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V3 101108 Modelling Corregido

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MODELOS DE TRANSPORTE
 
Traducción de Ángel Ibeas Portilla y Luigi dell’Olio
 
Esta edición es propiedad de PUBLIC AN  - EDICIONES  DE  LA UNIVERSIDAD  DE C ANTABRIA, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
Coordinación de la edición española a cargo de Ángel Ibeas Portilla y Luigi dell’Olio
Consejo Editorial de PUbliCan - Ediciones de la Universidad de Cantabria   Presidente: Gonzalo Capellán de Miguel   Área de Ciencias Biomédicas: Jesús González Macías   Área de Ciencias Experimentales: M.ª Teresa Barriuso Pérez   Área de Ciencias Humanas: Fidel Ángel Gómez Ochoa   Área de Ingeniería: Luis Villegas Cabredo   Área de Ciencias Sociales: Concepción López Fernández y Juan Baró Pazos
© Juan de Dios Ortúzar y Luis G. Willumsen
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ISBN: 978-84-8102-512-5 D.L.: M-29.991-2008
Impreso en España Imprenta PEDRO CID, S.A., 2008
Ortúzar, Juan de Dios. Modelos de transporte / Juan de Dios Ortúzar, Luis G. Willumsen ; traducción
de Ángel Ibeas Portilla, Luigi Dell’Olio. -- Santander : PUbliCan, Ediciones de la Universidad de Cantabria, 2008. -- (Traducciones Universidad de Cantabria; 3)
En la port.: Consorcio Transportes Madrid. ISBN 978-84-8102-512-5
Transporte-- Modelos Matemáticos  Willumsen, Luis G. Ibeas Portilla, Ángel. Dell’Olio, Luigi.
656:519.87 591.87:656
Prólogo a la edición en castellano ...............................................................
. Introducción ........................................................................................
.. Planificación y modelización del sistema de transportes ....... .. Problemática del transporte ..................................................... .. Modelos y proceso decisional .................................................. .. Tópicos en modelización del transporte .................................. .. Estructura del modelo clásico de transporte .......................... .. Planificación continua del transporte ..................................... .. Sobre la teoría versus la práctica ...........................................
. Prerrequisitos matemáticos .................................................................
. Datos y rol del espacio ........................................................................
 .. Teoría básica de muestreo .......................................................  .. Errores en la modelización y en la predicción .......................  .. Métodos de recolección de datos  ............................................  .. Redes y sistemas de zonificación ............................................. Ejercicios .............................................................................................
. Modelos de generación de viajes ........................................................
 .. Introducción ..............................................................................  .. Análisis de regresión ................................................................  .. Análisis por categoría o cross-classification ...........................
Del indice se ha suprimido el
 
..
  de viajes ....................................................................................
 .. Modelos sintéticos o gravitacionales .......................................
 .. Maximización de la entropía  ...................................................
 .. Calibración de modelos gravitacionales .................................
.. Modelos de elección de destino y partición modal ................
.. Modelos de distribución y partición modal ............................
.. Modelos sintéticos ....................................................................
 Ejercicios .............................................................................................
.. Introducción ..............................................................................
.. Especificación y forma funcional  ............................................
..  Estimación del modelo logit mixto de componentes de error  ..
 
 Ejercicios .............................................................................................
 .. Introducción ..............................................................................
 .. Métodos de agregación ............................................................
 Ejercicios .............................................................................................
. Asignación ..........................................................................................
.. Asignación todo o nada ...........................................................
.. Introducción ..............................................................................
.. Equilibrio del sistema de transportes ......................................
.. Elección del horario de partida y asignación ........................
 Ejercicios .............................................................................................
.. Introducción ..............................................................................
.. Modelos marginales y de corredor  ..........................................
.. Juegos de simulación ................................................................
 
.. Valoración de externalidades de transporte ............................
 Ejercicios .............................................................................................
Bibliografía .................................................................................................
 Juan de Dios Ortúzar y Luis G. Willumsen
E  ste libro es el resultado de más de 20 años de colaboración, a veces a distancia y otras trabajando conjuntamente en Gran Bretaña y en Chile. A lo largo de estos años hemos discutido muchas veces lo que consi- derábamos puntos fuertes y débiles de la modelización del transporte y
la planificación en el sector. Hemos especulado, investigado y probado en la  práctica algunas ideas nuevas y otras no tan novedosas, coincidiendo a veces y también discrepando tanto sobre temas como sobre el nivel de detalle requerido en la modelización o sobre el valor de los modelos desagregados al efectuar  previsiones de demanda; aprovechando un período en el que nuestras visiones convergieron, las plasmamos en este texto.
Deseamos presentar lo que consideramos, desde nuestra perspectiva, las técnicas más importantes de modelización de transporte de forma accesible tanto a estudiantes como a profesionales del sector en sus diferentes ámbitos. Esto lo intentamos haciendo especial hincapié en ciertos temas clave de la modelización y planificación de sistemas de transporte contemporánea:
La importancia práctica de la consistencia teórica en la modelización del•
transporte. El tema de los errores en los datos y en la especificación de los modelos, su•
importancia relativa y los métodos para tratarlos. El papel fundamental del contexto en que se toman las decisiones en la•
elección de las herramientas de modelización más apropiadas. Las ventajas de una modelización flexible: un modelo marco simplificado•
unido a uno mucho más detallado que permita tratar las decisiones que se deben tomar. La importancia de una función de seguimiento dependiente de un sistema•
 
 Prólogo a la edición inglesa
Hemos afrontado estos temas desde el punto de vista de un ejercicio de modelización, discutiendo el papel de la teoría, los datos, la especificación del modelo en su sentido más amplio y la estimación, validación y capacidad  predictiva de los modelos. Nuestro objetivo al escribir este libro fue producir tanto un texto para un curso de licenciatura o máster en transporte, como un volumen de referencia para los profesionales del sector; no obstante, las mate- rias se presentan de forma que también sean útiles para cursos de ingeniería civil, geografía y urbanismo. El libro se basa en nuestros apuntes de clase que fueron preparados y mejorados a lo largo de varios años de docencia de pre y postgrado; además los hemos utilizado para adiestrar a profesionales tanto a través de programas de práctica internos como de cursos cortos de actua- lización. Finalmente, los hemos ampliado y mejorado para cubrir material adicional y ayudar a los lectores a abordar el libro sin el apoyo expreso de un supervisor.
Los Capítulos del 3 al 9, 12 y 13 proporcionan todos los elementos nece- sarios para impartir un curso de unas 30 sesiones sobre modelización de la demanda de transporte. De hecho, hemos impartido cursos de esta naturaleza, con diferente énfasis en determinados temas, a nivel de pregrado en Chile y a nivel de postgrado en Gran Bretaña, Portugal, Colombia y España. Si se añade material de los Capítulos 10 y 11 se puede conformar un curso completo sobre modelización de sistemas de transporte. Los Capítulos del 4 al 6 y del 10 al 12 constituyen el núcleo básico para un curso sobre modelos de equilibrio en transporte; cabe reseñar que un curso sobre modelización de la oferta requeri- ría más material, en particular aquel relacionado con importantes aspectos de la oferta de transporte colectivo, que no se discuten con suficiente detalle. El Capítulo 1 proporciona una introducción a temas de planificación de transporte y esboza nuestra visión sobre la relación entre planificación y modelización. El Capítulo 2 está ahí principalmente para el beneficio de aquellos que deseen refrescar sus conocimientos analíticos y hacer que el texto sea lo suficiente- mente auto-contenido.
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
delización dificultosa. Hemos aprendido la importancia de elegir técnicas y tecnologías apropiadas para cada tipo de problema; la capacidad de adaptar enfoques de modelización a problemas de toma de decisiones es una habilidad clave de nuestra profesión. A través del libro se examinan las restricciones  prácticas de los modelos de transporte en planificación, particularmente en vista de las limitaciones de las actuales técnicas analíticas, y de la naturaleza y calidad de los datos típicamente disponibles.
Hemos evitado el detalle matemático intrincado de cada modelo para con- centrarnos, por el contrario, en sus principios básicos, la identificación de sus fortalezas y limitaciones y una discusión sobre su uso. El nivel teórico ofrecido  por este libro es, en nuestra opinión, suficiente para seleccionar y utilizar los diferentes modelos en la práctica. También hemos intentado acortar la brecha existente entre las publicaciones más teóricas y los libros más pragmáticos (tipo recetario); no creemos que la profesión pueda ser bien servida por un libro simplista del tipo “Consejos para…” que proporcione un facsímile para cada  problema de modelización. No existen soluciones únicas en modelización y  planificación de transporte. La dependencia de la modelización del contexto y la teoría es un tema recurrente en este libro. Nuestro objetivo es proporcionar suficiente información y guía para que los lectores puedan comprender y aplicar realmente cada técnica en terreno; bajo esta perspectiva, nos hemos esforza- do en analizar los aspectos prácticos relacionados con la aplicación de cada metodología. En todos los casos en los que el área de estudio aún está sujeta a desarrollo, hemos incidido en presentar extensas referencias bibliográficas a artículos científicos y libros que el lector interesado puede consultar si le parece necesario. Asimismo, en relación con los enfoques de modelización más conso- lidados, hemos mantenido solamente las referencias esenciales para comprender la evolución de los temas, o que sirvan como punto de partida para desarrollar nuevas investigaciones.
 
 Prólogo a la edición inglesa
Aunque el libro es ambicioso, ya que abarca un número relativamente elevado de temas, debemos aclarar desde el principio que no intentamos (ni consideramos posible) estar totalmente actualizados en cada tema tratado. Si  bien constituye una buena reflexión sobre el estado del arte, para investiga- ciones de punta el lector debería utilizar las referencias bibliográficas que se han incluido como avisos para futuras investigaciones.
Gran parte de la primera edición de este libro se escribió durante el año sa-  bático de uno de nosotros en University College London en el curso 1988-1989. Ello fue posible gracias al apoyo proporcionado por el UK Science and Engi- neering Research Council, The Royal Society, la Fundación Andes (Chile), el  Consejo Británico y The Chartered Institute of Transport . Damos las gracias  por dicho apoyo, así como agradecemos también la financiación proveniente de muchas instituciones y agencias en los últimos veinte años para nuestras investigaciones.
Aunque ambos autores hemos hecho la misma contribución intelectual al contenido del libro, a la hora de redactar y recopilar el variado material que lo compone nos hemos beneficiado de numerosas discusiones e intercambio de ideas con amigos y colegas. Richard Allsop nos enseñó mucho acerca de metodología y rigor. Las ideas de Huw Williams’s están detrás de muchas de las contribuciones teóricas del Capítulo 7. Andrew Daly y Hugh Gunn nos ayudaron a aclarar muchos temas de los Capítulos 3, 7 y 8. El énfasis de Dirck Van Vliet en explicar la asignación y el equilibrio en términos simples pero rigurosos inspiró los Capítulos 10 y 11. Tony Fowkes nos proporcionó valiosos comentarios sobre previsión de la tasa de motorización y sobre métodos de pre- ferencias declaradas. Jim Steer aportó una referencia constante a los problemas  prácticos y a la necesidad de desarrollar mejores enfoques para abordarlos.
Muchas partes del libro se han beneficiado del libre y entusiasta intercam-  bio de ideas con nuestros colegas J. Enrique Fernández y Joaquín de Cea, de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Sergio Jara y Jaime Gibson, de la Universidad de Chile; Marc Gaudry, de la Universidad de Montreal; Roger Mackett, del Univesity College London; Dennis Gilbert, del Imperial College y Mike Bell, de la Universidad de Newcastle upon Tyne. Por supuesto, muchos otros colegas han contribuido, sin saberlo, a nuestras reflexiones.
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
de la Universidad de Montreal ; Rodrigo Garrido, de la Pontificia Universi- dad Católica de Chile; Ben Heydecker, del University College London; Frank Koppelman, de la Northwestern University; Mariëtte Kraan, de la University of Twente; Marcela Munizaga, de la Universidad de Chile; Piotr Olszewski, de la Nanyang Technological University, y Sofía Athanassiou, Neil Chadwick y David Pearmain, de Steer Davies Gleave.
 Nuestro agradecimiento final va dirigido a todos nuestros estudiantes en Gran Bretaña, Chile, Colombia, Portugal y España. Ellos son siempre agu- dos críticos y nos han estimulado a invertir nuestro tiempo de forma prove- chosa.
 
Prólogo a la edición en castellano
 Ángel Ibeas Portilla y Luigi dell’Olio  Profesores de Planificación de Transporte y Transporte Urbano
Universidad de Cantabria, Santander (España) http://grupos.unican.es/gist/index.asp
L a difusión internacional de Modelling Transport  de Juan de Dios Ortúzar y Luis Willumsen ha alcanzado ya su tercera edición, lo cual no hace más que confirmar el gran interés suscitado en el ámbito del transporte por esta obra, que constituye un pilar básico y fundamental en la adquisición,
aprendizaje y consulta del conocimiento en la materia. Conscientes de que muchos estudiantes, académicos y profesionales del
transporte disponen de la versión original inglesa –y recientemente de la ita- liana–, no es menos cierto que no existen demasiados textos en habla hispana capaces de aglutinar el saber de la modelización del transporte. Por otra parte, 400 millones de personas en el mundo hispanohablante bien merecen la atención dispensada por el equipo traductor.
Para los profesores de transporte de la Universidad de Cantabria (Espa- ña) que han dirigido dicho equipo de traductores, la traducción de  Modelling Transport  ha constituido un reto y, sobre todo, una incitación al conocimiento:  prácticamente todos los epígrafes proporcionan una apertura de horizontes del saber que estimula no sólo su lectura, sino también la curiosidad y el ánimo de acometer posteriores indagaciones en la literatura mundial al respecto. Por si no  bastara lo indicado, nos ha animado a acometerlas la confianza depositada por los autores en este equipo traductor y el apoyo institucional de la Universidad de Cantabria, una de las tres mejores de España.
Los rápidos cambios que se están produciendo en la sociedad interna- cional, es decir, de mercados de oferta a mercados de demanda, del paso de la sociedad industrial a la postindustrial, del trabajo individual al trabajo en red, el salto hacia la sociedad del conocimiento y de ésta a la globaliza- ción, hacen plenamente vigentes los conocimientos recopilados en el  Modelling Transport .
 
 Prólogo a la edición en castellano
como verdades absolutas. Más bien, su carácter objetivo la convierte en una herramienta potente e indispensable a la hora de tomar decisiones de planifi- cación. Por ello, en este libro se describen métodos y criterios, así como las técnicas más importantes y novedosas de dicha modelización, tanto a nivel teórico como su aplicación práctica. El carácter fundamentalmente científico,  pedagógico y la estructura de la obra se concretan en cada capítulo comple- mentándose con una serie de ejercicios propuestos al final de cada uno de ellos. Éstos resultan útiles para afianzar, por un lado, las técnicas propuestas y, por otro, para estimular la imaginación del lector, que estará en condiciones de  proponer soluciones metodológicas a las situaciones reales que se planteen. En resumen, Modelling Transport  proporciona una reseña prácticamente única y exhaustivamente puesta al día, de las principales técnicas de modelización del sistema de transportes.
El texto de Ortúzar y Willumsen tiene, además, el importante mérito de  proponer formas de análisis poco o nada practicadas en España hasta la fecha. Últimamente se detecta un mayor interés por estas técnicas de apoyo para la toma de decisiones en políticas de planificación. Su flexibilidad empieza a convencer a los políticos, quienes hasta ahora las consideraban encorsetado- ras de sus decisiones. En último término, la realidad es siempre la que marca el camino y la que hace que problemas tan serios como la contaminación, el deterioro medioambiental o los accidentes requieran soluciones eficientes que rara vez van a confiarse exclusivamente a la aplicación de modelos mentales insuficientemente justificados. Por ello precisamente gana terreno el recurso a técnicas matemáticas aplicadas al sector del transporte, porque están supo- niendo una importante disminución de los componentes de error en el ámbito de la planificación.
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
En cuanto a los aspectos formales de la traducción realizada, se ha tratado de alcanzar un justo compromiso entre la claridad del lenguaje y la fidelidad a la versión original, además del compromiso pragmático de mantener algunos términos en inglés, en particular aquellos que, por nuestra experiencia en el ámbito del transporte, consideramos que son de uso común en castellano.
 
.
1.1.1. Antecedentes
 A  unque en las últimas décadas se han producido sustanciales cambios en el devenir mundial a los que el transporte no ha sido en absoluto ajeno, muchos de sus problemas no sólo han persistido del pasado sino que incluso se han incrementado. Situaciones como la congestión, la
contaminación, los accidentes, el déficit financiero de las empresas municipales de transporte público siguen siendo hoy en día problemas tan o más importan- tes que en el pasado, apareciendo como nuevos retos a resolver en un entorno de movilidad sostenible. No obstante, últimamente ha sido posible aprender  bastante de un período de escasa planificación, limitada inversión, énfasis en el corto plazo y en general, falta de confianza en la modelización y toma de decisión estratégica tanto en países en desarrollo como en muchos países in- dustrializados. Se ha aprendido, por ejemplo, que los problemas básicos recién mencionados no desaparecen simplemente con la aplicación de mejores técnicas de gestión del tráfico; de hecho, estos problemas clásicos tienden a reaparecer con mayor virulencia difundiéndose en áreas más amplias y adoptando nuevas formas aún más difíciles y complejas de manejar.
 
 Introducción
De interés especial son los avances logrados en las últimas décadas en la infor- mática a bajo coste, tanto en el software como sobre todo en el hardware, lo cual ha posibilitado la eliminación de los “cuellos de botella” clásicos en el trata- miento masivo de datos. De hecho, las principales limitaciones van ahora por el lado humano y técnico: la planificación de transporte contemporáneo requiere de profesionales muy bien cualificados así como de técnicas de modelización teóricamente sólidas con implementaciones computacionales eficientes y que faciliten su interpretación.
Asimismo, la mayoría de los países en desarrollo también sufren problemas graves de congestión y contaminación urbana en particular y de transporte en general. Dichos problemas no son ya sólo la falta de conexiones entre áreas rurales y los correspondientes mercados sino que también padecen los típicos  problemas del mundo industrializado. Desgraciadamente, los países en de- sarrollo tienen características diferentes que demandan tratamientos también distintos: ingresos bajos, crecimiento rápido, alta demanda en el transporte  público, escasez de recursos, datos fiables y de personal cualificado.
Los comienzos del siglo XXI vienen caracterizados por dos importantes hechos conceptuales que afectan a multitud de aspectos vitales y, por tanto, al progreso socio-económico. En primer lugar, el concepto de  globalización, así como la potenciación de la “sociedad del conocimiento” y, en segundo lu- gar, y como soporte a ella, el fuerte desarrollo de las telecomunicaciones baratas y de alta capacidad. La combinación de ambas consigue la correspondiente  
integración en redes más amplias cambiando la forma en que se abordan muchos de los problemas actuales. Evidentemente, el mundo del transporte, no puede ser ajeno a dichas transformaciones. Algunas de estas influencias son: i) las variaciones sustanciales en las asignaciones de tráficos a las redes de transporte gracias a la agilidad que supone la rápida tramitación de instruc- ciones a través del mundo de Internet, una “ventaja competitiva empresarial” nada despreciable en las economías modernas; ii) la decisiva implicación del sector privado en el suministro y la operación del transporte hasta ahora en determinados ámbitos en manos del poder público; iii) el papel también de- cisivo de las telecomunicaciones en la posibilidad de reducir la necesidad de viajar al poder, por ejemplo, tener reuniones no presenciales, sobre todo en transacciones internacionales.
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
han ido perfeccionándose e implementándose por grupos selectos de expertos, aunque muchas de esas innovaciones no han tenido demasiado alcance fuera de los ámbitos académicos. Por lo tanto, después de estos años de experimentación comienza a observarse una mayor comprensión del papel que pueden cumplir los modelos de transporte a la hora de tomar decisiones en la planificación y es por lo que en este libro se intenta revisar lo más importante de la práctica actual en la modelización del transporte. En la mayoría de los casos se abordan los aspectos más avanzados seleccionando aquellos que ya han sido imple- mentados con éxito en la práctica. Asimismo este libro no representa tanto la vanguardia de la investigación en la modelización, pero sí intenta proporcionar herramientas fundamentales para quienes desean mejorar el conocimiento so-  bre la modelización y su repercusión en la planificación del transporte. Puede afirmarse, por tanto, que esta obra trata de tender un puente o ser un punto de  partida hacia trabajos más teóricos que, sin duda, conformarán la base de la modelización del transporte en el próximo futuro.
Ha de quedar claro entonces que la modelización del transporte no es la  planificación del transporte sino una herramienta para la toma de decisiones en dicha actividad, a pesar de que en determinadas ocasiones puede adquirir un papel preponderante aunque no definitivo. Se conocen muchos y buenos  profesionales que han desarrollado modelos de transporte suficientemente so- fisticados pero que, sin embargo, han visto frustrado su trabajo por su falta de consideración a la hora de la toma de decisiones en planificación. La realidad es que la modelización ha de ser considerada como una herramienta de apoyo  para la toma de decisiones y no como el objetivo principal de dicha planifica- ción. Esta filosofía sustenta este trabajo.
1.1.2. Los modelos y su papel
Un modelo es, esencialmente, una representación simplificada de la realidad: el sistema de interés. Es una abstracción que se utiliza para lograr mayor cla- ridad conceptual acerca de la realidad, reduciendo su variedad y complejidad a niveles que permitan comprenderla y especificarla de forma adecuada para su análisis. Normalmente en un modelo se expresan de forma simplificada las características más relevantes (para el caso estudiado) de un cierto fenómeno o situación real. Una definición tan amplia permite diferenciar los modelos
 
 Introducción
canales, oleaje y presas en ingeniería hidráulica o modelos de regeneración de  playas o de diques portuarios, los cuales están claramente limitados al aspecto del diseño. En la segunda categoría, la tipología de modelos abarca desde los modelos mentales, usualmente utilizados en nuestras interacciones diarias, hasta las representaciones formales y abstractas (típicamente analíticas) de alguna teoría acerca del sistema de interés de que se trate y de cómo funciona (modelos abstractos). Los modelos mentales juegan un papel importante en la comprensión y la interpretación del mundo real así como de los modelos ana- líticos que se utilizan en la planificación del transporte. Se mejoran mediante discusiones, adquisición de nuevo conocimiento y, sobre todo, experiencia; por ese motivo son difíciles de comunicar y validar.
Este libro trata principalmente una importante clase de modelos abstractos: los modelos matemáticos que intentan replicar el sistema de interés y su com-  portamiento por medio de ecuaciones matemáticas basadas en ciertas hipótesis teóricas. Aunque no dejan de ser representaciones simplificadas, estos modelos  pueden ser muy complejos y frecuentemente requieren el uso de importan- tes cantidades de datos. Los modelos, en todo caso, son un instrumento muy valioso en cuanto a que suponen “un ámbito común” de discusión en  políticas
de intervención, permitiendo examinar, con un mínimo de objetividad, el in- evitable compromiso que la experiencia requiere. Otra ventaja importante de los modelos matemáticos es que durante su formulación, calibración y uso, el  planificador puede aprender mucho, mediante la experimentación, acerca del comportamiento y funcionamiento interno del sistema en cuestión. De esta forma, se pueden enriquecer los modelos mentales consiguiendo así una mejor y más inteligente organización y gestión del sistema de transporte.
Un modelo es solamente una representación realista desde una perspectiva  particular de la realidad. Puede ser razonable usar un cuchillo y un tenedor sobre una mesa para representar la posición de unos coches antes de un cho- que, pero no para representar sus sistemas mecánicos o su elección de ruta. Lo mismo se puede decir acerca de los modelos analíticos: su valor está limitado a un conjunto de problemas que están bajo ciertas condiciones específicas. Como se discute en el resto de este capítulo, un modelo sólo es apropiado según el contexto donde se va a utilizar. La habilidad de elegir y adaptar los modelos a contextos específicos es uno de los elementos más importantes en el bagaje total del planificador.
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
del transporte, sosteniendo no sólo que el uso de los modelos es inevitable sino que el uso de modelos formales es altamente deseable.
Como se mencionó anteriormente, la modelización del transporte es so- lamente una parte de la planificación. Los procedimientos administrativos, el marco institucional, profesionales expertos y con buen nivel de comunicación con quienes toman las decisiones, con los medios de comunicación y con el  público, son los otros elementos que un sistema de planif icación eficaz debe incluir. Por otro lado, la modelización del transporte y el proceso decisional  pueden ser combinados de diferente forma, en función de la experiencia local, de sus tradiciones y competencias. Por tanto, antes de discutir cómo elegir un modelo y una aproximación a la planificación, merece la pena definir algunas de las características principales de los sistemas de transporte y de sus tópicos asociados, así como ilustrar algunos problemas importantes que se presentan en la modelización y de los cuales se dará cuenta en otros capítulos de este libro.
1.2. PROBLEMÁTICA DEL TRANSPORTE
Los problemas asociados al transporte son ya más globales y serios que nunca, tanto en los países industrializados como en los que están en proceso de de- sarrollo. La escasez de combustibles líquidos puede no ser un problema serio en la actualidad. Sí lo son la congestión, el elevado consumo de tiempo, la accidentalidad y los consecuentes problemas medioambientales y de calenta- miento global y más críticos hoy que nunca. Estos problemas no solamente se limitan al tráfico en las calles y/o carreteras o a los vehículos. El crecimiento económico parece haber generado una demanda tal que sobrepasa las capa- cidades de la mayoría de los sistemas de transporte. Asimismo, los largos  períodos de limitada inversión en algunos modos de transporte y regiones, han dado como resultado que redes frágiles puedan colapsarse al menor incidente o variación en la demanda.
 
1.2.1. Características de la demanda de transporte
La demanda de servicios del transporte es altamente cualitativa y diferenciada. Existe una amplia gama de demandas específicas de transporte que se dife- rencian por hora del día, día de la semana, motivo del viaje, tipo de mercancía, importancia de la velocidad y frecuencia, etcétera.
Un servicio de transporte sin los atributos que permitan satisfacer es- ta demanda diferenciada puede ser totalmente inútil. Estas características hacen más difícil analizar y predecir la demanda por servicios de transporte: las ton/km y los pasajeros/km son unidades de rendimiento extremadamente gruesas que esconden una inmensa gama de requerimientos y servicios.
La demanda de transporte es una demanda derivada, es decir, no es un fin en sí misma. Con la posible excepción del turismo, la gente viaja para satisfacer ciertas necesidades en sus destinos (trabajo, salud, entretenimiento). Esto es aún más cierto en el caso de las mercancías. Para comprender la demanda de transporte es importante analizar cómo están distribuidas en el espacio las facilidades para satisfacer estas necesidades humanas e industriales, tanto en contextos urbanos como regionales. Es evidente que un buen sistema de trans-  porte amplía las oportunidades para satisfacer dichas necesidades, así como un sistema muy congestionado o mal conectado limita las opciones de movilidad y, por tanto, el desarrollo económico y social.
La demanda de transporte tiene lugar en relación al espacio. Aunque parece trivial, es la distribución de las actividades en el espacio lo que provoca la de- manda de transporte. Existen algunos problemas de transporte que se pueden tratar, a un nivel muy agregado, sin considerar explícitamente el espacio. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, el tratamiento explícito del espacio es inevitable y muy deseable. El enfoque más usual para tratar el espacio con- siste en dividir el área de estudio en zonas y codificarlas, junto a las redes de transporte, de una forma adecuada para su procesamiento y tratamiento con la ayuda de paquetes computacionales especializados (software). En algunos casos, el área de estudio puede ser descrito simplificadamente, suponiendo que las zonas de interés forman un corredor que puede ser representado mediante un sistema lineal. En ambos casos existen diferentes métodos para tratar la distancia y/o distribuir orígenes y destinos (y sus atributos) en el espacio, los cuales son elementos esenciales del análisis de transporte.
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
en el equilibrio entre oferta y demanda de transporte. Por ejemplo, un servicio de taxis puede tener una fuerte demanda no satisfecha en una parte de la ciu- dad, mientras en otras existen muchos taxis buscando clientes. Por otro lado, la concentración de población y actividad económica en corredores bien definidos  puede justificar un sistema de transporte masivo de alta capacidad que quizás no sería defendible en áreas geográficas con menor densidad de actividades.
Finalmente, la oferta y demanda de transporte tienen elementos dinámicos  muy potentes. Una parte importante de la demanda de viajes de transporte se concentra especialmente, durante unas pocas horas del día, en áreas urbanas coincidentemente con los momentos de mayor congestión de tráfico (horas  punta). Esta característica de variabilidad de la demanda en el tiempo hace que su análisis y cálculo de previsiones sean más difíciles y a la vez también más interesantes de estudiar. Puede ser que un sistema de transporte funcione adecuadamente para la demanda promedio de viajes pero que se colapse du- rante la hora punta. Existen varias técnicas para tratar de repartir la carga de la hora punta de una red: flexibilizar los horarios de trabajo, partir la jornada laboral, tarificación por congestión, etc. Sin embargo, la variación de demanda entre las horas punta y valle sigue siendo un problema central y fascinante de la modelización y planificación del transporte.
1.2.2. Características de la oferta de transporte
La primera característica de la oferta de transporte es que es un  servicio y no una mercancía; por lo tanto, no se puede almacenar para ser utilizada cuando exista una demanda mayor. Un servicio de transporte tiene que ser consumido cuándo y dónde se produce, si no, pierde su beneficio. Por esta razón es muy importante estimar la demanda con la mayor precisión posible para así ahorrar recursos ajustando la oferta de servicios de transporte a ella.
Muchas características de los sistemas de transporte provienen de su na- turaleza como servicio. En términos muy generales, un sistema de transporte requiere un número de activos fijos (la infraestructura) y un número de unida- des móviles (los vehículos). Es la combinación de ambos, junto con una serie de normas para su operación, lo que posibilita el movimiento de personas y mercancías.
 
 Introducción
la excepción notable de muchos sistemas ferroviarios. La separación entre el gestor de infraestructura y el gestor del servicio final de transporte genera una serie de interacciones suficientemente complejas entre entidades o Adminis- traciones Públicas (estatales, regionales y/o locales), empresas de construcción, empresarios, operadores de transporte, viajeros, transportistas y público en general. Este último juega diversos papeles en la oferta de servicios de trans-  porte, ya que con sus demandas puede influir en la puesta en marcha o no, de nuevos servicios que satisfagan sus necesidades dotando así, por ejemplo, de accesibilidad a un territorio y fomentando a la vez el desarrollo y la acti- vidad económica.
La provisión de infraestructura de transporte es particularmente impor- tante desde el punto de vista de la oferta. La infraestructura de transporte es un “sistema unitario”, en el sentido de que no se puede concebir media pista de aterrizaje o la tercera parte de una estación de ferrocarril. Ciertamente, en algunos casos , puede haber razones suficientes para proveer gradualmente infraestructura a medida que crece la demanda. Por ejemplo, se puede empezar con una carretera sin pavimento, mejorarla más adelante con una o dos vías mediante un tratamiento superficial; luego una carretera sencilla o autovía bien construida, para finalizar con una carretera a nivel de autopista. De esta forma, la provisión de la infraestructura puede ajustarse y adecuarse a la demanda, evitándose así tempranas inversiones en instalaciones costosas innecesarias. Esto no es tan sencillo en otras áreas como, por ejemplo, aeropuertos, líneas ferroviarias, de metro, etcétera.
A este respecto es necesario indicar que las últimas tendencias en la plani- ficación del transporte van dirigidas hacia la  gestión de la demanda en entor- nos de movilidad sostenible. El espacio es limitado pero el crecimiento de la demanda no lo es tanto. Por ello, puede ser interesante, en lugar de crecer en infraestructuras, proceder a una mejor optimización de los recursos existentes gestionando adecuadamente la demanda en modos y formas diferentes a los utilizados en las últimas décadas.
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
Además, las inversiones en transporte tienen un componente político muy importante. Por ejemplo, en los países en desarrollo los políticos normalmen- te consideran los proyectos de carreteras como algo seguro electoralmente: demuestran que hacen algo y es difícil que los medios de comunicación pue- dan demostrar errores. En países industrializados, en cambio, los proyectos de transporte normalmente conllevan el riesgo de polemizar con los residentes afectados o con los usuarios que sufren debido a la congestión y a los retrasos en obras sobrepasadas por la demanda. El juicio político es esencial en este tipo de disyuntivas, pero cuando no está apoyado por una planificación exhaustiva, las decisiones resultan ser una reacción rápida y, en general, poco reflexiva al  problema y al momento de crisis; en el caso del transporte esto es, inevitable- mente, “demasiado tarde”. En estos casos, la reflexión y la planificación son esenciales. En los 80, el énfasis en medidas tácticas de gestión de transporte a corto plazo reflejaba tanto una desconfianza en la modelización como un intento de evitar los problemas políticos, y una incapacidad a la hora de pensar estratégicamente acerca del futuro del sistema de transporte.
La separación entre los que proveen infraestructura y los que ofrecen ser- vicios introduce también complejidades desde el punto de vista económico. Para empezar, no siempre está claro que todos los usuarios perciban realmente los costes totales incurridos en la provisión de los servicios que ellos usan. Por ejemplo, prácticamente nunca se paga directamente por el espacio físico ocupa- do por las carreteras y cuando se hace, no se incluyen los costes de congestión u otras externalidades; posiblemente lo más cercano a esto son las autopistas de peaje y los modernos esquemas de tarificación vial. Los impuestos sobre vehículos y combustibles son solamente una aproximación genérica al pago  por la provisión de infraestructura.
 
 Introducción
 para contrastar otras formas de organizar el sistema de precios y su impacto en la asignación de recursos.
El transporte es un elemento muy importante en el bienestar de los países y sus habitantes. Si los usuarios que utilizan la infraestructura de transporte no perciben las consecuencias de sus elecciones en términos de recursos, pro-  bablemente van a generar un equilibrio ineficiente entre oferta y demanda. Se despilfarrarán recursos, escasos al ser tarificados por debajo de su coste real, mientras que recursos más abundantes pero tarificados podrían no ser utiliza- dos. El hecho de que globalmente algunos sectores de la economía (típicamente los dueños de vehículos privados) paguen más de lo necesario (a través de im-  puestos, tasas, combustibles, etc.) por el uso de infraestructura, no garantiza una asignación de recursos más racional. Los propietarios de coches probablemente ven estos costes anuales como costes fijos (a fondo perdido) y como mucho afectan en su decisión de comprar un coche, pero no de utilizarlo.
En los países industrializados, sobre todo, las subvenciones entre usuarios se producen de forma “cruzada” no sólo entre modos (los impuestos del com-  bustible pueden usarse para subvencionar el ferrocarril) sino dentro del mismo modo (los costes de mantenimiento de las carreteras son pagados mucho más ampliamente por los coches en función de lo que deterioran, que lo que pagan los vehículos pesados que, evidentemente, deterioran mucho más). Comparados con los vehículos pesados, los coches contribuyen más a los costes de mante- nimiento de una carretera (de peaje o no) que el deterioro que ambos generan.
Otro elemento de distorsión proviene de los efectos secundarios asocia- dos a la producción de servicios de transporte: accidentes, contaminación y degradación del medioambiente en general. Estos efectos normalmente no son internalizados; el usuario del sistema de transporte raramente percibe el coste medioambiental o los gastos derivados de las hospitalizaciones de los heridos en accidentes relacionados con el transporte. Internalizar estos costes también  podría ayudar a mejorar la toma de decisiones en planificación de transporte y,  por tanto, a mejorar la asignación de la demanda hacia modos alternativos.
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
intensidad de la demanda se aproxima a la capacidad de la instalación (calle, carretera, estación, etc.) y el tiempo requerido para utilizarla (viajar a través de ella) sobrepasa muy por encima la media establecida bajo condiciones de  baja demanda. En el caso de la infraestructura de transporte, la inclusión de un vehículo adicional en el sistema genera un retraso suplementario a todos los demás usuarios, como puede verse, por ejemplo, en la figura 1.1. Obsérvese que la contribución de un vehículo adicional al retraso de todos los usuarios es mayor cuando la intensidad de flujo vehicular es más alta.
   T    i  e   m   p   o
   d   e   v
Flujo V11
Figura 1.1.  La congestión y sus efectos externos.
Este efecto externo, motivado por el fenómeno de la congestión, es gene- ralmente percibido por los demás usuarios pero no por el conductor que lo origina. Éste es el coste que se intenta internalizar mediante sistemas como la tarificación vial electrónica, con el objetivo de ayudar en la toma de decisiones individuales más razonadas.
1.2.3. Equilibrio oferta y demanda
 
 Introducción
Una infraestructura (p. ej., la red de transporte).1. Un sistema de gestión (esto es, un conjunto de normas, como p. ej., conducir2.  por la derecha y una serie de estrategias de control, como las señales de tráfico, etc.). Un conjunto de modos de transporte y sus operadores.3.
Considérense un conjunto de volúmenes de tráfico V sobre una red, a una velocidad S y con una capacidad de operación Q de acuerdo a un sistema de gestión M. En términos muy generales, la velocidad sobre la red puede ser representada como:
  S = f  {Q,V,M}  (1.1)
La velocidad puede ser considerada como una primera aproximación de un indicador general del nivel de servicio (LOS) ofrecido por el sistema de trans-  porte. En términos más generales, un LOS sería especificado como una com-  binación de varios efectos: velocidad o tiempo de viaje, tiempos de espera y caminata y precio; estos aspectos serán tratados en mayor detalle en los capí- tulos siguientes. El sistema de gestión M puede incluir esquemas de gestión del tráfico, control de áreas de tráfico y/o regulaciones aplicables a cada modo. La capacidad Q depende del sistema de gestión M y de los niveles de inversión I  a lo largo del tiempo. De esta forma se puede escribir que:
Q = f  {I,M} (1.2)
El sistema de gestión también puede ser utilizado para redistribuir la capa- cidad entre las diferentes infraestructuras de transporte, generando otra variable Q′ y/o dando prioridad a ciertos tipos de usuarios frente a otros, basándose en criterios de eficiencia (usuarios de transporte público, ciclistas), medioam-  bientales (vehículos eléctricos) o de equidad (todos somos peatones alguna vez cada día).
Como en el caso de la mayoría de los bienes y servicios, se espera que el nivel de demanda D dependa del nivel de servicio ofrecido por el sistema de transporte y también de la distribución de las actividades A en el espacio:
  D = f  {S,A}  (1.3)
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
la oferta y la demanda de transporte. Pero al variar el nivel de servicio en el espacio y en el tiempo, el sistema de actividades probablemente cambiará, de- terminando dos conjuntos diferentes de puntos de equilibrio: a corto y a largo  plazo. El objetivo de la planificación del transporte es prever y gestionar la evolución en el tiempo de estos puntos de equilibrio de forma que se maximice el bienestar social. Por supuesto, ello no es una tarea fácil: la modelización de estos puntos de equilibrio debería ayudar a comprender mejor esta evolución y al mismo tiempo ayudar al planificador en el desarrollo e implementación de estrategias de gestión M y programas de inversión I.
Algunas relaciones causa-efecto muy simples se pueden representar grá- ficamente para ayudar a comprender la naturaleza de algunos problemas de transporte. Un ejemplo típico es el círculo vicioso coche/transporte público que se muestra en la figura 1.2. El crecimiento económico trae como conse- cuencia, entre otros aspectos, un aumento en la compra de vehículos privados. Inicialmente, más coches significan, en general, que más personas desean trans- ferirse del transporte público al coche, lo cual implica evidentemente menos  pasajeros. A ello, los operadores pueden responder incrementando los precios de los billetes y/o reduciendo la frecuencia (el nivel del servicio) o ambos. En consecuencia, la situación descrita hace más atractiva la posesión y uso del coche privado, acelerando así el círculo vicioso. A medida que este proceso se
Figura 1.2.  El círculo vicioso del transporte público.
Aumentos de renta
Más congestión y retrasos
Disminución de la demanda de transporte público
Incremento de los costes de operación de los buses
Incrementos tarifarios
 Introducción
repite cada año, los niveles de congestión aumentan, los autobuses se retrasan, sus frecuencias disminuyen y sus tarifas son cada vez más altas; se constata,  por tanto, que la acumulación de decisiones individuales razonables, provoca un estado final peor para todos que el inicial.
Esta sencilla representación también puede ayudar a identificar las posibles medidas a tomar para ralentizar e incluso, invertir, este círculo vicioso. Estas ideas se resumen en la figura 1.3.
Por ejemplo, medidas estructurales (físicas) como el establecimiento de carriles bus y otras medidas de prioridad a buses son particularmente atracti- vas, ya que dan como resultado una asignación más eficiente del espacio vial. Por otro lado, las subvenciones al transporte público tienen sus detractores y sus defensores; pueden reducir la necesidad de subir los precios a corto plazo,  pero tienden a generar grandes déficits y a proteger una gestión “pobre”, que es en parte consecuencia de su propia ineficacia. Este aspecto últimamente ha hecho que, en países en los que el transporte público se ejerce, por parte de empresas u operadores privados en base a concesiones (España, p. ej.), las licitaciones se realicen en función de lo que se denomina “Contratos de Gestión Interesada”, en los cuales se exige y vigila al empresario en el cumplimiento de ciertos estándares de calidad (puntualidad, frecuencias, comportamiento y atención al usuario, adaptabilidad de bus, edad del bus, etc.), de forma que sus
 Re s t r  icc io n
e s 
   S  u    b  v
  e  n   c   i
  o  n   e  s
Más congestión y retrasos
Disminución de la demanda de transporte público
Incremento de los costes de operación de los buses
Incrementos tarifarios
 
ingresos aumenten si dichos estándares se cumplen, penalizando a aquellos empresarios que no los cumplen.
El tipo de modelo que subyace en las figuras 1.2 y 1.3 suele denominarse modelo estructural, tal y como se tratará en el Capítulo 12; se trata de represen- taciones sencillas pero poderosas, en particular, porque permiten la discusión de temas fundamentales de forma suficientemente parsimoniosa.
Sin embargo, no están libres de peligros al ser aplicados en contextos diferentes. Por ejemplo, piénsese en este modelo del círculo vicioso en el con- texto de un país en desarrollo. El crecimiento de la población mantendrá el incremento de la demanda de transporte público mucho más tiempo que en un país industrializado. De hecho, en algunos países los flujos de autobuses encontrados son enormemente altos, llegando a los 400-600 autobuses por hora  por sentido en algunos corredores. El contexto también es relevante cuando se trata de buscar soluciones, así, se ha discutido que uno de los objetivos princi-  pales del establecimiento de carriles “sólo bus” en países en desarrollo no es tanto proteger a los autobuses de la congestión, como el de organizar el mo- vimiento de los autobuses (Gibson et al ., 1989). Los altos volúmenes de auto-  buses frecuentemente otorgan una prioridad de facto, y en estos casos, la in- terferencia entre autobuses puede llegar a ser un mayor factor de retraso que la congestión generada por los coches. Por lo tanto, habría que revisar el modelo del círculo vicioso expuesto anteriormente.
 
 Introducción
importantes subvenciones públicas para los consumidores, fomento masivo (y en muchos casos, gratuito) de la bicicleta, programas de difusión y formación hacia la sostenibilidad, fomento de los carriles bicis y peatonales, carriles BUS-VAO (para buses y para coches altamente ocupados), establecimiento de  peajes urbanos, etc. En definitiva, todo un conjunto de medidas disuasorias de la utilización del vehículo privado.
Desgraciadamente, es imposible caracterizar todos los problemas de trans-  porte de una forma sencilla, única y universal. Los problemas de transporte dependen del contexto, el cual no puede ignorarse a la hora de resolverlos. Los modelos pueden contribuir a lograr que la identificación de los problemas y la selección de la forma de resolverlos tenga una base más sólida.
1.3. MODELOS Y PROCESO DECISIONAL
1.3.1. Estilos de toma de decisiones
Antes de elegir un marco de modelización para un problema determinado, hay que identificar y definir el contexto relevante: país, gobierno o entidad determinada. También debe reconocerse que existen varios estilos de toma de decisiones en la práctica y que no todos ellos utilizan la modelización como herramienta básica. Dichos estilos se pueden caracterizar de muchas diferentes maneras: lo que se explica a continuación es una adaptación de un esquema realizado por Nutt (1981).
1.3.1.1. Decisiones basadas en Planes Directores
Existe una larga tradición en desarrollar y aplicar este tipo de estrategia en el campo del transporte. También existe una amplia experiencia sobre el fracaso de este enfoque. Las decisiones se basan en interpretaciones del Plan Director que establecen las normas que controlan las contingencias, las expectativas de rendimiento y lo que se puede y no se puede hacer. Normalmente se prepara el Plan Director con muchísimo cuidado y atención al futuro, quizás utilizan- do un modelo de transporte estratégico de alto coste, del tipo utilizado en las décadas de los 60 y 70.
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
más rápido de lo que el plan puede adaptarse. Además, como la información nueva no encaja en el Plan Director, casi nunca se recoge o se utiliza para mejorar la toma de decisiones. Desgraciadamente, muchos países en proceso de desarrollo han tratado de adoptar este tipo de enfoque que es inapropiado  para sus cambiantes condiciones.
1.3.1.2. Teoría de la decisión normativa o racionalidad sustantiva
Éste es el enfoque racional para la toma de decisiones implícito en la mayoría de los libros de texto acerca de planificación de transporte. También se le conoce como “enfoque sistémico”. Aquí la cuantificación es esencial. El problema de decisión se considera bajo la perspectiva de elegir opciones entre un conjunto completo de alternativas y escenarios, con estimaciones acerca de su proba-  bilidad de ocurrencia; la utilidad  de cada alternativa se mide en términos de  beneficios y costes y de otros criterios como la protección del medioambiente, seguridad, etcétera.
En algunos casos es posible formular el problema de decisión en un mar- co de programación matemática. Esto requiere que la función objetivo sea conocida y especificada, y que lo mismo se aplique para las restricciones que definen el espacio de soluciones. Sin embargo, en la mayoría de los problemas reales resulta difícil cuantificar algunos elementos de la función objetivo o de las restricciones o convertirlos a unidades de medida comunes, como dinero o tiempo. También puede ser difícil incluir alguno de los elementos probabi- lísticos en cada caso pero se puede aprender bastante del problema durante el  proceso. En este caso, la modelización es el elemento central. Algunos ejem-  plos del tipo de problemas asociados a la aplicación de la teoría de la decisión normativa son:
La acusación de falta de sensibilidad frente a las aspiraciones del pú-1.  blico. Sus elevados costes.2. La aberración de quienes toman decisiones, que pueden no entender o3. aceptar un tratamiento analítico del problema.
Además, este enfoque frecuentemente ha fracasado en lo que se refie-
re a producir resultados a tiempo y con una exactitud aceptable; hasta ver
la adversa reacción a la modelización de transporte a gran escala durante
los 80.
1.3.1.3. Teoría conductual de la decisión
Éste es un intento de suavizar el enfoque de la teoría de la decisión normativa reconociendo que a menudo los que toman decisiones no buscan maximizar la utilidad sino solamente producir una solución satisfactoria (ver la discusión en el Capítulo 7). La búsqueda de “mejores soluciones” frecuentemente se detiene cuando se encuentra una que es aceptable; este enfoque combina búsqueda, aprendizaje y toma de decisiones, pero probablemente no logre generar solu- ciones que no constituyan más que mejoras marginales a la práctica actual.
De hecho, este enfoque es parecido a un análisis marginal del problema de optimización empezando desde una solución no óptima; se buscan y se explo- ran mejoras menores pero aceptables con la esperanza de subir un escalón en el proceso. La modelización juega aquí un papel más restringido y puede ser del tipo más sencillo que se discute en el Capítulo 12. Los modelos de oferta y demanda marginales encajan muy bien en este enfoque.
1.3.1.4. Toma de decisiones en grupo
Éste es un enfoque que se sigue en muchas áreas gobernadas por un comité. La toma de decisiones se convierte en un proceso de aprendizaje dentro de un grupo con autoridad para tomar decisiones y un objetivo específico. Los individuos contribuyen con su experiencia y conocimientos, y el grupo intenta aplicarlos al problema de decisión. En este enfoque se combina información cuantitativa y cualitativa, así como posibles previsiones; sin embargo, el proceso no se rea- liza de forma sistemática. Los puntos de vista de los miembros del grupo más  persuasivos o poderosos pueden predominar más allá de su valor intrínseco.
La participación en un grupo de este tipo a menudo ayuda a aceptar ciertas decisiones, lo cual es muy importante en un contexto de planificación. Algunas veces se crea un  grupo directivo para guiar y aconsejar la implementación de ejercicios de modelización importantes. Tienen el potencial de dar buenos consejos acerca de lo que se incluye o no en la tarea de modelización y también  pueden promocionar la aceptabilidad del plan resultante.
1.3.1.5. Toma adaptativa de decisiones
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
es útil si el problema contiene muchas variables e interacciones que no están  bien definidas y si no existe una teoría normativa o de comportamiento que sugiera relaciones causa-efecto. El enfoque es bastante común en la toma de decisiones legislativas y diplomáticas, así como en muchos grupos de decisión, especialmente cuando la supervivencia pasa a ser el objetivo dominante.
Dentro de este enfoque la modelización del transporte sólo juega un papel instrumental menor. Las recomendaciones de un determinado estudio se uti- lizan como argumentos en las negociaciones entre los grupos de presión, de forma casi independiente de su valor intrínseco. Pueden usarse las técnicas más modernas, no porque sean las más exactas o sensibles sino porque el mencionar que se han utilizado otorga mayor valor a los resultados del estudio y, por lo tanto, más poder a los que promocionaban su uso.
1.3.1.6. Estrategias mixtas de toma de decisiones
Finalmente, a menudo es posible combinar muchos de los enfoques anteriores en una estrategia flexible. Esto es bastante común en estudios de transporte. Este tipo de estrategia reconoce que la forma en que se toman las decisiones  puede ser tan importante como la acción elegida. El enfoque mixto utiliza el análisis, la persuasión, la negociación y las estrategias políticas en diferentes escenarios bajo diferentes objetivos. A veces, estos últimos se consideran fijos y conocidos pero mientras las negociaciones continúan puede ser necesario aumentarlos para incluir las preocupaciones de grupos en conflicto.
Éste es un enfoque realista que acepta que en el caso de problemas impor- tantes los objetivos y escenarios pueden variar como parte del proceso de toma de decisiones. Éste es el caso de, por ejemplo, los planes para hacer importantes mejoras en una red de carreteras o construir una autopista en una zona urbana; o la tarea de elegir la mejor ruta para un ferrocarril que una Londres con el Túnel de La Mancha; o el aumento de la capacidad de un aeropuerto que sirva a una gran conurbación. La modelización suele jugar un papel importante en este enfoque; el énfasis debería estar en la f lexibilidad y en la capacidad de adaptación, la inclusión de nuevas variables y el análisis rápido de políticas y diseños innovadores.
1.3.2. Cómo escoger un enfoque de modelización
 
 Introducción
mueve un enfoque de toma de decisiones único (es decir, normativo). La acep- tabilidad de la modelización o de un enfoque de modelización en particular, en el contexto de un estilo de decisión es muy importante. Los modelos que terminan siendo ignorados por quienes toman decisiones no solamente mal- gastan recursos sino que también producen analistas y planificadores desani- mados. También se propone que cuando se especifica un enfoque analítico hay que tener en cuenta varias características de los problemas y modelos de transporte.
 
suficientemente estable. Muchas veces los datos disponibles serán el factor clave en la decisión del enfoque de modelización.
4. Estado del arte en modelización para un tipo particular de intervención en el sistema de transporte. Esto, a su vez, puede dividirse en:
Riqueza teórica.a) Facilidad del tratamiento matemático e informático. b) Disponibilidad de buenos algoritmos de solución.c)
Debe considerarse que, en la práctica, todos los modelos suponen que al- gunas variables son exógenas. Además, muchas otras variables deben ser omitidas del marco de la modelización, ya sea porque no son relevantes  para la tarea a realizar, demasiado difíciles de predecir o porque se espera que varíen poco y no influyan en el sistema de interés. Una consideración explícita de lo que se ha dejado fuera del modelo puede ayudar a la hora de decidir acerca de su idoneidad en relación a un determinado problema.  5. Recursos disponibles para el estudio. Éstos incluyen dinero, datos, equi-  pos y software informático, habilidades técnicas, etc. Sin embargo, hay dos tipos de recursos que merecen una mención especial: el tiempo y el nivel de comunicación con los que toman las decisiones y con el público. El tiempo
 
 Introducción
los resultados. Cuanto mayor sea el nivel de detalle, más difíciles serán estas tareas. La recolección de datos ayudados por ordenador incluyen- do edición gráfica de entradas y salidas reduce en parte este problema. Sin embargo, se necesita más progreso en estas materias para superar este cuello de botella.  7. Niveles de preparación y habilidad de los analistas.  Normalmente los costes de entrenamiento son bastante altos; tanto que, a veces, es mejor usar un modelo existente y bien conocido antes que intentar adquirir y aprender el uso de un modelo ligeramente más avanzado. Por supuesto, ello podría parecer una receta para sofocar la innovación y el progreso; sin embargo, siempre sería posible dedicar tiempo a aprender sobre técni- cas más modernas y eficaces sin rechazar la experiencia lograda con los modelos anteriores.
Florian et al . (1988) formalizaron los contextos de la toma de decisiones utilizando un marco bidimensional: nivel de análisis y perspectiva. Los nive- les de análisis pueden incluir seis grupos diferentes de  procedimientos, cada uno de los cuales se centra en uno o más modelos y sus algoritmos específicos de solución. Éstos son:
Procedimientos de1. localización de actividades, L; Procedimientos de2. demanda, D; Procedimientos de3. rendimiento del sistema de transporte, P, que producen como salidas los niveles de servicio, el gasto económico y las capacidades  prácticas, y dependen de los niveles de demanda y de las condiciones de oferta de transporte; Procedimientos de4. intervenciones en la oferta, S, que determinan las ac- ciones tomadas por los proveedores de servicios de transporte e infraes- tructura; éstas dependen de sus objetivos (maximización de beneficios,  bienestar social), ambiente institucional, sus costes y una estimación de futuros estados del sistema; Procedimientos de5. minimización de costes, CM; Procedimiento de6.  producción, PR .
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
La perspectiva de la dimensión del problema considera los seis niveles de  procedimientos L, D, P, S, CM, PR  y, además, tres perspectivas: una estra-
tégica STR , una táctica TAC y una operativa OPE. Por supuesto, éstas se relacionan con los horizontes de planificación y los niveles de inversión; sin embargo, en este contexto, ellos deberían considerarse como conceptos gené- ricos asociados a la capacidad de:
Visualizar los niveles1. L, D, P, S, CM, PR  en su importancia absoluta y relativa. Elegir, a cualquier nivel, lo que puede ser considerado como fijo o variable.2.
En la figura 1.4 se resume la forma en que se interrelacionan las diferentes  perspectivas y niveles. Por supuesto el nivel más importante y agregado es el nivel estratégico; los análisis y las elecciones en este nivel tienen impactos que afectan a todo el sistema a largo plazo, y, en general, implican la adquisición de recursos y el diseño de redes. Los temas tácticos tienen una perspectiva más corta y puntual, y se trata de cuestiones tales como el mejor aprovechamiento de las instalaciones e infraestructura actuales. La perspectiva más estrecha, la operativa, trata de los problemas a corto plazo de los proveedores de servicios de transporte y queda fuera del alcance de este libro; sin embargo, las decisiones reales acerca de, por ejemplo, el nivel de servicio o el tamaño de vehículos, representan una entrada exógena importante en algunos de los modelos dis- cutidos en este libro, y esto se muestra en la figura 1.4.
Todo es, por supuesto, una forma relativamente abstracta e idealizada de visualizar los problemas de planificación de transporte. Sin embargo, ayuda a clarificar las elecciones que debe hacer el analista al desarrollar un enfoque de modelización de transporte. Este libro se centra principalmente en los pro-  blemas de planificación estratégica y táctica al nivel de los procedimientos de demanda y rendimiento del sistema de transporte. No obstante, algunos de los modelos discutidos a veces pueden ser útiles fuera de estos niveles y pers-  pectivas.
1.4. TÓPICOS EN MODELIZACIÓN DEL TRANSPORTE
 
 Introducción
deran algunos temas generales, como, por ejemplo, los roles de la teoría y los datos, la especificación y la calibración de modelos. Pero quizás, las elecciones más críticas son aquellas que sitúan al planificador entre el uso de enfoques de modelización agregados o desagregados, modelos de corte transversal o de se- ries de tiempo y técnicas de preferencias reveladas o declaradas.
1.4.1. Tópicos generales de modelización
Wilson (1974) proporciona una interesante lista de preguntas que deberían ser respondidas por cualquier aspirante a modelizador; ésta abarca desde aspec- tos generales como el propósito que hay detrás de construir el modelo, hasta aspectos más detallados como qué técnicas están disponibles para dicha cons- trucción. A continuación se discuten algunos de estos temas, junto con otros que son especialmente relevantes para el desarrollo de este libro.
Figura 1.4.  El marco conceptual tridimensional.
Perspectivas de Planifcación 
Minimización de costes CM
   i  o   n   a
   t   é   g
   i  c   a
1.4.1.1. Los roles de la teoría y los datos
Mucha gente tiende a asociar la palabra “teoría” a una serie sin fin de fórmulas y manipulaciones algebraicas. En el campo de la modelización del transporte urbano esta asociación ha sido bastante correcta: es difícil comprender y re-  plicar las complejas interacciones entre seres humanos, que constituyen una característica inevitable de los sistemas de transporte.
Algunos desarrollos teóricos que trataron de superar estas dificultades, han dado como resultado modelos a los que les faltaban tanto datos como software adecuados para su implementación práctica. Ello ha llevado a muchos profe- sionales a pensar que la brecha entre teoría y práctica es cada vez más amplia; y esto es algo que se ha intentado contrarrestar en este libro.
Una consideración importante para juzgar la contribución de una nueva teoría es si ésta impone restricciones que tengan sentido a, por ejemplo, la forma de una función de demanda. Existe por lo menos un caso documentado sobre un estudio “práctico” de planificación de transporte, que duró varios años y costó varios millones de dólares, que dependía de modelos de demanda “pragmáticos” con una estructura errónea (algunas de sus elasticidades tenían el signo incorrecto; véase Williams y Senior, 1977). Aunque esto podría haber sido diagnosticado previamente por dichos profesionales pragmáticos si no hubieran despreciado la teoría, sólo fue descubierto a posteriori por los teóricos.
 
 Introducción
 pueden ayudar a interpretar mejor la naturaleza de la solución encontrada. Asimismo, el marco teórico también otorgará cierta credibilidad al modelo al intentar pronosticar el comportamiento futuro. En este sentido es interesante reflexionar sobre la interacción entre la práctica y la teoría. Por ejemplo, se ha comprobado que los modelos o formas analíticas utilizadas en la práctica, tradicionalmente han influenciado las hipótesis utilizadas en el desarrollo de nuevos marcos teóricos. También se sabe que modelos ampliamente utilizados, como, por ejemplo, el logit múltiple, que será tratado en los Capítulos 6 y 7, han sido objeto de importantes racionalizaciones a posteriori:
los avances teóricos son especialmente bienvenidos cuando fortalecen las prác-
ticas habituales que pueden carecer de una lógica particularmente convincente  (Williams y Ortúzar, 1982b).
Los dos estilos clásicos de enfoque para el desarrollo de teorías son el método deductivo (construir un modelo y probar sus predicciones frente a ob- servaciones) y el método inductivo (en el que a partir de los datos se intentan inferir leyes generales). El enfoque deductivo se ha mostrado más productivo en el caso de las ciencias puras y el enfoque inductivo se ha preferido en el caso de las ciencias sociales analíticas. Es interesante hacer ver que los datos son un elemento central de ambos enfoques; de hecho, se sabe que la dispo- nibilidad de datos normalmente deja poco margen para la negociación y el compromiso entre la relevancia y la complejidad  de un modelo. Es más, en muchos casos la naturaleza de los datos restringe la elección del modelo a una única alternativa.
El tema de los datos está estrechamente ligado a otros aspectos como, por ejemplo, el tipo de variables que se va a representar en el modelo y esto, por su-  puesto, también está ligado a aspectos teóricos. Los modelos predicen un cierto número de variables dependientes (o endógenas) dadas otras variables inde-  pendientes (o explicativas). Para probar la bondad de un modelo normalmente se necesitarían datos acerca de cada variable. De interés particular son las variables de política, que son aquellas que se supone están bajo el control de quienes toman las decisiones, y esto es, las que el analista puede hacer variar  para evaluar diferentes políticas o proyectos.
Otro tema importante en este contexto es el de la agregación:
¿Cuántos segmentos de la población o tipos de individuos son necesarios•
 para obtener una buena representación o conocimiento del problema?
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
¿A qué nivel de detalle se deben medir ciertas variables para replicar un•
fenómeno dado? El espacio es un elemento crucial en el transporte; ¿a qué nivel de detalle•
se debe codificar el origen y el destino de los viajeros para modelizar su comportamiento?
1.4.1.2. Especificación de modelos
En su acepción más amplia e interesante, la especificación del modelo com-  prende los siguientes aspectos:
 
hasta el análisis estadístico inductivo de los datos mediante transforma- ciones.
1.4.1.3. Calibración, validación y uso de modelos
Un modelo puede representarse sencillamente como una función matemática de variables X  y parámetros θ , tal que:
  Y  = ƒ(X,θ ) (1.4)
Es interesante mencionar que los conceptos gemelos calibración de modelos  y estimación de modelos han tomado tradicionalmente diferente significado en el campo del transporte. La calibración de un modelo requiere la selec- ción de sus parámetros que se suponen con valor distinto de cero, con el ob-  jetivo de optimizar una o más medidas de bondad de ajuste que son función de los datos observados. Esta forma de proceder se ha atribuido a los físicos e ingenieros responsables de la primera generación de modelos de transporte, que no se preocupaban demasiado acerca de las propiedades estadísticas de estos índices; esto es, cuán grandes pueden ser los errores de calibración.
La estimación implica encontrar los valores de los parámetros que hagan que los datos observados sean más probables bajo la especificación del modelo; en este caso puede resultar que uno o más parámetros no sean significativos  y deban excluirse del modelo. La estimación también considera la posibilidad de examinar empíricamente ciertas cuestiones de especificación; por ejem-  plo, se pueden estimar parámetros estructurales y/o de forma funcional. Este  procedimiento se ha asociado a los ingenieros y econometristas responsables de la segunda generación de modelos, quienes daban mucha importancia a la  posibilidad de efectuar tests estadísticos ofrecida por estos métodos. Sin em-  bargo, en esencia ambos procedimientos coinciden porque la forma de decidir cuáles son los mejores valores de los parámetros consiste en examinar algunos indicadores de bondad de ajuste previamente definidos. La diferencia está en que estas medidas normalmente tienen propiedades estadísticas bien conoci- das que permiten construir intervalos de confianza alrededor de los valores estimados y las previsiones de los modelos.
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
trado en un número de casos en los que se ha podido comparar las predicciones del modelo con los resultados observados en estudios antes y después (véase la discusión en Williams y Ortúzar, 1982a). La validación del modelo requiere comparar sus predicciones con información que no haya sido utilizada durante el proceso de estimación. Naturalmente, esto implica un test más riguroso del modelo y requiere más información o más recursos.
Una de las primeras tareas que enfrenta el modelizador es decidir cuáles son las variables que el modelo va a predecir y cuáles son los inputs o entradas ne- cesarios a tal efecto. Algunas variables no se incluirán en absoluto, bien porque el modelizador no puede obtenerlas o bien porque la teoría subyacente al modelo no las contempla (véase la figura 1.5). Ello implica, inmediatamente, un cierto grado de error y de incertidumbre (se volverá sobre este tema en el Capítulo 3) que, obviamente, se complica aún más por otros errores que también son inhe- rentes a la modelización; por ejemplo, los errores de muestreo y, todavía más importante, los errores debidos a las inevitables simplificaciones de la realidad que necesita el modelo para ser utilizado en la práctica (véase la figura 1.5).
Teoría del comportamiento Atributos
 
 Introducción
Por lo tanto, el uso principal de los modelos en la práctica es la predicción condicional : el modelo producirá estimaciones de las variables dependientes dado un conjunto de variables independientes. De hecho, las predicciones tí-  picas vienen condicionadas de dos formas (Wilson, 1974):
En relación a los valores asignados a las variables de política en el plan y•
cuyo impacto es analizado en el modelo. En relación a los valores supuestos para otras variables.•
Los modelos son normalmente utilizados para valorar una serie de planes alternativos para un rango de hipótesis factibles acerca de los valores futuros de las otras variables (p. ej., escenarios de ingreso). Ello significa que el mo- delo debe ejecutarse muchas veces en el contexto de evaluar un determinado  problema. Por esta razón, puede ser de gran importancia que su especificación  permita altas velocidades de procesamiento por ordenador; esto no es una tarea fácil en el caso de un modelo de transporte a gran escala, ya que implica  procesos complejos de equilibrio entre oferta y demanda, como se discutirá en el Capítulo 11.
1.4.2. Modelización agregada y desagregada
El nivel de agregación seleccionado para la medición de los datos es una cues- tión importante en el diseño general de un estudio de planificación de trans-  porte. Aunque un nivel mayor de detalle –con miras a un mayor grado de exactitud– debería mejorar la calidad de los modelos, probablemente incre- mentará los costes de recogida y análisis de datos así como de la mayoría de los restantes aspectos del ejercicio de la modelización.
 
MODELOS DE TRANSPORTE  
delos desagregados o de segunda generación examinados en los Capítulos 7 a 9, es lógico pensar que la información exógena pueda ser obtenida y utilizada separadamente para cada viajero. Una cuestión importante es entonces si, por razones de coste u otras, se debería preferir utilizar datos menos detallados (véase Daly y Ortúzar, 1990).
La previsión de la demanda futura es un elemento crucial en la mayoría de los estudios de planificación del transporte. El ser capaz de predecir el uso más probable de nuevas infraestructuras es un precursor esencial para la toma de decisiones racional acerca de las ventajas o no de proveer tales infraestructuras. También puede ser importante tener alguna idea acerca de la sensibilidad de la demanda respecto a variables importantes que estén bajo control del analista (p. ej., la tarifa que se cobra por su uso). En la mayoría de los casos las previsiones y los estudios de sensibilidad deben proporcionarse a nivel agregado, es decir, deben representar el comportamiento del total de la población de interés. Por lo tanto, con el fin de obtener estos indicadores el analista que utiliza modelos desagregados tiene que encontrar un método robusto para agregar los resultados del modelo.
Los modelos de la primera generación se solían utilizar casi sin excep- ción en los estudios de transporte hasta finales de los 70; llegaron a hacerse familiares, necesitaban relativamente pocas habilidade