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EL ENIGMA DEL ACERO Sugawara Tetsutaka Sensei Tradición, historia, y actualidad de las artes marciales Revista digital Nº2 Junio/Julio 2013 Muay Thai Kenpo Esgrima Medieval Wushu Defensa Personal Iaido Dokkodo REEDICIÓN

Magazine DOKKÔDÔ Nº2

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Revista de artes marciales digital. Tradición, historia, y actualidad. www.magazinedokkodo.com

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EL ENIGMA DEL ACEROSugawara Tetsutaka Sensei

Tradición, historia, y actualidad de las artes marciales Revista digital Nº2Junio/Julio 2013

Muay Thai • Kenpo • Esgrima Medieval • Wushu • Defensa Personal • Iaido

DokkodoREEDICIÓN

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contenidos

En el tatami/Entrevista a Sugawara Sensei

Ronin/ El enigma del acero

Shin gi tai/ Las fases del Kata II: Seme

Defensa personal/ El vértigo ante el filo

Maestros y estilos/ Pedro Velasco

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junio/julio

In the Cage/Chap Kao

Investigación/Shotokan Kobudo II

Crónica histórica/Calcio Storico

Kenpo/La ley del Puño

Artes marciales chinas/Nan Quan, boxeo del sur

Musubi/La suavidad del Aikido. La montaña y el agua

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STAFFDirector Antonio García Piñar

Dirección de arte Beatriz Castro

Maquetación Beatriz Castro Martín

Fotografía Julietta Prado

Colaboradores Luis Mochón Corredor, Pedro Martín González, Vicente Gómez Espinosa, Juan Carlos Serrato, Ángel Martinez López, Sebastián Reina Cano, Borja Álvarez Cortés

Relaciones públicas y publicidad Beatriz Castro Martín

[email protected]

Redacción Antonio García Piñar

revistadokkodo.redacción@gmail

Arte y comunicación Julietta Prado

[email protected]

ISSN 2340-0137

Dirección C/ París nº 32, Armilla 18100-Granada. España

DOKKODO NO SE RESPONSABILIZA DE LAS OPINIONES DE NUESTROS COLABORADORES

Colaboración especial: Francisco Torrero, Joaquín Muñiz, Francisco Márquez y Hugo del Campo

A comienzos del siglo xx las Artes Marciales japonesas sufrían una doble transfor-mación sustancial. Una transformación que afectaría a millones de personas durante ese mismo siglo. En un principio, se podría juzgar que las fuerzas que operaban eran dobles: por un lado se buscaba la expansión del Judo como deporte a la altura de lo que podría ser cualquier disciplina olímpica. Por el otro, se intentó verter con todo el cuidado posible las tradiciones guerreras del vetusto Ju Jutsu de forma que fueran preservadas como un patrimonio del pasado guerrero de Japón, (un ejemplo de ello los tenemos en los katas Koshiki no Kata). Se podría decir que la operación de difícil equilibrio que realizó el Dr. Jigoro Kano afectó no solamente a las Artes Marciales ja-ponesas, sino prácticamente a todo el continente asiático. Las tradiciones de lucha de China, Corea, Okinawa o Vietnam, empezaron un lento proceso de difusión por toda la Tierra acelerado por el final de la ii Guerra Mundial. Siendo posibilistas, esta difu-sión también aumentó el interés por las disciplinas de Tailandia, Filipinas, Indonesia. Es de notar que estas últimas no sufrieron la dicotomía entre Budo y Bujutsu como ocurrió con las anteriores.

Tal vez sin el Judo de Jigoro Kano la historia hubiese sido muy diferente. O tal vez no. Nunca podremos saberlo. Pero mirando el transcurso de los hechos con una mirada objetiva, podemos hacer un balance del proceso. Es de una deshonestidad intelectual total juzgar las motivaciones y el ambiente que influía en nuestros an-tepasados, es fácil ser enanos subidos a hombros de gigantes y siempre miraremos más lejos si nos apoyamos en los aciertos de los que nos precedieron y evitamos sus errores (otra cosa sería pensar cuáles son los nuestros). Y es posible que aún no haya quedado resuelto del todo el legado que Jigoro Kano nos dejó.

El Budo se define (o traduce, mejor dicho) como la Vía por la que mejoramos nuestro carácter, buscamos nuestro verdadero ser de forma introspectiva y alcanza-mos la salud de cuerpo y de la mente basándonos en las Artes Marciales. Una frase muy larga para algo muy difícil de explicar. El Bujutsu, es más fácil de concebir: se trata de todos los métodos, estrategias, técnicas y tretas para matar, mutilar o inutili-zar al enemigo. Sin más, sin paliativos, con toda crudeza.

Es lógico pensar que este bárbaro planteamiento horrorizara al creador del Judo. Pero sí es cierto que no olvidó los orígenes de los que provenía. Jigoro Kano codificó esta contradicción en su propio arte, que además, por si fuera poco concibió para que fuera un deporte. Tal vez la respuesta ya la supiera el viejo maestro Kano. En la actualidad, los practicantes de antiguas escuelas, como la Sui O Ryu, o la Escrima ¿piensan en enemigos a los que haya que abatir? Los practicantes de Taekwondo ¿aca-so no pueden plantearse afinar su arte de forma que sirva como autodefensa en un momento dado? Todos conocemos practicantes de Budo terriblemente efectivos en combate así como maestros del pasado que llegaron a un nivel intelectual y espiritual que aún nos siguen inspirando en sus textos. Tal vez el Budo es una cáscara vacía, un árbol de débiles raíces sin el viejo Bujutsu. Podría ser que el Bujutsu sea un arte fósil, un ritual vacío, una enfermiza y extraña obsesión con la eficacia sin un Budo que dé sentido a su práctica en pleno siglo xxi. La respuesta seguramente está en cada uno de nosotros.

Entre otras muchas sorpresas que deseábamos mostraros, tenemos el honor de presentar a un Maestro que seguramente ha aunado en su persona lo mejor del Bujutsu y el Budo. Os invito a conocer A Tetsutaka Suwara Sensei, singular maestro cuyo conocimiento, ciencia y humanidad trasciende el plano de las Artes Marciales. Estrenamos una sección dedicada a la defensa personal. En ella hemos intentado ser originales y contrastar la opinión de varios expertos en un tema indicado. Creemos sinceramente que el resultado del formato es interesante y novedoso. Nuestra época se define por la multivocidad y la multiplicidad de fuentes.

No queremos despedir este editorial sin agradecer, profundamente, la acogida que hemos tenido. Nunca lo hubiésemos imaginado. Esperamos no defraudaros y mejo-rar con este segundo número de DOKKODO.

BUDO Y BUJUTSU

Antonio García Piñar

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AGENDAAGENDA junio-julio

Fernando Liuzzi (Vasudeva), Maestro Nacional de Chi Kung, Tai Chi Chuan y Kung Fu, director del Departamento de Estilos Internos, Tai Chi Chuan y Chi Kung, de la Asociación Nacional de Clubes de Artes Marciales Chinas e Instructor de Yoga y Meditación con más de 25 años de práctica, impartirá a lo largo del verano varios cursos en el Centro de Retiro y Prácticas Taoístas “Lago de las Siete Estrellas” (Valle de Lecrín, Granada)

Los días 22–23 de Junio se realiza-rá meditación taoísta y de la escuela Chan (Budismo Zen). Esta práctica se alternará con el Yoga y Chi Kung actividades que irán acompañadas de trabajos en la huerta, períodos de recogimiento.

Los días 4–7 de Julio (con la po-sibilidad de asistir solamente el fin de semana) el trabajo se centrará en la práctica de Chi Kung y Taichi Chuan. Formas de espada y sus apli-caciones, la forma de 36 movimien-tos de Wudang, y la forma de 32 movimientos del estilo Yang. El Chi

Kung se centrará en el desarrollo del “elemento fuego” propio de la época que ocupará. También se relacionará finalmente con técnicas de Shiatsu.

Los días 12–28 de Julio se abor-dará a lo largo de ese curso un con-junto de técnicas psicofísicas (Chi Kung, Yoga, Meditación, Shiatsu, Medicina Tradicional China, etc.) a través de las cuales se buscará una mayor afinación mente/cuerpo/energía, como punto de partida a una expansión de la consciencia y de la percepción interior, que pondrá las bases para una práctica personal (sadhana), orientada por el Maestro a partir de una relación personal con los participantes. Al finalizar satis-factoriamente el curso la Asociación Internacional de Yoga y Taoísmo “Lago de las Siete Estrellas” otorga-rá un Certificado de 1er nivel de Tao Yoga a sus participantes. Más información: www.lagodelas7estrellas.blogspot.comwww.wudangshan-granada.blogs-pot.com

El dojo Kenshinkan de Badajoz organiza un Gasshuku de Aikido Pese a tener aún vivo el recuerdo de la visi-ta de Tetsutaka Sugawara Sensei, el Dojo de Artes Marciales Kenshinkan realizará un Gasshuku de Aikido el día 7 de Julio. El obje-to del Gasshuku tendrá como objeto asentar las bases de la práctica. Un punto fundamen-tal, además del trabajo de mano vacía será el entrenamiento de los Katas, Kumi Tachi y Jo Ai propios de la línea de trabajo de Sugawara Sensei. El Gasshuku será dirigido por Pedro Martín González, 3º Dan de Aikido Aikikai.

Seminario de Kendo e Iaido en Maracena (Granada)

Los días días 29 y 30 se impartirá un evento de Iaido y Kendo en las instalaciones del Centro de Luchas Olímpicas, Ciudad Deportiva de Maracena. El seminario será organizado por Vicente Espinosa y el curso será impartido a su vez por Antonio Gutiérrez Velilla Sensei, 7º Dan. La práctica siempre comenzará con el entrenamiento de Iaido para posteriormente pasar a la práctica del Kendo. Más información en: http://mushiniaidogranada.blogspot.com.es

Dento Shito Ryu KaratedoLa Dento Shito Ryu España tiene preparadas varias actividades para los días previos al pe-riodo vacacional. Como viene siendo habi-tual y para el regocijo del Shito Ryu español, el próximo 8 de Junio Hidetoshi Nakahashi Sensei, 9º Dan, impartirá un Curso de Dento Shito Ryu Karatedo en Sevilla. Por otro lado, nuestro estimado maestro, Deogracias Medina Sensei, 8º Dan volverá a visitar Granada, ciudad donde es muy querido y cuyos practicantes no faltarán a la cita. Más información: http://www.dentoshitoryu.es

Actividades de verano a cargo del centro Wudangshan de Granada

junio-julio

La Escuela Superior Wudao tiene preparadas una extensa oferta de actividades durante el verano:

La temporada comenzará con una Jornada de puertas abiertas el 28 de Junio de 17h a 20h.

También se llevará a cabo un Curso de taiyi wuxing quan en la delegación de Tenerife. Teléfonos de contacto: 690340063.

Este es un estilo único del tem-plo de Wudang desarrollado para mejorar las articulaciones y forta-leza de los ligamentos, teniendo un excepcional uso de las técnicas de energía.

Los días 20 y 21 de Julio se impar-tirá un Curso de Taijiquan estilo Chen con la forma de Paochui (Er lu) Esta es una de las formas clásicas del estilo para cualquier técnico in-teresado en reunir las formas del es-tilo y entrenar adecuadamente en su progresión y aprender a ejecutar las técnicas de fajing (fuerza intrínseca o explosiva). Se ha de tener cono-cimientos de taijiquan de mínimo 3 años. Tlf. 915 342 029

Además de todo esto existirá la posibilidad de acceder a cursos para monitores de Qigong, Taiji Quan y Sanda Wang .

Próximas actividades Centro Wudao

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Actividades de la World Tai-jitsu Federation

La World Tai-Jitsu Federation (W.T.J.F.) convoca el I Stage International de Tai-Jitsu “Ayuntamiento de Alcobendas”, que se celebrará los días 8 y 9 de Junio, en las ins-talaciones del Pabellón Amaya Valdemoro (Polideportivo municipal José Caballero. Alcobendas). La organización del curso correrá a cargo de la Asociación de Karate Alcobendas (A.K.A.).

Se presentará un trabajo sobre la metodología a seguir en el entrenamiento y desarrollo de la capacidad de aplicación técnica ante diferentes ataques. Se realizará un trabajo específico para la transferencia de esta metodología a la competición en la modalidad de Goshin Shobu, según el reglamento actual de la Federación Mundial de Tai-Jitsu. A modo de colofón se finalizará con una competición de esta modalidad deportiva, en la que pueden participar todos los asistentes al curso que lo deseen. El curso será impartido por el Maestro Joaquín Muñiz, 7º DAN, Director Técnico de Tai-Jitsu de la Federación Asturiana de Karate y Presidente de la wtjf

A su vez los días 4–10 de Agosto se celebrará el xiv Curso Internacional de Verano en la ciudad de Oviedo. En este caso la práctica será dirigida por los maestros:

Joaquín Muñiz González. 7º DAN de Tai-Jitsu

Francisco Manuel García Calvo. 5º DAN de Tai-Jitsu

Daniel Muñiz Llanos. 4º Dan de Tai-Jitsu

Abel Muñiz Lozano. 4º DAN de Tai-Jitsu

Guro Ian Forster (Eskrima Doce Pares) visita España

Guro Ian Forster, alumno directo de Gran Maestro Danny Guba impartirá un curso de Eskrima Doce Pares. El curso será llevado a cabo en el Dojo Minami en Motril el dia 15 de Junio. Guro Ian Forster es el grado más alto de este es-tilo en Europa por lo que es una posibilidad úni-ca para tomar contacto con este eléctrico estilo. Serán 5 horas de seminario cubriendo técnicas con Baston, Mano vacía y Corto. Solo necesitas un palo de rattan. Será la tercera vez que venga a Granada a compartir sus conocimientos y expe-riencia. Es el único evento de estas característi-cas en España pues Doce Pares Eskrima Granada es el único grupo oficial presente en este pais y Hugo Del Campo Plasencia es el representante oficial de gm Danny Guba para España

La ciudad de Benissa recibe a dos tesoros vivos del Bujutsu japonés

Del 20 al 27 de Julio se celebrará un Curso de Muso Jikiden Eishin Ryu Iaijutsu con 21º Soke Sekiguchi Takaaki Komei Sensei y Ryo En Ryu Naginatajutsu con Shimizu Nobuko Sensei en Benissa (Alicante).

El seminario de Musô Jikiden Eishin Ryu iaijutsu (Yamauchi ha-Komei Jyuku)se desarrollará bajo la dirección del 21º representante del estilo Sekiguchi Takaaki Komei Sensei. En este seminario se trabajarán katas de todas las series así como el kumitachi, kenjutsu de Eishin Ryu.

El seminario de Ryo En Ryu Naginatajutsu estará dirigido por la cabeza del estilo Shimizu Nobuko Sensei, en el se trabajarán las katas de la escuela, tocando el trabajo de kenjutsu, tantojutsu y sobre todo naginatajutsu.

El Ayuntamiento de Benissa apoya el budo tradicional y pone a disposición de los participantes del curso y sus acompañantes un albergue totalmente gratuito. Para más información, e inscripciónes: Marcos Sala, Hombuchô Spain.

[email protected]

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suga wara

budo

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Era un día especial en el dojo Kenshinkan. Tras cruzar el umbral de entrada al dojo, una reunión animada y cordial llenaba la estancia. En el centro, en el Kamiza, Pedro Martín presidía la reunión acompañado de su maestro. Numerosos alumnos provenientes de diferentes lugares de la geografía de la península ibérica. Sugawara Sensei charlaba en inglés distendidamente con los comensales. En ese momento entré al lugar. En seguida me di cuenta de que estaba entrometiéndome en una reunión que era plenamente familiar y ya se me pasaba por la cabeza esperar pacientemente a que tuviese lugar la fiesta de bienvenida del maestro Sugawara. Los acontecimientos siguientes demostraron que estaba equivocado, y en pocos minutos tanto Pedro Martín Sensei como Tetsutaka Sugawara Sensei me hicieron sentir como en casa.

mente, respiración, cuerpo

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Nunca pude maldecir más no haber estudiado japonés en mi ju-ventud, pero gracias a Dios pude conversar con Sugawara Sensei en inglés. Sus conocimientos de antropología y arqueología eran vastísimos y profundos. Si se pudiera aplicar el Aikido a la his-toria de la humanidad, Sugawara Sensei sería el ejemplo. Para él, las manifestaciones de la cultura euroasiática son la plasmación de una paleta de colores que proviene en el fondo de tres colores primarios. La religión, la tecnología, las costumbres, son manifes-taciones de una Gran Cultura Euroasiática que fue poblando el Viejo Supercontinente mostrándose en los diferentes pueblos que lo habitan. Desde el País del Sol Naciente hasta la tierra del Finis Terrae, Japón y España: el resultado de la expansión de los pue-blos de Europa y Asia hasta los límites que impusieron los oceá-nos. Seguramente para estos hombres, pensé, maestro y alumno de Budo y Bujutsu, son miembros de una familia que quedó separada por la distancia y el tiempo.

Es posible que un entrevistador no deba admitir esto, pero el resul-

tado de la entrevista no hace justicia a las palabras que pude escu-char de Sugawara Sensei. Tipologías sobre armas, túmulos y atuen-dos de los pueblos de Euroasia, su forma de ver las artes marciales como las ramas de un gran tronco común... Todo en Sugawara Sensei tiene sentido, todo tiene relación y conexión, todo es Aiki.

Ese día pude conocer al investigador, al siguiente, al maestro. El pabellón estaba repleto de alumnos. Hemos olvidado decirlo, tal es la abrumadora biografía de este maestro japonés: Sugawara Sensei es Menkyo Kyoshi de Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu, también ostenta el grado de 7º Dan de Aikido Aikikai. Su currículum no se detiene ahí, Taiji Quan, Karatedo Goju Ryu... una vida dedicada a las artes marciales y en contacto con los mejores maestros.

Era sábado por la mañana y el Keiko versaba sobre Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu. Iba durar todo el día del sábado y la mañana del domingo. La Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu enseña un abani-co amplio de armas tradicionales japonesas. La escuela divide el

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acceso a los distintos katas según la profundidad de la enseñanza. A su vez existen tres niveles de conocimiento: el básico (Omote) medio (Gogyo) y avanzado (Gokui). Es tradicional empezar por la práctica del Iaijutsu, para luego pasar por el Kenjutsu. Luego comenzarían los katas de Bojutsu para terminar con la Naginata. Los katas a veces oponen entre sí armas de distinta naturaleza, por lo que contemplar el desarrollo del singular combate de una katana contra una naginata representa una visión de asombrosa belleza.

El nivel de los alumnos era alto, los katas de la Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu son largos. Se ha dicho que buscaban que el practicante se acostumbrara a no quedarse bloqueado tras el pri-mer movimiento y que todas variables del combate están presen-tes. Los movimientos no son mecánicos y en los lances del kata pueden pasar muchas cosas. Una Koryu... la Koryu.

Sugawara Tetsutaka insistía en la relajación del cuerpo, sobre todo de los hombros. La respiración es fundamental para que la téc-

nica fluya con naturalidad y continuidad. En muchos momentos las indicaciones provenían de la práctica con el maestro. Suavidad, velocidad, precisión... Recibir una corrección de Sugawara Sensei es toda una experiencia. La semana siguiente daría lugar para celebrar el Keiko de Aikido. Una lástima no haber podido observarlo. Contemplar a este singu-lar maestro es aprender en todo momento.

Estimado maestro usted estudió Aikido de la mano de Morihei Ueshiba O Sensei ¿Cómo fueron sus inicios?

Yo tenía veinte años cuando comencé a estudiar Aikido. Cuando llegué a Tokyo junto a mis hermanas. En Shibuya comenzamos a practicar una rama de la religión Shinto, era llamada Ten no Do. Nuestro régimen de vida era parecido al de un monje. En esa épo-ca O Sensei envió alumnos internos a hacer una demostración de Aikido, esa experiencia me asombró muchísimo. El fundador de nuestra religión me llamó y me dijo que dejara la vida monacal y

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estudiara Aikido. Me dijo que Morihei Ueshiba era un maestro de los que aparecen cada 700 años, una persona muy especial.

Más adelante usted fundó la Editorial Minato Research Publishing Company, dedicada a la publicación de libros de Bujutsu y Budo. ¿En qué consistía su línea editorial?

Nuestro objetivo era hacer publicaciones de calidad acerca de las artes marciales. En un principio el mercado nos exigía publicar ma-nuales básicos, pero yo tenía más interés en las técnicas avanzadas. Por ejemplo publicamos un libro de Morihiro Saito Sensei: su título era Traditional Aikido: Sword, Stick and Body Arts. En dos volúme-nes y bilingüe japonés-inglés. También publicar textos referidos a las antiguas artes marciales: Kenjutsu, Sojutsu... Todo aquello estaba en la Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu. Dedicamos una larga serie de libros a esta Escuela Tradicional. Otro de los libros de los que mayor recuerdo guardo fue: Traditional Karate-do. Okinawa Goju Ryu. ¿El estudiar la Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu fue una

evolución natural de su progreso? La Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu y el Aikido son muy si-

milares en su espíritu. Choisai Iezasa creó la escuela tras ser ilum-nado con el espíritu del Santuario Katori. Lo mismo le ocurrió a Ueshiba, creo que son maestros que sufrieron el mismo proceso espiritual.

¿Basó su experiencia en el Bujutsu para crear los Katas de Aikido: Kumi Tachi Kata, Jo Ai Kata y Kaeshi Waza Kata?

En parte sí, quise estructurar la enseñanzas de bukiwaza (técni-cas con armas). Por otro lado, el Kaeshi Waza Kata, fue para pro-fundizar en uno de los conceptos de Morihei Ueshiba O Sensei: la Armonía. Es algo que se busca en el Aikido pero que nadie practi-ca al estar preocupados por la corrección técnica, este Kata, ayuda a buscar la continuidad y la armonía en la técnica. Su influencia proviene de las artes marciales chinas.

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¿Del Taijiquan? Sí, en el fondo, los principios del movimiento son los mismos1

Es muy sorprendente. ¿Fue difícil enseñar Aikido en China? ¿Cómo aceptan los practicantes chinos un arte marcial netamente japonés?

No ha habido problema alguno, originariamente, las técnicas existentes en el Aikido provienen de las artes marciales y chinas.

Usted ha estudiado los orígenes de la forja de espadas tra-dicional desde hace más de treinta años ¿Cómo ha sido el proceso de estudio? ¿Qué conclusiones ha recabado?

El archipiélago japonés ha sido influido por numerosos pueblos de Asia conteninental, desde los escitas el extremo occidente, lus tungus más al oriente, los ainus en el norte de Japón sin olvidar las dos civilizaciones más poderosas, el reino de Koguryo en Corea y por supuesto China.

El maestro Pedro ha comentado que esta mañana tuvie-ron una conversación muy interesante sobre el historiador Heródoto y sobre la mención que hace sobre los escitas en su libros de Historia. ¿Cómo influyeron en el desarrollo de la forja de la espada?

Los escitas dominaron las estepas hasta épocas muy tardías y son uno de los pocos pueblos que fueron descritos por los his

1. En ese momento Sugawara Sensei solicita a Pedro Martín que lo ataque con un puño, el maestro defiende usando las manos a la manera que podríamos ver el Taijiquan, luego vuelvo hacerlo con una inconfundible técnica de Nahate: Mawashi Uke, para finalizar con una luxa-ción muy propia del Aikido.

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toriadores griegos y romanos. Dominaban el manejo del hierro y fueron transmisores de su uso para la forja de armas.

También aparecen en la Biblia. Sí, eran guerreros muy temidos y dominaban la forja de los me-

tales. Distintos aspectos de su cultura como los enterramientos en túmulos, también llamados kurgan o el culto al Sol se ven relacio-nados con la cultura japonesa desde la prehistoria.

Sus viajes lo han llevado no solamente a estudiar la cultu-ra antigua de los distintos pueblos. También ha tenido la oportunidad de conocer a muchísima gente de cualquier origen y condición. ¿Cómo es enseñar artes marciales a los occidentales?

Para mí no hay distinciones. Todas las personas que conozco ya sean japoneses, chinos u occidentales son igual de importantes. Uno de los fines del Budo es promover la amistad entre los pueblos de la Tierra.

Muchas gracias por su atención maestro ¿Quisiera añadir algo más?

Solo querría decir que en todo momento se han de preservar lo que para mí son tres pilares de las artes marciales: mente, respi-ración y cuerpo. No se debe olvidar que las artes marciales deben preservar la salud.

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BIOGRAFÍA DE TETSUTAKA SUGAWARA SENSEI

Tetsutaka Sugawara nació Hokkaido, en 1941, en la isla situada más al norte del archipiélago japonés. Al igual que otros jóvenes de su época su primer contacto con las artes marciales fue en el contexto del sistema educativo japonés, concreta-mente en Judo, tanto en sus primeros años de estudiante en la escuela primaria Obira y el instituto secundario de Rumoi. Este contacto inicial con el arte de Jigoro Kano animó al joven Sugawara a continuar el estudio de las artes marciales; estudio que no ha abandonado hasta el momento presente.

Las presentes páginas pretenden mos-trar el afán de este insigne maestro por buscar las raíces más profundas del Budo y el Bujutsu, así como también las pro-fundas relaciones culturales de éstos con la propia historia de las artes marciales e incluso de la propia historia japonesa.

Cuando Sugawara Sensei se trasladó a Tokyo desde las provincias para estudiar en la Universidad de Chuo para estudiar Empresariales, no sabía aún que iba a te-ner contacto con una de las figuras más importantes de las artes marciales japo-nesas y universales. En 1960 empieza a practicar en el Hombu Dojo de Tokyo bajo la tutela de Morihei Ueshiba O Sensei, pa-sando a ser, dos años después, Uchi Deshi1 en el célebre dojo de Iwama, en Ibaraki.

El Aikido cumplía con creces las as-piraciones de Sugawara Sensei en lo que se refiere a un auténtico Budo. Fruto de la pasión por la investigación en todo lo con-cerniente a las artes marciales lo animó a la fundación de una editorial destinada a la divulgación de las artes marciales. En 1972 crea la compañía Minato destinada a este fin.

El año 1975 resulta un año decisivo en su formación como budoka al ser ad-mitido en la escuela de artes marciales

más antigua de Japón, la Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu, una Koryu, fundada en 1447 por Chosai Iezasa en el santuario de Katori Jingu y que abarca la mayoría de las disciplinas propias del Bujutsu japo-nés: manejo del sable largo (kenjutsu) así como su rápido desenvaine (Iaijutsu) uso de dos sables (ryotojutsu), el sable corto (kodachi) bastón lago (bojutsu) alabar-da (naginatajutsu) lanza (sojutsu) lucha cuerpo a cuerpo (jujutsu) entre otras. En 1986 obtuvo el grado de maestro (Menkyo Kyoshi).

Su ingreso en Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu transformó profundamente a Sugawara Sensei. Su interés por el origen de las artes marciales japonesas trascen-dió más allá de la mera técnica, movién-dolo a investigar todo aquello relacionado con los inicios del Bujutsu, sus relaciones con la religión Shinto, la historia de la espada japonesa y sus contactos con Asia Continental.

Los proyectos que despertaron su inte-rés a finales de la década de los ochenta tenían una doble vertiente; en primer lu-gar difundir las artes marciales japonesas por el mundo y por otro lado, realizar una investigación profunda de los orígenes de las artes marciales japonesas en Asia y de la espada japonesa. En esos años viaja a China y toma contacto con las artes mar-ciales tradicionales de ese país, es en ese momento cuando conoce Xing Yanling, reputada maestra de Taiji Quanm fundan la Asociación para las Artes Marciales Chinas y la Salud, siendo Sugawara Sensei su vicepresidente.

El primer proyecto lo llevó a visitar va-rias veces Estados Unidos desde 1988, país que recorrió enseñando Aikido y Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu. El segundo, y debido a la amistad que los unía, le llevó a ser uno de los pìoneros en la introdu-cir las artes marciales chinas en Japón (en concreto el Taiji Quan) de la mano de la maestra Xing Yanling. En 1989 Sugawara

Sensei decide dar el salto al archipiélago de las Ryukyu en una primera etapa de es-tudio de las artes marciales. En concreto en el Karatedo Goju Ryu y de la mano de Ankichi Miyagi.

Son varios los años que pasa estudian-do Karate, momento en el que se embarca junto a Morio Higaonna en la búsqueda de los orígenes de las artes marciales oki-nawensas, en concreto del Karate y que lo lleva la provincia china de Fuzhou. El salto al continente había sido dado por fin y la tradición de las artes marciales chinas per-tenecientes a las tipo interno, Neijia, son las que le crean un mayor interés: practica Taijiquan, Baguaquan y Xingyiquan.

Sugawara, al tiempo que sigue estu-diando y enseñando Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu y Aikido, continúa prac-ticando Goju Ryu Karatedo y Taijiquan. En 1992 obtiene el certificado de Kyoshi en Karatedo Goju Ryu y en 1995 el 7º Dan de Aikido.

Como decíamos anteriormente, el in-terés por el origen de las artes marciales japonesas lo lleva a visitar China: en 1989 visita Shanghai, Beijing, Chengdu y llega adentrarse en Urumchi, siguiendo el ca-mino de la Ruta de la Seda. El verdadero propósito de Sugawara Sensei es buscar el origen de la espada japonesa, este viaje lo llevará a Finlandia en busca del uso de la magnetita en la antigüedad.

Hasta entonces entre los años 1996 y 2012 serán cada vez más los países que Sugawara Sensei visite para enseñar Aikido y Tenshin Shoden Katori Shinto Ryu: la citada Finlandia, España, Portugal, Rusia, Malasia, Singapur, Canadá, Suecia, Ucrania, Reino Unido, Corea, Bulgaria, Grecia y Hungría. Crisol multicultural y multiétnico que es uno de los mayores orgullos que atesora Sugawara Sensei: la experiencia de visitar diversos países y di-versas culturas para llevarles el verdadero Budo y Bujutsu.

1. Alumno en régimen interno.

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el enigma delel enigma del

aceroaceroPor Antonio García Piñar

la aparición de las primeras espadas

Cuando Sugawara Tetsutaka decidió in-vestigar los orígenes de la espada japonesa seguía dominando en el mundo académi-co la teoría de la provincia de Bizen como cuna indiscutible. Las primeras espadas japonesas que dieron origen a la katana provendrían del año 700 d.C, eran rectas y estaban fundidas en una sola pieza desde la empuñadura hasta la punta. Solían ser cortas, de unos 33,15 cm, aunque existían modelos más grandes de hasta unos 90 cm. Estas armas podrían haber sido antecesoras de la katana, pero no fueron las primeras, desde la era Jomon, existían espadas en el archipiélago japonés. Los restos arqueoló-gicos que han proporcionado estas piezas siguen un patrón. El arma se encontraba en ajuares funerarios de personajes relevantes de la tribu junto a otros objetos que acom-pañaban al difunto en su viaje al mundo de los muertos. Se las llama habitualmente

chokuto, y su aspecto es más primitivo. Corea y China fueron decisivas en la his-toria de la cultura japonesa: el budismo, la escritura, las prendas tradicionales como el hakama, y también en la forja de espa-das. La etimología por la que se conocen los términos “espada” o “sable” en japonés no dejan lugar a dudas: ken, es una adapta-ción fonética japonesa de la palabra china jien 剣, asímismo, el término tō, deriva del término chino dao 刀(sable). De hecho, el término “Nihonto” (espada japonesa) es mencionado en un poema dedicado a ésta por el poeta chino Ouyang Xiu pro-cedente de la dinastía Song (960–1279). Partiendo de la era Nara que cubre en la historia japonesa el período comprendido entre 710–784, se difunden espadas rectas de profusa decoración, de acabado muy ornamentado pero algo aparatoso por lo que se duda de su utilidad militar. Su ori-gen está con toda probabilidad en China, y a su vez, podrían provenir de India, Nepal o Tíbet, donde sabemos que estaban pre-

sentes en rituales budistas. No encontra-remos sables con un solo filo hasta la era Heian, (794–1156), fabricada a su vez con sucesivas capas de acero.

La aparición del arma que conocemos como katana, nacería según la leyenda de manos del célebre espadero Amakuni, contemporáneo del emperador Mommu (68–707). Éste conseguiría con éxito la creación de espadas de un solo filo más efi-caces frente a las armaduras. Estas fechas se nos aparecen como demasiado tempra-nas, ya que las katanas más antiguas que conservamos proceden de la era Kamakura (a mediados del siglo xii d. C), pero es a finales del siglo xiv y principios del xv como la conocida como era dorada de la forja de sables y época en la que vivieron los “tres herreros maestros”: Masamune, Yoshimitsu y Yoshihiro. El resto es una historia bien conocida, aunque tenemos que recordar que la teoría marca como la provincia de Bizen como origen de la kata-

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na (con otros herreros célebres: Kanehira, Sukehira, Takahira), o en las inmediacio-nes de la gran ciudad de Kyoto (Yoshie, Arikuni, Kanegana como herreros más célebres). Esta teoría, como podemos ver está pla-gada de tradiciones populares, y aunque si bien estuviesen escritas, no se puede ol-vidar que en la antigüedad no se tiene el concepto de historia que tenemos en la ac-tualidad y se espera de las tradiciones que mezclen elementos históricos con mitos con la intención de transmitir una historia unitaria, literaria, bella y didáctica aunque no respete lo que conocemos como rigor histórico.

Desde hace unos años los miembros de la Asociación japonesa Mogusa-To, de-fienden una teoría alternativa o tal vez complementaria a la antes mencionada sobre el surgimiento de la espada japone-sa. Procedente de la prefectura de Iwate, al norte de Honshu (la isla principal de Japón) Mogusa-To pone todas sus energías en el estudio en la procedencia, influen-cia y desarrollo de la espada japonesa. La Asociación Mogusa-to fue fundada en

1990 por el Dr. Koji Mamiya, un erudito Profesor de Literatura (fallecido en 2005). Después de haber investigado durante mu-chos años en los archivos de la Asociación del Sable de Japón, y habiendo analizado unos dos mil ejemplares de auténticas es-padas, el Dr. Koji Mamiya concluyó que el origen de la espada japonesa podría estar situado en torno a la ciudad de Mogusa, en la Prefectura de Iwate, en el Norte de

Japón. Como decíamos anteriormente, Bizen ha sido considerado como el origen de la espada japonesa; recientemente ha sido opuesta a esta teoría la consideración de Iwate como explicación alternativa para dilucidar el nacimiento de la forja de espa-das. Iwate es una zona del país plagada de minas, por lo que la facilidad en el acceso a la materia prima explica el uso del hierro desde épocas pretéritas.

ronin

Prácticas Chamánicas en Tuva

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Ha habido en la Asociación Mogusa-To, otras firmas de gran prestigio: El primer Presidente de la Asociación fue el Sr. Ichiro Chiba. Durante su presidencia, el número de investigadores y estudiosos afiliados lle-gó a situarse por encima del centenar. El segundo Presidente fue el Sr. Koji Mamiya. El tercero —actual dirigente —es el Sr. Hokke Saburo Nobutsuna, un forjador de sables del estilo Yamato-den.

Cada año, en el mes de Mayo, se celebra la reunión anual de la Asociación Mogusa-to. La Asociación está compuesta por investigadores, budokas, arqueólogos y forjadores de espadas, uno de los cuales es Amada Sensei, un afamado Maestro de forja tradicional, nombrado Ningen Kokohou (Tesoro Nacional Viviente) por el Gobierno de Japón. Asímismo, otras incorporaciones procedentes de Kansai (Nagoya, Osaka), Kanto (Tokyo) y Tohoku (Norte de Japón), se vienen sucediendo en los últimos años.

Pero en esta consideración no radica la

absoluta originalidad (que en la sociedad japonesa, de corte bastante tradicionalis-ta podrían ser consideradas casi extrava-gantes si no provocativas) de la teoría que explica el origen de la espada japonesa. La Asociación Mogusa-To defiende que el verdadero origen de la forja de espadas no debe ser buscado en la era Nara-Heian-Kamakura, y ni siquiera en la China de los Tang y los Song.

La mirada se dirige a los pueblos de Asia Central, los escitas, tungus, los pueblos que habitaban el río Amur, los ainus, po-blación localizada al norte de Japón, y el auge y declive de uno de los períodos de la historia coreana: el reino de Koguryo (37 a. C–688 d. C.)

La teoría se apoya en varias pruebas ar-queológicas y antropológicas: la presencia de restos de hierro encontrados en Aomori y Kyushu en fechas más antiguas de las es-peradas de la historia japonesa. Por otro lado, autores situados fuera de las fronte-ras niponas defienden el origen centroasiá-

tico, de esta manera, Leónidas Marsadalov, investigador del Museo Hermitage de San Petersburgo defiende: “Los pueblos que habitaban Japón en tiem-pos de la Cultura escita sí tuvieron contac-tos con otros grupos humanos asentados en el Este de Siberia. Estos grupos habrían mantenido a su vez contactos con los Escitas de Asia Central. Esto puede expli-car las similitudes que en el tratamiento de los metales podemos encontrar dentro de estas culturas.”

Uno podría objetar que si bien es plau-sible que en épocas pretéritas las islas ja-ponesas tuviesen contacto con pueblos de Asia Central, el origen de la katana podría explicarse desligado de este momento y sin solución de continuidad. Tal vez pu-diera ser así, pero la razón de existir de la Asociación de Mogusa-To radicó del estu-dio e investigación de la espada originada en Mogusa, conocida como Oshu, una es-pada (Kenukigata) que ya fuera utilizada en el Período Heian (siglo x) atribuida a los héroes célebres del Heike Monogatari

Espada Warabite-to

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y protagonistas del advenimiento de la era Kamakura: Minamoto Yoritomo, de Kanto, y Taira no Kiyomori, de Kansai

el enigma del acero

Desde que Sugawara Tetsutaka entró en contacto con la Asociación Mogusa-To decidió llevar a cabo esta línea de investi-gación. Su interés en los vínculos de Japón con Centroasia lo condujeron a estudiar en varias ocasiones la pista que las culturas centroasiáticas del hierro que habían lle-gado en diferentes oleadas a las islas tan-to desde la peninsula de Corea, como del estrecho de Sahalin1. Sugawara Tetsutaka

defiende estas influencias siguiendo eviden-cias arqueológicas: “La cultura del hierro se introdujo en Tohoku (norte de Honshu) a través del Mar de Japón con los pueblos nómadas de Asia Central. Esto puede constatarse al estu-diar la espada warabite-to excavada en ese distrito”. Como se puede ver en la imagen ya exis-tían espadas en Japón dotadas con un solo filo con curiosas empuñadoras curvadas. El proceso por el que mediante existieran este tipo de armas hasta las espadas rectas del periodo Yamato tiene muchas inter-pretaciones, y sobre todo, como los tachis de un solo filo y curvados aparecieron en

escena. De interés es, igualmente, escla-recer las razones de la propia curvatura de la espada; en este capítulo existen opi-niones muy distintas. Una de ellas señala que ésta pudiera deberse al resultado de la confluencia de múltiples culturas: por una parte las procedentes del Norte (Pueblos Ainus, Islas Shahalin y pueblos tártaros) que aportarían hojas cortas y curvadas; por otro, aquellas que accedieron a Japón por el sur (China y Corea) portando sa-bles más largos y rectos; del encuentro de ambas podría haberse gestado la sin-gular curvatura de la espada japonesa. Para comprobar insitu Sugawara Tetsutaka decidió viajar a Asia Central no solo para

1. Existe una gran controversia sobre la población de Japón desde la era Jomon a Yayoi. Solamente se sabe que antropométricamente los Yayoi eran distintos a los Jomon. Incluso la lengua japonesa ha sido clasificada como a) altaica y por tanto emparentada con el mongol o el turco, b) aislada, proveniente de una lengua denominada “protojapónico” de la que se habría perdido el eslabón común con las lenguas ve-cinas c) la última teoría que la relaciona con las lenguas polinésicas y australes. Desde estás páginas DOKKODO no intenta defender teoría alguna, nuestro objetivo es mostrar el proyecto humano, científico y antropológico de Tetsutaka Sugawara Sensei. (Nota del Editor).

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Sugawara Sensei en Siberia

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Urumqi

ChengduCHINAShanghai

Beijing

RUSIA

TuvaAltai

Moscú

San Petersburgo

MONGOLIA

FINLANDIA

1989 1998

20041993

N

EO

S

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estudiar las colecciones arqueológicas, ya fuera en museos o en yacimientos, sino también para conocer cimientos culturales de aquellos pueblos que todavía en pleno siglo xxi practican religiones chamánicas o animistas. Todo ello se basa en el con-vencimiento personal que alberga desde años: la religión tradicional japonesa, el Shinto, proviene de un gran tronco de pue-blos chamánicos y animistas procedentes de Asia Central. Estos influyeron en la pe-nínsula de Corea, y ésta a su vez en Japón.

El animismo concibe toda manifestación de la naturaleza como posesora de una deidad. No se debe confundir con el pan-teísmo, que cree en que toda la naturaleza es Dios. No, el animismo atribuye una sus-tancia divina a cada singularidad contin-gente del mundo, de lo visible y de lo invi-sible: una peña, un lago, un árbol, la tumba de un antepasado, un arma, un camino, un caballo, una enfermedad, los astros o el mismísimo Sol. Quien vincula al hom-bre, encerrado en una conciencia presente y por tanto ciego ante las manifestaciones divinas con la propia divinidad es el cha-mán, aquel que tiene conexión con el velo que oculta la divinidad tras la apariencia de las cosas y que une el inframundo con el mundo visible. El Sol es la fuente de po-der y la divinidad suprema con su presen-

cia ante las demás deidades. Esta creencia coincide en sus líneas generales con la fi-gura de Amaterasu, diosa del Sol en Japón.

El forjador de espadas tradicional japonés sigue un procedimiento propiamente cha-mánico al conformar la hoja de una espa-da, en este sentido insufla un aliento vital al objeto, que nacido de las entrañas de la tierra, materia informe pasa a ser un ser singular y por tanto portador de su propio espíritu, su kami. El chamanismo dio paso a las diferen-tes religiones que se erigen en Asia: el Hinduísmo, el Taoísmo,

Al principio, Sugawara Tetsutaka buscaba estudiar el origen de las artes marciales que había aprendido en Japón y China. Tras el estudio de las formas internas, el Neijia, y tras visitar Beijing, Shanghai, Chengdu, etc. Decidió realizar la la Ruta de la Seda hasta Urumchi en el año 1989. Urumchi fue un enclave singular en la Ruta de la Seda. Poblada por la etnia de los uigures, de origen túrquico, conforman un crisol de cincuenta y cuatro etnias relacionadas de forma estrecha con el Extremo Oriente y el Extremo Occidente, los uigures están por tanto relacionados con los kazajos, los mongoles, los hunos, y hasta posiblemente

con los húngaros. El museo arqueológico de Urumchi es particularmente famoso por un hallazgo realizado en 1985 en el re-moto desierto de Taklamakán: el Hombre de Cherchen. Una momia de unos tres mil años de antigüedad de rasgos totalmente indoeuropeos, entre los que destacan el co-lor rubio-castaño de su cabello. La momia apareció acompañada de tres mujeres y un bebé junto con objetos realmente curiosos: el biberón más antiguo del mundo, hecho de cuero y objetos de cobre antes que este apareciera en China; es plausible que pue-blos indoeuropeos, además de penetrar en la India, introdujeran el uso del cobre en China.

Una de las claves de la forja tan excepcio-nal de las espadas de la época Kamakura fue la combinación de magnetita y la limo-nita. En 1993 y con el objetivo de hacer un estudio comparativo Sugawara Tetsutaka viajó a Finlandia donde es abundante y se conoce desde tiempos antiquísimos. El interés principal era estudiar la forja de armas entre los pueblos urálicos (no in-doeuropeos), entre los que se encuentran los húngaros, los estonios, los finlandeses y variados pueblos de Rusia y los países escandinavos.

Desde hacía tiempo Sugawara Sensei con-

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Hombre de Cherchen

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sideraba que una de las claves para enten-der la cultura japonesa, la religión e inclu-so la forja de espadas se situaba en Altai, en una de las múltiples repúblicas que for-man la federación rusa. La otra, estaba en Tuva, situada en los límites de la República de Altai y Mongolia. Allí pudo observar la práctica chamánica en lugares poco con-taminados por la civilización y la “eslavi-zación” que supuso la época de Stalin. Los viajes se realizaron durante el año 2004. Uno de los particulares intereses que mo-vía a Sugawara Tetsutaka era estudiar los restos arqueológicos que a su paso habían dejado, como testigos mudos de un pue-blo poderoso pero envuelto en misterio, los escitas, los amos de las estepas. Poco sabemos de ellos, tanto la Biblia como el historiador griego Herodoto tienen una visión muy negativa. No era para menos, eran pueblos conocidos por su extrema be-licosidad y tanto la primera fuente como la segunda está mediada por el conocimiento que ambas habían alcanzado en Babilonia a través de informantes persas. Huelga decir que los persas estaban en constante combate y disputa con las hordas escitas que asolaban sus fronteras.

Los escitas irrumpieron en las crónicas alrededor del siglo vii a. C. , montados a caballo y armados con arcos y su arma

tradicional: los akinakes. Poblaron toda la Estepa Póntica. Eran nómadas, dedicados al pastoreo y a la cría de caballos, aunque algunas tribus se asentaron en el norte del Mar Negro y se hicieron agricultoras. Comerciaban con las colonias griegas del sur, básicamente intercambiando cereales por otros bienes de consumo o de lujo. Los escitas vestían caftán y pantalones largos sujetos por una correa de cuero bajo las botas. La élite guerrera, la aristocracia es-cita, por así decirlo, llevaban chapas de oro de animales cosidas a sus ropajes. Los or-febres escitas siempre representaban a los animales que adoraban -jabalíes, ciervos, pumas, grifos, peces, águilas. Era extraño ver a un escita sin su akinakes, una espa-da corta de hierro, sin su gorytos,  o carcaj donde guardábamos nuestras flechas trilo-buladas, y sin su pequeño arco curvo, muy útil para lanzar desde un caballo a galope.

En el año 2009 volvió a Asia Central, esta vez a Ucrania y Kabardino-Balkaria a buscar, además de la forja tradicional del hierro los orígenes de la lengua japonesa. Tradicionalmente, se ha visto el Karachayo o Bálkaro como la lengua originaria de la que surgieron las demás lenguas altaicas y entre las que podría estar el japonés.

Sugawara Tetsutaka ha dedicado los últi-

mos años de su vida a estudiar los pueblos del Cáucaso, su convencimiento es extraño en la cultura japonesa, ensimismada aún en muchos temas tabú sobre el origen de su cultura y su procedencia. Para Sugawara Sensei, la historia, el propio ser humano es el fruto del tránsito en el que guerras, pa-ces, tratos, transmisión de conocimientos y difusión de la cultura supuso el contacto de entre los distintos pueblos que forma-ron Eurasia: indoeuropeos, urálicos, altai-cos, semitas, chinos... El orígen de la mis-mísma civilización y la conformación de la condición humana.

Espada Oshu

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shin gi tai

Las fases del kata II:

texto Vicente Gómez Espinosafotos Julietta Prado

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es la fase intermedia entre Nuki Tsuke y Furi Kabute. Forma parte del espíritu de comba-te más que de una acción con-creta. Es más un “estado” que una “acción”, aunque sí tie-ne una forma física perceptible por el maestro y posiblemen-te por algún que otro neófito. Seme, no obstante, no tiene nada que ver con la agresividad.

Ésta se referiría a un estado de agresión o ataque, sea físico, verbal o mental, de una persona hacia otra o hacia un colectivo. En Iaido este “espíritu de comba-te” o “amenaza”, como también se suele traducir del japonés, es la respuesta a una agresión, una respuesta sin cólera con la que neutralizar la amenaza.

seme

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no debemos olvidar que el espíritu del auténtico Budo es detener las armas, no llegar al combate; esto exige una fuerza de espíritu poco común y condiciones específicas que no se suelen encontrar en el momento de luchar por la vida.

Ante la agresividad del mundo en el que vivi-mos, hay diferentes actitudes posibles; Seme nos propone controlar los acontecimientos, no dejar-nos atrapar por ellos como por las aguas de un rio tempestuoso, sino saber ejercer sobre todo lo que nos rodea una influencia que debe proporcionar-nos la mejor comprensión de los demás, y al final, la unión con ellos y con el Universo.

Por tanto, el sentido real de Seme no sería otro, desde un punto de vista metafísico, que el de una búsqueda activa de la via de unión con nuestro entorno.

En la ejecución del kata de Iaido, Seme no de-bería quedarse sólo en la mínima visualización de esa fase intermedia existente entre Nuki Tsuke y Furi Kabute. En realidad, ese “espíritu” debería prolongarse a lo largo de toda realización de la forma. Desde el comienzo, cuando estamos en seiza y tomamos el sable, la mirada debe di-rigirse hacia el oponente imaginario proyectando

shin gi taishin gi tai

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energía, nuestro Ki, en la dirección del ataque. A medida que desenvainamos, el Fushigashira debe dirigirse hacia el plexo solar del adversario. Cuando hemos terminado el desenvaine y para-do el movimiento del contrario, es indispensable desequilibrarle hacia atrás, avanzando la rodilla izquierda (sin doblar la espalda). Es en este preci-so momento donde el espectador percibe mejor la fase “visual” de lo que es Seme.

Pero hay que recordar que no debemos detener esa actitud, sentimiento, ahí. Es necesario conti-nuar con el mismo espíritu en las siguientes fases, Furikabute, Kiritsuke, Chiburi, y Noto. Cuando ejecutamos el kata por parejas, como bunkai, el compañero que haga el papel de oponente debe sentir la presión ofensiva contínuamente sobre él. Y para eso, sobre todo, hay que vigilar bien dónde y cómo está el Kissaki de nuestro sable, y dónde y cómo está nuestro Ki.

Para acabar, una observación que nos haga reflexionar: en japonés, Seme se escribe de la misma forma que “espiración” o “trabajo de espi-ración” (de una persona). Volvemos a encontrar-nos con el acto de respirar, y su estrecha unión con nuestro Budo.

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shin gi tai

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es uno de los tabúes que más pesan en el momento en que en el dojo, o el gimnasio surge el tema. ¿Y si somos atacados por al-guien que porta un cuchillo? Tan sólo la presencia de la típica réplica de goma o el tanto de madera imponen en cierta medida al practi-cante. En todo momento, incluso los que han alcanzado cierta técni-ca y soltura en su arte marcial dudan de sí mismos “¿Sería posible la supervivencia?” “¿Estas técnicas no son antiguas y presuponen que el que las efectúa puede ir equipado con armadura” “En cierto estilo he oído que propugnan que es imposible defenderse de un cuchillo” Si llevan razón entonces... ¿no hacer nada?”, “Eso es absurdo algo ha-brá que hacer”. Y ese algo nos devuelve al principio de las preguntas

que nos atenazan. Desde dokkodo hemos intentado innovar el en-foque del tema; queremos presentar la opinión de diversos maestros en diversas artes de combate. Que el lector no espere recetas mágicas ni secuencias técnicas fijadas, el objetivo es abordar el tema desde las posibles estrategias, precauciones básicas y principios a los que no se debe renunciar. Desde la revista no concebimos este texto como un debate, los maestros que han tenido a bien colaborar no tienen nada que demostrar y nos hablan desde la buena fe, de lo que ellos defenderían día a día en el entrenamiento. Esperamos que, lector, encuentres interesantes estas líneas, y que el dios Marte nos guarde de enfrentarnos alguna vez al filo y su vértigo...

EL VÉRTIGO ANTE EL FILO

MAESTROS Y ESTILOS

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“Vértigo ante el Filo”, “Visión de túnel”, etc. son estados fisiológicos que se produ-cen cuando nos enfrentamos a un peligro, el cuerpo y la mente se ponen en modo alerta y las hormonas se encargan del resto. Ante una situación así no sabe nadie realmente cuál puede ser su reacción hasta que no se ve envuelto en ella (algunos se quedarán petrificados mientras otros reaccionarán inmediatamente) y aún así a cada situación podemos reaccionar de forma diferente .

Lo primero que tenemos que hacer es ana-lizar los problemas reales que tienen un ataque de este tipo y ser conscientes de que un cuchillo o arma punzante es muy, pero que muy peligroso y difícil de defender. No digo ya nada si encima sabe un poco como utilizarlo, estaremos en una situación de máximo peligro. Cualquier persona ya sea: hombre/mujer, grande/pequeño, joven/vie-jo, nos puede matar o lesionar de gravedad con el mínimo esfuerzo ya que el cuchillo se encarga de ello.

En un entrenamiento nunca podremos si-mular una situación así, con lo cual nunca entrenaremos algo real ni siquiera pareci-do, pues no creo que nadie esté dispuesto a recibir una puñalada o un corte grave. De todas formas si tuviéramos la mala suerte de vernos en un problema de este tipo, no debemos quedarnos parados, tendremos que reaccionar y ahí es donde un entrena-miento en defensa personal puede ayudar-nos. El Kajukenbo es un sistema de Kenpo y como tal, está basado básicamente en el golpeo. Es muy difícil describir en solo unas líneas como defenderse del cuchillo así que daré unas premisas que tenemos en nuestro sistema .

La primera reacción es adoptar una po-sición defensiva en la que interponemos los brazos cubriendo los órganos vitales. Cuando nos intentan apuñalar realizamos desplazamientos evasivos junto con el blo-queo siempre intentando exponer el exte-rior del brazo para así proteger el interior es donde están las venas/arterias más expues-tas, redireccionando el ataque y controlan-do la recarga del oponente para evitar más ataques. Seguidamente buscamos el desar-me realizando algún control y llave poste-rior o bien golpeando a puntos débiles (en el brazo en zonas nerviosas expuestas, geni-tales, tráquea, etc. Dependiendo del ángulo de ataque) siempre buscando un buen po-sicionamiento en nuestros desplazamiento utilizando a la hora de golpear nuestro peso corporal y la fuerza cinética de los golpes en cadena.

Una de las máximas en Kajukenbo en una situación así, es ser contundentes y no de-jar capacidad de respuesta del atacante, lo que llamamos asfixiar al oponente a través de los golpes. Al final de este tipo de situa-ciones en la que nuestra vida está en peligro sólo uno debe quedar en pie y ese tenemos que ser nosotros.

Sifu Francisco Márquez Instructor Kajukenbo Ksdi Europe

Francisco Torrero Instructor de Katal (krav maga avanzado)

Es un placer que me deis la oportunidad de colaborar con la revista y poder apor-tar algo más a este tema, voy a intentar ser bastante claro: “El vértigo ante el filo” cual-quier situación de amenaza o agresión nos puede producir un bloqueo tanto físico como mental, así que, cuanto más peligro-sa sea esa situación, habrá más probabili-dad de llegar al bloqueo físico-psíquico.

Una situación de amenaza con arma blanca tiene un peligro añadido y debe-remos afrontarla de la manera mas ló-gica y sencilla para salir ilesos de esa si-tuación, todo dependerá de mi nivel de

entrenamiento y experiencia en la vida; que quiere decir esto: que aunque no tenga entrenamiento en este tipo de situaciones podré afrontar este tipo de amenaza ba-sándome en mi madurez como persona pudiendo valorar mejor la situación y mi reacción.

Aun así, mi entrenamiento siempre va enfocado a reducir el riesgo al mínimo, y utilizar técnicas que sean lo mas factibles, sencillas y eficaces en el momento de uti-lizarlas. Os invito a los seminarios que imparto para que veáis a que me refiero, un cordial saludo y hasta pronto.

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Joaquín Muñiz GonzálezC.N. 7º dan tai-jitsu World tai-jitsu federation

Agradezco a la revista dokkodo la oportunidad que me brinda de poder apor-tar, de forma breve, mi punto de vista sobre la defensa personal ante un agresor armado con cuchillo.

Ante un agresor armado con cuchillo cuya

intención es la de infringirnos el mayor daño posible o causarnos la muerte, en la medida que sea posible, por pequeña que sea la posibilidad, se debe evitar el enfrenta-miento, huir será siempre la mejor opción, sin lugar a dudas. En caso de no ser posi-ble huir, no esperar a ser atacados, atacar primero de la forma más contundente po-sible y huir inmediatamente. En este caso se debería atacar al miembro que porta el arma con el fin de hacerle daño en la mano‒antebrazo armado, si puede ser con algún tipo de herramienta, (palo, silla, zapato, paraguas, bastón, etc…), mejor. En el caso de que se produzca el ataque de cuchillo, tener protegido el antebrazo y mano con el que vamos a intentar interceptar el ataque, calzando el zapato en la mano, envolvien-do esta y el antebrazo con una chaqueta, jersey bufanda, etc…, puede ser de mucha utilidad, tanto preventivamente, pues pue-de evitarnos algún corte, como de eficacia al proporcionarnos más seguridad en la acción. Se deberá prestar toda la atención al arma, y el objetivo prioritario será el de desarmar al agresor, bien mediante un ata-

que fulminante al miembro armado o bien mediante alguna de las técnicas de luxación o inmovilización.

En esta situación de agresión, la tensión nerviosa, el miedo, la adrenalina, que sin lugar a dudas siempre van a estar presentes, pueden resultar ser buenos o malos, depen-de de cómo lo gestionemos. Nos puede ha-cer actuar con mayor contundencia y velo-cidad o por el contrario nos puede bloquear la mente y paralizar el cuerpo, lo que resultaría desastroso. Lo que es seguro es que el nivel fino de coor-dinación disminuirá notablemente, por lo que se desaconseja intentar realizar técnicas complejas que requieran de nuestra coordi-nación fina. Nuestro cerebro más primitivo (cerebro de reptil), encargado de la super-vivencia, será el que se active y nos regule principalmente en estas situaciones.

Resumen o palabras clave:, evitar, huir, atacar primero, utilizar herramientas, pro-tegerse, desencadenar acciones sencillas y contundentes, atención al arma, desarmar.

Guro Hugo del Campo Plasencia Representante en España de Eskrima Doce Pares

La cultura marcial filipina dispone de un amplio arsenal de herramientas para en-frentarse a un ataque contra cuchillo. Estas

tecnicas y estrategias han sido desarrolla-das a lo largo de generaciones y refinadas en la confrontacion real. Seguramente re-presentan la mejor preparacion para estas situaciones. Es importante resaltar que ningun entrenamiento te puede garanti-zar el éxito y mucho menos si hablamos de armas de filo. Tenemos que huir de mitos tanto si se trata de que “frente a un cuchillo no se puede hacer nada” como de aquellos que tratan de vendernos la idea de convertirnos en grandes maestros del manejo del cuchillo como si de esa mane-ra pudieramos garantizar que las técnicas que practicamos en el gimnasio vayan a funcionar tal cual en la calle y en cualquier situación. Podemos entender que las tecni-cas de cuchillo como una poliza de seguro que nunca te va a cubrir el 100% de los da-ños, pero como en este caso hablamos de supervivencia, cualquier pequeño margen de ventaja puede representar la diferen-cia entre estar vivo o no poder contarlo.

¿Como puede alguien ser un Gran Maestro en el combate con cuchillo? ¿Cuantos com-bates tiene a sus espaldas un gran boxea-dor para ser reconocido como un maes-tro? ¿Un judoka, o cualquier otra forma de arte marcial? Cuando hablamos de combate real de cuchillo los números se reducen y dificilmente encontraremos a al-guien que haya tenido a lo largo de su vida digamos mas de cinco enfrentamientos reales a ataques de cuchillo. ¿Es esto su-ficiente para convertirse en un maestro? Yo creo que no. La experiencia de los filipi-nos viene de la acumulacion de conocimien-to a lo largo de generaciones y muchos de ellos han muerto tratando de convertirse en maestros del cuchillo. Para nosotros es mas fácil, no tenemos que hacerlo, las artes mar-ciales filipinas estan ahí para poder aprender de ellas. Si tenemos suerte nunca nos vere-mos en la desagradable situación de que nos ataquen con un cuchillo y tener que poner a prueba nuestros recursos.

MAESTROS Y ESTILOS

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ANÚ[email protected]

Revista digital Nº1abril/mayo 2013

Tradición, historia y actualidad de las artes marciales

Dokkodo

Tras la senda del maestro Mabuni

Dento Shito Ryu Karate Do

Artes marciales de la India • Wushu • Kobudo • Muay Thai • Iaido • Tai Chi

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Pedro Velasco

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el retorno de la

Texto Antonio García Piñar

Fotos Julietta Prado

espada

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a ciudad puede llegar a ser un cofre de secretos indescifra-bles, en una pequeña calle pa-ralela a la gran avenida, cientos de transeúntes deben pasar sin imaginar lo que se esconde tras una puerta metálica. En un pe-queño cartel, dando testimonio

de su propia existencia, y entre otras actividades lúdicas encontramos: “Asociación cultural Ante Bellum: Esgrima Medieval”. Al traspasar el um-bral de la puerta, muda y solemne, nos recibe una imponente armadura seguida de una hilera de decenas de espadas de considerable longitud, con sus pomos, metálicos y pesados, apuntando hacia arriba como una hilera de soldados. Mi pri-mer encuentro con Pedro Velasco fue a la vuelta de unas jornadas de recreación histórica. Pedro Velasco suele viejar por toda España aunque esta vez lo habían llevado a tierras portuguesas. “Disculpa el desorden, pero venimos de campaña, encima nos llovió”. Me dice Pedro, al que encuen-tro ordenando sus aperos para que la sala pueda estar lista para la llegada de los alumnos de nivel principiante que acudirán en una hora. Una vez conozca el nivel de realismo con el que entrena con sus alumnos, se puede imaginar con qué concienzudo puntillismo intenta reproducir las armas y armaduras del pasado y los sistemas de lucha que les daban vida. “La esgrima escénica no tiene nada que ver con lo que hacemos", me ad-vierte, y sigue, socarrón: “La gente tiene una idea muy equivocada de lo que era la esgrima medieval, las películas de hace cuarenta años no tenían forma de saber como luchaban hace quinientos, solo exis-tían grabados poco estudiados. Los intercambios de estocadas y tajos infinitos... Y luego está el tema del peso. No sé si fueron películas como Excalibur o Conan, pero siempre hemos imaginado que esas es-padas de mano y media pesaban cuatro o cinco ki-los ¿Qué hombre puede pelear con eso? ¿Y durante mucho tiempo? Eran hombres fuertes y duros, pero de menor envergadura que nosotros y estaban peor alimentados”. Lo dicho por Pedro me convence rotundamente, en ese momento me muestra una de sus espadas. La lógica es aplastante, el centro de gravedad del arma queda cerca de la cruz, es flexible hasta cier-

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to punto y pesará un poco más de un kilo, un kilo y medio tal vez. Tras la espada se ven dagas, broqueles, lanzas, todas terribles y amenazadoras, hasta el cuerpo más duro y entrenado es carne frente a esos filos cor-tantes llenos de acero. Tenemos una recrea-ción perfecta de las armas, todas ellas alber-gan un tiempo comprendido entre los siglos xv‒xvi, lo que el historiador Huizinga denominó “El Otoño de la Edad Media”, lo que supondría el final de ésta y el periodo conocido como el Renacimiento. Esta debe ser una de las particularidades de estudiar las artes marciales europeas. No es lo mis-mo estudiar la esgrima del siglo xvi, que es diferente a su vez del siglo xvii y también ambas distintas a las del siglo xviii. “Hay grupos y asociaciones que estudian periodos anteriores, pero la información que tenemos es muy insegura, los tratados están escritos y dibujados en códices que tienden más a la representación figurativa que al realismo”. Pedro me muestra una edición facsímil de un tratado de esgrima en un texto alemán del siglo xiv, en él se ven monjes luchan-do con espadas y broqueles, ciertamente, la imaginación vuela, y las técnicas repre-sentadas se nos aparecen como otras vistas en artes tan dispares como el Kobudo, el Kenjutsu, el Krabi Krabong o la Eskrima, pero la clave está en lo anterior: la imagi-nación, para Pedro está claro, estudiar artes marciales europeas es una cuestión de ho-nestidad: “Muchas personas sustituyen una luxación o una técnica con conocimientos de Ju Jutsu o Aikido, yo lo considero un error puesto que al final lo que haces es Aikido con una espada medieval. Es evidente que bio-mecánicamente la técnica debe ser parecida, pero debes dejarte llevar por los principios que el Maestro de Armas describe en su obra, al final, si de alguna forma consigues hacer la técnica, te das cuenta de que es que solo había una manera correcta de hacerla. Quien debe guiarte es el arma”. La legitimidad, por tanto, según el maestro Pedro es mostrar lo “aprendido” o “descubierto” con una humil-dad científica fuera de dudas.

“Aunque trabajemos otras armas, e incluso la lucha cuerpo a cuerpo -contínua—Ringen, así es que como se denomina en alemán. Me quiero especializar en la espada de mano y media, este arma necesita mucho tiempo para ser estudiada, no quiero dispersarme y dirigir todos mis esfuerzos en dominarla algún día”.

¿Pero cuál es la fuente principal de estudio? Pocos dojos que haya visitado albergan una biblioteca, evidentemente, cuando encuen-tras libros en el lugar de práctica es porque el maestro a cargo quiere formar integral-mente a sus alumnos y no tiene miedo a que éstos quieran aprender, discutir y desarro-llarse. En el caso de Pedro es una necesidad. Además de obras clásicas, Pedro tiene una nutrida colección facsímil de tratados de ar-tes marciales europeas. Me presenta el “Arte del combate de Joaquim Meyer, maestro de armas alemán del siglo xvi en una traduc-ción inglesa. “¿Ves los grabados?” -me pre-gunta. Los grabados son ilustraciones de gran belleza, profusos en detalles al estilo

Siempre hemos pensado que esas espadas de mano y media pesaban cuatro o cinco kilos ¿Qué hombre puede pelear con eso?

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de los de Da Vinci o Durero, en todos ellos se observan escenas de salas de armas con fornidos guerreros practicando con espa-das, lanzas, dagas o cuerpo a cuerpo. Pedro Velasco sonríe enigmático: “no son varias personas practicando, si ves la secuencia ente-ra podrás ver que es una técnica, una solución, un contraataque, una estrategia mostrada en distintas personas”. Es una forma muy origi-nal de presentar las acciones. El grabado es preciosista y muy bien acabado. Los ropajes de los personajes están retratados al detalle así como sus rostros y otros atuendos. “Para la nobleza era un honor mantener en su sé-quito a un Maestro de Armas que le enseñara a cambio de formar parte de su corte y vivir de ello, si además se publicaba un libro, esto otorgaba más prestigio y honores...”, Pedro Velasco me muestra otro texto: De Arte Athletica: de Paulus Hector Mair. El grabado retrata múltiples escenas con armas de muy variada condición. Pedro Velasco, además, relata los pormenores sobre la identidad del autor, disfruta narrando lo que sabe del maestro con el que ha pasado horas inten-tando desentrañar sus secretos... “¡Aunque Mair al final murió colgado!”, dice riendo de aquel gran maestro y bribón a su vez.

Avanzando las páginas del libro de Mair veo toda la "koryu" al completo, varias armas, combate cuerpo a cuerpo y “Kobudo” ante mi sorpresa veo a dos luchadores mane-jando mayales, garrotes y hoces. “¿No eran nobles?” Pregunto, simplista. Pedro me con-testa. “Depende, el tratado investiga como luchar frente a diversas armas, y entre ellas cabía la posibilidad de tener que recurrir a ar-mas campesinas o inferiores, como garrotes. Algunos de ellos, posesores de sus propias tie-rras, que trabajaban y sin servidumbre por lo que a veces no contaban con armas y tenían que defenderse a ellos mismos.

Salvando las distancias, creo recordar que Lansquenete proviene del alemán: Landskenecht, “servidor de la tierra” lite-ralmente, la historia política de Alemania,

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divida en varios ducados y principados, era insegura y un pobre terratieniente, un hidal-go en nuestra lengua, tenía que saber luchar con lo que tuviese a mano. Me dirijo hacia las espadas pensando en la palabra kenecht, relacionada con el inglés, knight, que nosotros traducimos como “ca-ballero”, pero nuestra palabra, caballero, no tiene que ver con el mundo germáni-co, vikingo, sino con la antigua Roma, es una adaptación de equite, los miembros de la baja nobleza romana que podían tener un caballo. La nobleza en el mundo godo y teutónico estaba basada en la fidelidad guerrera, por ello, knight, kenecht, significa eso mismo: “servidor”, el lector habrá pen-sado en la misma palabra que yo: samurai, en el fondo nos parecemos más de lo que creemos. Más de una vez hemos sentido el mareo al empezar un estilo de artes marciales de nuevo, ponernos el cinturón blanco o su equivalente y aunque tengamos diez años de práctica anterior tener la sensación de

ser principiante. En el caso de Pedro y to-dos aquellos que sinceramente intentan re-construir el pasado marcial de Europa (nada menos) la sensación debe ser aún mayor. Podría ser como reconstruir un barco tras los restos de un gran naufragio. Pero Pedro acepta el reto: “Practiqué artes marciales ja-ponesas anteriormente, pero me di cuenta de que no era lo mío. Todo quedaba muy lejos de mi cultura, mi historia, mi idiosincrasia, entiendo que haya gente que se adapte, pero yo no. Cuando leo los textos de maestros de armas españoles o europeos siento un vínculo más fuerte y lazos que hacen que los entien-da mejor. Figúrate, en el Siglo de Oro existían maestros que con toda la picaresca enseñaban a sus alumnos vendiéndoles que su estilo era invencible. Con el dinero ganado con ellos contrataban a un supuesto espadachín que se dejaba vencer por el alumno para que éste siguiera pagando por sus clases y a su vez se extendiera su fama... evidentemente había maestros que condenaban esto y lo conside-raban intolerable... pero es mi cultura, con sus

Si consigues hacer la técnica, te das cuenta de que solo había una manera correcta de hacerla. Quien debe guiarte es el arma

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luces y sus sombras. Otros maestros escribie-ron textos sobre conducta y honor tan pro-fundos como los que pudieras encontrar en oriente. Por otro lado, la técnica no era bru-tal, sino refinada, en todo sistema de com-bate existía el manejo de varias armas, con o sin armadura, y todo ello acompañado de golpes, patadas, estrangulaciones, proyec-ciones, luxaciones o inmovilizaciones”.

Quedamos entonces deseosos de ver una muestra de todo aquello de lo que Pedro nos había hablado. Una semana después nos volvió a recibir en su sala. En esta oca-sión quien nos abrió la puerta fue Fran, un chico de imponente altura y uno de los me-jores alumnos de Pedro.Nuestro propósito era fotografiar y mos-trar en la revista el trabajo que se llevaba a cabo en la sala. En primer lugar pudi-mos observar las guardias con la espada de

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mano y media, Pedro nos aclaraba los de-talles: “Los nombres originales son alema-nes al ser Meyer la fuente principal, aunque en Italia utilizaban sus nombres propios, por lo que he decidido traducirlos al caste-llano”. Al igual que muchas artes marciales orientales, a veces el nombre de la técnica revela, a veces oculta: El buey, que denota en su posición las astas del bóvido, o La Ira, que viendo como la espada queda tras la espalda del esgrimidor preparada para un fultminante tajo, no podría tener mejor nombre. Una vez vimos el trabajo técnico indivi-dual, se dio paso al de parejas. Bloqueos y entradas, métodos de anular el arma y entrar... el chasquido del acero mostraba el peligro real de estas armas que por se-guridad estaban romas y embotadas. Las técnicas son sutiles y desarrolladas, no hay golpes brutales y desencajados, los aceros

entran en contacto y surge entonces un ajedrez de formas para anular la espada el otro y entrar con estocada o tajo. El es-padachín a su vez, puede en ciertos casos agarrar el arma del adversario al portar un guante que lo protegería del corte; en los grabados se ve con frecuencia la maniobra. En el clinch, se realizan luxaciones, desar-mes, golpes con el pomo de la espada o se pasa directamente a la ancestral lucha eu-ropea, donde se busca el inmediato derribo del adversario. Incluso se puede ejercer pre-

sión con la cruz de la espada sobre las cos-tillas del contricante para derribarlo. Una vez que vimos la demostración con espada de mano y media, se pasó a usar una espa-da corta de aspecto terrible, el bracamarte, de la que se imagina una esgrima rápida y brutal. También vimos el trabajo con daga, con las manos detrás de la espalda para no ofrecer un blanco al adversario (brazos y muñecas es lo primero que se persigue) y la lucha cuerpo a cuerpo sin armas. Y por fin, el combate. La práctica de la

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Cuando leo los textos de maestros de armas españoles o europeos siento un vínculo más fuerte y lazos que hacen que los entienda mejor

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en todo sistema de combate existía el manejo de varias armas, con o sin armadura, y todo ello acompañado de golpes, patadas, estrangulaciones, proyecciones, luxaciones o inmovilizaciones”.

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esgrima, según Pedro, es inconcebible sin el sparring. Tras un saludo que recuerda la mejor tradición caballeresca de la vieja Europa, toda la técnica mostrada anterior-mente tiene sentido. Bien protegidos por su equipo el combate declara la necesidad de un trabajo técnico a conciencia. Fue tal vez y uno de los mejores momentos de los que gozó nuestro equipo de redacción al desan-dar unos pasos en el tiempo y poder oír cru-zar los aceros como antaño. En todo caso sorprende lo seguro que es el entrenamien-to. Pedro en eso es inflexible: “Es importan-te planificar todo el entrenamiento, comprar unas espadas sin filo y darse de espadazos lo puede hacer cualquiera y puede ser fuente de accidentes graves, esta espada no corta:

pero es acero templado y puede hacer mucho daño”. Los turnos para combatir, el espacio, la seguridad en el arma y las protecciones garantiza un estado de tensión óptimo pero en el que se descarten accidentes. El en-trenamiento llega a niveles de desarrollo impensados al observar un proyector con una pantalla plana blanca. Al preguntar por aquello Pedro vuelve a sonreír: “Es para proyectar imágenes de gran tamaño de los tratados para poder observarlos durante las clases”. La fidelidad y la honestidad vuelve a estar presente, el pasado debe ser la co-lumna donde se asiente el presente. Tal vez la esgrima europea no vuelva a tener el es-plendor que tuvo antaño, aunque por otro lado, es posible que sea así para cualquier

forma de bujutsu o wushu... ¿Qué importa? El poder de atracción así como la nobleza que muestran estas técnicas y estas armas merece la atención de todo apasionado de las artes marciales, y con más razón si algu-na vez, en nuestra vida, quedamos maravi-llados ante ese universo complejo y contra-dictorio que fue la Edad Media, la caballería y la historia de Europa. Para Pedro Velasco, los restos del naufragio no son más que ho-rizontes necesarios a los que dirigirse para seguir descubriendo esta pieza de nuestro pasado. “Aún me queda mucho por estudiar” repite, como un lema, en un intento firme y honesto de ir arrebatándole sus secretos al viejo Meyer...

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En el número anterior explicamos un poco las carac-terísticas del Muay Thai, este mes vamos a incidir mu-cho más en una parte fundamental e importantísima del boxeo tailandés: el Chap Kao (cuerpo a cuerpo). A diferencia del Boxeo o el Kick Boxing, que cuando se agarran los luchadores se detiene el combate, en el Muay Thai comienza otra fase más de la pelea más difícil y complicada, ya que al agarrarnos podemos ser golpeados duramente por codos, rodillas o ser pro-yectados al suelo. Es mucho más agotador que el tra-bajo de golpeo a distancia más larga puesto que no solamente estamos luchando contra el golpeo del oponente sino también contra su peso. En esta oca-sión veremos técnicas de entrenamiento y fortaleci-miento para trabajar el Chap Kao.

por Borja Álvarez Cortésfotos Julietta Prado

chap kao

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en el momento en el que llegamos a esa distancia, del agarre, tenemos que tener en cuenta varias factores; uno muy importante es que podemos ser agachados para ser golpeados con una rodilla, el cual puede llegar a ser un golpe muy duro. Atendiendo a eso tenemos que saber que hay que controlar el centro de gravedad que está en la cadera, abrir a su vez las piernas un poco más que la anchura de los hombros y pegar la pelvis al contrario para evitar sus rodillazos al estómago. Una vez que la piernas y la cadera están posicionadas, podemos proceder al control de los brazos para no ser golpeados por los codos del oponente, hay que tener en cuenta que el codo es el arma natural humana más dura y recibir un golpe con éste provocará casi inevitablemente un corte en nuestro rostro. Por ello, el dominio se debe conseguir y para ello podemos proceder de las siguientes maneras:

Dominio superior completo: los dos brazos se sitúan por encima de los del contrario con los nuestros apoyados en la parte superior del pecho, las manos forman una cruz detrás del cuello del oponente. Esta posición tiene ventajas en inconvenientes: la mayor ventaja es que ese dominio es bueno para agachar la cabeza del contrario impactar con la rodilla en su rostro; el inconveniente es que somos vulnerables ante proyecciones y rodillazos en los costados. Dominio mixto: Un brazo se posiciona desde el pecho al cuello, el otro, controla el brazo del oponente justo donde se flexiona el codo, es una posición óptima para proyectar y golpear con variedad de golpes, aunque tie-ne un riesgo: el oponente tiene, por tanto, las mismas posibilidades.

Dominio inferior: Abrazamos al contrincante por la parte inferior de sus axilas impidiéndole el libre movi-miento de sus brazos y alzando los nuestros para usar las rodillas sobre su costado. Es importante cruzar las manos por detrás de la espalda del oponente. La prin-cipal ventaja es la antes mencionada: la posibilidad de poder usar las rodillas en los costados a la vez que es una muy buena posición para proyectar... el problema es que somos muy vulnerables a un golpe con el codo. Control de brazos del oponente: Sujetamos los dos brazos del contrario por la parte inferior del dominio por parte de la flexión del brazo o zona baja del bíceps, con esta posición conseguimos controlar el golpeo del contrario con los codos y a su vez facilidad para des-equilibrar y proyectar. La posición, como todas tiene un problema, un solo descuido, y el rival podrá darnos un codazo ante el que no tendremos posibilidad alguna de defensa. Es una una forma de dominio mejor para ex-pertos en el Chap Kao y poco aconsejable en un nivel básico.

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TRABAJO DE CHAP KAO TÉCNICO

2' Dos asaltos; inferior–superior. Pasamos de dominio inferior a superior metiendo uno por uno cada brazo, no simultáneamente, apoyando la palma de la mano nuestro pecho y sacando el brazo por el interior del dominio contrario, y así una y otra vez alternando cada miembro de la pareja que desarroye el ejercicio.

2' Dos asaltos; superior–inferior. Ahora lo hacemos de dominio superior a inferior. El compañero debe agarrarnos con fuerza por debajo de las axilas y nosotros para poder romper ese dominio con una mano empujamos la cabeza del oponente desde la barbilla procurando empujar para que separe el cuerpo y po-damos introducir el brazo por dentro y una vez esté por dentro pueda entrar con facilidad. Alternamos uno y otro.

2' Dos asaltos; Mixto. No es necesario aplicar mucha fuerza, sino más bien continuidad para adquirir soltura en el movimiento. Un brazo domina la parte superior de pecho a nuca y el otro brazo controla el brazo del oponente. La posición de los dos debe ser la misma, se debe cambiar de lado alter-nativamente y de forma simultánea.

TRABAJO DE CHAP KAO FÍSICO

2'Trabajamos el dominio superior dando tirones del cuello de compañero hacia abajo. El compañero no debe ponerlo fácil y por ello procurará oponer resistencia para fortalecer el cuello. El trabajo se alternará y cada compañero trabajará por turnos un asalto.

2'Estando en el dominio mixto abrimos hacia fuera una de las piernas, y en ese mismo sentido tiramos con fuerza de nuestro compañero. Luego lo hacemos en el otro sentido y posteriormente cedemos el tur-no al compañero. Deben trabajarse los dos sentidos en un asalto.

Borja Álvarez Cortés

Entrenador Nacional de Kick Boxing por el Consejo Nacional de Artes Marciales y Deportes de Contacto.

Entrenador Nacional de Muay Thai por el Consejo Nacional de Artes Marciales y Deportes de Contacto e I.F.M.A.

10º Khan, khansib de Muay Thai por I.F.M.A y Federación Española de Muay Thai.

Presidente del Club Himmapan Muay Thai de Granada.

Palmarés

Peleador profesional de Muay Thai, K1 y Kick Boxing. Campeón de España de Kick Boxing (C.N.D.Y.A.M). - Campeón de España de Muay Thai (F.E.M.T, I.F.M.A).

Gimnasios donde imparte clases:

Fitness World Maracena. Avda/ Blas Otero nº 13 (Maracena, Granada). Fitness Center Oceanic. C/ Gerardo Diego, nº 5 (Armilla, Granada).

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SHOTOKAN KOBUDO II

por Ángel Martínez López

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la demostración san-ru-chu

El último Sappushi que visitó Ryukyu, fue un tal Xin Zhao. Los Sappushi eran embajadores y agregados comerciales del Imperio chino en las Ryu Kyu, relaciones aún más estrechas que con el mis-mísimo gobierno japonés. Okinawa pasaba a ser de esta manera, una prefectura más de Japón, por lo que las Ryu Kyu perdían la ca-pacidad de albergar delegaciones diplomáticas, ya que éstas debían tener relación exclusiva con Tokyo. En abril de 1867 se realizó una celebración que se llamó San-Ru-Chu Narabini Shogei Bangumi, en el que hubo actuaciones de varias artes de la isla, bailes y canciones, así como de tradiciones de lucha que los okinawenses reconocían como genuinamente chinas. En este artículo usamos principalmen-te las explicaciones que ofrece el famoso historiador Tsukuo Iwai1 del año 2000, así como las de Akio Kinjo, famoso investigador de Karate, en su obra de 1999 Karate Den Shinroku. Las diez piezas de artes marciales que se mostraron son las que siguen:

Tinbei, por Chikudun Maezato Pechin. El timbei es un escudo acompañado de un machete (seryuto) o una lanza corta (rochin). Quién llevó a cabo la exhibición fue un miembro de la nobleza tradicional; el Chikidun Peichin Ranpo Maezato.

Saijutsu y Bojutsu, por Chikudun Maezato Pechin y Tsuji Aragaki Pechin. Al parecer esta demostración era de un combate preestable-cido de sai contra bo.

Tsuji Aragaki Pechin, conocido como Maya (“El Gato”), ejecutó el kata Seisan.

Bojutsu y Tode por Chikudun Maezato Pechin y Tsuji Aragaki Pechin. Maezato y Seisho Aragaki probablemente demostraron téc-nicas de alguien desarmado frente a un adversario armado con un bo.

Chishaukin, por Tsuji Aragaki Pechin. Misterioso kata, aunque muchos investigadores opinan que se trata del conocido kata Shisochin.

Otro miembro de la alta nobleza: Chikudundon Tomimura Pechin y el citado Aragaki Tsuji Pechin. Aquí se demostró el escudo y es-pada corta contra el bastón (bo).

Chikudun Maezato Pechin ejecutó en este caso un kata de sai.

Koushu, por Chikudun Maesato Pechin y Tsuji Aragaki Pechin. Maezato y Aragaki realizaron ejercicios de Koushu1, no sabemos muy bien si este término se refiere a un trabajo de interpretación de un kata (bunkai) o “manos pegajosas” (Kakie), o todo a la vez.

Shabo, por Shusai Ikemiyagusuku. No sabemos exactamente en qué consiste el shabo. En mi opinión podría tratarse del kurumambo2

Suparimpei, por Chikudundon Tomimura Pechin. Ya mencionado, hizo el kata Suparinpei que también era conocido como Pechurin. Aunque no se conoce la verdadera identidad de Tomimura, se cree que se trataba de un estudiante de Aragaki.

Años más tarde, se realizó una conocida exhibición ante el Príncipe Heredero. En la foto conmemorativa aparecen los que actuaron junto a Funakoshi armados con bo y sai. El 6 de marzo 1921 se llevó a cabo un enbu3 se realizó en el gran salón del Castillo de Shuri una exhibición para el joven Hirohito, que hacía escala en Okinawa en su primer viaje de Japón a Europa. Funakoshi tuvo el honor de ser el encargado de realizarla acompañado de estudiantes de la Escuela de Profesores y de las escuelas secundarias. El Príncipe quedó muy impresionado con la demostración, que llamó una “demostración de Karate,” en 19224. Tengamos en cuanta que en el enbu también se hizo una demostración de Kobudo a cargo de Shinko Matayoshi.

Podemos observar como en esa exhibición de Karate, en la foto conmemorativa del evento, dos personas posan con un bo y un sai, respectivamente. De esto se desprende que el término “Karate” no sólo significa un arte de combate sin armas, incluso para Funakoshi. Y debemos llegar a esta conclusión ya que si hubiesen posado jun-tos para la foto los practicantes de Karate y de Kobudo, hubiese estado en la foto Shinko Matayoshi que fue quien realizó la demos-tración de Kobudo. Por lo tanto los karatekas usaban armas como algo integrante de su arte. En consecuencia podemos concluir que el término Karate (TI) no distingue entre armado o desarmado.

El Karate Shotokan es la versión de Karate okinawense transmitido por Funakoshi Gichin (1868-1957), y como no podía ser de otra forma él había sido instruido en los contenidos del ti en los térmi-nos que hemos descrito.

Pese a que se conoce comúnmente como una forma de lucha sin armas y que la imagen del practicante de Karate con las manos va-cías está muy extendido y fortalecido por el patrón de las organiza-

1. Del chino “Jiaoshu” cruce de manos. 2. Mayal, es un instrumento campesino que consiste en un palo de entre 1,50 y 1,70 de largo. En uno de sus extremos se encuentra unido por cuerda o cadena un palo mas corto de entre 50/60 cm. Que haciéndolo girar permite desgranar los cereales. No solo está presente en la cultura oriental sino que también es típico en occidente. En España lo podemos encontrar en Galicia. 3. Una demostración de artes marciales.4. En 1922 se utiliza el kanji para el mismo evento.

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ciones de Shotokan de hoy día, de ninguna manera se corresponde con la de la historia del Shotokan (1938-1945). De hecho, en esos primeros días, el trabajo con dos armas, bo fundamentalmente y también sai, que sepamos con certeza, formó una parte muy im-portante de la formación de los practicantes. Los antecedentes his-tóricos señalados demuestran lo dicho anteriormente.

Como hemos visto, el bo era más o menos omnipresente en las islas Ryukyu, como parte del Ti, y durante las fiestas rurales en forma de bo-Odori (“danzas con bo”).5 Por lo tanto, no es de extrañar que los maestros de Funakoshi Gichin entrenasen con bo y otras armas y en consecuencia el propio Funakoshi.

Abundando en el tema del contenido del Ti no puedo dejar de mencionar la definición de “Karate” dada por Patrick McCarthy, de la cual tuve constancia por primera vez en el primer curso de Koryu Uchinadi en 2009 en Madrid. De todas las definiciones que he leído y escuchado sobre qué es el Karate, esta definición es la que más me ha convencido con vistas a aclarar de una forma certera y sumada al acervo adquirido en mi vida como practicante, ya sea en participación en distintos cursos, seminarios y lecturas hechas y que coincide de una forma más fidedigna con mi concepto de Karate. Según esta definición el Karate okinawense se compone de varios elementos, que en sí mismos pueden ser una disciplina mar-cial independiente, pero que en su conjunto conforman lo que es el Karate desde una óptica global; a saber:

1º TE-GUMI: Tegumi [手组] fue originalmente una forma de luchar que se remonta a la época de Tametomo. La disciplina se

cree que se han derivado originalmente de la lucha (Wrestling, uso el término inglés por ser quizás muy gráfico) [Jiao Li /角力 de donde proviene el Shuai Jiao/摔角 nuevo nombre establecido en 1928] y que se convirtió en una forma única de la lucha libre antes de que finalmente acabase convirtiéndose en un deporte sujeto a reglas llamado Ryukyu/Okinawa Sumo. Es una suerte de combate ritual, es como los ritos iniciáticos que se dan en otras partes del globo como África, Suramérica, etc. es el paso de niño a hombre, Funakoshi se refiere a él en su libro Karatedo: Mi Camino, como algo parecido a la lucha canaria o la grecorromana.

2º BUKIGWA: Es el trabajo de armas de Okinawa, no es este el momento de extenderse sobre su contenido pero todos conocemos como Kobudo.

3º TORITE: Consiste en capturas, controles luxaciones, estran-gulaciones. Torite [Chin Na/Qinna/擒拿 en chino mandarín] es el método chino de Shaolin basado en los modos de capturar y contener a un adversario. Una vez aceptado vigorosamente por las fuerzas del orden, los organismos de seguridad y funcionarios de prisiones durante el antiguo período de Ryukyu de Okinawa Unido, tomaron prestado este antiguo arte que a su vez fue recrea-do en los Katas de forma que el practicante lo entrene en solitario.

4º TIGWA: boxeo de puños y piernas, con codos rodillas etc. Ti'gwa [手小] es la forma plebeya de Okinawa de empleo de las percusiones también denominado "Te", "Ti", "Di" [手 en el sentido de mano] o Okinawa-te y Uchina-di. Era un arte que dependía principal-mente del uso de los puños para golpear a un adversario en contraste

5. Resulta muy interesante para profundizar en este tema un artículo de Joe Swift: “La Jingen Ryu” 2006.

investigación

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con el método de la mano abierta preferida por las artes chinas, de acuerdo con los Kyan Chotoku y Chojun Miyagi], aunque la cabeza, pies, tobillos, codos y rodillas también se utilizaban.

5º KATA: Es un boxeo de sombra. Es un sistema holístico de apren-dizaje y que permite el recordar lo aprendido, una regla nemotécnica. Kata [Hsing / Xing 型/形 en chino mandarín], a pesar de su culti-vo vigoroso en Okinawa durante el Período del antiguo reino de las Ryukyu, son rutinas de combate en solitario en el Quanfa [拳法] en el chino de Fujian, por ejemplo, Wingtsun (boxeo de la de la Bella Primavera), el puño del mono y la Mantis del sur, etc. uti-lizados como formas de movimiento humano, y único camino de la formación personal, que fueron popularizados por los chinos como formas de promover la salud física, mental y acondicionamiento de bienestar integral.

Como podemos observar en este momento lo que nos interesa es el bukigwa (Kobudo) aunque no hemos de perder de vista que todos los demás eran conocidos y enseñados por Funakoshi.

De todo lo narrado podemos concluir, que tanto bo como sai están íntimamente ligados al Karate de Okinawa. El hecho no es casual, los bushi (guerreros) en Okinawa estaban versados en el combate a mano desnuda (Karate) y también en el manejo de armas bo y sai es-pecialmente. El hecho es claro ya que estas dos armas eran armas en sentido estricto en contraposición con las demás armas de Kobudo de

Okinawa que eran propios del pueblo, basados en sus herramientas de trabajo. Tal y como describe Iwai, el bo por su relación con la lanza y el sai, eran las armas que usaban los bushi, mientras que el resto de implementos del Okinawa Kobudo eran empleados por campesinos.

El sai de hecho era un arma policial y un signo de autoridad. El bo puede parece menos un arma, pero tengamos en consideración que la forma de manejar el palo chino, como lo hemos descrito mas arriba, que es como se denomina el bo en muchas obras, es mas similar a una lanza, (Yari) que a un simple palo, de hecho el palo chino tiene una estructura muy similar al mástil de una lanza sin el extremo metálico lo cual permite entrenar con él sin riesgos.

Esto pudo dar lugar a dos trabajos distintos de bo: uno propio de la clase guerrera y otro propio del pueblo, dando lugar a dos formas distintas de manejo fundamentalmente la forma de agarrar el arma. También difería la forma de trasmisión, el primero a través de los ka-tas y el segundo a través de los kumi odori.

armas del shotokan de funakoshi Lo que podemos afirmar con total rotundidad es que en el origen del estilo Shotokan, cuando el Karate se trajo de Okinawa a Japón por Funakoshi Gichin, entre las distintas habilidades qué este tenía, el en-trenamiento con armas estaba presente. Creo que hoy día la doctrina no es provocadora en este sentido, quiero decir que no creo que que-den practicantes de Karate Shotokan que duden de la existencia del trabajo de armas en el origen de nuestro estilo. Pero como siempre quedan escépticos, daré unos cuentos puntos en los que apoyo esta teoría:

En primer lugar, ya que como se dice comúnmente una imagen vale mas que mil palabras, existen unas cuantas fotografías en las que se muestra a Funakoshi Gichin portando armas en las manos,

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existen fotos en las que se ve a Funakoshi manejando un bo de seis shaku y también existen fotos en las que empuña unos sais. Pese a esto alguien puede plantear que realmente lo que esta haciendo es defendiéndose de estas armas. En lo referente al bo se pueden plantear algunas dudas pues hemos de decir que en ciertas instantáneas que aparecen en el Karatedo kyohan efecti-vamente lo que hace es defenderse del arma, lo cual explicaremos más adelante, pero no es menos cierto que en otras en las que aparece junto a su alumno Obata no da lugar a ninguna duda de que lo que esta haciendo es usando el bo como arma, no defen-diéndose de él. En cuanto a las fotos en las que aparece con los sais no queda ninguna duda del uso de estos como armas.

Pero no solo nos basaremos en las fotografías, hay testimonios históricos y documentos que acreditan que Funakoshi manejaba al menos dos armas: bo y sai. Para comenzar, la referencia que hace Funakoshi a su padre como experto en el manejo del bo, por lo que podemos deducir que ya desde niño, tuvo contacto con el arma. A su vez, todos los katas contenidos en la lista publicada en 1943 por Funakoshi en el libro Karatedo Nyumon se enumeran katas de bo. Relaciona los nombres de los katas de Karate comen-zando por Ten no kata y concluyendo con Hotaku (gojushiho) y luego los nombres de los cinco kata de bo:“Shotokan Karate katas (松涛 馆 空手 型)Ten no Kata(...)Hotaku(Bo)Shuji 修司 (shushi no kon)Sueyoshi 末吉の棍Shirotaru 白樽の棍 Hakuson no Kun (Shirotaru no Kon) Sakugawa 佐久川の棍Matsukaze 松風の棍…”

Desde finales de la década de 1920 y el comienzo de la década de 1930, los estudiantes de Funakoshi también estuvieron fa-miliarizados con el bo. Por ejemplo, Shimizu Toshiyuki6 (1899-1980), uno de los primeros seguidores japoneses de Funakoshi, menciona el bo, sai, y el Karate en un breve poema, publicado con motivo del sexagésimo cumpleaños de Funakoshi. En obras más recientes podemos citar Shotokan Karate: a Precise History de Harry Cook (2009): En 1930 el plan de estudios Shotokan in-cluye entrenamiento con armas de Okinawa, tales como el sai y el bo, y desde luego hay una serie de fotografías de esta época que muestran a Gichin Funakoshi entrenando con el bo y el sai, asi-mismo se puede deducir que sus alumnos estaban familiarizados

con estas armas como se muestra en esta foto en el dojo posando con ellas. Y no solo con armas si no con las herramientas de hojo undo. Otro documento curioso mencionado por Cook es ver a Yoshitaka demostrando de técnicas de bo. En una de las publica-ciones del club de Karate de la Universidad incluye ilustraciones de Yoshitaka con sai7. En el mismo libro, se trae una amplia cita de M. Nakayama, la cual resulta muy reveladora en lo que se re-fiere a qué fue del Kobudo de Funakoshi:

Cuando Masatoshi Nakayama se le preguntó por qué este aspecto de la formación (armas) ya no aparece en Shotokan, dijo: “Creo que esta crítica pierde sentido al comparar el propósito de entrenamien-to del Budo, con los fines de la formación del bujutsu. El estudio del bujutsu como parte de la época feudal, animó a los guerreros llegar a ser tan eficientes como sea posible en el mayor número y variedad de armas como fuera posible. Esta fue una práctica o enfoque ya que los guerreros se enfrentaban de manera real en el campo de batalla frente a enemigos. Pero el propósito del Budo no es para obtener una amplio conocimiento con el propósito de combatir; más bien, el propósito del Budo es obtener un muy, muy profundo conocimiento de un arte a fin de perfeccionar nuestro carácter y ver más clara y profundamente en el interior de la naturaleza de nues-tra existencia. El Maestro Funakoshi, por supuesto, estudió muchas armas como el sai, bo, nunchaku, en Okinawa, pero él trasladó el Karate-Jutsu en el la dirección del Karate do, siguiendo el ejemplo de otras formas de Budo. Así que examinó las armas y técnicas existentes, y él eligió lo que consideró que era fundamental para su sistema de budo y que, si se estudia muy profunda e intensa-mente, podría guiar a los estudiantes a la comprensión profunda del movimiento del cuerpo eficientemente, a la defensa personal, y así lo hizo”.

Shinkin Gima recuerda que Gichin Funakoshi le enseñó:

“un poco de Bojutsu. “Me enseñó un kata de bo, Tenryu no kon (Dragón Celestial) que todavía lo práctico... Se puede decir que Funakoshi ha conocido los fundamentos de algunas otras armas, sai, por ejemplo, pero no creo que él supiera la katas de otras armas”8

Aunque los detalles no están claros, parece probable que la fuen-te de algunas de las habilidades de las armas impartidos en el Shotokan fuesen de Shinken Taira (187-1970). Al igual que Funakoshi, Shinken Taira era de Okinawa. Las fuentes no se po-nen de acuerdo, pero es posible que Taira se entrenase con ar-mas tradicionales con su abuelo Kanegawa Gimu (1862-1921).

6. Shimizu, según uno de sus estudiantes Takeda Kiyofusa (1936- ) enseña Shushi no kon y Chou no kon dentro de su plan de estudios. Hayashi refiere que Shimizu aprendio el manejo del bo de Yoshitaka mientras que Takeda mantiene que lo aprendió de Funakoshi Gishin. 7. Aunque yo nunca he visto estas últimas fotos.8. Keeley. L & Higaonna, M. Master Sinkin Gima fighting Arts International.

investigación

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Taira se trasladó a Tokio en 1922 y estuvo en el Meiseijuku donde aprendió Karate de Gichin Funakoshi por una serie de años9

Taira también recibió instrucción en Karate y técnicas de armas de Kenwa Mabuni, por otro lado, Taira se entrenó en Okinawa con Yabiku Moden (1882-1941) con el que también recibió ins-trucción en armas tradicionales. Se sabe que Taira enseñó el ma-nejo de las armas de Okinawa a muchos japoneses y karatekas de Okinawa, por lo que no es descabellado suponer que pasó algunos de sus conocimientos tanto a Gichin como Yoshitaka Funakoshi10

Era algo habitual que los alumnos de Funakoshi fuesen al dojo de Taira en Ikaho, en la prefectura de Gumma, para practicar Kobudo, acompañados incluso por el propio Funakoshi existien-do testimonio gráfico de este hecho.

Es difícil juzgar el grado de conocimiento Gichin Funakoshi en armas tradicionales de Okinawa. Sin embargo, podemos tener la certeza de que él sabía algo antes de salir de Okinawa, como las fotografías tomadas en conmemoración de la manifestación en honor del entonces príncipe heredero Hirohito, el 6 de Marzo de 1922 en Shuri como antes hemos mencionado. Esta fotografía la incluyó Gichin Funakoshi en su primer libro Ryukyu Kempo Karate. Publicado en noviembre de 1922.

Otra referencia más proviene de Otsuka Hironori (1892-1982). El fundador del Karatedo Wado Ryu manifestó que en la época del Meiseijuku (1922-1924) Funakoshi se ciñó a los 15 kata para enseñar Karate que se describen en sus primeros libros. Sin em-bargo, también hizo la siguiente observación interesante:

“En ese momento el señor Funakoshi mantuvo guardia en el ex-terior con un rokushaku-bo. Cuidaba (el Meiseijuku) ya se rumo-reaba entonces que los coreanos estaban tramando una rebelión.”

Esto fue durante la secuela del gran terremoto de Kanto en 1923 que mató a más de 100.000 personas en el área de Tokio-Yokohama. Así que parece que Funakoshi tenía una cierta con-fianza en sí mismo y sus habilidades con el bo.

Una vez sentado este punto hay que determinar qué Kobudo es el que integra el Shotokan. De esto tratará el siguiente número de esta serie de artículos, pero quiero animar al lector a buscar un detalle curioso: si conocen la obra, podrán observar que en la contraportada del Rentan Goshin Toudi Jutsu aparecen dos sai cruzados, ¿casualidad?

9. Taira y Funakoshi mantenían una estrecha amistad incluso cuando Taira comenzó a enseñar por su cuenta. De hecho Taira invitó a Funakoshi a impartir un curso en su dojo en septiembre de 1933.10. Aunque en mi opinión fue Funakoshi quien le enseñó Kobudo a Taira con veremos más adelante.

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Calcio

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Calcio

del gladiadorel deporte

Storico

Texto Antonio García Piñar

Fotos Lorenzo Noccioli

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ntre cornetas y tambores, vestidos con los trajes tradicionales de la época de mayor es-plendor de Florencia, cincuenta y cuatro ju-gadores entran en un campo de arena entre vítores. El azul, el rojo, el verde o el blanco, al igual que los equipos que formaban las carre-ras de cuádrigas en la Antigüedad Romana,

denotan la procedencia de los jugadores; su barrio, sus tiendas, pa-rroquias, plazas y vecinos se lo juegan todo durante esa semana de festejos. El premio es ritual: una novilla y el honor que comporta la victoria. Minutos antes de empezar el partido, la tensión se masca en el ambiente. Solemnemente entran en la arena los jueces y árbitros seguidos por los jugadores. No es la arena del circo romano ni una justa medieval, aunque sus orígenes estén ahí situados: es uno de los deportes más antiguos del mundo y que en Italia es conocido como Calcio Storico: el fútbol de los luchadores.

ORÍGENES E HISTORIA DEL CALCIO STORICO.El Calcio Storico es un deporte que nos retrotae a los orígenes de nues-tra civilización. Las primeras noticias de una actividad recreativa con una pelota aparece en los poemas homéricos. Los griegos practicaban un juego llamado "Sferomaquia", que con la sucesión de los años fue adoptado por los legionarios romanos transformándolo en un méto-do de entrenamiento para los guerreros, el Harpastum, literalmente

“desgarrar por la fuerza.” Como disciplina resultaba inigualable: el soldado no podía pensar por sí solo y se veía obligado a trabajar en equipo, se solía jugar enfrentando a oficiales contra reclutas, los últi-mos aprendían la estrategia de la legión a base de palizas y de morder el polvo.

Probablemente se jugaba con una pelota rellena de trapos o de la piel, por dos equipos de igual número de jugadores en los suelos arenosos, cuyo único objetivo era llevar el balón sobre el campo del oponente. Salvo el uso de armas, no había prácticamente regla alguna que im-pidiera usar la violencia para llevar la pelota al otro campo. Poco a poco, surgieron estrategias variadas, parecidas al moderno rugby, para tener superioridad táctica sobre el rival y que por tanto no supusiera un juego brutal de empujones, derribos y golpes entre los soldados. Tuvo un gran éxito entre los legionarios y llegó a extenderse por varias partes del Imperio Romano. De hecho, la tradición cuenta que este deporte llegó a Florencia cuando fue fundada como colonia romana por el propio Julio César en el año 59 a. C.

Lo que es absolutamente seguro es que en la segunda mitad del siglo XV, el Calcio se había hecho tan popular entre los jóvenes florentinos, que lo practicaban con frecuencia en cada calle o plaza de la ciudad. Fue tan popular que en enero de 1490, al quedar el río Arno comple-tamente congelado, se improvisó una cancha para jugar un partido. Posteriormente el juego fue reorganizado, durante la época de los

E

crónica histórica

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Medici, Florencia era ya una ciudad enorme para los estándares medievales, por lo que se organizaron equipos según los barrios y las casas nobiliarias, las cuales atribuían sus ape-llidos y su heráldica, configurando nombres sonoros y estentóreos. Por otro lado, las per-sonalidades eminentes de la vida pública de la ciudad y de las familias más importantes de Florencia los patrocinaban. La “tempora-da” empezaba normalmente tras el período de carnaval.

En la primera mitad del siglo xvi ocurrió un suceso que marcaría el futuro de este de-porte, día que quedaría señalado en la his-toria de Florencia. El 17 de febrero de 1530, la plaza de la Santa Croce se convirtió en el escenario de uno de los retos más importan-tes de la República de Florencia al empera-dor Carlos V. Las tropas hispanogermanas asediaban la ciudad desde hacía meses, y la moral de los florentinos empezaba a decaer. En un momento dado, para dar ánimos y dar la “impresión de no considerar el ejército del Imperio digno de atención” se organizó un

gran partido de Calcio, se buscaba una estra-tegia psicológica que intentaba impresionar a los sitiadores hispanogermanos y hacerles creer que les sobraba valor, recursos y moral como para organizar un juego de pelota en medio de un largo asedio.

Desde entonces, cada año se organizó un tor-neo con la participación de los cuatro barrios históricos de la ciudad: los "Bianchi" (blan-cos) del Espíritu Santo, los "Azzurri" (azules) de la Santa Croce, los "Rossi" (rojos) de Santa Maria Novella y los "verdi" (verdes) de San Juan. Los contendientes disputaban por un premio real: una novilla de la raza Chianina y otro simbólico: el honor de vencer sobre los otros barrios que aseguraba la fama (y por supuesto, el no tener que aguantar las chan-zas y bromas del equipo vencedor durante todo un año).

El Torneo de San Giovanni del Calcio Storico Fiorentino se lleva a cabo, por lo general en el mes de junio de cada año, normalmente el 24 de Junio, día del patrón de la ciudad:

San Juan. La competición consta de una fase eliminatoria y una finalDurante la Ilustración, a mediados del si-glo xviii, el juego cayó en desuso. Las élites ilustradas lo consideraban bárbaro y poco edificante por lo que fue transitoriamen-te olvidado. Pero este no sería su final, en 1930 se recuperó rememorando el Cuarto Centenario del asedio de Florencia.

El juego del Calcio Storico es ahora una com-petición entre los cuatro distritos de la ciu-dad y como tal es reconocido como patrimo-nio histórico y cultural de Florencia y toda Italia. A pocos kilómetros, en la hermosa ciudad de Siena, los sieneses también revita-lizan su pasado con otra actividad de origen guerrero y también destacada del olvido: la carrera de caballos llamada Il Pallio. Italia había recuperado sus más espectacula-res tradiciones.

CARACTERÍSTICAS DEL JUEGOAntes del partido, los espectadores asisten a todo el desfile de la procesión compues-

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ta para la ocasión por 530 participantes, ataviados con los estrictos trajes militares de la República de Florencia durante el Renacimiento. En ella se recuerdan los he-chos y las armas de la República. Es una ver-dadera tradición, muy arraigada en el tejido social de la ciudad.

El partido dura unos de cincuenta y minu-tos, el campo, cubierto de arena, está di-vidido por una línea blanca quedando así cuadrados iguales, en la zona que queda a la espalda de los jugadores se sitúa la línea de gol, que está claramente delimitada por una red. El equipo está compuesto por 27 jugadores. No existen las sustituciones y si un jugador se lesiona (cosa frecuente) el equipo debe contar con las fuerzas que le

resten. La posición y función de los jugado-res denotan su pasado guerrero: suele haber cuatro defensas, tres pasadores, cinco juga-dores de vanguardia y quince corredores. En el centro de la red de la parte inferior se encuentra la tienda del capitán (alfa),que no participa en el partido pero dirige la estra-tegia, en la mayoría de los casos suele ser un jugador veterano retirado.

El encuentro está dirigido por el árbitro, con el apoyo de seis jueces de línea y un juez que se encuentra fuera del campo y que es consultado ante cualquier acción polémi-ca. Por encima de todo está el mariscal de campo que supervisa el desarrollo del juego normal, e interviene para restablecer el or-den y mantener la disciplina en el caso de

los enfrentamientos en el campo. En tiem-pos pretéritos iba armado con una espada.

El juego comienza cuando la bola es lanza-da por el Pallaio a la línea central, con ese gesto, se entiende que empieza el partido y pueden empezar las hostilidades. A par-tir de ahora, los dos equipos tratan (por cualquier medio) de llevar el balón hasta el fondo del campo rival y marcar un tanto. Existen cambios de campo para introducir pausas y las reglas son claras: apenas las hay. Sí existen prohibiciones: no se permite golpear con los puños sin estar en guardia previamente y no se debe lanzar patadas a la cabeza, por lo demás el espectador puede asistir a un festival de derribos, placajes y duelos con puños y pies.

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Además de las prácticas propias de la estrategia del deporte, los jugadores pasan horas entrenando sis-temas de combate que de gran ayuda le servirán en la arena. Además de los derribos, parecidos al men-cionado rugby, en el partido es frecuente ver duelos personales, viejas rivalidades, que se resuelven en ese mismo momento. En numerosos casos los especta-dores conocen la intrahistoria de cada evento. En los bares, en las tiendas, o en estadio de fútbol viendo a la Fiorentina han oído las pullas e indirectas que los jugadores se lanzan. Durante el año, muchas son las ocasiones en las que los contendientes podrían lle-gar a las manos, pero en todo caso, es un sinsentido, mejor será posponer cualquier “problema” personal al partido. Es por esto que los “piques” son frecuen-tes. La multitud ignora lo que ocurre con la bola y quien ha marcado punto. Tan solo un minuto antes, un pasador ha recibido un empujón de un corredor, y de paso, parece que algún golpe se le ha “escapado”. Sin dudarlo, ha recorrido la pista con paso firme y se ha puesto en guardia delante del rival: “El árbitro no te ha visto, pero yo sí”. El jugador rival no tiene más remedio que armar los puños y demostrarle que no le tiene miedo. Los compañeros intervendrán depen-diendo del cariz que tomen los acontecimientos, si la cosa llega a mayores, probablemente serán separados, si aún así siguen, o peor, empieza una pelea a gran escala aparecerá el mariscal portando la espada. Que siga el juego.

Muchas personas podrían pensar que es un deporte brutal y sangriento. Que todos los valores sagrados de la competición deportiva quedan olvidados. Pero el Calcio Storico es más que eso, proviene directamente del entrenamiento de las legiones romanas o de los hoplitas griegos. Era una forma suave de entrenar maniobras que en cierta medida luego se asemejarían a las que vieran en el campo de batalla. El espíritu y los músculos del soldado se entrenaban en un juego lúdico en el que nunca se olvidaba que el oficio que estaba detrás era la guerra. Cuando este deporte es re-cogido de nuevo durante la Edad Media, la razón de ser del Calcio era la misma que la justa caballeresca. Un juego violento donde los contendientes aceptaban los retos y el riesgo de quedar seriamente dañados o

incluso, morir. El juego es una antesala de la guerra y la muerte, y el honor de los apellidos, el contingente de soldados que seguían a su señor, o los barrios que dependían de las parroquias y donde los conciudada-nos eran bautizados.

Por tanto, no solo son los jugadores, el pueblo entero juega (o lucha), la ciudad entera participa y se entre-ga. La entrada triunfal de los participantes es acompa-ñada por cánticos de la afición. Algunos de ellos en-salzan al Santo o a la Virgen, los colores, o a famosos jugadores, otras veces, y rayando lo indecoroso en esa habilidad tan puramente italiana de mezclar lo sagra-do y lo profano, lo bello y lo feo, en una pura irreve-rencia se oyen “perlas” tales como: Azzurro, azzurro, va fa'n culo!

Los verdes, procedentes de San Giovanni, provocan a los azules usando una rima fácil. Los azules de la Santa Croce no se enfadan, llevan siglos oyendo el cántico modulado en perfecto toscano y responden socarrones: San Giovanni, Giovanni, figli di puttane!

Pero el honor y el juego limpio (dentro de sus pará-metros) reinan durante el lance. Los árbitros son muy respetados (si no más temidos aún) que los defensas y además se hacen respetar a conciencia. Al final del partido se hace un recuento del tanteo (un gol mar-cado en la red son dos puntos, un gol marcado por lanzamiento supone medio punto) a la vez que un re-cuento de heridos. Casi nunca hay que contar heridas graves, si leve entendemos una costilla, un brazo roto o un diente menos. Cuando todo acaba y pese a que el día siguiente habrá que soportar a los vencedores en la trattoria del barrio, o en el trabajo, el final es un fes-tejo de abrazos y choques de manos entre vencedores y vencidos. El resultado no importa al pensar que son protagonistas de algo de singular belleza y auntenti-cidad, en el fondo, incluso perdiendo el partido, se consideran unos privilegiados. A la semana siguien-te muchos estarán entrenando de nuevo, mejorando su juego táctico y practicando sistemas de combate, el Calcio Storico volverá el año que viene a llenar las calles de Florencia de historia y solemnidad.

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LA LEY DELPUNOfotos Julietta Prado

Entrevista a Miguel Rivas y Fernando Chamizo

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miguel rivas y fernando chamizo son dos maestros de Kenpo tal y como uno pudiera concebir en un principio. De gesto y porte duro, de trato afable y firme. Nuestro encuentro fue durante un seminario interestilos celebrado a finales de abril, en Almuñécar. Desde el principio percibí que los unía una vieja amistad y que la razón de ser del curso estribaba en que uno confiaba perfectamente en poner a sus alumnos en manos del otro a sabiendas de que to-dos los participantes saldrían enriquecidos. El tatami estaba lleno, hombres, mujeres, niños… la labor de difusión por parte de estos de sus maestros se notaba en la cantidad de alumnos que ocupaba cada metro cuadrado de tatami. Desde los primeros compases del entre-namiento, Miguel Rivas pedía ante todo intensidad en un trabajo de pateo… por otro lado, Fernando Chamizo supervisaba el trabajo de los alumnos propios y ajenos. Los ojos de dos maestros ven mejor que los de uno, se podría decir. Poco se acostumbra a ver tal cosa, desgraciadamente es habitual observar a instructores que temen compartir su trabajo (celos, miedo, quién sabe...) destaca esta pasión por la didáctica, la enseñanza, y sobre todo, la confianza. Después, el que pasaba a enseñar era Fernando y Miguel a supervisar, en mejores manos, (cuatro) no se podía estar.

La entrevista se hizo en los momentos en los que los maestros al-ternaban su función de instructores, por lo que muchas veces, las preguntas fueron destinadas a ambos:

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La competición aporta una dosis de entrenamiento extra que hace que el alumno avance considerablemente

Miguel Rivas

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¿Podrían hablarnos un poco sobre su trayectoria? Fernando Chamizo: Mi primer maestro fue Umberto Aravena,

un maestro de Kenpo proveniente de Chile. Aunque él fue mi pri-mer maestro, durante gran parte de mi trayectoria fue autodidacta hasta que encontré a Raúl Gutiérrez. Luego he entrenado con otros maestros, como el gran Huk Planas cuando ha venido a España. Pero en gran parte yo he tenido que buscarme la vida en muchos casos para aprender. En la actualidad doy clases en el famoso dojo de Karate de Málaga Sukuri Kan.

Miguel Rivas: Mi comienzo en las artes marciales fue con el Karate, concretamente el estilo Shito Ryu, en Palma de Mallorca. Desde joven, siempre me han gustado las artes marciales, por eso además de Karate (que lo practicaba lunes, miércoles y viernes) tam-bién entrenaba el resto de los días Taekwondo y Judo. Más adelante practiqué Mushindo con Philip J. Writers, un arte marcial bastante desconocido. Fue en 1982 cuando tuve contacto con Raúl Gutiérrez, que en aquella época enseñaba Kenpo Karate de la línea de Ed Parker, que a su vez estaba integrado en la Federación Española de Karate. Poco después, aprendí de él Kenpo Fu Shih, y fue en 1985 cuando conocí a James Barro Mitose. El Kosho Ryu me atrapó desde entonces y descubrí que ese era el camino que quería seguir. Cuando en 1995 volvió a España, dejé el Kenpo Fu Shih, y me centré en el Kosho Ryu. Desde 1998 el Gran Maestro Mitose me enseñó el pro-grama completo, proceso que duró hasta 2002, y continuó desde entonces. El Gran Maestro Mitose pasaba temporadas completas en Almuñécar corrigiendo mi progresión. En la actualidad soy direc-

tor en España de Kosho Ryu Kenpo, y tengo alumnos enseñando en Galicia, Andalucía, la Comunidad Valenciana y Portugal.

Empecemos, en primer lugar, por dilucidar los orígenes del Kenpo Kosho Ryu ¿Guarda alguna relación el estilo con el mo-nasterio Kosho Ji situado en Nagoya?

MR: La leyenda afirma que el primer maestro de Kenpo Kosho Ryu fue Zenko Yoshida, en el año 1235, pero no tenemos datos con-cretos y concluyentes, la figura, incluso de James Masayoshi Mitose está llena de misterio.

¿Puede distinguirse en el estilo Kosho Ryu la rama de la fa-milia Mitose, las artes marciales de Okinawa y las artes mar-ciales chinas?

MR: Tal y como era costumbre en el antiguo Japón. Thomas Barro Mitose no aprende directamente con su padre. La costumbre era que el chico entrenara con otro maestro, para que, cuando fuese más mayor y se disciplinase aprendiera el arte familiar. De esta ma-nera, Thomas Barro Mitose aprende Judo y más adelante Kajukenbo con Joe Halbuna. Tras este período empieza a aprender Kosho Ryu con su padre. En este proceso también aprende con William Chow. Por tanto las influencias son múltiples y de ida y vuelta. Los katas Naihanchi, las formas Neko Buto y Saru Buto... son fruto de la evolu-ción del estilo, aunque no se sepa que origen tengan originalmente ni quien las creó. ¿Los katas de origen okinawense como Naifanchin qué procedencia tienen? ¿Esta es la única aportación de Choki

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Si siempre miras por la misma ventana siempre verás el mismo paisaje

Fernando Chamizo

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Motobu al estilo Kosho Ryu? MR: Yo creo que lo que se le atribuye a Choki Motobu es una mala

interpretación. Porque por otro lado, las series de Katas Naihanchi que tiene el estilo Kosho Ryu son muy diferentes.

¿Cómo es el Gran Maestro Mitose? MR: Sin conocerlo previamente, puede parecer una persona seca

o sobria. Pero es de trato afable. Su Kenpo también es sobrio, sin florituras, practica un Kenpo contundente y directo.

¿Cuál es la figura visible en el Kenpo Karate actualmente? FC: Desde la muerte del maestro Parker han surgido numerosas

figuras, podemos decir que cada maestro destaca en unas caracterís-ticas frente a otros. Sepúlveda, Tatum... todos aportan un método de trabajo interesante que ellos mismos han evolucionado.

¿Sigue usted alguna línea en concreto? FC: Yo definiría mi línea como la línea de Parker, pero si tengo

que elegir a un maestro por su simplicidad, su didáctica y su forma de entender el Kenpo es Mohamed Tabatabai.

Durante los años ochenta y noventa quien concibiera un es-tilo dedicado exclusivamente a la defensa personal, una de las artes marciales que rápidamente acudían a la mente era el Kenpo... Esa concepción debe situarse al lado de otras ar-tes marciales: Wing Tsun, Krav Maga, estilos filipinos... ¿Ha resistido el Kenpo el paso del tiempo? ¿Sus conceptos y sis-temas han evolucionado desde la modernización que aportó Edmund Parker?

FC: El Kenpo Karate fue desarrollado por el maestro Ed Parker para que fuera efectivo en la calle, desde entonces las cosas no han cambiado demasiado. En mi opinión el Kenpo sigue evolucionando pero, si ha resistido el paso del tiempo porque es un arte marcial completo. Aunque pese al tiempo que lleva el Kenpo existiendo aún diría yo que es poco conocido, aún me siguen preguntando si lo que practico y enseño es “Kendo”.

El sistema de aprendizaje se basa a su vez en drills, trabajos por parejas, en donde el practicante interioriza los principios del kenpo como “five swords” ¿es un sistema cerrado?

FC: No es un sistema cerrado. Las formas son el abecedario del Kenpo, donde el practicante encuentra las respuestas. Es un sistema abierto ya que no hay que ceñirse específicamente a la forma, sino estar preparado para cualquier eventualidad que pueda surgir.

Los estilos de Kenpo podrían clasificarse como artes mar-ciales “de percusión” pero... ¿Qué proporción presenta en el Kosho Shorei Kenpo el trabajo de luxaciones o proyecciones?

MR: El Kosho Ryu es en origen un arte completo, además, por otro lado, es un arte marcial que ha evolucionado, por lo que recien-temente se ha ido introduciendo trabajo de suelo. ¿Y en el Kenpo de Ed Parker?

FC: El Kenpo Karate pone su énfasis en el golpeo con todas las

partes del cuerpo, pero evidentemente, es un arte muy completo que incluye luxaciones y proyecciones.

Los estilos de Kenpo son múltiples, en ese sentido me inte-resan las características que comparten ¿Qué proporciona al practicante estos seminarios multiestilos?

FC: Evidentemente mucho, conocer otros estilos de Kenpo mejo-ran el estilo propio. Si siempre miras por la misma ventana siempre verás el mismo paisaje. Hay que tener en cuenta que las diferencias están incluso en cada maestro de Kenpo Karate, Shaolin Kenpo, Kosho Ryu, Kajukenbo... todos salimos del mismo tronco.

MR: Es una buena pregunta. El practicante descubre que toda visión y aporte es respetable. Ahora mismo, alumnos míos están en-trenando con Fernando y están interiorizando la forma de trabajar de otro maestro y que puede abrir la mente del practicante a otras formas de ver el Kenpo. En ese sentido, el practicante sale más reforzado.

¿Existe alguna desventaja en la multiplicidad de estilos? MR: Tal vez, en casos muy contados algo de afán de protagonismo,

pero en general existe un gran respeto entre los maestros. A mí con-cretamente me gustan todas las artes marciales y soy un apasionado de ellas prácticamente desde que era joven. La cantidad de estilos de Kenpo aportan riqueza indudablemente.

¿Qué importancia tiene el manejo de armas en el Kenpo?FC: Se han incluido entrenamiento con armas, por ejemplo con

los palos. Recientemente pude ver a Larry Tatum aplicar un trabajo de mano abierta al cuchillo partiendo de la “Tercera Forma Corta”, la clave es la adaptación del Kenpo.

¿Los principios con mano desnuda son los mismos que con cuchillo?

FC: Absolutamente.

¿Y el Kosho Ryu? MR: También, el Kosho Ryu ha incorporado trabajo con palo corto

y palo largo. Pero nuestro núcleo fundamental es un arte marcial sin armas, tal y como dice nuestro juramento: “Vengo a ti con las manos vacías...”

¿Qué aporta la competición al practicante de Kenpo? FC: Yo en principio no soy muy partidario, en ocasiones hasta pier-

des alumnos porque se desilusionan con los resultados de la competi-ción. Otras veces dan satisfacciones, recientemente, un alumno mío, Alfonso Lobato, ha quedado subcampeón en el campeonato mundial de Turquía y eso no ocurre todos los días.

MR: Para mí la competición tiene su parte positiva, y eso depende mucho de como la enfoque el maestro. A partir de ella se puede sa-car lo mejor del alumno, al tener que competir, se tiene que entrenar más, establecer objetivos e intentar superarlos. La competición apor-ta una dosis de entrenamiento extra que hace que el alumno avance considerablemente.

MAESTROS Y ESTILOS

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El Nán Quán literalmente se traduce como “puño del sur” o “boxeos del Sur”, esto es, un conjunto de estilos de wushu (artes marciales) procedentes del sur de China, o de las provincias del área sur del rio Yangtse como son; Guangdong, Fujian, Hunan, Zhejiang, Jiansu y Sichuan. Sus características comunes del movimiento son; gran variedad de formas de manos, rica en golpes cortos, un manejo seguro y firme de los pies, con pequeños saltos, posición de cuerpo baja, acentuando la estabilidad, combinación de movimientos vigorosos y cortos. Ciertas acciones del practicante van seguidas de un grito que este sirve para acentuar la fuerza con una acción explosiva.

boxeo del surpor Juan Carlos SerratoNan Quan

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artes marciales chinas

análisis sobre las técnicas de Nan Quan y las clasificaciones del mismo.

Se denominan estilos del Sur de China todos los boxeos que se practican en la parte sur de la línea del rio Yangtse como decíamos anteriormente. Hace ya 400 años que existen registros históricos del boxeo del sur, pero la práctica del nan quan se dividió en varios estilos conteniendo;

Boxeo de Cantón: que contienen las cinco corrientes básicas de las escuelas; Hong, Lin, Chai, Li, y Mo, aparte tenemos otro im-portante como el Chai Li Fo, denominado también como boxeo de la doble garra de Tigre y Grulla, que es por lo que se caracteriza. En realidad este estilo es la continuación de tres corrientes, Chai corres-ponde a la familia Chai, Li corresponde a la familia Li y Fo (mon-je). Aunque en Cantón hay muchas más escuelas, éstas que hemos mencionado son las más corrientes y practicadas de China. Además existen en la provincia de Cantón 300 estilos diferentes incluyen-do armas y boxeos cortos de Fuchien, que no toman el nombre de la familia que lo realizaba sino de los animales, como por ejemplo; Boxeo del Tigre, Serpiente, Dragón, Pantera, etc, existe otra corrien-te o estilo que se llama Gu Chu quan denominada “los cinco antece-sores” y otros estilos como, boxeo del Perro, del Pollo, etc.

Los boxeos de Fuchien y de Canton ocupan el lugar más impor-

tante de los estilos del sur. En la provincia de Shichuan hay ocho corrientes o estilos más importantes que son; Chao, Le, Cheng, Tu, Hong, Zhi, Hui, “Jiang y Jiang Shu”, que toman el nombre de luga-res en donde estos dos estilos predominan.

Como hay tantos estilos del sur solo tomaremos las caracterís-ticas generales para su práctica y como medio de profundizar en estos estilos.

caracteristicas del movimiento y carácter comunes del bo-xeo de Nan Quan para competición.

1º ESTABILIDAD DEL PASO (O FIRMEZA).

El paso de Gong bu o paso de Arco y flecha se realiza a un lado y de manera alta y otros de manera baja como el Mabu o paso de caballo, esta es la primera característica de los boxeos o estilos del sur.

Pero cuando uno se para o realiza una pausa en una postura debe de tener estas otras características :

a. Postura de cuerpo. Bajar la posición respirar y coger aire.

b. Posiciones bajas. Se debe bajar el glúteo y estar metida hacia dentro, contrayéndola con la respiración.

Pasos de Nan Quan

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Lo peor que se puede hacer en el Nan Quan es que el practicante lo realice sin fuerza aplicada. Ya que en este estilo la fuerza sube utilizando todas las articulaciones del cuerpo para terminar en el puño sacudiendo con gran potencia

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c. Manejo de los pies. Los pies se agarran al suelo como si de raíces se trataran aunque hay tres formas de realizar para esta posición.

Cuando se cruzan los pasos (Paso Cruzado-Cha Bu) se reali-za de la misma manera que hemos indicado anteriormente y al mismo nivel o altura.

En las posturas altas, cuando realizamos el cambio de pasos esta no se debe de sentir floja o excesivamente relajada.

Y en las posturas bajas no se ha de estar muy cuadrado, estas características son fundamentales en el Nan quan.

2º MUCHOS MOVIMIENTOS DE BRAZOS Y POCOS SALTOS.

El Nan Quan tiene un movimiento de pasos con mucha varie-dad de movimientos de brazos, teniendo aparte de los tres básicos otros como, palmas, puños, pico de grulla, mano con un dedo, con dos dedos, garra de tigre, águila, dragón, etc. Otras características son el puente como se denomina a los brazos, otro como Quan zhia (golpe circular). Pasos, el patear, pisar, etc. Se realizan con postura baja, no como en el chang quan que pega muy alto, en el nanquan rara vez pega alto y cuando lo hace dobla la rodilla mar-cando el golpe. Dentro de los estilos del sur tradicionalmente hay muy pocos saltos altos, sin embargo en el sur moderno si tiene más saltos de gran altura.

3º POTENCIA Y FUERZA. FIRMEZA Y AGILIDAD DEL PUÑO.

Lo peor que se puede hacer en el Nan Quan es que el practican-te lo realice sin fuerza aplicada. Ya que en este estilo la fuerza sube utilizando todas las articulaciones del cuerpo para terminar en el puño sacudiendo con gran potencia. La fuerza se concentra en el pie para subirla hasta focalizarla en el puño.

El cambio de posiciones se ajusta en la medida, justo para re-primir la respiración y convertirla en fuerza, esto debe de reali-zarse como un muelle que aprietas y luego lo sueltas repentina-mente para realizar el golpe y para esto tiene unas condiciones de ejecución:

1º Realizar un paso intermedio.

2º En este momento reprimir el aire y acumularlo para su concentración.

3º Soltar el golpe con mucha fuerza.

Pero como podréis observar hay tres impulsos para la fuerza de este estilo que son, el pie, la cadera y los brazos que a su vez se unen en las tres coordinaciones.

Y cuatro maneras de soltar la fuerza:

1º Soltar la fuerza rápido, estirando los brazos que esto se con-sidera un movimiento grande.

2º Soltar brevemente el movimiento de cuerpo y de brazos.

3º Soltar la fuerza de golpe y vibrantemente. Esto requiere acumular la fuerza y extender el brazo despacio estando en estar siempre en tensión, pues no llegaríamos a realizar debidamente una serie completa de la forma agotándonos físicamente. La ten-sión sólo de los brazos no es correcta si no que debemos combinar la fuerza y la suavidad a través de nuestros movimientos. Porque para dar más fuerza a nuestros movimientos hay que: tensar, rela-jar y golpear con fuerza explosiva.

4º MOSTRAR LA FUERZA A TRAVÉS DEL GRITO (SHAN).

Es el grito el que asusta o impone la ejecución de un practican-te. Esto se consigue al combinar la fuerza con el aire de los pulmo-nes que se concentra y coordinan.

El grito tiene cuatro funciones principales:

a. No se ha de reprimir completamente el aire, ya que desorde-na la función principal que es respirar. Siendo la presión de fue-ra más que la de nuestro interior, siendo el grito quien la regula. Según dicen debe haber tensión durante el mismo y hasta el final. A través de esta tensión se ha de concentrar la fuerza en los brazos aplicándola en la zona con que golpeamos. Cuando se practica el nan quan NO hay que estar siempre en tensión , pues no llegaría-mos a realizar debidamente una serie completa de la forma ago-tándonos físicamente. La tensión solo de los brazos no es correcta si no que debemos de combinar la fuerza y la suavidad a través de nuestros movimientos. Para dar más fuerza a nuestros movimien-tos hay que: tensar, relajar y golpear con fuerza explosiva. Muchos maestros de China afirman que incluso se puede coger una enfer-medad si esto no se realiza de manera correcta

b. A través del grito aumenta la fuerza del golpe.

c. Si en la serie hay posiciones de animales y en ella requiere el grito este hay que hacerlo igual, imitando en el grito a un animal con la misión de asustar o desconcentrar a su presa.

d. Pero el grito también nos muestra la majestuosidad del prac-ticante. No debe de existir interrupción entre el grito y el golpe, sino que ambos deben de realizarse al mismo instante y ser todo en uno. Gritando según la imagen del animal que imitamos, te-niendo que gritar en el momento justo y no anterior o posterior al golpe. Tampoco se debe de gritar en exceso, ya que la realización de muchos gritos durante la forma dan la impresión de desorden y desconcierto y esto no es correcto en la practica diaria y en la competición.

Todos estos requisitos que les he descrito son indispensables para la buena practica del Nan Quan a la vez que estas normas de práctica son también generales para el mejor desarrollo del practicante.

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Es el grito el que asusta o impone

la ejecución de un practicante.

Esto se consigue al combinar la

fuerza con el aire de los pulmones

que se concentra y coordinan

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MUSUBI

la suavidad del aikido:

en el aikido utilizamos muy a menudo la imagen del agua para hacer referencia al estado del cuerpo y la mente, cuando reci-bimos el ataque de uke .

Creo que es una imagen que todos los ai-kidokas podemos entender... pero ¿qué hay para mí detrás de esa imagen?

“Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza se convierte en la taza. Si pones agua en una botella se convierte en la botella. Si la po-nes en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede golpear. Sé agua amigo mío.”Bruce Lee Creo que cuando hablamos en aikido del agua, nos estamos refiriendo al agua en mo-vimiento y no a un agua estancada o incluso congelada y convertida en hielo. La imagen de un agua estática creo que no abarcaría las características completas de lo que debe ser la acción en el aikido. Es el agua en movi-miento, la imagen, que creo define mejor el estado mental y corporal del aikidoka y del aiki-encuentro .

“Imagine un río con rocas en él. Cuando el agua se encuentra con rocas pequeñas,

fluye sobre ellas. Cuando se encuentra con rocas más grandes, fluye alrededor de ellas. Incluso si se contiene su cauce, el agua no se detiene, y en realidad su energía poten-cial sigue aún allí arremolinándose y acu-mulándose detrás de la presa, tratando de quebrarla o rebasarla. Aikido es igual.”Seishiro Endo Una mente que no se para en ningún lugar, no se fija, está “viva”, y un cuerpo adaptable, ni resistente ni estático, envolvente, suave, “vivo”, serían adjetivos que describirían lo que para mí debería ser un aikidoka.

“Cuando esta mente ha sido bien adiestra-da, no se detiene con nada, ni falla en nada. Existe en sí misma y se desborda como el agua. Surge de la forma adecuada en el mo-mento necesario. “Takuan Soho Pero esto me lleva a una reflexión mayor. Pienso en las aguas que en la naturaleza es-tán en movimiento, y que son las imágenes que más se utilizan en el Budo como fuente de inspiración: las olas, la marea y los ríos. Pienso en estas imágenes de la naturaleza, y encuentro un componente común en lo que se refiere al origen de su movimiento.

“Considera el flujo y reflujo de la marea. Cuando las olas vienen a golpear la orilla, se alzan y caen provocando un sonido. Tu respiración debería seguir el mismo patrón, absorbiendo el universo entero en tu vientre con cada inhalación. Debes saber que todos tenemos acceso a cuatro tesoros: La energía del sol y la luna, la respiración del cielo, la respiración de la tierra y el flujo y reflujo de la marea.”

“Contempla las obras de este mundo, es-cucha las palabras del sabio y toma todo lo que es bueno como propio. Con esto como base, abre tu propia puerta a la verdad. No desprecies la verdad que está justo ante ti. Observa cómo fluye el agua en el arroyo de un valle, suave y libremente entre las rocas. Aprende también de los libros sagrados y de la gente sabia. Cada cosa —incluyendo ríos y montañas, plantas y árboles —debería ser tu maestro.”

“No dejesDe aprender deLa voz pura delArroyo de montañaQue fluye eternamenteSalpicando las rocas.”O Sensei

montaña agua

lay el

Luis Mochón Corredor4º dan Shidoin del Aikikai

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Entonces el agua que se mueve... ¿qué ori-gen tiene en la naturaleza?

El río nace en la montaña, bajo las piedras, bajo la tierra. Montaña, piedras, tierra, ele-mentos sólidos, pesados, contundentes, compactos.El movimiento del agua del mar, las olas y la marea, se originan por el influjo de la luna...¡un satélite!

De manera que los que intentamos trabajar el camino de la suavidad , del “agua” y la no fuerza en el aikido, ¿que podríamos apren-der de esta reflexión que la naturaleza nos propone, nos inspira?

Esto me lleva al Hara, al centro vital y físico del ser humano.

El maestro al que sigo, Seishiro Endo, y uno de sus maestros , que posiblemente fue el que más lo inspiró en el camino de la no fuerza y que significa una gran inspiración para mi, Yamaguchi Sensei (1924-1996) , desarrollan un trabajo basado en la no fuer-za, en la suavidad. Pero esta suavidad esta apoyada por un centro enorme y pesado, que sirve de motor a la fluidez del resto del cuerpo. Un centro fuerte y pesado que se convertiría así en el origen de un cuerpo fluido “acuoso”.“En los movimientos fluidos del aikido hay siempre un centro firme. Un sentido del equilibrio penetra cada movimiento de la mano y del pie y éstos se deslizan suave-mente, como en un baile, porque el movi-miento del cuerpo todo no es más que el movimiento suave del centro. Creo que lo principal en el aikido es la realización de un centro fuerte y firme.”O Sensei Cada vez que tomo ukemi a Endo sensei puedo percibir esto, la sensación que cuan-do ataco, los brazos que contactan conmigo son suaves, el “tacto” es incluso amigable, pero detrás de este “tacto”, un centro enor-me aflora, detrás de esa suavidad, siento un centro firme, una “montaña” que saca mi equilibrio y me mueve, o que me “expulsa”, saliendo proyectado como si hubiera cho-cado contra una montaña .

Creo sinceramente que para trabajar una vía de suavidad debemos compactar fuerte-mente nuestro centro, físicamente y energé-ticamente, para que el resto del cuerpo se convierta en agua en movimiento, fluido, suave, adaptable, “amigable”...

Si compactamos la zona de nuestro Hara, y mantenemos una atención sutil en este lu-gar, el meter fuerza con nuestros brazos, o ponerlos rígidos se hace realmente difícil. Estaríamos hablando de que sería el Hara y no nuestro intelecto el que sería el principal protagonista en todos nuestros movimien-tos y reacciones...

Cuando en el aiki-encuentro empezamos a afrontar las dificultades que el ataque de

uke nos presenta, el compactar un poco más nuestro centro y liberar todavía más nuestro cuerpo y nuestra mente, como una corriente de agua que se va adaptando na-turalmente a los obstáculos que se encuen-tra, resolvería el problema que uke nos está generando.

Una práctica y una vida desde el Hara, des-de el centro, nos va a permitir conectar con nuestra libertad natural, y traerla al día a día de nuestra vida y por supuesto de nuestra práctica.

Una vida desde el centro, va a actualizar nuestro caminar por la tierra, conectán-donos con nuestra misión vital como seres humanos, con nuestra naturaleza esencial.

En los movimientos fluidos del aikido hay siempre un centro firme. Un sentido del equilibrio penetra cada movimiento de la mano y del pie y éstos se deslizan suavemente, como en un baile, porque el movimiento del cuerpo todo no es más que el movimiento suave del centro

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