potencial:

Piso supramediterráneo • 18f. Serie supramediterranea luso-extremadurense silicicola de Quercus pyrenaica o

roble melojo (Sorbo torminalis-Querceto pyrenaicae sigmetum). VP, robledales de melojos.

Esta serie se halla muy extendida por todo el piso de vegetación supramediterraneo, en particular sobre los suelos siliceos pobres en bases y en areas de ombroclima subhúmedo y húmedo. Tienen su optimo en el cuadrante noroccidental peninsular precisamente en la provincia corológica Carpetano-Ibérico-Leonesa. Sin embargo hay series de este grupo en la Oretana, Marianica , Sierra Nevada y Las Catalánidas. La etapa madura o clímas corresponde a robledales densos, bastantes sombrios , creadores de tierras pardas con mull (Quercenion Pyrenaicae).

Las etapas de sustitución son, en primer lugar, los matorrales retamoides o piornales que prosperan sobre suelos mulliformes bien conservados y los brezales o jarales que corresponden a etapas degradadas.

La temperatura media anual oscila entre 8 y 12 ºC.

Se localiza en el Pico de la Estrella (Norte del municipio).


Etapas de regresión y bioindicadores

Arbol dominante

Nombre fitosociológico

Quercus pyrenaica

Sorbo torminalis-Querceto pyrenaicae sigmetum

I. Bosque

Quercus pyrenaica

Sorbus torminalis

Hyacinthoides hispanica

Viola riviniana

II. Matorral denso

Cytisus scoparius

Genista cinerascens

Genista florida

Pteridium aquilinum

III. Matorral degradado

Erica aragonensis

Erica umbellata

Halimium ocymoides

Halimium viscosum

IV. Pastizales

Agrostis castellana

Festuca ampla

Poa bulbosa

Piso mesomediterráneo

• 23c. Faciacion tipica silicicola . Serie mesomediterránea luso-extremadurense y bética subhúmedo-húmeda de Quercus suber o alcornoque (Sanguisorbo agrimonioidis-Querceto suberis sigmetum). VP, alcornocales.

Se extiende por amplias zonas de Sierra Morena.

En estas formaciones son comunes los madroñales, que empiezan a faltar en las etapas marginales donde son sustituidos por carrascales. También resultan comunes la aparición de brezales y los jarales con aromáticas.



Arbol dominante


Quercus suber Sanguisorbo agrimonioidis – Querceto suberis sigmetum

I. Bosque

Quercus suber

Sanguisorba agrimonioides

Paeonia broteroi

Luzula forsteri

II. Matorral denso

Arbutus unedo

Erica arborea

Phillyrea angustifolia

Adenocarpus telonensis

III. Matorral degradado

Erica unbellata

Halimium ocymoides

Calluna vulgaris

Lavandula luisieri

IV. Pastizales

Agrostis castellana

Festuca ampla

Airopsis tenella

• 24c. Faciacion tipica. Serie mesomediterránea luso-extremadurense silicicola de

Quercus rotundifolia o encina (Pyro bourgaeanae-Querceto rotundifoliae sigmetum). VP, encinares.

Esta serie corresponde en su etapa madura a un bosque esclerófilo en el que aparece con frecuencia el piruétano, y en ciertas umbrías alcornoques y quejigos.

El uso generalizado corresponde al ganadero, por la pobreza de los suelos, adaptándose bien al adehesamiento y con pastos mejorados por el manejo continuo. La erosión de estos suelo conduce a una pérdida irreparable de fertilidad y a la extensión de jarales.



Arbol dominante


Quercus rotundifolia

Pyro bourgaeanae - Querceto rotundifoliae sigmetum

I. Bosque Quercus rotundifolia

Pyrus bourgaeana

Paeonia broteroi

Doronicum plantagineum

II. Matorral denso Phillyrea angustifolia

Quercus coccifera

Cytisus multiflorus

Retama sphaerocarpa

III. Matorral degradado Cistus ladanifer

Genista hirsuta

Lavandula sampaiana

Halimiun viscosum

IV. Pastizales Alimum castellanum

Psilurus incurvus

Poa bulbosa

• 24ca. Faciacion termofila marianicomonchiquense con Pistacia lentiscus. Serie mesomediterranea luso-extremadurense silicicola de Quercus rotundifolia o encina (Pyro bourgaeanae-Querceto rotundifoliae sigmetum). VP, encinares.

Se localiza en el Sur de la Sierra Morena jiennense.

En las áreas mesomediterráneas cálidas, el acebuche y el lentisco (Olea europaea subs. Sylvestris, Pistacia lentiscus) están inmersos en el carrascal y con su presencia, así como la de los lenticar-espinares sustituyentes del bosque (Asparago albi-Rhamnion oleoidis) permiten reconocer fácilmente la faciacion termófila de esta serie, que representa el amplio ecotono natural con la serie termomediterranea basófila bética de la carrasca.

• 24 ea. Faciación termófila bética con Pistacia lentiscus. Se localiza en el Valle del Guadalquivir en su parte basófila (Sur y Noreste).

Se localiza en el Valle del Guadalquivir en su parte basófila (Sur y Noreste).


Incluimos, a continuación, un mapa para de localización de las series de vegetación presentes en La Carolina y sus etapas de regresión:

Series de vegetación presentes en La Carolina



La vegetación actual de La Carolina:

Vegetación actual de La Carolina


La vegetación actual del municipio (mapa 4) es el resultado del manejo y uso por parte de la población local a lo largo de su historia. El resultado de esta interacción ha sido una desviación generalizada respecto de las etapas climácicas que potencialmente corresponderían al territorio, presentándose distintas etapas subseriales según la intensidad de las alteraciones.

Puede establecerse una escala degradativa de la vegetación natural (mapa 5), que teniendo su máxima intensidad en el casco urbano del municipio va atenuándose radialmente hacia los territorios mas alejados del mismo, coincidentes además con los espacios orográficamente más inaccesibles y menos susceptibles de albergar actividades humanas habituales.

El entorno urbano, que encuentra en el casco la máxima expresión de la degradación del medio natural (la supresión de la cubierta vegetal, la eliminación o modificación del suelo hacia un estado incapaz de soportar vegetación madura, edificación y pavimentación del suelo, etc.), se convierte en un medio artificializado adaptado a los deseos de comodidad humanos.


En La Carolina el casco urbano (máximo impacto) está rodeado de zonas de cultivo (parte sur) y pastizales en la cara norte, relacionadas con manejo intensivo del suelo para obtener alimentos inmediatamente consumidos en la ciudad (huertas para producción de hortalizas, olivar y ganadería para obtención de productos animales de primera necesidad como leche y carne). Las zonas limítrofes a estas se corresponden con dehesas de uso mas o menos intensivo y con coberturas arbóreas distintas, algunas incluso labradas para aprovechamiento cerealista.

Las zonas de vegetación natural mejor conservada se encuentran hacia el norte del municipio correspondiente con el dominio de Sierra Morena. Aparte de algunas zonas sometidas a repoblaciones, aún se encuentran ejemplos de bosques naturales bien conservados.


La vegetación natural de La Carolina:

A continuación se realiza una descripción somera sobre las distintas coberturas vegetales actuales del municipio.

• Formaciones de Quercus: encinares, melojares, quejigares, robledales.

Las especies del género “Quercus” conforman los elementos emblemáticos del bosque mediterráneo. La encina (Quercus ilex), el quejigo (Quercus faginea), el alcornoque (Quercus suber) o el roble melojo (Quercus pyrenaica) son distintas especies que lideran diferentes formaciones vegetales adaptadas a suelos y condiciones climáticas y de exposición


diferentes, algunas de ellas, las relictas, representantes de condiciones ambientales pasadas y supervivientes en regresión actualmente.

Los encinares, principalmente adehesados se presentan en la zona centro y sur del municipio. Hacia el norte aparecen alternados con alcornocales o en formaciones mixtas de ambas especies. Ya en la franja norte aparecen quejigales, significando el endurecimiento del clima y formaciones relictas de roble melojo (melojares) El uso fundamental al que se destinan los encinares es el ganadero, mientras que en el resto aparecen otros usos como el cinegético, apícola, corcho, leñas, etc.

• Mezcla de frondosas y coníferas:

En esta zona se intercalan los restos de bosques naturales (Quercus sp) con coníferas de repoblación forestal. Son formaciones mixtas en las que el elemento repoblador, mantenido artificialmente, supone una alteración de las condiciones naturales de la vegetación existente.

• Otras frondosas:

Aparecen formaciones dominadas por especies normalmente auxiliares o acompañantes de las principales formaciones naturales de la zona. Suelen tener portes intermedios entre el arbóreo y el arbustivo.


En el extremo norte del municipio aparecen formaciones mixtas en las que junto a encinas y quejigos se encuentran otras especies cono cornicabras, arces, agracejos, serbales...

En zonas centrales aparecen formaciones dominadas por acebuches.

• Pinares:

Los pinares son formaciones de especies de hoja acicular no correspondientes con la vegetación natural de esta zona. Estas formaciones son producto de la política de repoblación forestal puesta en marcha en el pasado y que buscaba un aprovechamiento económico del monte sin atender a consideraciones de tipo ecológico.

Los pinares de repoblación en La Carolina están representados en el norte del término municipal.

Las principales especies utilizadas han sido el pino marítimo (Pinus pinaster) y el pino piñonero (Pinus pinea).

Estas formaciones, prácticamente monoespecíficas suponen una ruptura de la dinámica ecológica de las formaciones naturales circundantes y suponen zonas de sombra para la biodiversidad.

• Bosques de ribera:

Los bosques de ribera representan una formación excepcional respecto del resto de la vegetación del territorio en tanto que representa un tipo de formación independizada en cierto modo de las condiciones climáticas y mas dependiente de las condiciones edáficas, en este caso suelos de cauces de ríos y arroyos con abundante humedad.


Aunque los cauces han perdido en gran medida su cobertura vegetal, especialmente en las zonas mas intensivas de uso antrópico, se conservan aún ejemplos de bosques de ribera bien conservados, sobre todo en la zonas centrales mas alejadas del casco urbano y al norte del municipio.

Estas formaciones están formadas por alisos y fresnos, y en zonas más termófilas álamos, olmos y sauces.

El estrato arbóreo que se centra en el cauce principal, se ve acompañado y sustituido en las zonas de influencia del agua por matorrales de influencia hídrica y en zonas mas descubiertas por juncos o herbáceas.

• Matorral:

Los matorrales representan formaciones de arbustos o matas perennes, de porte medio o bajo. Los que aparecen en la zona son matorrales seriales, que representan las etapas degradativas de bosques originales ya desaparecidos.

Entre los matorrales carolinenses destacan lo jarales, principalmente de jara pringosa (Cistus ladanifer), tanto por la superficie que ocupan como por su monoespecificidad. Grandes extensiones de jarales monoespecíficos soportados sobre suelos raquíticos incapaces de mantener otro tipo de vegetación, en algunos casos resultado de la extrema degradación de la cubierta vegetal.

Otros matorrales representados en el territorio son brezales, formaciones de Erica sp y Calluna sp. Al norte del término y que suponen etapas degradativas poco evolucionadas de la cubierta vegetal.

Tomillares, romerales y cantuesales mas frecuentes hacia el sur del municipio, mezcladas o dominadas por alguna de las especie correspondiente.


• Pastizal

Los pastizales corresponden a formaciones herbáceas, estacionales o perennes, que de forma natural aparecen en zonas donde las condiciones no permiten el desarrollo de otro tipo de vegetación. El resto de pastizales, incluidos los que aparecen en La Carolina, son el resultado de la transformación y pérdida de la cubierta vegetal original para un aprovechamiento ganadero.

Los pastizales del municipio son de carácter estacional, no permitiendo el mantenimiento de cabaña ganadera durante todo el año.

La mezcla de especies, seleccionada a lo largo de los años de aprovechamiento, incluye gramíneas y compuestas principalmente y leguminosas y crucíferas en menor proporción.

La sobrecarga ganadera en algunas zonas ha contribuido a la degradación incluso de la superficie pastable. En otros casos el abandono de la actividad ha dado paso a la evolución de la vegetación presente hacia etapas sucesorias.

• Otros usos:

Se refiere este epígrafe a usos que no alberguen vegetación natural o solo de forma residual. Se incluyen usos urbanos y cultivos principalmente.

El agrícola es el principal uso incluido en este apartado. La zona de cultivos se extiende al sur del casco urbano, fuera del dominio de sierra. La riqueza agrícola de La Carolina ha albergado campos cerealistas, olivar y huertas, aunque actualmente se ha reducido prácticamente a olivar.

Los campos cerealistas han ido desapareciendo reconvertidos a olivares o han quedado relegados a complementos de otros usos como el ganadero.

Las huertas, de las que aún queda una buena representación, están amenazadas por otros usos mas lucrativos.


El olivar ha quedado como cultivo dominante, pero las técnicas de manejo empleadas, en laboreo sin cubierta vegetal, están desembocando en una inevitable erosión.

El uso sostenible del recurso suelo que se hacía con la actividad agrícola tradicional ha desaparecido y con él, el único patrimonio que tiene el agricultor, que es el suelo. Los retazos de vegetación natural presentes entre distintas fincas (setos y linderos), en barrancos, arroyos, incluso caminos y veredas han desaparecido bajo el uso indiscriminado de ganchos y herbicidas, perdiéndose también una variabilidad imprescindibles para el mantenimiento del ecosistema agrario.


12. POTENCIALIDADES Y DEBILIDADES

POTENCIALIDADES

• Buena predisposición de la Entidad Local para la conservación y la protección de la biodiversidad.

• Existencia de zonas bien conservadas y de alto valor ecológico para el municipio.

• Presencia de especies de flora de interés para el conocimiento general de la población de su medio natural.

• Diversidad de especies.

• Elevado número de endemismos.

DEBILIDADES

• Altas pérdidas de suelo por erosión y manejo inadecuado de ecosistemas (dehesas, pastos ganaderos, olivar)

• Pérdida de biodiversidad especialmente en zonas de olivar (eliminación de linderos, vegetación de arroyos, cultivo sin cubierta vegetal, etc)

• Desaparición de elementos culturales tradicionales como las huertas asociadas al casco urbano y de los elementos vegetales y usos asociados a ellas.

• Degradación de las series de vegetación debido a la actividad del hombre.

• Mala conservación de la vegetación riparia.

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