Boletin SegurPri Nº 16

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    Com

    isara

    Generalde

    Seguridad

    Ciudadan

    a

    D.G.P.

    Segur idad Pr ivadaBole t n In fo rmat ivo . Nmero 16 Sept iem bre 2004

    SUMARIO- El arma reglamentaria .......................................................................................... 1- Rgimen sancionador de falsas alarmas en entidades bancarias ...................4- Consideracin de agente de la autoridad........................................................... 6- Medidas a adoptar para mejorar la cooperacin con el sector privado...........7- Excepciones en la uniformidad........................................................................... 7- Videovigilancia en el lugar de trabajo ................................................................ 9- Actuacin de vigilantes de seguridad .............................................................. 10- Rescisin de servicio armado ........................................................................... 12

    - Videocmaras en vas pblicas......................................................................... 14- Validez de las intervenciones de los vigilantes de seguridad ........................ 15- Colaboraciones del sector (Primer semestre 2004)......................................... 17- Informaciones de inters policial...................................................................... 19- El detective privado en el mundo de la empresa ............................................. 21- Fiesta de la Seguridad Privada en Catalua .................................................... 22- Fiesta de la Seguridad Privada en Canarias .................................................... 23- Fiesta de la Seguridad Privada en Extremadura.............................................. 24

    EL ARMA REGLAMENTARIA

    Consideraciones generales: Reglamentos de Seguridad Privada y de Armas:

    El Reglamento de Seguridad Privada, aprobado por R.D. 2364/1994, de 9 de di-ciembre, dispone en su Art. 61 que, para poder prestar servicios con armas, los vigilantesde seguridad habrn de obtener licencia tipo C, en la forma que establece el Reglamentode Armas.

    A este respecto el Reglamento de Armas, aprobado por Real Decreto 137/1993, de29 de enero, dedica la Seccin 6 del Captulo V a regular las licencias para el ejerciciode funciones de custodia y vigilancia.

    Forma correcta de portar el arma reglamentaria, por parte de los vigilantes deseguridad y vigilantes de explosivos, en los supuestos contemplados en el art-culo 82.2 del Reglamento de Seguridad Privada.

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    Estas licencias tendrn validez exclusi-vamente durante el tiempo de prestacin delservicio de seguridad determinante de su con-cesin, viniendo tambin condicionada a la du-racin del servicio y a la realizacin, con resul-tado positivo, de los ejercicios de tiro obligato-rios por parte del vigilante. (Art. 61.2 del Regla-

    mento de Seguridad Privada y Art. 126 y 127del Reglamento de Armas).

    Con carcter general y de conformidadcon lo dispuesto en el Art. 82.1 del Reglamen-to de Seguridad Privada y en el Art. 127 delReglamento de Armas, fuera de las horas ylugares de prestacin del servicio, las armasdebern estar depositadas en los armeros de

    los lugares de trabajo o, si no existieran, en losde la empresa de seguridad.

    Pese a ello no obstante, el Art 82.2 delcitado Reglamento de Seguridad Privada pre-v que:

    Excepcionalmente, a la iniciacin y ter-minacin del contrato de servicio o,cuando se trate de realizar servicios es-peciales, suplencias, o los ejercicios obli-gatorios de tiro, podrn portar las armas

    en los desplazamientos anteriores y pos-teriores, previa autorizacin del jefe deseguridad o, en su defecto, del respon-

    sable de la empresa de seguridad, quehabr de ajustarse a las formalidadesque determine el Ministerio de Interior,debiendo entregarlas para su depsitoen el correspondiente armero. A losefectos previstos en el prrafo anterior,se considerarn servicios especiales

    aquellos cuya duracin no exceda de unmes.

    Precauciones a adoptar en el traslado delas armas (cargadas, descargadas, enbolsas, etc.)

    En cuanto a las precauciones a adoptaren el traslado de las armas, el repetido Regla-mento de Seguridad Privada nicamente hacereferencia a las mismas en el Art. 84.2 cuando,al referirse a los ejercicios de tiro de los vigi-

    lantes de seguridad, establece que:

    Si fuere necesario, para los ejerciciosde tiro obligatorio para los vigilantes queno tuviesen asignadas armas, se trasla-darn por el jefe o responsable de segu-ridad de la empresa las que sta poseacon tal objeto, efectundose el trasladocon la proteccin de un vigilante armadoyendo las armas descargadas y separa-das de la cartuchera, de acuerdo con lodispuesto en el Reglamento de Armas.

    Similar previsin contiene el Reglamentode Armas en su Art. 149.1 al disponer que:

    Solamente se podrn llevar armas re-glamentadas por las vas y lugares pbli-

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    cos urbanos, y desmontadas o dentro desus cajas o fundas, durante el trayectodesde los lugares en que habitualmenteestn guardadas o depositadas hasta loslugares donde se realicen las actividadesde utilizacin debidamente autorizadas.

    Por ltimo y respecto a la uniformidadutilizable en el traslado de las armas, el R.S.P.en su Art. 87 dice:

    1. Las funciones de los vigilantes de se-guridad nicamente podrn ser desarro-lladas vistiendo el uniforme y ostentadoel distintivo del cargo que sean precepti-vos, que sern aprobados por el Ministe-rio de Interior, teniendo en cuenta las ca-ractersticas de las funciones respectivasde las distintas especialidades de vigi-lantes y que no podrn confundirse conlos de las Fuerzas Armadas ni con los delas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad(artculo 12.2 de la L.S.P.).

    2. Los vigilantes no podrn vestir el uni-forme ni hacer uso de sus distintivos fue-ra de las horas y lugares del servicio yde los ejercicios de tiro.

    De los preceptos transcritos y como con-

    testacin expresa a las cuestiones planteadas,pueden extraerse, teniendo en cuenta los dis-tintos supuestos previstos en el Art. 82.2 del

    R.S.P., las siguientes cuestiones:

    1. Traslado de las armas a la iniciacin yterminacin del contrato de servicio:

    - Cuando se trate de trasladar varias ar-mas desde la empresa hasta el lugar detrabajo y viceversa, el traslado lo efec-tuar el jefe de seguridad o responsablede la empresa, en este ltimo supuestocon autorizacin del jefe de seguridad enla forma prevenida en el apartado cuartode la Resolucin de la Secretara de Es-

    tado de Interior (hoy de Seguridad) de 19de enero de 1.996.

    - Se transportarn en el interior de suscajas o fundas, e irn descargadas, se-paradas de la cartuchera y acompaa-das de sus guas de pertenencia

    - Tanto el traslado de las armas como desu municin se efectuar mediante laproteccin de un vigilante armado y uni-formado que dar proteccin al transpor-te.

    En aquellos casos en los que elarma a trasladar sea solamenteuna, podr realizarse por el propiovigilante. En este caso, si bien unainterpretacin estricta de lo dis-puesto en el apartado 2 del Art.87 del R.S.P. podra llevarnos aafirmar que debe realizarse vis-tiendo el uniforme reglamentario,razones prcticas y de prudenciaaconsejan que dicho traslado se

    efecte de paisano y con la corres-pondiente autorizacin del jefe deseguridad.

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    2.- Traslado de las armas para la realiza-cin de servicios especiales y suplencias.

    - Se transportarn en el interior de suscajas o fundas, e irn descargadas yacompaadas de sus guas de pertenen-

    cia.- Por las mismas razones anteriormenteapuntadas el traslado del arma desde elarmero de la empresa hasta el lugar detrabajo y viceversa se efectuar por elvigilante de seguridad de paisano y dota-do de la correspondiente autorizacin.

    3.- Traslado de las armas para la realizacinde los ejercicios de tiro.

    - El transporte de las armas, desde los

    armeros hasta el campo de tiro, se efec-tuar en un vehculo de la empresa porel jefe de seguridad o responsable de lamisma, en este ltimo supuesto con au-torizacin del jefe de seguridad en la for-ma prevenida en el apartado cuarto de la

    Resolucin de la Secretara de Estadode Interior (hoy de Seguridad) de 19 deenero de 1.996.

    - Se transportarn en el interior de suscajas o fundas, e irn descargadas y

    acompaadas de sus guas de pertenen-cia.

    - Dado que la cartuchera a utilizar en losejercicios de tiro debe ir separada de lasarmas, su transporte se realizar en ve-hculo de la empresa de seguridad queser distinto al utilizado para transportarlas armas.

    - Los vehculos en los que se transportenlas armas y la cartuchera debern ircustodiadas por sendos vigilantes de se-

    guridad armados y uniformados.

    U.C.S.P.

    R EGI M EN SA N CI ON A D OR D E FA L SA S

    A L A R M A S EN EN TI D A D ES B A N CA R I A S

    En primer lugar, conviene precisarque, efectivamente, cuando el artculo 24.2de la Ley 23/1992, de 30 de julio, de Seguri-dad Privada, contempla como infraccin leve"la utilizacin de aparatos o dispositivos deseguridad sin ajustarse a las normas que losregulen, o su funcionamiento con daos omolestias para terceros", no se est hacien-do alusin a las molestias que se causen alas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad conmotivo de los desplazamientos que tenganque efectuar al lugar del que provenga laalarma, tanto si sta es real como si resultaser falsa.

    Ello no obstante, no puede descono-cerse que la filosofa que preside el rgimensancionador en materia de falsas alarmas sebasa no slo en la utilizacin de aparatos no

    homologados o en el hecho material de que

    el sistema produzca daos o molestias a ter-ceros, sino, fundamentalmente, en la natura-leza de los hechos que originan las alarmas,circunstancia que lleva a considerar falsa to-

    Una determinada Subdelegacin del Gobierno, solicit informe sobre la proceden-cia de continuar con los expedientes sancionadores incoados a diversas entidades ban-carias por la produccin de una sola falsa alarma, la Secretara General Tcnica del Mi-nisterio del Interior, pone de manifiesto lo siguiente:

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    da alarma que no est determinada porhechos susceptibles de producir la interven-cin policial (artculo 50.2 del Reglamento deSeguridad Privada, en la redaccin dada porel Real Decreto 1123/2001, de 19 de octu-bre).

    De ah que la consideracin y consi-guiente sancin de las falsas alarmas estntimamente ligada a los hechos que deter-minan la intervencin policial y, precisamen-te, para evitar desplazamientos injustificadosde los agentes policiales y su distraccin deotros cometidos, se ha endurecido la regula-cin en la materia, reduciendo de cuatro ados el nmero de falsas alarmas en el plazo

    de un mes que dan lugar a requerimiento desubsanacin de deficiencias (artculo 50.1del Reglamento de Seguridad Privada, en laredaccin dada por el Real Decreto1123/2001).

    En resumen, por lo que se refiere a lacuestin planteada, cabe establecer las si-guientes conclusiones:

    1. Respecto a los establecimientosobligados a disponer de medidas de

    seguridad, tanto los sealados expre-samente por el Reglamento de Seguri-dad Privada, como los que puedan de-venir obligados por aplicacin de loprevisto en los artculos 111 y 112 delcitado Reglamento, las falsas alarmasse pueden sancionar con arreglo a lospreceptos legales que a continuacinse transcriben:

    Al no estar establecido legal nireglamentariamente determina-do el nmero de saltos queconstituyen una falsa alarma,se puede considerar que una

    nica falsa alarma, siempre ycuando se acredite que ha sidoproducida por la defectuosa uti-lizacin o por un fallo o averadel sistema, puede motivar laincoacin del correspondiente

    procedimiento sancionador porinfraccin del artculo 23.) dela Ley Orgnica 1/1992, de 21de febrero, sobre Proteccin dela Seguridad Ciudadana(infraccin grave consistente enel defectuoso funcionamientodel sistema de seguridad).

    Cuando no pueda establecersela causa cierta de la activacin

    del sistema de seguridad, debeconsiderarse, de conformidadcon la nueva redaccin dada alapartado 1 del artculo 50 delReglamento de Seguridad Pri-vada por el Real Decreto1123/2001, de 19 de octubre,que la comunicacin de dos fal-sas alarmas en un mes es moti-vo suficiente para deducir racio-nalmente el defectuoso funcio-namiento del sistema de seguri-

    dad y proceder a la incoacindel correspondiente procedi-miento sancionador por infrac-cin igualmente del artculo 23.) de la citada Ley Orgnica.

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    Cuando se trate de una nicafalsa alarma sin que haya podi-do demostrarse el fallo o averadel sistema, o cuando la activa-cin de la alarma se produzcade forma espordica -en todo

    caso, menos de dos falsas alar-mas en el plazo de un mes-,podr iniciarse el procedimientosancionador por la comisin dela infraccin tipificada en el art-culo 24.2 de la Ley 23/1992, de30 de julio, de Seguridad Priva-da (infraccin leve consistenteen la produccin de daos omolestias a terceros). En todocaso, se tendr en cuenta laprescripcin de dos meses queestablece el artculo 21.2 de laLey 23/1992.

    2. En cuanto a los establecimientos noobligados a disponer de medidas deseguridad, cuando se comuniquen unao varias falsas alarmas sin sujecin atiempo, slo cabra aplicar el artculo24.2 de la mencionada Ley, pero con

    respecto al referido plazo de prescrip-cin".

    En base a todo lo anterior, este Cen-tro Directivo considera que, por aplicacin delos anteriores criterios, puede incoarse expe-diente sancionador por la produccin de unasola falsa alarma, debiendo invocarse, bienel artculo 23.) de la Ley Orgnica 1/1992,bien el artculo 24.2 de la Ley 23/1992, se-gn la naturaleza de los hechos que la origi-nen.

    S. G. Tcnica del M. del Interior

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    CONSIDERACION DE AGENTE DE LA AUTORIDAD

    El Real Decreto 629/78 de 10 de mar-zo, determinaba, en su artculo 18, que los vi-gilantes jurados tenan la consideracin deAgentes de la Autoridad siempre y cuandoprestaran servicio de uniforme, (artculo 7 delcitado Decreto).

    En la actual normativa, Ley 23/92,de 30de Julio, de Seguridad Privada, no aparece re-flejado de forma expresa si el vigilante de se-guridad tiene el carcter de Agente de la Auto-ridad; no obstante lo anterior y segn la Circu-lar de la Fiscala General del ao 1993, estaLey de Seguridad Privada, deroga de formagenrica en la Disposicin derogatoria nica,el Real Decreto 629/78 de 10/03/78.

    En este mismo sentido, el Real Decre-

    to 2364/94, de 9 de diciembre, por el que seaprueba el Reglamento de Seguridad Privada(B.O.E. del 10 de enero de 1995),en su Dispo-sicin derogatoria nica, letra b, deroga expre-samente citado el RD 629/78.

    En conclusin y como afirma la circularde la Fiscala General antes aludida,"promulgada la ley de Seguridad Privada, yano hay duda alguna de que los vigilantes deseguridad carecen de la condicin directa deagentes de la autoridad."

    Ahora bien ello no significa que los vigi-lantes de seguridad, en el ejercicio de sus fun-ciones no gocen de una adecuada proteccin

    jurdico penal, por cuanto el artculo 555 delCdigo Penal equipara a los atentados contraagentes de la autoridad y funcionarios pblicoslos acometimientos "a las personas que acu-dieren en auxilio de la autoridad, sus agentes ofuncionarios".

    Por ltimo, respecto a la situacin en laque se encuentran los vigilantes de seguridaden la Unin Europea, hay que significar que noexisten normas armonizadoras en materia deseguridad privada, por la que la normativa delos distintos estados miembros es muy diferen-te. En cualquier caso, y hasta donde esta Uni-dad conoce, en ninguno de los estados miem-bros de la UE, los vigilantes de seguridad go-

    zan del carcter de agentes de la autoridad.

    U.C.S.P.

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    Dada la complementariedad y subordi-nacin de la seguridad privada respecto de

    la pblica, para prevenir el delito, se debebuscar la articulacin de una eficiente y efi-caz cooperacin que tienda a la integracinde los recursos y medios del sector privadode la seguridad en la lucha contra la delin-cuencia y la proteccin de la seguridad ciu-dadana; y estos objetivos slo se pueden lo-grar mediante una estrategia que conjuguemedidas como las siguientes:

    Potenciar la comunicacin, contactos ycooperacin entre dos especialidadesde seguridad pblica, como son la Poli-ca de Proximidad y las Unidades deSeguridad Privada, con el personal deseguridad privada.

    Incorporar a la formacin profesionalde los vigilantes de seguridad protoco-los sencillos y eficaces de colabora-cin, que mejoren la coordinacin conlas Fuerzas y Cuerpos de Seguridaddel Estado.

    Intensificar la faceta de asesoramientodentro de la funcin de control y super-

    visin que la normativa le reconoce ala Administracin.

    Instar la reunin de las comisiones pro-vinciales de coordinacin de seguridadprivada en funcin de los requerimien-tos, propuestas, evolucin del sector yproblemtica especfica.

    Impulsar la celebracin de jornadasdestinadas a Directores, Jefes y Vigi-lantes de seguridad para la prevencinde actos terroristas y nuevas modalida-des de delincuencia.

    Mejorar los canales de comunicacio-nes con el personal de seguridad pri-vada, para proporcionar mayor agilidada las respuestas ante peticin de ase-soramiento y ayuda.

    Realizar las propuestas de adaptaciny actualizacin normativa a tenor delas actuales demandas de seguridad yla necesidad de reformas concretas.

    U.C.S.P.

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    MEDIDAS A ADOPTAR PARA MEJORAR

    LA COOPERACION CON EL SECTOR PRIVADO

    EXCEPCIONES EN LA UNIFORMIDAD

    Una determinada empresa de seguridad formul consulta relacionada con la uniformidadde los vigilantes de seguridad que prestaban servicios a " otra de carcter mercantil de-nominada Valeo Iluminacin y Sealizacin". La Secretara General Tcnica del Ministe-rio del Interior, previo informe de la Comisara General de Seguridad Ciudadana (UnidadCentral de Seguridad Privada), pone de manifiesto lo siguiente:

    El artculo 11 de la Ley 23/1992, de30 de julio, de Seguridad Privada, enumeralas funciones que, con carcter exclusivo yexcluyente, pueden desempear los vigilan-tes de seguridad, disponiendo, en su artculo12, que dichas funciones nicamente podrnser desarrolladas por los vigilantes de segu-ridad integrados en empresas de seguridad,vistiendo el uniforme y ostentando el distinti-

    vo del cargo que sean preceptivos, que se-rn aprobados por el Ministerio del Interior yque no podrn confundirse con los de las

    Fuerzas Armadas ni con los de las Fuerzas yCuerpos de Seguridad.

    El Reglamento de Seguridad Privada,aprobado mediante Real Decreto 2364/1994,de 9 de diciembre, en su artculo 87, repro-duce literalmente lo ya sealado en el artc u-lo 12.1 de la Ley 23/1992, aadiendo que losvigilantes de seguridad no podrn vestir el

    uniforme ni hacer uso de sus distintivos fue-ra de las horas y lugares de servicio y de losejercicios de tiro.

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    Por su parte, la Orden de 7 de juliode 1995, por la que se da cumplimiento a di-versos aspectos del Reglamento de Seguri-dad Privada sobre personal, en su apartadovigsimo segundo, enumera las prendas queintegran la uniformidad de los vigilantes tan-to en la modalidad de invierno como en la deverano-, concretndose la descripcin de lasprendas y sus caractersticas tcnicas en laResolucin de la Secretara de Estado deInterior de 19 de enero de 1996.

    En el apartado vigsimo tercero de lacitada Orden se establecen las excepciones

    al deber de uniformidad, que vienen determi-nadas tanto por las condiciones climatolgi-cas como por la especificidad de los lugaresen los que se vaya a prestar el servicio. As,el prrafo segundo de este apartado disponeque: "Cuando se prestaren servicios en cen-trales nucleares, empresas o industrias enlas que se produzcan, fabriquen o manipulensustancias o productos que impliquen peligropara la integridad fsica o salud de las perso-nas, los vigilantes podrn portar las prendasadecuadas que establezca la empresa fabri-

    cante o manipuladora, ostentando el distinti-vo sobre la misma". Y aade en el prrafotercero: "En cualquiera de los casos contem-plados en los prrafos anteriores, las empre-sas de seguridad promovern la sustitucinde las citadas prendas ante el correspon-diente Delegado o Subdelegado del Gobier-no, que resolver lo procedente".

    Teniendo en cuenta que, en el casoque nos ocupa, uno de los factores determi-nantes para el uso excepcional de las pren-

    das citadas podra ser la peligrosidad de losproductos que se fabriquen, produzcan omanipulen en la fbrica donde la empresa de

    seguridad presta sus servicios, no se apreciaimpedimento alguno para que los vigilantesencargados de su proteccin utilicen el mis-mo calzado de seguridad que los operariosde la fbrica, a cuyo fin, y a tenor de lo esta-blecido en el prrafo tercero del apartado vi-

    gsimo tercero de la repetida Orden de 7 dejulio de 1995, la empresa de seguridad de-ber solicitarlo al Delegado del Gobierno co-rrespondiente.

    Respecto a la duda Planteada porEmpresa, derivada de lo dispuesto en el art-culo 2.2, apartado c), del Real Decreto773/1997, de 30 de mayo, sobre disposicio-nes mnimas de seguridad y salud relativas ala utilizacin por los trabajadores de equiposde proteccin individual, cabe significar quela excepcin que se recoge en dicho artculoest fundamentada en la utilizacin de equi-pos destinados a la proteccin del trabajadoren su funcin especfica de seguridad; estoes, cuando el trabajador -en este caso el vi-gilante de seguridad- tuviera que utilizar unchaleco antibalas, un escudo o un casco pa-ra preservar su integridad fsica de la aco-metida de terceros, pero no es de aplicacinen aquellos supuestos en los que el riesgolaboral viene determinado por agentes impli-cados en el proceso industrial de la empresa

    en la que el vigilante desarrolla su jornadalaboral.

    En consecuencia, esta SecretaraGeneral Tcnica entiende que es acorde conla normativa vigente en materia de seguridadprivada el uso por parte de los vigilantes de,seguridad del mismo calzado especfico queutilizan los operarios de la fbrica para eldesempeo de sus labores de vigilancia yseguridad en la misma.

    S.G. Tcnica del M. del Interior

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    La primera cuestin a resolver fue dis-cernir si las imgenes y sonidos que se ob-tendran por tales sistemas de registro seencontraban sometidas a lo dispuesto en lamencionada Ley Orgnica. Para ello fue ne-cesario efectuar dos acotaciones previas:

    a) En primer lugar, se plantea el pro-blema de si dichas imgenes y sonidospueden ser consideradas como datosde carcter personal, de conformidad alo establecido en la citada Ley Orgni-ca. A tal efecto, y con carcter general,debe indicarse que los artculos 1 y 2de la citada Ley, extienden su protec-cin a los derechos de los ciudadanosen lo que se refiere al tratamiento auto-matizado de sus datos de carcter per-sonal, siendo definidos stos en el art -culo 3.a) de la Ley Orgnica como

    "cualquier informacin concerniente apersonas fsicas identificadas o identifi-cables".

    b) En segundo trmino, y aun cuandonos hallemos ante un supuesto en queexistan datos de carcter personal, se-r necesario que dichos datos se en-cuentren incorporados a un fichero, de-finido como "todo conjunto organizadode datos de carcter personal, cual-quiera que fuere la forma o modalidad

    de su creacin, almacenamiento, orga-nizacin y acceso", por el artculo 3 b)de la Ley.

    Pues bien, en relacin con el primerode los criterios a los que se ha hecho refe-rencia, debe indicarse que las imgenes alas que se refiere la consulta slo podrn serconsideradas datos de carcter personal encaso de que las mismas permitan la identifi-cacin de las personas que aparecen en di-chas imgenes, no encontrndose ampara-das en la Ley Orgnica en caso contrario.

    As, en supuestos en que las imgenesse tomaran del lugar de trabajo s se produ-cira dicha identificacin, dado que siempreapareceran en las mismas los trabajadoresde la empresa en su lugar de actividad (loque les hace perfectamente identificables).

    Por otra parte, en cuanto a la segundade las acotaciones, y en referencia a lasimgenes obtenidas y, adems en el casoexaminado registradas, siempre cabra talidentificacin derivada de la mera constanciade las cintas grabadas, toda vez que el tra-bajador se encontrara en su lugar de activi-dad, siendo perfectamente posible encontrarlas imgenes del mismo con el simple cono-cimiento de su horario. En cuanto al concre-

    to caso examinado, se ignoraba cules ibana ser los medios de conservacin de las mis-mas, debiendo indicarse que si los mismos

    VI DEOVI GI LANCI A EN EL LUGAR DE TRABAJO

    Se plante a la Agencia de Proteccin de Datos si resulta conforme a lo estableci-do en la Ley Orgnica 15/99, de 13 de diciembre, de Proteccin de Datos de Ca-rcter Personal, la instalacin de cmaras para el control de la actividad de los

    trabajadores

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    podan considerarse estructurados en el mo-do al que se ha hecho referencia, el ficherose encontrar sometido a lo dispuesto en laLey Orgnica 15/1999.

    Dicho lo anterior, en caso de que exis-

    ta un sometimiento de los ficheros a la LeyOrgnica, ser necesario para proceder altratamiento de los datos el consentimientode los afectados, tal y como dispone el art-culo 6.1 de la Ley, debiendo informarse a losmismos de los extremos contenidos en el ar-

    tculo 5.1 de la misma.

    Debe finalmente advertirse que el casoexaminado, de grabacin en vdeo de im-genes no agota los supuestos en que la ob-tencin o el registro de imgenes puedequedar sometido a la LOPD.

    Agencia de Proteccin de Datos

    ACTUACION DE VIGILANTES DESEGURIDAD

    Se considera correcta la actuacin de dos vigilantes de seguridadque manipularon una caja fuerte en un restaurante?

    1. Antecedentes de hecho

    Los dos vigilantes de seguridad que seencontraban realizando rondas de vigilanciaen el interior del recinto de la Ciudad de lasCiencias y las Artes observaron que un res-taurante, ubicado en el interior de dicho re-cinto, se encontraba con las puertas abiertasa una hora en la que habitualmente debieratenerlas cerradas, por lo que, ante la sospe-

    cha de que pudiera haber algn intruso en elinterior, accedieron al mismo y comprobaronque en un despacho haba una caja fuertecon la llave puesta y otra llave encima de lamesa del despacho. Los vigilantes, valindo-se de ambas llaves, abrieron el dispositivode la caja, encontrando en su interior unagran cantidad de dinero en efectivo.

    Sobre tal actuacin, la Secretara Ge-neral Tcnica del Ministerio del Interior, pre-vio informe de la Comisara General de Se-

    guridad Ciudadana (Unidad Central de Se-guridad Privada), puso de manifiesto lo si-guiente:

    2. Consideraciones legales:

    La Ley 23/1992, de 30 de julio, de Se-guridad Privada, y su Reglamento de desa-rrollo, aprobado mediante Real Decreto2364/1994, de 9 de diciembre, encomiendan

    a los vigilantes de seguridad, entre otras fun-ciones, la de vigilancia y proteccin de bie-nes muebles e inmuebles, as como la de

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    evitar la comisin de actos delictivos o in-fracciones en relacin con el objeto de suproteccin.

    Por su parte, el artculo 76 del citadoReglamento, en su apartado 1, estableceque en el ejercicio de su funcin de protec-cin de bienes inmuebles, as como de laspersonas que se encuentren en ellos, los vi-gilantes de seguridad debern realizar lascomprobaciones, registros y prevenciones

    necesarios para el cumplimiento de su mi-sin.

    Sin embargo, el apartado 2 del mismoartculo matiza el anterior contenido al aadirque no obstante, cuando observaren la co-misin de delitos en relacin con la seguri-dad de las personas o bienes objeto de pro-teccin, o cuando concurran indicios racio-nales de tal comisin, debern poner inme-diatamente a disposicin de los miembros delas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a los

    presuntos delincuentes, as como los instru-mentos, efectos y pruebas de los supuestosdelitos.

    La interpretacin que, a juicio de esteCentro Directivo, debe darse al apartadotranscrito es la de considerar que, en aque-llos supuestos en los que se hubiera cometi-do algn hecho delictivo o existieran indiciosracionales de tal comisin, los vigilantes deseguridad debern abstenerse de realizarninguna actuacin, limitndose a vigilar ycustodiar el lugar hasta la llegada de losmiembros de las Fuerzas y Cuerpos de Se-guridad. Ello deber ser as, por cuanto la ma-

    nipulacin incorrecta de los instrumentos,efectos o pruebas del delito, por parte de losvigilantes de seguridad, podra dar lugar a ladesaparicin o destruccin de las mismas.

    Como conclusin, y en respuesta a la

    cuestin concreta que se suscita, cabe con-siderar que la actuacin de los vigilantes deseguridad fue la correcta hasta el momentode recoger la llave que se encontraba enci-ma de la mesa para abrir y comprobar elcontenido de la caja fuerte, ya que una vezen el interior del restaurante, y ante la sos-pecha de que se hubiera podido cometer unhecho delictivo, debieron abstenerse de ma-nipular tanto las llaves como la caja fuerte,limitndose a poner los hechos en conoci-miento de la Polica o de su jefe de seguri-dad, custodiando el lugar hasta su llegada.

    Ello no obstante, y como puede dedu-cirse del resultado final, la actuacin de losvigilantes de seguridad estuvo presidida entodo momento por la buena fe, siendo, posi-blemente, un exceso de celo lo que les llev

    a manipular la caja fuerte. Por tanto, no pa-rece que dicho comportamiento deba serobjeto de sancin administrativa por infrac-cin de la normativa de seguridad privada,an cuando s podra ser constitutivo de faltade carcter laboral o disciplinario con arregloal Convenio Colectivo de Empresas de Se-guridad, merecedora de alguna amonesta-cin o advertencia para que, en el futuro yante situaciones similares, se abstengan demanipular posibles pruebas o indicios de lacomisin de un hecho delictivo.

    S.G. Tcnica del M. del Interior

    S e g u r i d a d P r i v a d a

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    La cuestin estriba en determinar siexiste posibilidad de rescindir el Servicio devigilancia armada de Retevisin que vieneprestndose en el Centro Nodal de la Muela(Zaragoza) y, en consecuencia, su sustitu-cin por cmaras de vdeo, vigilancia peri-metral y puertas con apertura automtica.

    A este respecto, la Secretara GeneralTcnica del Ministerio del Interior, previo in-forme de la Comisara General de SeguridadCiudadana (Unidad Central de SeguridadPrivada), pone de manifiesto lo siguiente:

    El Ttulo III del Reglamento de Seguri-

    dad Privada, aprobado por Real Decreto2365/1994, de 9 de diciembre, regula, en de-sarrollo del artculo 13 de la Ley Orgnica1/1992, de 21 de febrero, sobre Proteccinde la Seguridad Ciudadana, las medidas deseguridad que, con carcter general o parasupuestos especficos, debern adoptar lasempresas industriales, comerciales o de ser-vicios.

    Entre estos supuestos especficos con-templados en el Captulo II del Ttulo III, no

    se encuentran los centros y sedes de repeti-dores de comunicacin, como pudiera serRetevisin, por lo que, en principio, las insta-

    laciones de dicho Servicio en el Centro deLa Muela no pueden considerarse comoestablecimiento obligado a disponer de me-didas de seguridad.

    Ello no obstante, y en virtud de lo pre-venido en el artculo 112 del citado Regla-mento, los Delegados del Gobierno o el Se-cretario de Estado de Seguridad, en supues-tos supraprovinciales, podrn exigir a lasempresas o entidades la adopcin de deter-minadas medidas de seguridad, cuando seden las circunstancias que en el propio pre-cepto se determinan. Anloga previsin con-templa el artculo 113 respecto a la implanta-cin de servicios o sistemas de seguridad enempresas, entidades y organismos pblicos.

    Al margen de lo anterior, debe signifi-carse que el hecho de que el artculo 81.1.c).3 contemple a los centros y sedes de re-

    petidores de comunicacin comoestablecimientos o inmuebles a los quepuede imponerse que los vigilantes de segu-ridad caso de tenerlos- desempeen susfunciones con armas de fuego, en atencin alas circunstancias concurrentes, no debe in-ducir a interpretar que la implantacin deservicios o sistemas de vigilancia en dichoscentros y sedes sea obligatoria, salvo pordecisin gubernativa.

    En atencin a lo expuesto, cabe formu-lar las siguientes consideraciones:

    RESCISION DE SERVICIO ARMADO

    S e g u r i d a d P r i v a d a

    Existe la posibilidad que un centro repetidor de comunicacin de RETEVISIONpueda rescindir el servicio de vigilancia armada?

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    1. Retevisin no se encuentra entre losestablecimientos obligados, con carcter espe-cfico, a disponer de servicio de vigilancia ar-mada o de cualquier otra medida de seguridad,pudiendo optar voluntaria y libremente por laimplantacin o no de dichos servicios o medi-das.

    2. No obstante lo anterior, el Secretariode Estado de Interior, para supuestos supra-provinciales, o los Delegados del Gobierno enlos dems casos, podrn imponer obligatoria-mente, en atencin a las circunstancias deriesgo que puedan darse, la adopcin de todoso algunos de los servicios o sistemas de segu-ridad enumerados en el artculo 112 del Regla-mento de Seguridad Privada.

    3. En virtud de lo prevenido en el artculo81.2 del Reglamento de Seguridad Privada,

    Retevisin solicit autorizacin para que losvigilantes de seguridad que prestan servicio ensus instalaciones, en todo el territorio nacional,pudieran portar el arma de fuego reglamentariaen evitacin de posibles ataques o actos de-lictivos a nuestros centros, que prestan servi-

    cios de carcter esencial, lo que implica cir-cunstancias de riesgo y peligrosidad en dondese custodia material de gran valor de los cen-tros de Televisin, autorizacin que fue con-cedida por Resolucin del Director General dela Polica ,de fecha 5 de febrero de 1998,en lasinstalaciones que Retevisin posea en todoel territorio nacional, en virtud a lo establecidoen el Art. 81-2 del Reglamento de SeguridadPrivada.

    En base a las consideraciones anterio-res, y en respuesta a la cuestin concreta quese plantea, debe concluirse lo siguiente:

    An cuando la autorizacin concedidapara la prestacin de servicios de vigilanciacon armas no tiene carcter de imposicin, de-be considerarse que la misma se otorga en ba-se a la existencia de determinadas circunstan-cias de riesgo y peligrosidad que la propia em-presa reconoce y alega, y que fueron constata-das por las autoridades policiales a efectos dela concesin de la autorizacin. Por tanto, ypuesto que el asunto se circunscribe al Centrode Zaragoza, parece necesario que sea el De-legado del Gobierno en la Comunidad Autno-ma de Aragn el que, previo informe de losservicios policiales correspondientes, determi-ne la necesidad de mantener el servicio de vi-gilancia armada o la posibilidad -como se plan-tea en el presente caso- de su sustitucin porotras medidas de seguridad alternativas, pre-via valoracin de la idoneidad y suficiencia delas mismas para garantizar la seguridad de laspersonas y los bienes objeto de vigilancia y

    proteccin.

    S. G. Tcnica del M. del Interior

    S e g u r i d a d P r i v a d a

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    S e g u r i d a d P r i v a d a

    VIDEOCAMARAS EN VIAS PUBLICAS

    Es una actividad no prohibida expresa-mente, no obstante su empleo puede supo-ner una intromisin o invasin en la esfera

    jurdica de las personas, en particular del de-recho al honor a la propia imagen y a la inti-midad de las mismas, de conformidad conlo regulado en la Ley Orgnica 1/1982, de 5de mayo.

    Por ello las personas que se conside-ren agraviadas podran ejercer las acciones

    civiles pertinentes ante ese orden jurisdiccio-nal. En consecuencia para no invadir estaesfera jurdica, su utilizacin deber ser justi-ficada y proporcionada a la finalidad que sepersigue.

    Cuenta con justificacin suficiente, altener como finalidad el incremento o mejorade la seguridad respecto de las personas,bienes y servicios a cuya vigilancia y protec-cin obedecen a la de servir como medio deidentificacin de los autores de delitos contra

    las personas y contra la propiedad, mximecuando por razones puramente tcnicas yoperativas, en la prctica totalidad de los ca-sos, el campo de visin de las cmaras devigilancia alcanza, en mayor o menor medi-da, a las vas pblicas, sobre todo en los ca-sos en que las cmaras vigilan el acceso delos inmuebles desde el exterior.

    Desde el punto de vista penal, la utili-zacin de las videograbaciones ser puniblesi se cometen con las mismas los delitos tipi-

    ficados en el artculo 197 del Cdigo Penal -delitos contra la intimidad y el derecho a lapropia imagen- y existe denuncia de la per-sona agraviada, salvo que la comisin deldelito afecte a los intereses generales o auna pluralidad de personas, de conformidadcon lo establecido en el artculo 201 delmencionado Cdigo Penal, en cuyo caso noes necesaria la denuncia previa.

    Cuestin distinta es el uso que pueda

    hacerse de las imgenes grabadas, debien-do estarse, en este sentido, a lo dispuestoen la Ley 1/1982, ya citada. As, en el su-puesto de que las personas afectadas porlas videograbaciones considerasen vulnera-dos sus derechos, por no respetarse el con-tenido de la citada Ley o de la Ley 15/1999,de Proteccin de Datos de Carcter Perso-nal, habra de acudirse a la proteccin que,en va penal, otorga el artculo 197 del Cdi-go Penal o a las acciones civiles pertinentes.

    Respecto de la Ley Orgnica 15/1999,de 13 de diciembre, de Proteccin de Datosde Carcter Personal (en adelante LOPD),se debe tener en cuenta que, para que dichanorma sea aplicable a las imgenes graba-das mediante videocmaras, dichas imge-nes que pueden ser consideradas comodato personal - deben permitir la identifica-cin de las personas que aparecen, y estarincorporadas en un fichero, tal y como se de-fine en el artculo 3. b) de la mencionada

    LOPD (conjunto organizado de datos de ca-rcter personal, cualquiera que fuere la for-ma o modalidad de su creacin, almacena-miento, organizacin y acceso).

    Instalacin fija de videocmaras por particulares en las vas pblicas o cuyo cam-po de visin alcance la va pblica: Repercusin bajo el punto de vista legal.

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    Por ello, el archivo de las imgenesque no sea objeto de una organizacin siste-mtica, con arreglo a criterios que permitanla bsqueda de las mismas a partir de losdatos de una persona concreta, no ser con-siderado fichero a los efectos de la LOPD y,

    por tanto, dicha norma no sera de aplica-cin.

    Por el contrario, si dichas imgenesson incorporadas a un fichero sera de apli-cacin la LOPD y el tratamiento de tales da-

    tos requerira el consentimiento inequvocodel afectado (salvo que una norma con ran-go de ley disponga otra cosa), siendo, ade-ms, de aplicacin todo el rgimen de garan-tas y prescripciones establecidas en la men-cionada LOPD y en su normativa de desa-

    rrollo.

    S.G. Tcnica del M. del Interior

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    VALIDEZ DE LAS INTERVEN CIONESVALIDEZ DE LAS INTERVENCIONESVALIDEZ DE LAS INTERVENCIONES

    DE LOS VIGILAN TES DE SEGURIDADDE LOS VIGILAN TES DE SEGURIDADDE LOS VIGILANTES DE SEGURIDAD

    El Tribunal Supremo, en sentencia al efecto, reconoce la validez de las intervencio-nes de los vigilantes de seguridad tanto en la observacin mediante videocmaras comoen los registros y detenciones en caso de indicio racional de delito.

    Siguiendo el relato fctico de la sen-tencia del Tribunal Supremo, de fecha12/06/2003 uno de los vigilantes de seguri-dad que prestaba servicio en un hipermerca-do, comprueba a travs del circuito cerradode televisin, que los ahora acusados (dos)cogan de los distintos expositores diversosgneros para alimentarse, al mismo tiempo

    que uno de ellos, portaba una mochila abier-ta, donde introduca otras mercancas exis-tentes para la venta. El vigilante se trasladahasta la lnea de cajas observando que el

    presunto delincuente no declara todo lo queportaba.

    A continuacin co-imputado y vigilante

    fueron a buscar al otro acusado al aparca-miento, donde disponan de una furgoneta,encontrndole en unin de otro vigilante a laentrada de la zona del aparcamiento, llevn-dolos a un habitculo del hipermercado, don-de les requieren para que les diesen las lla-ves de la furgoneta pues queran comprobarsi tenan algo ms all de la empresa y queno constase como pagado en las facturas decompra, entregndolas, acompaando al vi-gilante hacia el automvil, abrindolo y vien-

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    do como detrs del asiento delantero dere-cho, se encontraba semiabierta una mochila,viendo desparramados en su interior unacantidad de pastillas que le parecieron sos-pechosas, por lo que los acusados fueronesposados por los vigilantes hasta que lleg

    la dotacin policial.

    CONSIDERACIONES JURDICASEl Artculo 11 de la Ley 23/92 de 30

    de julio de Seguridad Privada, establece lasfunciones a desempear por los vigilantesde seguridad, siendo una de ellas consigna-da en la letra d) de su apartado 1 Poner in-mediatamente a disposicin de los miembrosde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a losdelincuentes, en relacin con el objeto de suproteccin, as como los instrumentos, efec-tos y pruebas de los delitos, no pudiendo

    proceder al interrogatorios de aquellos; loque reproduce el artculo 71,1,d) del Regla-mento de Seguridad Privada aprobado por elReal Decreto 2364/94 de 9 de diciembre.Por otra parte el artculo 490 de la Ley deEnjuiciamiento Criminal, autoriza la deten-cin por cualquier persona de aquel que in-tentare cometer un delito o en el momentode ir a cometerlo, as como al delincuente infragant, entre otros supuestos.

    La actuacin de los vigilantes se en-

    cuadra dentro de la prevencin; pero sin du-da alcanzaron las medidas necesarias y pro-porcionadas para asegurar la puesta a dis-

    posicin de la autoridad o de sus agentesdel delincuente (delincuentes), as como losefectos, instrumentos y pruebas de loshechos presuntamente delictivos, por lo queno puede sostenerse, la existencia de extra-limitacin ya que se desarrolla dentro del

    marco de habilitacin legal.

    Tampoco se vulnera ningn derechofundamental cuando el vigilante requiere alos acusados la entrega de la llave de la fur-goneta al objeto de comprobar si en la mis-ma guardaban otros objetos sustrados en elestablecimiento y no slo porque dicho veh-culo es ajeno al concepto constitucionalmen-te protegido de domicilio, sino porque el acu-sado entreg voluntariamente la llave delmismo consintiendo de esta forma la inspec-

    cin pretendida por el vigilante.

    Asimismo tampoco del relato fctico sededuce la existencia de declaracin o inter-rogatorio alguno a los acusados, sino laprctica de pesquisas o informaciones relati-vas a su conducta en el interior del estableci-miento, puesto que no se trata de perseguiruna declaracin autoinculpatoria sino de ve-rificar unos hechos objetivos percibidos di-rectamente por el vigilante dentro de las fun-

    ciones previstas en la Ley de Seguridad Pri-vada (Art. 11,1,d).

    Por ltimo la actuacin est ajustadaal artculo 490 de la LECr., en las circunstan-cias expresadas en el factum no slo porlos hechos presuntamente delictivos cometi-dos en el interior del centro comercial sinotambin por el hallazgo de una gran cantidadde pastillas dentro de la furgoneta.

    Sentencia del Tribunal Supremo

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    COLABORACIONES DEL SECTOREntre las diferentes tareas que tienen

    encomendadas los Grupos de Seguridad Pri-vada se encuentra la de conseguir que todoel colectivo que conforma el personal de lasempresas privadas de seguridad colabore enla mayor medida posible con la seguridadciudadana en la prevencin del delito, en lostrminos recogidos en la normativa de segu-ridad privada.

    De acuerdo con la circular emitida porla Comisara General de Seguridad Ciudada-na, en enero de 2001, las diferentes unida-des territoriales y locales, vienen enviando

    un informe mensual conteniendo las colabo-raciones que se han recibido del sector.

    Estos datos tienen como fin ltimo in-formar a las Cortes Generales del gradocumplimiento de colaboracin, que como de-

    ja patente la Ley, deben tener las empresasde seguridad privada con la seguridad pbli-ca.

    Durante el primer semestre del ao2004, y segn los datos que obran en estaUnidad Central, la totalidad de las colabora-ciones prestadas por el personal de las em-presas de seguridad en las distintas provin-cias, ha evolucionado de la siguiente mane-ra:

    Grfico 1: Evolucin a nivel nacional durante el primer semestre ao 2004

    CLASIFICACION POR TIPOS DELICTIVOS

    Con el fin de contar con datos ms precisos, se han clasificado los tipos de delitos en losque con mayor frecuencia suele intervenir el personal de seguridad privada o aquellos otros quesin necesidad de intervencin se comunican a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado

    En el cuadro siguiente puede observarse que son los hurtos, los delitos o faltas en los quecon ms frecuencia intervienen o comunican los vigilantes de seguridad, destacando tambin lacomunicacin de robos con fuerza o intimidacin, presencia de vehculos sospechosos y daos.

    6 8 6

    8 2 7

    1 3 5 0

    8 5 49 4 8

    7 7 5

    0

    2 0 0

    4 0 0

    6 0 0

    8 0 0

    1 0 0 0

    1 2 0 0

    1 4 0 0

    1 6 0 0

    E n e r o F e b r e r o M a r z o A b r i l M a y o J u n i o

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    Grfico 2: Tipos de delitos en los que intervienen y comunicacin de mayor frecuencia

    DISTRIBUCION POR COMUNIDADES

    Los datos facilitados por las distintas plantillas se han agrupado por comunidades, sien-do Andaluca, Castilla Len, Madrid y Murcia, las comunidades que destacan por el mayor n-mero de colaboraciones recibidas por parte del personal de las empresas de seguridad.

    Grfico 3: Nmero de colaboraciones

    880

    125170

    1220

    518

    277

    94 92

    487

    219

    72

    173105

    46 58 35 14

    350

    0

    200

    400

    600

    800

    1000

    1200

    1400

    1

    ANDALUCIA

    ARAGON

    ASTURIAS

    MADRID

    MURCIA

    VALENCIA

    CANTABRIA

    CASTILLA LA MANCHA

    CASTILLA LEON

    CATALUA

    CEUTA-MELILLA

    EXTREMADURA

    GALICIA

    ISLAS BALEARES

    ISLAS CANARIAS

    NAVARRA

    LA RIOJA

    PAIS VASCO

    122

    165

    423

    4

    2335

    183

    548 3 6 1

    121

    274349

    99

    429

    1247

    0

    250

    500

    750

    1000

    Falsificaciond

    emoneda

    Blanqueo

    dedinero

    Estafa

    Roboconfuerzaoin

    timidacin

    Apropiacinindebida

    Hurto

    Daos

    materiales

    Trficoestupe

    facientes

    Libertadsexual

    Propiedadintelectualeindustrial

    Falsificacindedo

    cumentos

    Radicalismosviolentos

    Comunic.personassospechosas

    Comunic.vehculos

    Lesiones

    Amenazas

    Identificaciones

    Otras

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    INFORMACIONES DE INTERES POLICIAL

    La captacin de este tipo de informacin es otro de los objetivos fijados a las uni-dades de seguridad privada por su trascendencia en la prevencin de la delincuencia.

    En este caso son la Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia y Catalua lasque ms han destacado por su labor, aunque tambin hay que resear a las comunida-des de Navarra y Andaluca.

    Clasificacin de la informacin por meses y comunidades

    Grfico 1: Porcentaje de participacin por Comunidades

    Enero Febrero Marzo Abril Mayo JunioANDALUCIA 4 2 4 1 1

    A R A G O NASTURIAS 1BALEARESCANARIAS 1 1CANTABRIACASTILLA LA MANCHA 1 1CASTILLA LEN 2 1CATALUA 7 5 4 6 11 3CEUTA-MELILLA 2EXTREMADURA 18 7 8 5 5GALICIA 6 6 11 3 4 8LA RIOJA

    MADRID 4 7 2 5 4 4MURCIANAVARRA 3 5 3 3 1PAIS VASCO 2 1VALENCIA 45 50 27 38 39 75

    1 2 23

    36

    2

    43

    38

    26

    15

    3

    274

    12

    0

    5

    10

    15

    20

    25

    30

    35

    40

    45

    50

    1

    ANDA LU CI A

    AS TURIAS

    CANARIASCASTILLA LA MANCHA

    CASTILLA LEN

    CATALUA

    CEUTA-MELILLA

    EXTREMADURA

    GALICIA

    MADRID

    NAVARRA

    PAIS VASCO

    VALENCIA

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    INFORMACIONES CLASIFICADAS POR TIPOS DELICTIVOS

    En lo referente a la captacin de informacin es importante tener en cuenta que elacercamiento y la comunicacin permanente con el sector, permite que mucha informa-

    cin que antes se perda, sea canalizada a travs de los integrantes de los Grupos deSeguridad Privada.

    Tabla 2: Tipologa numrica de las informaciones

    Grfico 2: Evaluacin mensual de la informacin

    Enero Febrero Marzo Abril Mayo JunioFraudes Hacienda y S.S.Falsificacion de moneda 1 1Blanqueo de dineroEstafa 37 49 14 28 23 48Robo con fuerza o intimidacin 18 13 16 14 14 11

    Falsificacin tarjeta crditoApropiacin indebidaHurto 2 1 3 3 4 6ReceptacinDaos materiales 1 2 1 1 4Trfico estupefacientes 2 1 3 1 3 6Libertad sexualPropiedad intelectual e industrial 1 2Simulacin de cargo pblico 1Falsificacin de documentos 1Reuniones/manifestaciones 3 4 1Radicalismos violentosComunic.personas sospechosas 11 1 6 7 4 7Comunic. vehculos 4 6 2 3 1Otras 3 7 11 4 13 9Intrusismo 7 1 2 3 1

    8782

    65 62 66

    95

    0

    25

    50

    75

    100

    Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio

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    En Espaa, el marco normativo de lainvestigacin privada est contenido en laLey 23/1992 de Seguridad Privada y su pos-terior Reglamento de 1994. Este marco re-serva al detective privado la funcin de obte-ner y aportar informacin y pruebas sobrehechos y conductas en los mbitos econmi-co, laboral, mercantil, financiero, familiar ysocial; y establece para el detective privadounos estrictos requisitos de formacin queincluyen la obtencin de una titulacin uni-versitaria especfica.

    Pero la utilidad de los servicios de in-vestigacin privada no se limita a la dimen-sin puramente procesal, tambin va dirigida

    a colaborar en la decisin, preparacin, se-guimiento y ejecucin de procedimientos ju-diciales.

    Por ejemplo, y siguiendo en el mundo de laempresa y los negocios, los detectives priva-dos tienen una gran utilidad en terrenos co-mo los siguientes, y ni que decir tiene quedentro del ms absoluto respeto a la legali-dad vigente:

    Proteccin de marcas e investigacinsobre falsificaciones, ya sea de pa-tentes como de propiedad intelectual.Los temas principales suelen ser las

    patentes farmacuticas, msica, in-vestigacin en Internet o diseos deconsumo (moda, complementos, ju-guetes).

    Investigacin de toda la posible pro-blemtica laboral dentro de la empre-sa: situaciones potencialmente preju-diciales, desde una baja laboral fingi-da hasta un caso de competenciadesleal.

    Pesquisas sobre seguros, especial-mente importante para compaasaseguradoras y mutuas de acciden-tes de trabajo. Debido a su volumene importancia, este mbito ha tenidouna tradicional dependencia de losdetectives privados, en cuestionesrelativas al control de las lesiones, ocualquier intento de fraude a la com-paa de seguros.

    El mundo de las franquicias: investi-gacin de todo lo relativo a la perso-na que pretende convertirse en fran-quiciado, desde sus antecedentes yexperiencia empresariales, hasta, sies el caso, todo el proceso relativo ala ruptura de la franquicia en cues-tin.

    Prevencin y neutralizacin del es-pionaje industrial. Suele materializar-

    se en la deteccin de dispositivoselectrnicos clandestinos, la disposi-cin, a su vez, de dispositivos pre-ventivos, y el contraespionaje indus-trial.

    Investigacin financiera. Aqu se in-cluyen actividades como investigacio-nes de solvencia, localizacin y recu-peracin de bienes, quiebras fraudu-lentas y alzamientos de bienes, yfraudes en general.

    Por ltimo, una divisin de la investi-gacin privada en completo auge en

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    EL DETECTIVE PRIVADO EN ELMUNDO DE LAS EMPRESAS

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    El pasado da tres de junio se celebr

    por primera vez en el mbito de la JefaturaSuperior de Polica de Catalua, el da de laSeguridad Privada, desarrollndose los ac-tos conmemorativos en el Hotel BarcelonaPlaza de esa ciudad.

    A los actos oficiales asistieron autori-dades de la Comunidad Autnoma de Cata-lua, Delegado del Gobierno en Catalua,Jefe Superior de Polica de Catalua, ade-ms de otros responsables de los CuerposPoliciales.

    Por parte del sector privado, los asis-tentes en nmero de 450, representaban atodos los sectores de la seguridad: Vigilan-tes de Seguridad distinguidos, representan-tes de las empresas de seguridad (Gerentes,Directores y Jefes de Seguridad), detectivesprivados, representantes de Centros de For-macin, familiares de las personas distingui-das, as como diferentes medios de comuni-cacin.

    En la rueda de prensa, previa al acto,tom la palabra el Excmo. Sr. Delegado delGobierno en Catalua, sealando los princi-pios de subordinacin y complementariedadde la seguridad privada, en relacin con laseguridad pblica. A la vez, destac el au-mento de la seguridad privada en los ltimosaos, sin que ello signifique un repliegue dela seguridad pblica, ya que quien ha de ga-rantizar la seguridad ciudadana son los po-deres pblicos.

    Asimismo, hizo uso de la palabra el Il-mo. Sr. Jefe Superior de Catalua, quiendestac la complementariedad existente en-

    tre el sector de la seguridad privada y la p-

    blica, y la gran colaboracin en beneficio dela seguridad ciudadana. Concluy su inter-vencin animando al sector a seguir mejo-rando los canales de comunicacin y coordi-nacin con las Fuerzas y Cuerpos de Seguri-dad del Estado, para que nuestra actividadcotidiana, desde la vertiente de la comple-mentariedad, sea cada vez ms segura.

    El acto fue clausurado por el Excmo.Sr. Delegado del Gobierno, agradeciendo lapresencia de todos los asistentes.

    As mismo, en unin del Jefe Superiorde Polica y dems mandos policiales, sehizo entrega de las siguientes distinciones,por su contribucin a la seguridad publica:

    Condecoraciones de la Cruz al MritoPolicial, con distintivo blanco, a las viu-das de los vigilantes de seguridad, fa-llecidos en acto de servicio.

    Cuatro menciones honorficas del TipoA; a un Director de Seguridad y tres aVigilantes de Seguridad.

    Setenta y tres menciones de Tipo B aVigilantes de Seguridad y DetectivesPrivados.

    Cuatro Diplomas de Distincin a repre-sentantes de Asociaciones

    U.P. Seguridad Privada Barcelona

    S e g u r i d a d P r i v a d a

    FIESTA DE LA SEGURIDAD PRIVADA ENCATALUA

    los ltimos aos es la investigacininformtica y tecnolgica. La preven-cin de ataques a la infraestructurainformtica empresarial es actual-mente una de las preocupacionesmayores en las organizaciones. Tra-

    dicionalmente innovadores y muypendientes de ingenios tecnolgicosdiversos (escucha, deteccin, etc.),

    los gabinetes de investigacin priva-da estn comenzando a crear unida-des de trabajo y deteccin de todo lorelacionado con las tecnologas deinformacin y comunicacin.

    www.e-directivos.com (16/01/04)

  • 7/30/2019 Boletin SegurPri N 16

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    FIESTA DE LA SEGURIDAD PRIVADA ENCANARIAS

    El pasado da 26 de Mayo, se celebr

    por primera vez en Las Palmas de Gran Ca-naria el Da de la Seguridad Privada.

    Al acto, que estuvo presidido por elComisario General de Seguridad Ciudadana,y el Ilmo. Jefe Superior de Polica de Cana-rias, asistieron unas 150 personas, en sumayora pertenecientes a al sector de la Se-guridad Privada, tanto empresas como usua-rios as como representantes sindicales.

    Tomaron la palabra el Comisario Ge-neral de Seguridad Ciudadana y el Jefe Su-perior de Polica quienes abogaron por refor-zar la complementariedad necesaria entreempresas privadas de vigilancia y fuerzaspblicas, una cooperacin que redundar enbeneficio de los ciudadanos.

    Tambin se puso de manifiesto que esuna tendencia que la seguridad privada vaen aumento en los pases de nuestro entor-no.

    A continuacin se hizo entrega de 15Diplomas de Mencin Honorfica (tres cate-

    gora A y 12 categora B) a vigilantes de

    Seguridad de las distintas empresa que ope-ran en la provincia de Las Palmas.

    Seguidamente se celebr un acto deconfraternizacin para estrechar los lazos decolaboracin entre el sector de la SeguridadPrivada y el Cuerpo Nacional de Polica.

    La iniciativa fue muy aplaudida por to-dos los participantes, deseando todos losasistentes que la misma tenga continuidad

    en aos sucesivos.Por ltimo los asistentes felicitaron a

    D. Jos Luis Balseiro Vigo, Comisario Jefede la Brigada Provincial de Seguridad Ciuda-dana, verdadero impulsor de la celebracin,desendole mucho xito en su nuevo desti-no de Jefe de la Unidad de Especialidad enla Jefatura Superior de Galicia.

    U.P. Seguridad Privada Las Palmas

    S e g u r i d a d P r i v a d a

  • 7/30/2019 Boletin SegurPri N 16

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    El da 14 de mayo se celebr en la ciu-dad de Cceres el II Da de la Seguridad Pri-vada en Extremadura.

    Fue presidido por Ilmo. Sr. Subdelegadodel Gobierno de Cceres, don Fernando SO-LIS FERNANDEZ, en unin del Ilmo. Sr., JefeSuperior de Polica de Extremadura don Euse-bio ESCRIBANO GASPAR, del Comisario, Ins-pector Regional de Servicios don Jos Euge-nio DIAZ RASTROLLO y el Comisario Jefe dela Brigada de Personal de la UCSP, don JuanEnrique TABORDA ALVAREZ. En representa-cin del sector de seguridad privada por Extre-

    madura, se encontraban presentes D.Luis Ma-ra BARRIOS MANZANO y D. Jos Luis VE-LASCO BARRIUSO, este ltimo Director Insti-tucional de Securitas Seguridad

    La apertura del acto estuvo a cargo delJefe Superior de Polica de Extremadura. Inicisu intervencin alabando la normativa que re-gula actualmente la Seguridad Privada en Es-paa. Tambin destac el nivel de formacin,conocimientos tcnicos y desarrollo tecnolgi-co que han adquirido los profesionales de la

    Seguridad Privada. Por ltimo felicit y agrade-ci las actuaciones de aquellos que iban a re-cibir menciones honorficas, por su contribu-cin a la seguridad pblica.

    Se hicieron entrega de 16 mencioneshonorficas, 14 de ellas concedidas a Vigilan-tes de Seguridad y dos a tcnicos instaladores.A continuacin se entregaron cinco placasconmemorativas a personas y sociedades quedurante su dilatada vida dedicada al sectormas se han significado por su profesionaliza-cin y dignificacin del mismo. Tambin fuereconocida la labor de nuestro compaero Jo-s Manuel MERINO ZAMORA, Inspector Jefe,responsable de la Unidad de Seguridad Priva-da de Badajoz, impulsor del evento celebrado.

    Clausur el Acto el Ilmo. Sr. Subdelega-

    do del Gobierno quien resalt la importanciadel sector homenajeado en el campo de la se-guridad pblica; motivo por el cual manifestque se comprometa a impulsar las relacionesde colaboracin entre las Fuerzas y Cuerposde Seguridad del Estado y las empresas y elpersonal de seguridad privada. Termin felici-tando a todos los homenajeados y agradecien-do su comportamiento a aquellos que con sucolaboracin ayudan al mantenimiento de laseguridad ciudadana.

    U.T. Seguridad Privada de Cceres

    FIESTA DE LA SEGURIDAD PRIVADA ENEXTREMADURA

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