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Perfiles Educativos ISSN: 0185-2698 [email protected] Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación México Ruiz del Castillo, Amparo Docencia e investigación: vínculo en construcción Perfiles Educativos, núm. 61, julio-sept, 1993 Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación Distrito Federal, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13206106 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Vinculo Entre Docencia e Investigacion

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Docencia e investigación

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  • Perfiles Educativos

    ISSN: 0185-2698

    [email protected]

    Instituto de Investigaciones sobre la

    Universidad y la Educacin

    Mxico

    Ruiz del Castillo, Amparo

    Docencia e investigacin: vnculo en construccin

    Perfiles Educativos, nm. 61, julio-sept, 1993

    Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educacin

    Distrito Federal, Mxico

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13206106

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    DOCENCIA E INVESTIGACIN: VINCULO EN CONSTRUCCIN

    AMPARO RUIZ DEL CASTILLO Reflexin sobre las especificidades de la docencia y su valoracin como trabajo profesional en tanto que requiere una formacin especializada en el aspecto didctico-pedaggico, as como en el terico metodolgico, dentro de la disciplina en la que se lleva a cabo la prctica docente. Presenta as, una recapitulacin de los problemas que enfrenta el vnculo docencia-investigacin, y hace nfasis en la necesidad de indagar sobre problemas derivados del desarrollo de las disciplinas, de la problemtica educativa y de la realidad socioeconmica y poltica, como va para mejorar la formacin de docentes y profesionistas, as como para generar propuestas de solucin a problemas concretos. TEACHING AND RESEARCH: THE LINK BETWEEN CONSTRUCTION. A reflexion on the specifications of teaching and their value as the object of study which requires specialized training in the didactic-pedagogical field as well as in the theoretic and methodological aspects within the discipline in which the teaching practice is carried out. It, therefore, reviews the problems of the link between teaching and research and stresses the need to dig into the problems derived from the development of the disciplines, the problems of education in the light of the social-economic and political situation, as a way to improve the training of teachers and professionals, as well as to generate possible teachers and professionals, as well as to generate possible solutions to specific problems. En los ltimos aos, la investigacin educativa ha cobrado mayor importancia ante la necesidad de resolver diversos problemas derivados de la ineficiencia del sistema educativo nacional; sin embargo, los estudios realizados hasta el momento no cubren algunas exigencias de la problemtica de educacin superior que repercuten en la vida acadmica de las instituciones, as como en la formacin de los estudiantes. Tal es el caso del vnculo entre docencia e investigacin, que no obstante haber ocupado un espacio importante en el discurso que se pronuncia en torno a los problemas que enfrenta la educacin superior, en algunos aspectos es una cuestin que se encuentra poco definida y explorada. La falta de precisin de lo que significa ser docente o investigador en el mbito especfico de la educacin superior y, en particular, en las ciencias sociales, ha dificultado la relacin que debe existir entre ambas actividades. No obstante, desde hace algunos aos se ha manifestado en diversos foros la necesidad de que docencia e investigacin se vinculen estrechamente con el fin de contribuir a la superacin de la actividad docente y a elevar el nivel de formacin de los alumnos. Nuestro propsito en este ensayo es sealar las relaciones que se establecen entre docencia e investigacin en ciencias sociales, las caractersticas que definen

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    a ambas actividades, y puntualizar algunas de las dificultades que se enfrentan para hacer efectivo este vnculo. Pretendemos mostrar la manera como la docencia se sirve de la investigacin a la vez que puede generar investigaciones que apoyen directa o indirectamente el proceso de enseanza-aprendizaje. Ello permitir avanzar en la definicin de una poltica concreta, en donde docencia e investigacin se aborden como una totalidad, a fin de que su integracin responda tanto a las exigencias terico-metodolgicas de las disciplinas como a las necesidades de nuestra realidad socioeconmica y poltica. Partimos del supuesto de que en el marco de la educacin superior, y especficamente en el de la formacin de profesionales en ciencias sociales, se carece de una discusin sistemtica del significado que tiene la investigacin de apoyo a la docencia. Es necesario, por lo tanto, delimitar con mayor claridad tanto los "espacios" en los que este tipo de investigacin puede darse, como las exigencias que tiene un docente universitario de tiempo completo para realizar investigacin y la distincin -si existe- entre un docente y un investigador de tiempo completo desde el punto de vista de la legislacin, de modo que se pueda definir con mayor exactitud sus actividades. El documento que a continuacin presentamos pretende acercarnos al tema de estudio. Desde luego est sujeto a revisin para la incorporacin de algunos datos que han quedado fuera, as como para unificar el nivel de anlisis y el tratamiento sistemtico del problema en cuestin. Elementos para el planteamiento del problema La crisis econmica del pas, en particular en la ltima dcada, est asociada inevitablemente a la de las instituciones educativas, y ha trado consigo la agudizacin de algunos problemas presentes en la historia de la educacin, al tiempo que ha generado otros que en ocasiones parecen de difcil solucin. La situacin de la educacin superior refleja la problemtica del pas, por lo que debe analizarse en el marco de la crisis, a fin de comprender con mayor objetividad las caractersticas de la educacin superior, a qu modelo de desarrollo responde y las implicaciones que tiene esta situacin en el mbito de la docencia y la investigacin. Para centrar el anlisis en la docencia, podemos decir que los problemas abordados van desde la formacin de profesores, el uso de tecnologa educativa para hacer ms eficiente la actividad docente, las modalidades que asume la docencia en el proceso enseanza-aprendizaje (formacin-informacin, transmisin-recepcin de conocimientos, etc.) hasta cuestiones relacionadas con la planeacin curricular, la elaboracin de materiales didcticos y la optimizacin de los recursos para elevar la calidad del trabajo docente.

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    Otra veta de anlisis importante es la que se refiere a la situacin social en la que se produce el conocimiento y las caractersticas particulares de las instituciones de enseanza superior. Recientemente se comienza a sentir la necesidad de replantear la importancia efectiva de la docencia en tanto que las polticas modernizadoras del eficientismo y la meritocracia conducen a una sobrevaloracin de la investigacin respecto a las caractersticas y las condiciones especficas en que se desarrolla la actividad docente. De la misma manera, planteamos aqu la necesidad de precisar las modalidades de la investigacin en ciencias sociales, su importancia y valoracin en tanto que, por una parte se tiende a otorgar mayor importancia a la que se desarrolla en el mbito de las ciencias naturales, y por otra parte intentan aplicarse los mismos parmetros de medicin o cuantificacin para ambas ramas del conocimiento cientfico. Al referirnos, pues, a la investigacin y a la docencia, aludimos a dos procesos que tienen por objetivo principal la creacin y transmisin de conocimientos, habilidades, valores y actitudes. Esto implica contemplar la docencia y la investigacin desde una perspectiva en la que ambas actividades se retroalimentan y complementan con el objeto de que los resultados de las investigaciones sirvan para mejorar la calidad de la docencia, y el desarrollo de sta se convierta en un proceso permanente de investigacin por parte de docentes y alumnos, y sirva para generar lneas concretas de investigacin. Partimos de varios supuestos que trataremos de desarrollar a lo largo del trabajo: 1. La carencia de una poltica definida de investigacin a nivel nacional ha conducido a realizar las investigaciones de manera desarticulada, dificultndose as la orientacin de la investigacin hacia la solucin de los problemas nacionales. Esta in definicin en la orientacin de las polticas de investigacin cientfica y tecnolgica, acordes con las necesidades del desarrollo del pas, se manifiesta tambin en el mbito de la educacin superior y tiene repercusiones especficas tanto en la docencia como en la investigacin que se realiza en el campo de las ciencias naturales y en el de las ciencias sociales. 2. La situacin anterior pretende resolverse con una poltica de modernizacin de las instituciones de educacin superior surgida desde el gobierno federal, en la que el nfasis est puesto en la investigacin de "calidad", en particular para las denominadas reas cientfico-tecnolgicas, y en la que la investigacin en ciencias sociales ocupa un papel secundario. 3. El problema se agrava cuando la lgica de la superacin acadmica y su poltica de apoyo se basa en el mrito individual, la in definicin de los criterios de valoracin de la actividad acadmica, la sobre valoracin de la investigacin sobre la docencia y la tendencia a la cuantificacin: cuntos productos se obtienen

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    (artculos, libros, conferencias), cuntas referencias hacen otros investigadores de nuestro trabajo, cuntas tesis se han dirigido, cuntos cuadros profesionales o de investigacin se han formado, etctera. 4. Las dificultades que se han enfrentado para vincular la docencia y la investigacin deben conducir a replantear tanto la concepcin que se tiene de ambas actividades como las relaciones que se establecen entre ellas. Es preciso, por tanto, concebir una nueva prctica docente en donde la investigacin forme parte consustancial de la docencia, al tiempo que la investigacin no se considere exclusivamente como "la gran creacin" del conocimiento, al que slo acceden las mentes privilegiadas. En consecuencia, docencia e investigacin deben dejar de verse en forma aislada o simplemente como complemento una de la otra. 5. La concepcin integral de la investigacin-docencia conducir asimismo a una reflexin y evaluacin de los currculos universitarios, en donde la investigacin se incorpora no slo como aprendizaje de metodologas y tcnicas de indagacin, sino orientada hacia el anlisis y solucin de problemas especficos. 6. Los proyectos de vinculacin docencia-investigacin no deben circunscribirse a los estudios de posgrado. Las licenciaturas deben contribuir tambin a la formacin de investigadores, puesto que en la prctica profesional se observa la necesidad de saber investigar aspectos relacionados con la realidad social en el campo especfico de cada disciplina. Por ello, las instituciones de educacin superior tienen como tarea formar los cuadros tcnicos y profesionales que el pas requiere y dotarlos de los instrumentos terico-metodolgicos suficientes para innovar el campo profesional en el que se desenvuelven y ser capaces de convertirse en investigadores de la realidad en la que se mueven a fin de que propongan soluciones y alternativas de cambio. La docencia y la investigacin en la poltica modernizadora La dcada del ochenta signific para las instituciones educativas un deterioro notable en sus condiciones materiales de existencia debido a la reduccin de los recursos al que estuvieron sujetas. Es ya un lugar comn afirmar que la disminucin sustancial del presupuesto para la educacin condujo al empobrecimiento econmico, cultural y acadmico de las instituciones y de su personal docente. Las lneas directrices que influyeron en la definicin de una poltica de investigacin, o al menos de los criterios con los que se ha valorado sta en el mbito nacional, se vislumbraban ya desde la dcada de los setenta, pero cobran un significado real con la actual poltica modernizadora, en la que se re orienta no slo la atencin para el desarrollo de la investigacin, sino los parmetros a partir de los cuales pretende evaluarse tanto a sta como a la docencia. La problemtica planteada durante la dcada anterior en torno a la situacin de la investigacin se seal en estos trminos:

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    La investigacin cientfica en Mxico se defini necesariamente en el campo de las modalidades de la ciencia hegemnica, sin los recursos financieros y humanos indispensables, guiando as a la investigacin tecnolgica en la misma direccin (Bases para la elaboracin de una poltica de investigacin cientfica. Taller interdivisional sobre investigacin. Mxico, UAM-X, 1980, p. 31). Esta situacin ha impreso muchas caractersticas a la investigacin en Mxico, entre las que destacamos las siguientes: -Los temas de investigacin son tomados de la temtica del momento en la corriente internacional. -Los resultados de la investigacin se publican en el extranjero. -Los criterios de calidad son los mismos que en otros pas es y lo que es peor, lo mismo sucede con los criterios de relevancia. -Los libros de texto, el contenido de la enseanza y las normas de calificacin, son tomados tambin de la misma fuente (Rafael Prez Pascual, 1982, p. 213). Lejos de que se corrijan o re orienten tales criterios, esta visin de la investigacin, de sus resultados y de su validacin han quedado fundamentados y "legalmente" reconocidos a partir de la creacin del Sistema Nacional de Investigadores. Con la nueva poltica modernizadora del rgimen salinista y la instauracin y diversificacin de programas de apoyo econmico extrasalariales, otorgados de manera individual, de acuerdo con criterios de "calidad" y "mritos acadmicos", nos enfrentamos a la institucionalizacin de criterios de validacin que poco se asemejan a las condiciones reales en las que hasta hoy se han venido desarrollando la docencia y la investigacin en nuestras universidades. Las medidas propuestas para apoyar la investigacin abarcan una amplia gama de problemas-necesidades: el establecimiento de polticas de investigacin en las que se hace una jerarquizacin y priorizacin cupular de lo que se entiende por problemas nacionales; en consecuencia, el financiamiento selectivo de proyectos de investigacin que se orienten a las reas prioritarias definidas de acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo, el Programa Nacional de Modernizacin Cientfica y Tecnolgica y la orientacin que le imprime la poltica econmica implantada por el actual rgimen a los estudios superiores y al cumplimiento de sus funciones sustantivas de docencia, investigacin y difusin. En el mbito de las ciencias sociales el panorama que se presenta respecto a la docencia y la investigacin es ciertamente preocupante en relacin con la estrechez de los apoyos financieros que se reciben, que por lo dems son inferiores a los que se otorgan para las llamadas ciencias "duras", y por las dificultades que se enfrentan para la formacin de estudiantes, docentes e investigadores. Slo a ttulo de ejemplo sealemos que en el presupuesto aprobado en la UNAM para 1992, el 16 por ciento del total asignado para investigacin se destinar para apoyar proyectos de investigacin en ciencias exactas y naturales, mientras que

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    slo el 4.7 por ciento se canalizar a las ciencias sociales y humanidades (Gaceta UNAM, 4 de mayo de 1992). En el aspecto docente, se hace un especial hincapi en la necesidad de vincular estrechamente docencia e investigacin, para preparar cuadros profesionales capaces de insertarse en el mercado de trabajo, as como en la necesidad de formar docentes e investigadores "de alto nivel" mediante el fortalecimiento de los programas de posgrado, previamente definidos como de "calidad". Ciertamente la ampliacin de lo que los estudiosos denominan el mercado de trabajo acadmico derivado del crecimiento de las instituciones y la demanda educativa, con los problemas asociados al sindicalismo y la politizacin, permitieron incorporar a la planta docente a recin egresados que no contaban con experiencia profesional o pedaggica (Vid. Brunner, Universidad y sociedad en Amrica Latina, y Ma. de Ibarrola, La propuesta de Neave y Rhoades sobre ecologa acadmica y sus aplicaciones al caso de Mxico). Las dificultades para ubicarse en un mercado profesional distinto a la docencia, y la subvaloracin social y salarial de sta, condujeron a una situacin crtica y contradictoria: por un lado, se present como la nica posibilidad de empleo para muchos egresados, y por otro se constituy en una actividad secundaria, pues los ingresos percibidos por el ejercicio docente no son suficientes para satisfacer necesidades bsicas y elevar el nivel de vida. Esta situacin tuvo una consecuencia ms inquietante; se olvid cuestionarse sobre la vocacin docente. sta qued relegada a segundo trmino, al punto que encontramos profesores para quienes dar una clase significa una tortura, y otros ms que declaran frente a su grupo que estn ah por necesidad, pero que no les gusta el oficio. Ms all de las crticas que pudieran formularse a los anlisis del "deber ser" de la docencia y la investigacin, lo que podra proponerse como centro del debate es el cuestiona miento profundo de las vocaciones de los profesores y su sentido de pertenencia a la institucin. Es la universidad, como lugar de ejercicio profesional, un proyecto de vida para su personal acadmico y para las generaciones futuras?, se identifica a ste con las polticas universitarias y sus proyectos formativos?, cuenta con la disposicin y los espacios institucionales para realizar reformas o modificar su prctica cotidiana? La investigacin social El anlisis de la investigacin en ciencias sociales lo planteamos en el marco acadmico institucional, es decir, de acuerdo con las exigencias que tienen las escuelas y facultades de realizar investigacin, que tal como se establece en la legislacin universitaria, es una obligacin de los docentes de tiempo completo.

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    Sin duda, una de las mayores dificultades para definir el campo especfico de la investigacin que tericamente tiene que realizar un docente de tiempo completo se debe a la carencia de precisin en la distincin entre un docente y un investigador de tiempo completo. Si bien tal distincin no aparece claramente definida en la legislacin universitaria, como tampoco la referida al tipo de investigacin que un docente de tiempo completo debe realizar, en la prctica se asumen objetiva y subjetivamente una serie de diferencias que se asocian ms a la valoracin social y al estatus que cada una de estas actividades comportan. La primera gran dificultad es la prevaleca de la separacin entre centros o institutos de investigacin y las escuelas y facultades. Los unos tienen como tarea primordial la investigacin y las otras la docencia. En los ltimos aos, dada la implantacin de incentivos extra salariales, se agudiz esta diferencia en la medida en que la valoracin en trminos de puntaje que en conjunto tienen estas dos actividades favorece significativamente a la investigacin por sobre la docencia. Es ms, dadas las dinmicas de cuantificacin presentes en la poltica de evaluacin universitaria tenemos como experiencia concreta que muchos investigadores abandonaron sus actividades docentes porque stas no representan para ellos un elevado puntaje y s en cambio les restan posibilidades de "producir" otro tipo de trabajos que son ms valorados: la publicacin de artculos, reseas o resultados parciales de investigacin. Tal situacin genera una nueva contradiccin en tanto que se ha creado una figura acadmica, la de docente-investigador que, sin haber sido definida, plantea nuevas exigencias al trabajo docente. En este sentido, deben tomarse en cuenta las tendencias actuales en la educacin superior, que se plantean con mucha claridad en el texto Visin de la universidad mexicana de Luis Eugenio Todd y Antonio Gago Huguet, donde parece que definen el rumbo de las instituciones de educacin superior y donde se asienta que: ...deber premiarse tanto al maestro como al investigador sin olvidar que lo ideal, en buena tesis educativa, es que todos los profesores de educacin superior sean maestros-investigadores. Para lograr esto se ha establecido ya un sistema de evaluacin a consideracin de las propias universidades que incluye: aos de trabajo, grados acadmicos, responsabilidad en el ejercicio de la ctedra y formas de calificacin que permitan el reconocimiento a los mejores profesores (p. 125). Una dificultad salta a la vista y es reconocida por los propios autores:

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    ...de los ms de cien mil maestros que hay en las universidades pblicas mexicanas, slo veinte mil aproximadamente son de tiempo completo y, de estos ltimos, segn clculos no documentados, slo tres mil han recibido algn curso de formacin o actualizacin magisterial (ibid., p. 126). Las propuestas para resolver este problema se refieren a la implantacin de un sistema nacional de formacin de profesores e investigadores en el que se aproveche la interdisciplina, la coordinacin entre instituciones, y, mediante sistemas de teleproceso, los maestros se pongan en contacto con la pedagoga y la didctica; donde se establezca un sistema nacional de becas para jvenes investigadores que ...al colaborar con otros investigadores de mayor experiencia o a travs de proyectos especficos integren sus actividades a la educacin de posgrado y aumenten sus conocimientos con cursos de maestra y doctorado en los que la especialidad est ligada a la investigacin y a la formacin acadmica para ser profesores universitarios [con el fin de] evitar la improvisacin, garantizar la educacin continua y permitir que los maestros puedan ingresar en el sistema de reconocimiento al mrito (ibid., el subrayado es nuestro). Varias dificultades se presentan cuando analizamos las propuestas, algunas de las cuales se han puesto en marcha: 1. Al establecer el "sistema de reconocimiento al mrito" se generan nuevas formas de credencialismo y "meritocracia", se reducen las posibilidades de formular proyectos a largo plazo que no son cuantificables de manera inmediata y se agudizan problemas de valoracin subjetiva de la importancia diferencial entre docencia e investigacin. De manera significativa se soslaya la valoracin efectiva de la docencia y la investigacin como trabajo profesional, manifestada en la obtencin de un salario adecuado, sobre cuya base puede, entonces s, operar un sistema de estmulos a la mayor productividad que habr de otorgarse a todo el personal que tenga derecho y no slo "para los que alcance" de acuerdo con el monto de los fondos asignados para tal efecto. 2. Al no incorporar los estmulos econmicos al salario, ste permanece estancado y las percepciones por concepto de becas o estmulos representan cada vez ms una parte sustantiva del ingreso, con lo que se profundiza la estratificacin del personal acadmico entre docentes e investigadores y se establece una virtual descalificacin de quienes no pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores o a cualquier programa de estmulos y becas. 3. Al no definir las especificidades del trabajo docente y de investigacin se multiplican las interrogantes cuando se establece la figura maestro-investigador: a qu tipo de investigacin se refiere, cmo se concibe la investigacin que debe realizar un docente, cmo se valora esta investigacin, con qu recursos se cuenta y, desde luego, qu formacin se requiere para llevarla a efecto.

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    En el mbito de la investigacin social nos enfrentamos a un creciente abandono de las reas sociales y humansticas que, dada la dinmica econmica del pas y el nfasis puesto en el desarrollo tecnolgico, no constituyen, como se mencion, una prioridad nacional para los dirigentes del pas y de la educacin, en particular. Se soslaya con ello que es competencia de la investigacin social y humanstica indagar sobre el significado y los efectos sociales, econmicos y polticos que tiene la imposicin desde el exterior, de concepciones en torno a la ciencia, la tecnologa y el desarrollo econmico. Asimismo, que es que hacer fundamental de las ciencias sociales y de las humanidades discutir y analizar aquello que se define como prioridad nacional y las necesidades sociales, la conformacin de los valores y la cultura de los individuos, su participacin en la vida del pas y el proyecto de nacin que se perfila en sus aspectos polticos, econmicos y socio culturales. Vnculo entre docencia e investigacin Quiz una de las mayores dificultades para vincular docencia e investigacin sea precisamente priorizar cada una de estas actividades como si se desconociera que la prctica docente, en tanto prctica social, ubicada en un espacio histrico-social determinado, requiere de una reflexin sistemtica en torno a las condiciones en las que esta prctica se realiza, as como de aquellas en las que se produce y reproduce el conocimiento cientfico. La experiencia obtenida en los ltimos aos en el trabajo directo con profesores de diversos niveles e instituciones del pas nos ha permitido percatarnos de la diversidad de formaciones, exigencias y necesidades que plantea la docencia como ejercicio profesional. Sin embargo, hay una caracterstica que puede aglutinarlas: la preocupacin por realizar investigacin, la cual se plantea tanto como una exigencia institucional derivada de las polticas modernizadoras imperantes como por la presencia de problemas que impiden o limitan la superacin del trabajo docente, y con ello el mejoramiento del proceso enseanza-aprendizaje. Dos vetas de problemas-necesidades se manifiestan con cierta claridad: la carencia de formacin terico-metodolgica que permita plantear adecuadamente problemas de investigacin y la orientacin de los mismos hacia temticas que pueden ubicarse en la denominada investigacin educativa, que incluye desde los temas asociados al estudio de la desercin, ndices de reprobacin, efectos de las condiciones socioeconmicas en el aprendizaje, hasta aquellos que incorporan el anlisis del avance de ciertas disciplinas y la consecuente actualizacin de los contenidos de la enseanza. Existe tambin evidencia de que la imaginacin y la creatividad con que el docente puede (o debe?) planear sus cursos se ven seriamente limitadas por: a) las deficiencias formativas en su rea disciplinaria y la imparticin de asignaturas que

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    nada tienen que ver con su formacin acadmica original; b) el exceso de nmero de horas frente a grupo y nmero de alumnos; c) el tipo de contratacin (por horas o de tiempo completo); d) la realizacin de otras actividades que incluso pueden ser prioritarias a su actividad docente; e) la carencia de formacin didctico-pedaggica que le permita utilizar mayores recursos para la enseanza, y f) la inexistencia de condiciones institucionales que permitan contar con recursos y apoyo a la docencia, no obstante que sta se seale como la actividad prioritaria. Sin embargo, resulta preocupante la falta de una reflexin sistemtica de las condiciones y caractersticas que asume la prctica docente, ms all del sealamiento de las dificultades que entraan los bajos salarios y la situacin contractual. Se impone pues la necesidad de reflexionar sobre la docencia como un ejercicio profesional que tiene caractersticas y exigencias especficas y que, desde luego, est ms all de la "simple transmisin del conocimiento". Partimos para ello de considerar que la formulacin de un programa de asignatura es ya una investigacin de cierto tipo, en la medida en que requiere el dominio del rea o la materia que se imparte, y con base en ello plantear una serie de hiptesis y objetivos respecto al conocimiento, habilidades y/o destrezas que se busca alcancen los alumnos al finalizar el curso. Implica, adems, la seleccin de contenidos y de bibliografa, es una toma de decisiones constante en torno a: contenidos, objetivos, mtodos de enseanza y evaluacin, as como una reflexin sistemtica acerca de las condiciones en las que se genera el conocimiento que se transmite, todo lo cual no debe darse al margen de un proyecto formativo de cierto tipo de profesionales. Esta tarea es de por s compleja y exige del docente un esfuerzo intelectual mayor cuando al interaccionar con su grupo aprecia y valora las singularidades del mismo y, a partir de stas, determina las estrategias para resolver los conflictos que se presentan tanto desde el punto de vista afectivo como cognoscitivo. Es difcil medir con "criterios objetivos" la experiencia docente adquirida durante el ejercicio de la enseanza como prctica profesional y la diversidad en la toma de decisiones que el docente realiza para propiciar el aprendizaje. Pretender que ello d la medida de la "calidad" de docentes y alumnos puede dejar de lado las especificidades de cada grupo escolar, la complejidad que asume el proceso enseanza-aprendizaje, as como la multiplicidad de actitudes y conductas de los actores, derivados de sus marcos socio culturales. De ah que se afirme que hay diferencias sustanciales entre la investigacin que realiza un especialista en planeacin para evaluar la "calidad" del proceso docente y las propuestas de cambio que formula, de aquella que proviene de la propia experiencia del maestro, pues aqullas se viven como imposiciones cargadas de teorizacin y tecnicismos que poco se asemejan a las vivencias particulares de cada maestro. Para reforzar esta aseveracin basta revisar los perfiles de

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    desempeo para maestros y alumnos de enseanza bsica, formulados por la SEP, y las derivaciones que tiene la modernizacin de las instituciones de educacin superior. Quiz la mayor dificultad para la comprensin del trabajo docente y, en consecuencia, de su valoracin, es que los administradores, los encargados de planeacin e incluso los tericos asesores de los polticos modernizadores parecen ignorar que el proceso enseanza-aprendizaje no se da en una sola direccin, que el maestro influye ciertamente sobre sus alumnos, pero que stos tambin lo alimentan, lo informan y lo forman; adems, que se establecen relaciones recprocas entre todos los miembros de un grupo, y por lo tanto los resultados obtenidos dentro del saln de clases son producto de la reflexin y de las situaciones que se dan tanto en el contexto socio cultural e institucional en el que estn insertos docentes y alumnos como en el saln de clases, que constituye a la vez un espacio universal y cerrado. De ah que la exigencia de que un docente haga investigacin debera considerar las especificidades del trabajo docente, la comprensin de la complejidad del proceso enseanza-aprendizaje y, por tanto, la dificultad que entraa exigir desde la administracin o la planeacin cierto tipo de conductas que puedan determinar criterios universales sobre la calidad de la enseanza y el aprendizaje. Suponer entonces que un docente que no usa cotidianamente las modernas tcnicas y los recursos tecnolgicos en su saln de clases es un mal maestro, es depositar en los instrumentos la capacidad crtica y reflexiva del docente y su iniciativa para generar el mismo estado de nimo en sus alumnos para poder acceder al conocimiento y a la comprensin de la realidad. En este sentido, se debe redimensionar el papel de la docencia como actividad profesional que requiere conocimiento especializado y habilidad para incorporar al estudiante activamente en su proceso formativo, no como receptor pasivo de conocimientos ya elaborados, sino como creador de un conocimiento propio, en tanto que redescubre e interpreta, con base en su formacin acadmica y su experiencia social, el conocimiento existente. Para ello, habra que considerar aquellos planteamientos elaborados por pensadores como Gramsci y Freire, entre otros, quienes consideran a la educacin como un instrumento de liberacin que asignan a los actores del proceso enseanza-aprendizaje un papel activo en la creacin y recreacin del conocimiento cientfico. Desde esta perspectiva, la enseanza y la investigacin estaran orientadas a la bsqueda de un conocimiento que nos acerque a la realidad, a su comprensin y transformacin. De ah que maestro y alumno estaran empeados en un objetivo comn: el conocimiento que transforma en dos sentidos tanto a quien o quienes participan del proceso enseanza-aprendizaje como a la realidad que pretenden explicar.

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    Esta redimensin de la docencia estara dada tambin por la transformacin de las actitudes y conductas de docentes y alumnos frente a la enseanza y el aprendizaje. Es decir, el maestro, el docente, no es aquel que acude a su grupo para desarrollar una serie de ideas propias y ajenas en torno a un tema de estudio, sino quien motiva a sus alumnos, los orienta e impulsa a la reflexin; quien promueve entre sus alumnos la inquietud por el conocimiento, por la lectura, por ese cuestiona miento constante de su propio saber, de la realidad circundante, y establece un vnculo estrecho entre escuela y vida. Por otra parte, el alumno no es el receptor que trata de captar lo "ms posible" o lo "ms importante" de lo que dice el maestro, sino aquel que se empea en el descubrimiento de verdades que, como seala Gramsci, aunque sean verdades viejas, cuando son descubiertas por el alumno de manera autnoma, sin la necesidad de la tutela del profesor, significa que est en posesin del mtodo, es decir, que hay madurez intelectual, que se hace uso de la capacidad de reflexin, de crtica, de autodeterminacin. Conseguir esto es ciertamente una tarea de aos; alcanzar la madurez intelectual ha costado a quienes la poseen incontables horas de esfuerzo y de trabajo sistemtico, interminables horas de estudio, quiz. Sin embargo, sta es la tarea en la que deberamos estar empeados los docentes: conseguir que los estudiantes piensen por s mismos, que descubran verdades, que conozcan, expliquen, problematicen su entorno, y sta no puede ser otra que una tarea de investigacin. Desde esta perspectiva, investigacin y docencia no slo se complementan, sino que se exigen. La docencia la entendemos como un proceso en el que est presente la reflexin-investigacin del entorno en el que esta prctica se da, las condiciones en las que se produce y reproduce el conocimiento, los problemas especficos de la disciplina, las caractersticas que asume el proceso enseanza-aprendizaje, pero sobre todo, el vnculo estrecho que debe existir entre realidad social y conocimiento cientfico. Para integrar docencia-investigacin se requiere una concepcin de docencia en la que: a) La investigacin juega un papel preponderante con relacin al estudio de las condiciones y caractersticas en que se da la prctica docente. b) La reflexin sobre el que hacer propio de la disciplina no excluya la que se realiza sobre problemas especficos del entorno social, ni la aplicacin de los elementos tericos al estudio de casos concretos. c) La investigacin forma parte del mismo proceso enseanza-aprendizaje, pero no reduce este ltimo al acercamiento del estudiante al tema de investigacin que desarrolla en particular un profesor, sino que comprende todo el proceso formativo

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    de los alumnos y los invita a asumir la investigacin como una forma de vida, tal como sugiere Wrigth Mills en su obra La imaginacin sociolgica. Investigacin como parte del proceso de enseanza-aprendizaje Partimos del supuesto de que en las licenciaturas en ciencias sociales est contenida, implcita y explcitamente, la investigacin como parte fundamental de la formacin acadmico-profesional de los estudiantes. No obstante, es evidente que la investigacin y su enseanza asumen caractersticas especficas que requieren atencin y plantean exigencias particulares a docentes y alumnos. Por tanto, en este nivel es preciso evaluar aquellas asignaturas de los planes de estudio en las que la enseanza de la investigacin resulta prioritaria, y que constituyen el ncleo fundamental de la formacin metodolgica de los estudiantes. Nos referimos aqu a los cursos de metodologa, talleres y seminarios de investigacin en los cuales, como es conocido, existen graves problemas de organizacin y sistematizacin del contenido de los programas, mtodos de enseanza y temas de investigacin. Especficamente, la desvinculacin y falta de continuidad en los programas dificulta an ms la utilizacin del conocimiento adquirido en estos cursos para el resto de las asignaturas de un plan de estudios y para orientar la elaboracin de la tesis profesional, concretamente. La atencin a la investigacin en el interior del proceso enseanza-aprendizaje tiene, pues, necesidades especficas que no pueden generalizarse para el total de asignaturas que conforman los currculos. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que existen serias deficiencias en los estudiantes para realizar investigacin, lo cual se comprueba, entre otras cosas, por la dificultad que enfrentan al elaborar sus tesis profesionales. A lo anterior debe agregarse la falta de preparacin de los docentes para realizar investigacin y la vinculacin arbitraria que hacen de "su" investigacin con las asignaturas que imparten, al margen de lo que debe ser o es el proyecto formativo en su conjunto. Entendemos pues que investigar es plantearse problemas, es mirar la realidad con ojos diferentes, reflexionar sobre ella e intentar transformarla. Investigar significa aprender a indagar, pero plantendose preguntas en torno a los aspectos ms significados del problema que se estudia. No es buscar lo conocido, ni aprender a usar ciertas tcnicas de observacin. Investigar es asumir una actitud reflexiva y crtica frente a la vida, al conocimiento, al individuo, en sus estrechas, complejas y contradictorias relaciones, las cuales no se han dado de manera espontnea, sino que responden a las relaciones de poder gestadas y desarrolladas a lo largo de la historia y las circunstancias socio histricas especficas.

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    De modo que aprender a investigar no significa slo manejar ciertos instrumentos terico-metodolgicos para acudir en busca de un conocimiento dado, existente, que slo requiere ser desentraado. Aprender a investigar significa reflexionar sobre la realidad en la que el hombre est inmerso, ordenarla, sistematizarla en el pensamiento, interpretarla de un modo distinto al que plantea el sentido comn y la ideologa dominante. En nuestro caso especfico, cuestionar los fines que se persiguen al implantar una educacin orientada a la formacin de tcnicos tiles a la industria para producir bienes de consumo redituables para el capital, tcnicos capaces de aplicar conocimientos prcticos para resolver problemas concretos, sin formar en ellos actitudes crticas para la comprensin de los procesos productivos en los que estn insertos. Debe, por tanto, formularse como pregunta fundamental desarrollo tecnolgico para quin, al servicio de quin, y quines son los beneficiarios del mismo? Una enseanza de la investigacin de esta naturaleza exige un doble esfuerzo por parte de docentes y alumnos: para los docentes significa fomentar o propiciar ciertas caractersticas en sus alumnos, llevarlos al plano de la reflexin colectiva y sobre todo, ejercitar la investigacin. Para los alumnos, significa romper con la comodidad que representa mantener una actitud pasiva frente al conocimiento, sin asumir un compromiso con su propio proceso formativo, con el conocimiento y con la realidad en la que estn inmersos. Formacin de docentes e investigadores Dos tendencias se han observado en las polticas de formacin docente generadas en la educacin superior: una es el establecimiento de centros especializados en la capacitacin didctico-pedaggica de los docentes y otra es la proliferacin de estudios de posgrado que ponen nfasis en la formacin disciplinaria, pero que no incorporan de manera sistemtica aspectos de formacin didctico-pedaggica, es decir, que no forman maestros en el sentido original del trmino. En ambos casos la tendencia ha sido la desvinculacin entre la formacin terico-metodolgica, la realizacin de investigacin y la formacin didctico pedaggica. En ninguno de los casos hay ejercicios de investigacin colectiva o programas de formacin docente que hagan nfasis en el vnculo entre los tres elementos anteriores y atiendan necesidades particulares de cada institucin, tanto para la formacin de docentes-investigadores como para la discusin de problemas disciplinarios que repercuten en los contenidos de la enseanza. Por otra parte, se observa la des vinculacin entre la formacin docente y la prctica de investigacin, as como la carencia de evaluaciones para establecer reas prioritarias de formacin docente y de anlisis de las caractersticas institucionales en las que se establecen los programas de formacin docente. La

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    profesionalizacin de la docencia parece ms un elemento retrico de las polticas modernizadoras con las cuales, sin ms, se exige a un docente que haga investigacin, como si tanto docentes como investigadores formaran parte de un todo homogneo, independientemente de sus reas disciplinarias, sus especificidades formativas y las instituciones en que prestan sus servicios. Debe sealarse que en muchos de los programas implantados no se han considerado con suficiente seriedad las instancias que deben participar en estos programas. Esto es, se considera que una instancia especial debe dedicarse a formar profesores (CISE, departamentos especializados, etc.), olvidando que se requiere del concurso de los centros de investigacin, coordinaciones de licenciaturas, divisiones de estudios de posgrado, entre otras, para que, como trabajo colectivo, se proceda al anlisis de las necesidades de formacin de profesores, en reas de inters especficas, en formacin pedaggica, en actualizacin de conocimientos e incluso en formacin terico-metodolgica para realizar investigacin. Para ello se requiere del concurso de los docentes en ejercicio para analizar los problemas de formacin de maestros en relacin con el contexto social, econmico y poltico del pas, el educativo en particular, y con la dinmica institucional en que se aplica un determinado programa de formacin docente. Es notoria, adems, la carencia de discusin sistemtica de los problemas especficos que enfrenta cada docente en su saln de clases y la manera en que los resuelven. Ello resultara mucho ms enriquecedor y formativo que el establecimiento de recetas y programas que nos digan "qu hacer" y "cmo" para mejorar el trabajo en el aula. La posibilidad de cambio estara dada entonces no a partir de la imposicin de normas y criterios sobre lo que "debe ser" la prctica docente, sino por el intercambio de experiencias acerca de las modificaciones y estrategias que el maestro encuentra ms eficaces para desarrollar su prctica cotidiana. A este respecto, y para ejemplificar, puede sealarse que uno de los objetivos de las maestras que se imparten en la Divisin de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales es precisamente la formacin de cuadros docentes, de manera que puedan satisfacerse los requerimientos de las carreras. Sin embargo, hasta la fecha no se ha implantado una poltica especfica que permita la captacin real de los recursos que la propia Facultad ha generado, en este caso, a egresados o estudiantes de maestra que se incorporen de manera sistemtica a la docencia en la Facultad. Ms grave an es que la formacin hace nfasis en los contenidos disciplinarios y no se formulan como un programa efectivo de formacin docente. Investigacin para la creacin y desarrollo del conocimiento cientfico A este respecto, algunos acadmicos afirman que toda la investigacin que se realiza en las escuelas y facultades sirve de apoyo a la docencia. Sin embargo,

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    como se ha sealado, sta tiene caractersticas y necesidades especficas que limitan la utilizacin de la investigacin directamente como apoyo de la docencia, si no se tiene una visin de conjunto en torno a los problemas de la docencia y la investigacin. La situacin se complica si, como ocurre en muchos casos, se pretende que la vinculacin entre docencia e investigacin se presente de manera inmediata, por la difusin de los resultados de la investigacin o el sealamiento de los avances de la investigacin en curso, o bien, como ocurre actualmente, con la sola enunciacin de la necesidad de vincular ambas actividades. El sealamiento de temas prioritarios de investigacin, la permanente discusin y comunicacin entre los docentes en torno a los problemas que enfrentan en su prctica cotidiana, a sus proyectos de investigacin, el establecimiento de la relacin que tienen stos con el contenido de la enseanza y con los problemas ms ingentes en el mbito nacional, se hace cada vez ms necesario, no como recurso retrico, sino con la voluntad de contribuir al mejoramiento de la calidad de la enseanza y la solucin de problemas. Del anlisis y discusin de estas cuestiones pueden surgir temas de investigacin especficos a los que se incorporen los estudiantes de servicio social, de maestra, a tcnicos acadmicos, etc., de modo que la realizacin de investigacin se convierta en una tarea colectiva, con proyectos de investigacin bien definidos que orienten el que hacer intelectual de los cuadros en formacin, y fortalezcan, al mismo tiempo, la planta acadmica de la institucin. Bibliografa ADORNO, T.W. 1982. "Filosofa y maestros", Cuadernos de formacin docente, nm. 17, ENEP-Acatln. BRUNNER, J.J. 1987. Universidad y sociedad en Amrica Latina. Mxico, UAM-Azcapotzalco-SEP. FURLAN, Alfredo y E. Remedi 1981. "Notas sobre la prctica docente: la reflexin pedaggica y las propuestas formativas", en Foro Universitario, nm. 10. IBARROLA, Mara de 1992. Sistemas nacionales de incentivo al investigador, Mxico: la experiencia de homologar y des homologar las remuneraciones al trabajo acadmico. DIE.CINVESTV-IPN. 1992. La propuesta de Neave y Thoades sobre ecologa acadmica y sus aplicaciones al caso de Mxico. DIE-CINVESTAV-IPN. PREZ PASCUAL, Rafael 1982. "La investigacin en la docencia", en Polticas de investigacin en la educacin superior. Mxico, SEP, ANUIES. VARIOS autores 1986. La docencia, entre el autoritarismo y la igualdad. Antologa preparada por Raquel Glazman. Mxico, SEP-El Caballito. VARIOS autores 1985. Primer seminario internacional sobre la regulacin de la carrera acadmica. Mxico, UNAM.